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Ojala Algún Día Crea en el Amor por Sieben7

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Notas del capitulo:

Y esta es una sorpresa, lo se xD pero es que queria consentir a mis queridos lectores regalandoles otro capitulo, ademas de que quiero celebrar que esta fic llego a las 1500 lecturas, y contando jeje.

Muchas gracias de verdad por su apoyo, por tomarse el tiempo de leer y dejar que les comparta un poco de mi pasion x escribir n.n y a las personas que me comentan les agradezco mucho mas xke sus palabras son las que me animan a continuar :)

Sin mas que decir, a leer, disfruten el capitulo:

 

 

 

El silencio fue intrigante, Tom abrió lentamente los ojos al no escuchar respuesta o sonido alguno que le revelara el sentir del otro, ambos jóvenes se observaron fijo contemplándose directamente como queriendo leerse el alma y el corazón con la mirada, después de un par de minutos que ellos no notaron pasar en esa acción, Bill soltó un suspiro agachando la vista y se libero del agarre del pelinegro.

 

-       Te diría que me repitieras lo que acabas de decir, pero lo escuche bien- musito Bill sin moverse.

-       Si, oíste bien y esa es la verdad. Ahora sabes porque no pudo dejarte ir de mi lado- declaro Tom sincero.

-       No sé qué esperas que te diga- dijo Bill cortante dándole la espalda- Mucho menos sé qué esperas que haga- finalizo serio alzando la voz.

-       No te obligare a decir o hacer nada que no quieras, solo quiero saber lo que tú sientes por mí, y que sea la verdad también- indico el otro chico poniéndose nervioso de nuevo.

-       No lo hare Tom, no quiero lastimarte. Solo dejémoslo así, ¿quieres? Temo decir algo que tú no esperes, hagamos como que nunca me lo dijiste o que yo nunca lo escuche- menciono el rubio exasperado volviendo a mirar al otro, Tom lo miro en shock e iba a rebatirle pero la voz determinante del fotógrafo lo hizo desistir- Ahora vete por favor, tengo cosas que hacer- concluyo abriéndole la puerta a Tom, este resoplo y salió de ahí enseguida sintiendo un dolor extraño en el pecho.

 

El joven abogado no resistió, y ocultándose en los sanitarios más cercanos, cerró la puerta y dio rienda suelta a sus lágrimas. Nunca nadie lo había rechazado antes, pero ahora era diferente y la situación era grave pues estaba perdidamente enamorado del rubio fotógrafo y no concebía el hecho de que Bill le hubiese dicho eso, que aunque entendía que lo había dicho por su bien, el chico pelinegro lo sintió a la inversa.

 

Ya en la noche estando en su casa, Tom se encerró en su habitación y se quedo dormido después de llorar otro rato, al despertar se sintió vacio y sin ningún motivo para levantarse. Aquel hueco que antes albergaba su corazón dolía terriblemente, casi asfixiándolo cada que recordaba al causante del mismo.

 

Pasaron tres meses desde que Bill se fue, Tom parecía un zombi que vivía su día a día haciendo las cosas automáticamente, por costumbre como un robot, si antes de conocer al chico rubio era alguien frío de sentimientos, ahora parecía carecer de ellos, solo iba a trabajar al diario cuando lo requería su padre y fuera de ahí se la pasaba en su casa encerrado en su habitación, incluso el día de su graduación de la universidad lo paso como sin nada. Apenas y comía, Georg iba en algunas ocasiones a visitarlo pero no sabía cómo sacar al pelinegro de ese estado, había probado de todo, hablar con él, invitarlo a lugares, llevar a sus amigos para divertirse en su casa, entre otras cosas; pero Tom se negaba a cooperar.

 

Un día su teléfono celular sonó, no quería ni ver quien llamaba pero le dio algo de inquietud y observo la pantalla, casi se cae de la cama del salto que dio de sorpresa al ver quién era, estaba dudoso entre responder o no, al final algo lo hizo decidirse a contestar. El sonido ceso, suspiro largamente cerrando los ojos maldiciéndose mentalmente y en ese momento volvió a sonar el aparato, esta vez no demoro en responder.

 

-       Ho… hola- dijo apenas Tom conteniendo la respiración.

-       Hola Tom- escucho tímidamente al otro lado de la bocina- ¿Cómo estás?- cuestiono el dueño de aquella voz que el pelinegro abogado bien conocía.

-       Pues estoy, que es ganancia- indico Tom abatido.

-       Te he extrañado aunque no lo creas. Aquí no hay gente con la que valga la pena salir, tu compañía es incomparable- menciono Bill pensativo.

-       ¿Y las modelos? ¿Tampoco hay alguna que te agrade?- insinuó el otro chico mas repuesto ante lo dicho anteriormente.

-       Son modelos Tomy, la mayoría vacías y sin una plática interesante, y las que podrían llamarme la atención ya están ocupadas- bufó divertido el fotógrafo.

-       Ya veo- murmuro Tom- ¿Cómo te va por allá?- cuestionó curioso Tom.

-       Bien, no me puedo quejar. Es una labor bastante agradable- dijo Bill con voz convencida.

-       Ok. ¿Piensas quedarte allá?- indagó Tom dudoso.

-       Tal vez. Donde estoy viviendo es un lugar maravilloso, aunque no doy nada por hecho, ya ves, uno nunca sabe lo que pueda pasar- formuló el rubio sugerente.

-       Si. De hecho ahora pensaba que sería genial que en cuanto fuera posible nos viéramos- exteriorizó algo esperanzado el joven Kaulitz.

-       Es una idea muy buena, aunque no creo poder ir yo en estos momentos a Berlín- dijo Bill angustiado, luego sonrió travieso- Pero tú podrías venir acá si quieres. Tengo pases para el próximo partido del Bayern Múnich, digo por si te interesa.

-       ¿De verdad? Eso suena asombroso. No tengo ahora nada que hacer, así que mañana mismo tomo un avión para allá y nos vemos en la tarde, ¿te parece?

-       Claro, en un mensaje de texto te envió mi dirección por si a la hora que arribes aun estoy trabajando, así tienes a donde llegar.

-       Ok, entonces nos estamos viendo.

-       Hasta entonces. Cuídate.

-       Igual, adiós.

 

Ambos colgaron y Tom exhalo fuerte, al fin después de mucho tiempo, una sonrisa apareció en su rostro, que se amplió aun mas al recibir el mensaje con la dirección del fotógrafo en Múnich. Ahora le parecía estúpido el comportamiento que había tenido esos días y se rio levemente, así que animado salió de su habitación y se reunió con sus padres para cenar.

 

Al día siguiente por la tarde, un confundido Tom llegaba a Múnich, le encantaba esa ciudad, la había visitado pocas veces pero le encantaba, y actualmente ya tenía un motivo más para encontrar ese lugar interesante.

 

En cuanto el avión del pelinegro aterrizo se sintió muy emocionado, casi salía corriendo del aeropuerto, quería ver a Bill lo más pronto posible. Estaba a punto de hacerle la parada a un taxi cuando sintió una mano tocar suavemente su hombro, un ligero escalofrió lo recorrió albergando un extraño calor en su pecho y volteo inmediatamente.

 

-       ¿Bill?- murmuro Tom sorprendido al ver al rubio y este solo asintió, por poco no reconocía al fotógrafo, ahora lucía un nuevo estilo de cabello- ¡Que sorpresa me has dado! Creí que estarías trabajando o en tu casa- expreso pasmado.

-       En cuanto me avisaste que ya casi aterrizabas decidí venir a recogerte, tengo el resto del día libre- respondió Bill, quien ahora llevaba su cabellera rubia mucho más corta, sobre todo de los costados.

-       Te ha sentado bien el cambio- no puedo evitar decir Tom mirando embobado el nuevo aspecto del otro chico- Me da gusto verte de nuevo- menciono algo cohibido.

-       También me da gusto verte- dijo el rubio dándole un corto abrazo y luego al separarse tomo una de las valijas de Tom.

-       Bueno, me gustaría dejar mi equipaje e ir a comer algo, muero de hambre y la comida del avión era terrible- indico fatigosamente el abogado.

-       Seguro, mi auto esta cerca. Dejemos tus maletas en el piso donde vivo, no es muy lejos de aquí, y luego vamos a comer, ¿te parece?- propuso Bill alegre.

-       Si, estoy de acuerdo. Vayamos- exhalo Tom y empezó a caminar con el fotógrafo tras él.

 

Abordaron el vehículo de Bill y fueron con rumbo a su domicilio, durante el trayecto aprovecharon para ponerse un poco al día sobre sus vidas actuales, el fotógrafo se sintió algo incomodo cuando Tom le relato sobre todo lo que le había pasado al sentirse deprimido pero luego se animo cuando el pelinegro le conto acerca de lo bien que les estaba yendo con las publicaciones de las revistas. Tom por su parte, se sintió contento de ver lo bien que le iba a Bill, a pesar de la carga de trabajo, veía que llevaba una buena vida ahí.

 

Cuando llegaron a su destino, rápido dejaron las maletas de Tom y después Bill condujo a un lugar cercano para que pudieran comer, las manos de ambos se rozaron al intentar abrir la puerta del restaurante al mismo tiempo y un extraño cosquilleo los hizo alejarlas, al final el pelinegro abrió la puerta dándole el paso a su acompañante.

 

Una vez dentro ordenaron y comieron en silencio, los nervios los invadieron y ninguno se atrevía a decir palabra, solo miradas y sonrisas furtivas que se dedicaban de vez en cuando. Tom suspiro largamente y decidió romper la tensión que comenzaba a formarse.

 

-       ¿Y te está gustando la ciudad?- pregunto Tom de pronto dudoso.

-       Si, ya me acostumbre, ya puedo moverme relativamente por las calles. Al principio tenía algo de recelo porque no sabía que me esperaba aquí pero me he adaptado rápido al ritmo de Múnich y pues mi trabajo me permitió conocer la ciudad más a fondo. Cuando vinimos tu y yo fue agradable, la pasamos bien aquí y obtuvimos muy buenas fotos, incluso mi jefa actual me felicito por ellas- menciono jubiloso Bill.

-       ¡Qué bien! Aparte trabajar en un agencia de modelaje debe ser como ganarse la lotería, ¿no?- insinuó curioso Tom.

-       Pues te deleitas la vista, eso no lo voy a negar, aunque la mayoría de las modelos son muy arrogantes. Con decirte, a veces lo que batalló para poderles hacer una sola fotografía- bufó Bill medio sonriendo- Lo más chistoso es que al final varias terminan queriendo ligarme, pero ya sabes que no me gusta mezclar las cosas profesionales con las personales- concluyo perspicaz su anécdota.

-       Vale, son gajes del oficio. Por mi parte,  yo ya estoy casi por abrir mi despacho jurídico. Me asocie con algunos compañeros de la universidad para ponerlo, ya solo falta afinar algunos detalles- dijo Tom animado.

-       ¡Wooow! ¡Qué buena noticia! Al parecer entonces tenemos un motivo más para celebrar- exclamo Bill fascinado.

 

Terminaron de comer y luego regresaron al departamento de Bill, entre los dos acomodaron, en un espacio que hizo el rubio previamente, las cosas de Tom y se entretuvieron en eso un buen rato. La noche empezó a caer y el fotógrafo le ofreció al otro muchacho la ducha para que se diera un regaderazo, el pelinegro apenado acepto, si que necesitaba un buen baño después de ese día tan movido.

 

El baño se encontraba en la habitación de Bill, y cuando dejo a Tom a solas en la recamara, este no pudo evitar sentirse nervioso. El abogado miro alrededor recorriendo con la vista cada rincón de la alcoba, observando cada detalle del lugar y buscando algo que llamara su atención.

 

Una fotografía sostenida en el tocador del rubio atrajo su vista, camino hasta ahí y la tomo contemplándola cuidadosamente. Era una foto de Bill junto a una chica, ambos sonreían y por la forma de la toma parecía que el mismo joven fotógrafo la había tomado, Tom echó un vistazo al reverso del retrato y vio una pequeña nota tras el.

 

“Nene, aunque lo nuestro no pueda ser, te deseo mucha suerte. Que aquella persona que es dueña de tu corazón algún día dejes que te haga feliz, porque eso que veo en tu mirada cada que me hablas de esa persona, es amor. Sé que te duele que estén lejos, pero ya verás que pronto ustedes estarán juntos y entonces se demostraran todo lo que sienten el uno por el otro, date esa oportunidad porque te la mereces. Animo Bill- Laura”

 

El corazón de Tom se paralizo por un segundo, aterrado y con manos temblorosas coloco la foto de nuevo en su lugar y entro al baño, se desnudo de prisa, abrió la llave de la regadera y se quedo bajo el chorro de agua, esperanzado a que esta se llevara su angustia.

 

No pudo evitar llorar nuevamente después de un momento, golpeo la pared un par de veces con impotencia sintiéndose la peor escoria del mundo. Ahora entendía porque Bill no le había correspondido antes, él ya estaba enamorado de alguien más.

 

 

 

Notas finales:

Ya se, les regalo un capitulo, y este es algo triste u.u pero no se preocupen, ya veran que el que viene les gusta mas ;)

Gracias nuevamente x leer, y no se olviden que este viernes les traigo otro capitulo mas, no se lo pierdan, y dejenme sus reviews, son muuuy importantes, ok?. Cuidense mucho, nos estamos leyendo. Salu2.


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