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Ojala Algún Día Crea en el Amor por Sieben7

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Notas del capitulo:

Hola! Traigo un capitulo mas, decidí que mejor seguiré actualizando una vez por semana por cuestiones de tiempo jeje igual si en un comentario me piden que publique otro antes lo hare con gusto :)

Ok, sin mas que decir, a leer. No olviden dejarme sus comentarios xD

 

 

 

-       Esa es buena, ¿no te parece?- intervino de pronto Tom y Bill reacciono mirando a sus espaldas viendo que ya se había vestido- Haríamos una buena toma desde ese lugar- propuso curioso y el chico rubio vio la imagen que le señalaba en la pantalla y asintió levemente.

-       Si, es un gran sitio para fotografiar- sentencio pensativo Bill.

 

Siguieron mirando un rato las imágenes que les aparecían interesantes, a Bill le atrajo el buen ojo que tenía el chico pelinegro para hacer tomas fotográficas, mientras que a Tom le atraía la forma en que Bill le narraba como hacer las tomas y los gestos que hacía de paso.

 

El hambre hizo presencia en los dos jóvenes y decidieron salir a algún lugar cercano a cenar, después Tom se le antojo ir a tomar algo, Bill le dijo que no era una buena idea ya que tendrían trabajo al siguiente día pero aun así accedió a acompañarlo tras la promesa de que solo beberían un poco.

 

Pasada la media noche y a regañadientes Bill logro llevarse consigo a Tom, el pelinegro argumento que había conocido a una chica encantadora pero el fotógrafo reitero que tenían que ir a sacar las fotografías temprano y que lo necesitaba bien.

 

Cuando llegaron al hotel Tom acompaño a Bill en su habitación un rato, vio como acomodaba y guardaba con cuidado cada accesorio de su equipo fotográfico, la verdad no entendía porque tanto cargamento si solo tenían que sacar fotografías.

 

-       ¿Para qué tantas cosas? ¿Tienes aquí un estudio fotográfico portátil o qué?– curioseo sarcástico Tom.

-       Casi- murmuro Bill sonriendo- Las luces y los reflectores están en esa maleta- exclamo burlón el rubio siguiéndole el juego.

-       Vale, ya. No comprendo porque traer todo eso para unas simples fotos- expreso Tom serio.

-       ¿Simples fotos? Eso te parecen, pero aunque no lo creas, la fotografía tiene que transmitirte algo, justo como una pintura, es inmortalizar un momento y que este te produzca una alusión o sentimiento que revivirás cada vez que la veas. Una fotografía se convierte en una memoria permanente de algo que en verdad vale la pena ver y recordar una y otra vez- respondió Bill apasionado suspirando- Es por eso que es muy importante que la toma sea adecuada para que la fotografía cumpla su objetivo- culminó relajado.

-       Ok, ok. Relájate. Hablas como si tuvieras décadas sacando fotos- murmuro Tom recostándose un poco en la cama.

-       Algo así. Tengo once años haciendo esto, cinco de ellos como profesional- índico el rubio fotógrafo mirando sonriente al otro chico.

-       ¿¡QUÉÉÉ!?- grito Tom- ¿Cuántos años tienes?- indago pasmado.

-       ¿Cuántos se me notan?- replico ladino Bill.

-       Pues… yo te calculaba unos diecinueve- balbuceo el pelinegro rascándose la cabeza.

-       ¿Tú qué edad tienes?- inquirió el joven rubio sin dejar de sonreír.

-       Veintiuno- mascullo cortante Tom.

-       Haha- Bill rió- ¿Creías que eras mayor que yo? Bueno, que bien que te parezca más chico, pero tengo veintisiete años Tom-declaro sin borrar la sonrisa de su rostro y se paso la lengua por los dientes despacio.

 

Tom se quedo pálido ante tal confesión, no sabía que decir. Podía jurar que el fotógrafo se veía más joven, no aparentaba tal edad, aunque ahora entendía ese aire de superioridad que en ocasiones sentía por parte de Bill.

 

-       Eso, eso explica muchas cosas- menciono Tom apenas por la sorpresa.

-       Lo sé, muchos ya me han dicho que no luzco como alguien de mi edad, ya estoy acostumbrado, me alegra el hecho de estar bien conservado- bufo Bill yendo al lado de Tom y sentándose en la cama.

-       ¿Por qué no me lo dijiste antes?- interrogo el pelinegro más calmado.

-       No lo creí importante, aparte no me lo preguntaste antes.

-       Bueno, eso es cierto. Ok, tengo que irme a dormir. Ya es tarde y mañana tenemos trabajo que hacer.

-       Muy bien. Buenas noches Tom.

-       Buenas noches. Duerme bien.

 

El pelinegro se retiro a su dormitorio y decidió deshacerse de algunas prendas para dormir. Se sentía algo estúpido ahora, nunca había sido el más chico en algo, sus amigos tenían más o menos su edad, sus ligues y ex novias, incluso su novia actual, no eran más grandes que él, las únicas personas mayores con las que se había relacionado eran los conocidos que de repente le presentaba su padre o gente con la que negociaba, al igual que el personal de la oficina del periódico que eran personas de edad ya algo avanzada con los que casi no hablaba. Nunca había trabajado o siquiera establecido amistad con alguien mayor, y eso lo acomplejaba un poco, lo hacía sentir inferior y eso no le gustaba.

 

El sonido de un flash alertó a Tom, y al escucharlo de nuevo junto con un ligero resplandor detrás de sus parpados se despertó levantándose asustado.

 

-       ¿Qué rayos te pasa?- chillido Tom con extrañez frotándose los ojos.

-       Perezoso. Es hora de trabajar- índico Bill entre risas balanceando una cámara en su mano derecha. El otro chico miro su reloj confundido.

-       Son las seis de la mañana, aun esta oscuro- aclaro el pelinegro molesto.

-       Exacto, pero si mis cálculos no me fallan y con tus tardanzas, saldremos de aquí cuando ya haya amanecido. Arréglate, te veo en el lobby- le informó serio Bill saliendo de su habitación.

 

Tom reaccionando al fin se movió de su lugar y entro al baño con nulas ganas, se dio una ducha y se vistió rápidamente. Pensó que el chico rubio estaba loco al despertarlo de esa manera, ahora debía encontrar la forma de que eliminara o le entregara esas fotos que le había tomado, odiaba que le secaran fotografías desprevenido.

 

Algo somnoliento Tom apareció en el vestíbulo del hotel donde Bill ya lo esperaba con su cámara y una pequeña mochila a cuestas mientras leía un folleto de algo que no alcanzaba a apreciar, y que no pudo identificar ya que cuanto el fotógrafo lo miro de reojo dejo de lado la hoja y comenzó a caminar hacia la puerta haciéndole señas de que lo siguiera.

 

El día le pareció largo a Tom cuando estaban en plena sesión fotográfica, localizaron algunos puntos de la ciudad para obtener buenas tomas, y así transcurrió ese día de atareado que no se percataron que ya estaba cayendo el atardecer cuando terminaron de fotografiar, el frio hizo a Tom abrazarse así mismo, mientras que Bill guardaba su cámara y realizaba algunas notas, no pudieron comer bien durante la sesión por la carga de trabajo, pero si se tomaron su tiempo a la hora de la merienda.

 

-       Bill, ya reserve nuestros boletos, salimos mañana para Leipzig a las 11:00 am. Ya ordene también que la casa este lista y un chofer pase a recogernos- Tom aludió rompiendo el silencio.

-       Muy bien. Obtuve buenas fotos aquí, así que espero lo mismo en cada lugar que visitemos- murmuro Bill serio sin mirar a Tom.

-       Hey hombre, no te preocupes por eso ahora. Sé que ahora debes estar cansado, relájate. Lo haremos bien- trato de animarlo el pelinegro.

-       Lo sé, es solo que me gusta que mi trabajo sea perfecto. Aunque a la vez pienso que si hago todas mis fotografías buenas, a la hora de elegir pondré en una encrucijada a tu padre- dijo Bill sonriendo de lado.

-       Exacto, trata de tomarlo con calma. La espontaneidad también le da actitud a las fotos- insinúo Tom coqueto.

-       En eso debo darte la razón. Si se trata de reflejar emociones y momentos, debo transmitirle eso a la gente- confirió Bill más animado- Eres un genio Tom, me agrada tenerte de compañero.

 

El chico pelinegro sonrió tímido y agacho un poco la mirada, tal vez al principio el rubio le había parecido un gigante ególatra pero ahora que lo empezaba a conocer, le parecía alguien agradable, único, nunca había conocido a alguien como él y eso le intrigaba, aunque a la vez lo hacía sentirse raro.

 

Un rato más tarde, ambos estaban en su hotel, específicamente en la habitación de Bill. La noche se sentía aun más fría, había algunas nubes en el cielo y al parecer comenzaría a llover en cualquier momento pues se veían rayos a lo lejos y se escuchaban truenos. Tom se sobresaltaba  un poco cada que se oían esos sonidos, mientras Bill lo miraba curioso, aunque no era mucha su diferencia de edad, el blondo comparaba esas actitudes por parte de Tom y no podía evitar verlo como un niño.

 

-       Bueno- exhalo Bill de repente terminado de guardar algo de su ropa en una maleta- Ya es hora de dormir, mañana partimos a otro lugar y quiero descansar- aclaro estirándose. Tom aparto la vista de su laptop y miro a todas partes dudoso.

-       Eh… si, dormir- murmuro apenas Tom cohibido apagando el equipo sin levantarse de la cama del mayor.

-       ¿Qué ocurre Tom?- cuestiono Bill interesado.

-       Es que… No, olvídalo. Es algo tonto- exhalo en voz baja el otro chico retirando el aparato de su regazo.

-       ¿Qué? Dime.

-       No, de verdad. No tiene caso.

-       Anda, puedes decirme que te pasa. Prometo no burlarme o decirle a alguien.

-       ¿Seguro?- pregunto Tom y Bill asintió mirándolo atento- Esta bien. Le temo a los truenos.

-       ¿Tú? Tom ya estas grande para eso.

-       ¿Ves? Sabía que decírtelo no ayudaría.

-       Ok, ya. Entonces, ¿cuál es el inconveniente?

-       Yo quería… bueno, quiero pedirte que…

-       Quieres que te deje dormir conmigo.

-       Si, si no te molesta.

 

El mayor de los jóvenes suspiro largamente asintiendo, camino a la cama y se despojo de su camisa y sus pantalones quedando solo en ropa interior, y ante la mirada sorprendida del otro solo se limito a susurrar un “así duermo yo”. Se acostó de lado dejándole espacio a Tom, que algo tímido se coló bajo la cobija junto a Bill y cerró los ojos nervioso, otro tronido se escuchó bastante cercano y el pelinegro rápido abrazo al chico rubio junto a él, Bill se extraño al principio pero bufo ligeramente y le resto importancia.

 

Durante el tiempo que llovía afuera, Tom no durmió ni soltó a Bill de lo perturbado que estaba, cuando la lluvia ceso no se inmuto en alejarse del fotógrafo e inhalando profundo junto al cuello del chico rubio, se quedo dormido.

 

 

 

Notas finales:

Cada vez se acercan mas estos dos :P Bueno, ojala que les haya gustado el capítulo de hoy y se animen a dejar aunque sea un pequeño comentario n.n Muchas gracias a quienes leen, me hacen feliz. Nos estamos leyendo el siguiente viernes (a menos que alguien pida antes >.<). Salu2


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