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Ojala Algún Día Crea en el Amor por Sieben7

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Notas del capitulo:

Despues de mi ausencia, vuelvo para dejarles otro capitulo. Espero que les este gustando la historia :) 

Dejenme sus reviews, son GRATIS xD Sin mas que decir, a leer:

 

 

 

 

La noche se hizo presente, ambos chicos veían la ciudad desde un mirador, Bill fascinado tomo algunas fotografías sencillas solo con su cámara de mano pero le gustaron bastante y sonrió satisfecho.

 

Tom por su parte, se quedo tan abstraído mirando el paisaje nocturno que no se percato que Bill lo veía minuciosamente, su largo y oscuro cabello ondeando ligeramente por el viento, la mirada seria en el horizonte y ese porte elegante que le caracterizaba, aun que en ese momento solo fuera vestido con una camisa a cuadros y un pantalón de mezclilla, el rubio suspiro desviando la mirada del otro y fue el turno de Tom de observarlo. Se perdió mirando el perfil del mayor, la luz de la luna le daba un matiz pálido a su piel, sus ojos brillaban y su melena rubia parecía no ser inquietada demasiado por la brisa.

 

El más joven de ambos muchachos volvió a la realidad ignorando cuanto tiempo se quedo contemplando a Bill cuando un carraspeo por parte de este lo puso alerta, entrecerró los ojos y agacho un poco la vista.

 

-       Tom, ¿hay algún lugar bueno para ir a divertirnos esta noche?- cuestiono Bill alegre.

-       Si, conozco un club que está aquí cerca- menciono Tom pensativo levantando la mirada y topándose con la del mayor.

-       Vale, vamos- le animo Bill y ambos sonrieron.

 

Momentos más tarde ya se encontraban bebiendo un par de cervezas en un club, la música era movida y Bill no podía evitar mover suavemente la cabeza y los pies al ritmo de la música, mientras que Tom solo ojeaba a su alrededor buscando a alguna chica que le interesara, aunque no se empeñaba mucho, por alguna extraña razón prefería observar despistadamente a su rubio acompañante, y se reprendía mentalmente por ello, por entretenerse contemplando a un hombre.

 

-       ¿Hoy no vienes de cacería?- comento Bill curioso viendo a Tom, y este se rasco la cabeza nervioso.

-       No, prefiero quedarme aquí- respondió cohibido el de cabellos azabaches sin mirarlo.

-       Anda Tom, distráete. Te pedí que me llevaras a un lugar para pasarla bien- aclaro el mayor incitándolo.

-       Bueno, pues vamos a la pista de baile. Las chicas nos verán y llegaran a nosotros- exhalo Tom sonriendo pícaro alentado por las palabras del otro.

 

Y tal como dijo Tom, apenas se acercaron a donde la gente bailaba, varias chicas los rodearon, aunque al final terminaron bailando solo con una cada quien. Tom trataba de concentrarse en la danza de su pareja pero no podía, al ver los movimientos de Bill se quedo impactado, movía la cadera al compas de la música pero sin lucir exagerado y le sonreía coquetamente a la chica con la que estaba.

 

Reacciono un momento después y tomando de la mano a la chica con la que estaba se la llevo a un rincón y comenzó a besarla intensamente, sin separarse entraron al baño ubicándose dentro de uno de los cubículos, y ahí el pelinegro se desahogo plácidamente con aquella chica debido al calor y la excitación que le inundo al ver al rubio bailar.

 

Mientras tanto, el joven fotógrafo seguía bailando cómodamente, aunque le intrigaba haber perdido de vista a Tom trataba de restarle importancia, un rato más y ya cansados, Bill se despidió de su pareja de baile, no sin que antes la chica le diera su número y quedara de llamarle si volvía ahí,  regreso a su mesa bebiéndose una cerveza entera. Unos minutos después apareció Tom, por lo desarreglada que lucía su camisa, Bill intuyo donde había estado.

 

-       ¿Te divertiste al fin?- cuestiono Bill al verlo y Tom solo asintió medio sonriendo.

-       ¿Y tú? ¿Qué paso con tu chica?- expreso Tom.

-       No, yo tengo la labor más pesada mañana, no quiero excederme y andar cansado, aunque debo decirte que esa chica fue muy atrevida- menciono Bill halagado, el otro chico hizo un ademán sexual y ambos soltaron una risilla.

-       Entonces, si tienes acción tú también- Tom dedujo astuto y el fotógrafo solo entrecerró los ojos y ladeo un poco la cabeza quitándole relevancia a ese tema- Aquí es muy raro que vean a chicos como tú, por eso se emocionan mas- agrego pensativo.

-       ¿Chicos como yo?- resopló Bill confuso.

-       Si. Altos, rubios, guapos, y amables.

-       ¿Crees que soy guapo?

-       Seguro, es la verdad. Aunque no te envidio.

-       Es bueno saberlo.

 

Más tarde ambos muchachos regresaron a la casa de Tom, casi no habían bebido, así que no se sentían mal pero si tenían mucho sueño después de las emociones vividas.

 

-       Bill, yo… - comenzó a decir nervioso Tom tocando el hombro del mayor antes de que entrara a su habitación- Solo quiero decirte que lamento haberte juzgado mal cuando te conocí- declaro sincero y el otro chico lo miro serio y luego sonrió.

-       El pasado es pasado. Ahora vamos a descansar compañero- contesto Bill alegre y entro a su recamara- Buenas noches- se despidió cerrando la puerta.

-       Descansa- susurro Tom suspirando y enseguida se encamino a su alcoba.

 

Al día siguiente, igual que la ocasión anterior, se levantaron temprano y en cuento estuvieron listos fueron a sacar fotografías. En la noche después de que Bill reviso su trabajo, le gusto tanto que le propuso a Tom que fueran a celebrar, cenaron y luego brindaron mientras charlaban amenamente en un bar.

 

-       Espero que todos los días sean como estos- dijo Bill contento colisionando su bebida con la de Tom.

-       Tendremos éxito, ya lo veras- añadió el pelinegro correspondiéndole el gesto.

 

Pasaron los días hasta que se cumplieron poco más de dos meses de viaje, ambos muchachos ya habían recorrido varios lugares, desde grandes ciudades hasta algunos pequeños pueblos tomando fotografías “admirables”, según decía alegre el joven fotógrafo. Los chicos se llevaban bien, Tom incluso llego a considerar que Bill era un buen amigo, aun cuando este de vez en cuando aun lo despertaba sacándole fotos, algún día le pediría que las borrara.

 

Era de noche, estaban en un bar el Múnich y había bastante gente, una banda estaba tocando en vivo y el rubio estaba muy interesado mirando e incluso le tomaba algunas fotografías al grupo con su celular, a Tom le daba igual, aunque en momentos como esos extrañaba su guitarra.

 

Bill en un momento se puso de pie aproximándose a un sitio donde poder observar mejor a la banda que tocaba, en cambio el pelinegro decidió quedarse en su lugar aunque se mantuvo alerta cuando vio que otro chico se acerco a hablar con Bill, le hablaba muy cerca en el oído por el ruido y vio al rubio reírse de repente, Tom trato de despreocuparse pero no podía dejar de verlos, en algún punto de la plática ambos comenzaron a reír y el otro chico le dio un ligero empujón a Bill en el antebrazo entonces el pelinegro se paro inmediatamente al verlos tan cómodos y se aproximo a ellos poniéndose justo detrás de su compañero fotógrafo.

 

-       ¡Hey Bill! Ya debemos irnos- exclamo Tom poniendo su mano en el hombro del rubio.

-       Oh si- respondió Bill echándole un vistazo a su reloj- Bueno, me tengo que ir. Adiós- se despidió del otro chico con el que platicaba y siguió a Tom.

 

Bill y Tom salieron del bar, estaba cerca de su hotel así que caminaron un par de cuadras. El menor de los jóvenes estaba muy serio y el otro lo noto pero prefirió no decir nada, tal vez solo estaba cansado.

 

Sus habitaciones en el hotel eran contiguas, así que en cuanto llegaron se miraron un instante y luego Bill mordiéndose el labio inferior con curiosidad al fin se animo a hablar.

 

-       Tom, ¿te pasa algo?- indago el fotógrafo sin dejar de verlo, Tom agacho la vista y suspiro sonoramente.

-       Estaba pensado en unas cosas, nada relevante- susurro Tom recargándose con una mano en la pared.

-       Ok. Cualquier cosa, no dudes decirme compañero, estamos para apoyarnos- le conforto Bill sonriente.

-       Si, gracias- dijo Tom dándose la vuelta y abrió la puerta de su habitación- Buenas noches- murmuro antes de entrar.

-       Igualmente, duerme bien- respondió Bill entrando también a su recamara.

 

Ambos soltaron un suspiro en cuanto cerraron la puerta. Tom se desplomo sobre la cama confundido, ya no quería pensar, demasiadas cosas rondaban en su cabeza últimamente, y entre ellas estaba sumándose Bill, no entendía porque no podía dejar de pensar en él. Bill estaba algo preocupado, vio que Tom se comportaba más serio últimamente y eso le extraño, trataba de no entrometerse pero no podía evitar sentirse inquietado pues pensaba que algo grave le estaba pasando para comportarse así.

 

Al día siguiente ya estaban en el aeropuerto, ahora irían a Hamburgo y Bill se sentía excesivamente nervioso, pues su familia vivía ahí. Solo esperaba no encontrarse con sus padres, pues desde que lo “echaron”, no había vuelto a verlos, ya habían pasado poco más de tres años desde eso y tenía algo de miedo ya que no sabía cómo reaccionarían si se vieran otra vez. Por otra parte el joven rubio claro que quería ver a su familia, los extrañaba, sobre todo a sus hermanos pequeños, el solo hecho de recordarlos hizo que una fugaz lágrima se escapara de sus ojos.

 

Tom noto los nervios de Bill, quiso calmarlo y lo logro, aunque el mayor prefirió no contarle el motivo de su incomodidad. Cuando anunciaron que era hora de abordar Bill resoplo poniéndose de pie dirigiéndose a la zona de abordaje y Tom lo siguió de cerca estando a la expectativa.

 

El viaje paso tranquilo, llegaron por la tarde y tenían hambre, así que después de alojarse en un hotel fueron a comer a un restaurante, platicaban cómodamente como de costumbre hasta que una voz que le pareció conocida a Bill, hizo que se quedara paralizado y sin palabras.

 

El fotógrafo volteo disimuladamente y vio justamente a sus padres sentados a dos mesas de donde ellos se encontraban, su madre hablaba animada mientras su padre escuchaba atentamente, reacciono rápido cubriéndose un poco acercándose a Tom alterado.

 

-       ¿Qué pasa?- cuestiono Tom extrañado por el repentino cambio de su acompañante.

-       Mis padres… están por allá- dijo apenas Bill asustado.

-       Oh- murmuro Tom mirando cuidadoso hacia donde le señalaba el otro chico.

-       Si nos ven, por favor, necesito que me sigas la corriente- le indico Bill ansioso y el pelinegro asintió de inmediato.

 

Y tal como si los hubiera llamado, en ese instante ambos adultos se pusieron de pie, ya habían terminado de comer y al ir hacia la salida pasaron a un lado de los jóvenes.

 

-       ¿Bill?- escucho mencionar el rubio a su madre y dudoso volteo a mirarla.

-       Ho-hola- saludo el aludido cohibido.

-       ¡Hijo! Hace tiempo que no te veíamos exclamo sorprendida la dama- Te he extrañado- susurro melancólica, y luego miro hacia donde estaba Tom.

-       Hola Bill- le saludo cortante su padre- ¿Cómo has estado?- dijo viéndolo fijamente.

-       Bien- contesto apenas Bill- He estado trabajando- añadió aclarándose la voz.

-       ¿Y él es…?- inquirió su madre sin apartar la vista del chico pelinegro.

-       Él es Tom, mi… mi novio.

 

 

 

Notas finales:

O.O ¡Que cosas! ¿Que creen que pase ahora que Tom conozca a la familia de Bill? Esto se esta poniendo intenso :P

Muchas gracias por leer, nos seguimos leyendo, no olviden que ecubio gustosa sus comentarios. Hasta pronto, salu2


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