- El es Tom, mi… mi novio- indico Bill tratando de serenarse.
Los adultos y Tom miraron a Bill sorprendidos, el rubio aparento normalidad dándole otro bocado a su comida y luego los miro más tranquilo, Tom carraspeo y recordando su trato con Bill se armo de valor para hablar.
- Un gusto conocerlos. Sé que no es el mejor lugar para charlar sobre ello. Si ustedes lo desean podemos ir a verlos más tarde, ahora estamos algo ocupados, vinimos aquí solo un par de días a hacer un proyecto de trabajo- se explico Tom serio mirando de reojo a Bill y luego volvió totalmente su mirada a los mayores y les sonrió.
- Me parece una idea formidable. ¿Les parece a las nueve?- ofreció sin inmutarse el padre del rubio.
- Ahí estaremos- sentencio el chico pelinegro.
- Me dio gusto verlos- murmuro Bill, Tom percibió nostalgia en el tono de su voz.
- Nos vemos- expreso su madre conmovida y ambos padres se marcharon.
Bill dio un largo suspiro al verlos salir y Tom estaba preocupado, lo que estaba haciendo por el fotógrafo era un favor inmenso, nunca había hecho algo así por alguien, pero realmente sentía que tenía que ayudar al joven rubio.
- ¿Y desde cuando somos novios?- cuestiono Tom curioso relajándose, Bill lo observo confundido enarcando una ceja- Debemos tener una historia para tu familia- aseguro con obviedad.
- No lo sé, ¿tres años? Ayúdame, no soy bueno en esto- dijo Bill rascándose la nuca nervioso.
- Vale, ya se me ocurrirá algo en la noche, solo que ahora será tu turno de seguirme la corriente e improvisar- exhorto resignado el menor.
Terminaron de comer y luego fueron a dar un breve paseo por la ciudad, Bill se sentía inquietado por lo que le pudieran decir sus padres, pero después de pensarlo un poco y escuchar unas palabras alentadoras por parte de Tom decidió conformarse, que pasara lo que tuviera que pasar.
Unas horas después, ya estando en su hotel, Bill terminaba de ducharse mientras que Tom terminaba de arreglarse, ambos se sentían nerviosos, aunque ahora fue el turno del pelinegro de sentirse aun mas angustiado cavilando una buena historia.
La hora se acercaba, así que en cuanto ambos jóvenes estuvieron listos tomaron un taxi con rumbo a la casa de los padres de Bill. Durante el trayecto Tom le dijo algunas de las ideas que había tenido al otro chico y este acepto lo más convencido posible. Cuando el auto que los llevaba se detuvo frente a la residencia Trümper suspiraron al unísono y bajaron, antes de entrar dieron un breve repaso a su plan y entrelazando sus manos caminaron hasta la puerta, Bill toco y enseguida les abrió la puerta una de las personas de servicio haciéndolos pasar a la sala.
- Los señores bajaran en un momento- dijo la muchacha que los atendió- ¿Les ofrezco algo de beber?- cuestiono con tono servicial.
- No, gracias. Estamos bien así- alegó Bill sereno.
Se quedaron sentados en silencio, cada segundo les parecía una eternidad, Tom se sentía ligeramente asombrado al notar la clase de familia de la que Bill provenía, no es que pareciera alguien pobre pero no aparentaba ser alguien adinerado. Por su parte Bill estaba más inquieto que antes, no sabía cuál sería la reacción de su familia al verlo de nuevo después tanto tiempo de no estar en esa casa.
El tiempo que esperaron solo fue aumentando su nerviosismo el cual trataron de desvanecer cuando vieron a los padres de Bill entrar al lugar, ambos chicos se pusieron de pie de inmediato por cortesía desenganchándose de las manos.
- Buenas noches- saludó Tom.
- Buenas noches jóvenes- respondió el padre de Bill discreto- Me agrada su puntualidad. Soy Gordon Trümper- comento más relajado estrechando la mano del pelinegro.
- Hola muchachos. Bill, hijo, creo que tienes mucho que contarnos- indico su madre.
- Bueno, pues bastante diría yo. Sigo trabajando de fotógrafo, he tenido contratos muy importantes y eso me ha dado muy buena reputación. Incluso ahora trabajo para el padre de Tom- comenzó a relatar Bill satisfecho mientras todos tomaban asiento y volvió a tomar la mano de Tom.
- Mi padre es el dueño del periódico más importante de Alemania. Ahora mismo trabajamos en un proyecto para el aniversario del diario- secundo Tom sonriente.
- Ya veo. Entonces tu padre es Jörg Kaulitz, aun no he tenido el gusto de conocerlo personalmente- expreso interesado Gordon.
- ¿Y que mas puedes contarnos de ti, Tom?- pregunto la dama viendo al mencionado fijamente.
- Vale, pues yo estoy por concluir la carrera de Derecho, aunque también trabajo en el periódico con mi padre. Se bastante sobre el giro editorial- manifestó Tom sonriendo.
- Muy bien. ¿Cuánto llevan juntos tu y Bill?- insinúo el papá de Bill mirándolos con escrutinio.
- Tres años y medio. Lo conocí por casualidad en un evento, comenzamos a salir, nos fuimos conociendo, conectamos y… bueno, después yo le propuse entablar una relación. Desde entonces somos muy felices y unidos- relato Tom pensativo. Cabe mencionar que aun los chicos no se soltaban de las manos y no parecían muy incómodos por ello.
- Así que tú te robaste el corazón de nuestro Billy- intervino la madre sonriendo picara.
- ¡Mamá!- protesto Bill- Soy muy feliz, y eso es lo que importa- completó más tranquilo.
- Lo veo, se siente esa atracción entre ambos- afirmo su madre al ver las miradas y manos entrelazadas de ambos muchachos. Ella los tomo de la mano que tenían libre y ellos se miraron mutuamente.
- Así es hijo, eso es lo que importa. Tom es un buen chico y no veo nada de malo en que estés con él. Si eres feliz, adelante- exteriorizo el señor sonriendo de lado.
- ¿De verdad? ¿No les molesta? Creí que me odiarían por siempre- emitió atónito el joven rubio viendo a sus padres.
- No nos fue fácil al principio aceptarlo, pero eres nuestro hijo Bill, no podríamos odiarte. Te amamos, y esta distancia nos hizo ver que tú eres más importante para nosotros que cualquier otra cosa- le confesó su madre.
- Tus hermanos también nos hicieron ver lo valioso que eres en esta familia. Tu mamá y yo te ofrecemos una gran disculpa por nuestras acciones anteriores, nos apresuramos en juzgarte, y ojala puedas perdonarnos. Si quieres volver algún día a nuestro lado, sería maravilloso- exhalo su papá levantándose y acercándose al fotógrafo, Bill se puso de pie y lo abrazo.
- Los amo, son grandiosos. No saben cuánto los extrañe yo también- dijo Bill contra el hombro de su padre y luego abrazo efusivamente a su progenitora.
- Es bueno saber que todo está bien- murmuro Tom sintiéndose incomodo.
- Bienvenido a la familia Tom- pronuncio la dama soltando a Bill y extendiendo sus brazos ahora en dirección hacia el pelinegro.
Tom dudo unos segundos en corresponder dicha acción pero luego estrecho a ambos adultos y Bill sonrió aliviado, al ver eso el menor de los jóvenes se sintió satisfecho.
Después de la emotiva charla, los chicos y los padres de Bill fueron al comedor pues ya se iba a servir la cena, apenas el rubio había ocupado su lugar escucho un grito con su nombre que casi lo hace caer del salto que dio de la silla.
- ¡Bill!- chillo una voz infantil, volteo a ver su origen y sonrió anchamente, era su hermano Anthony- ¡Volviste!- dijo emocionado corriendo hacia el fotógrafo.
- ¡Vaya! Hasta que te acuerdas de nosotros, hermano- se escucho detrás de ellos y Bill fijo su vista en Hannah, su hermana, que los miraba indiferente.
- Peques, me da gusto volver a verlos, aunque ya no estén tan peques- decía Bill sin poder borrar la sonrisa de sus labios y estrechando fuerte a Anthony.
- Hannah, Bill no se fue por su voluntad. Era un mal momento entonces, lo sabes. Deberías de estar feliz de que volvió- le riño su madre.
- Ok, está bien- bufó la chica- Aunque no lo creas, yo también te extrañe- murmuro honesta acercándose a abrazar a Bill y Anthony.
- ¿Y él quien es Billy?- cuestiono Anthony al notar a Tom y se separo de inmediato de su hermano.
- Él es Tom, mi…- iba a proseguir pero Hannah lo interrumpió liberándose.
- Si ya se, es tu novio- exclamo la jovencita mirándolo curiosa.
- Así es, mucho gusto en conocerlos- expreso Tom con un ligero rubor en el rostro, aun no se acostumbraba a esa situación.
- Pues eres guapo- le alabo Hannah a Tom- Tienes buen gusto Bill- agrego dándole un ligero golpe en el hombro a su rubio hermano mayor.
- Gracias, supongo. Bueno Tom, como ves, estos son mis hermanos, los gemelos Hannah y Anthony- dijo Bill suspirando.
Un rato después, una vez acabada la cena, el padre de Bill ofreció un brindis familiar por su hijo y Tom, ambos chicos comenzaron a sentirse más cómodos pero justo en ese instante notaron la hora y decidieron marcharse pues ya era algo tarde. En casa de Bill les llamaron un taxi, así que cuando llego se despidieron y salieron para regresar a su hotel.
Al siguiente día, Bill y Tom salieron muy temprano a sacar fotografías, esta vez fue el turno de Bill de mostrarle lugares interesantes al pelinegro, que miraba curioso alrededor. Más tarde fueron sorprendidos en una locación por la madre y los hermanos del joven fotógrafo que les llevaban el almuerzo, y apenados ambos chicos recibieron los alimentos que les fueron dados.
Hicieron una pausa para disfrutar sus alimentos junto con la familia del Bill y se sentaron en el pasto del jardín donde estaban. Una vez que terminaron de comer, Tom se sintió incomodo de nuevo pero para no levantar sospechas se acerco mas a Bill abrazándolo y luego le dio un beso de improvisto en la mejilla, el rubio se sorprendió pero no se alejo, sintió cosquillear esa parte donde los labios de Tom lo tocaron pero le resto importancia y se limito a sonreír un poco sonrojado.
- Tu novio es muy dulce Bill- comento Hannah
- Si, es un amor- dijo el aludido lo más natural que pudo separándose de Tom.
- Bueno, muchas gracias por la comida, estaba deliciosa. Ahora, este niño y yo debemos seguir trabajando- índico Tom cariñosamente tomando la mano de Bill.
- ¿Niño?- exclamo el rubio indignado soltándose de nuevo- Mira que tu eres más chico que yo- se burlo dándole un ligero golpe en el pecho al otro chico y este solo se rió. Los hermanos de Bill miraron esa escena divertidos.
- Vale, solo quisimos venir a ver como les iba. Si quieren venir en la noche a la casa, son bienvenidos a cenar- ofreció la mamá de Bill sonriente.
- Claro, yo les llamo más tarde- respondió Bill contento y todos se pusieron de pie recogiendo las cosas- Nos vemos- dijo yéndose, ya que Tom casi lo jalaba del brazo para que lo siguiera.
En la noche, cuando terminaron su labor, los chicos decidieron aceptar la invitación de la madre del fotógrafo. Un rato después de llamarlos para avisar que irían, llegaron a la casa de los padres del rubio, fueron recibidos efusivamente por Anthony y luego de un rato la cena se sirvió.
La cena paso tranquila con una amena charla, alguna que otra anécdota divertida contada por el hermano de Bill y otra cortesía de Tom. Luego todos fueron a sentarse a la sala a continuar la plática mientras bebían café.
- Y entonces Bill, ¿Cómo es que Tom te propuso noviazgo? ¿Ya se habían dado su primer beso?- inquirió gustosa Hannah.
- Bueno, eso es algo privado- dijo Tom nervioso ruborizándose un poco.
- Si, este… esas cosas no se preguntan- murmuro Bill retraído casi atragantándose con una galleta.
- ¡Vamos Bill! ¿Cómo fue su primer beso?- insistió Hannah.
- Haha, mi Billy siempre tan tímido. Nunca le conocimos una pareja, pasaba tanto tiempo estudiando y luego trabajando que no se daba tiempo para socializar mucho- dijo en un suspiro la madre del fotógrafo- Anda hijo, cuéntanos- le animo y el referido inflo las mejillas para después resoplar sonoramente.
- Nuestro primer beso fue en nuestra cuarta cita, justo después de ver una película en el cine. Duro poco pero estuvo bien. Fue… lindo- dijo Bill lo ultimo buscando una palabra adecuada.
- ¿Pero cómo fue? ¿Te lo robo o que paso?- insistió Hannah.
- Tampoco los presionen- comento vagamente el padre del rubio viéndolos de reojo.
- Pues no lo sé, cuando me percate ya nos estábamos besando- expreso aun cohibido Bill, era notorio que estaba incluso más sonrojado que Tom hablando sobre ese tema.
- Eh si, fue algo situacional- justifico Tom en un murmullo.
- Vale, pero no los hemos visto darse un beso. Vamos chicos, queremos ver- propuso la señora sonriente.
- ¡Beso! ¡Beso! – clamaban los gemelos, Bill y Tom se miraron turbados.
- No, no creo que sea el momento- susurro Bill avergonzado con apenas un hilo de voz.
- No nos gustan las demostraciones públicas de afecto, no queremos incomodarlos- aclaro Tom tenso.
- Sin pena, no se preocupen por nosotros. Hagan como que no estamos aquí- dijo Anthony
- Si, estamos en confianza entre familia- les alentó Hannah más que emocionada.
- Oooh-ok- afirmo el menor de los jóvenes dudoso y miro a Bill, este asintió resignado.
Ambos chicos se pusieron de pie, se acercaron algo inseguros, Bill le susurro a Tom un “hazlo”, el pelinegro nervioso tomó al fotógrafo de la cintura, y al fin llenándose de valor unieron sus labios tímidamente ante la mirada atónita de los presentes.