Dos días habían pasado después de esa gran noche, la noche en donde todos se enteraron de la nueva paternidad del pelirrojo, esa noche todos celebraron en grande por así decirlo, ya que los unicos que no consumieron algo de alcohol fueron Naruto y Sai.
Naruto despertaba con los rayos de sol que se colaban por su ventana, se levantó como pudo ya que su enorme vientre no lo dejaba, se fue a dar un baño rápido para despues ir a prepararle el desayuno a Gaara, pues este tenia que ir a trabajar al hospital.
Una vez terminó de bañarse se vistió y se fue a la cocina donde cocinaria dicho desayuno, preparó unos ricos huevos revueltos junto con tocino y jugo de naranja, puesto que ese era el desayuno favorito del pelirrojo.
Mientras que Gaara aun se estaba despertando, se paró de la cama y fue a donde la cocina donde pudo observar a Naruto con un lindo delantal de cocina, recordó que ese delantal se lo había comprado ya que en el tenia un pequeño zorro color naranja bordado en el centro de la tela, el cual le encantó demasiado al rubio.
- Buenos días - hablo sentándose en una silla frente a la mesa.
- Buenos días Gaara - contesto Naruto tendiendole su plato de comida.
- ¿Como amaneciste? - pregunto mientras tomaba un poco de jugo.
- Pues... - Lo pensó por un momento - bien diría yo - termino por decir.
- ¿Cuando tienes cita con Kiba? - cuestionó.
- Hoy, a las 4 de la tarde - contesto con una bella sonrisa en el rostro.
- ¿Emocionado? - pregunto.
- Por supuesto - dijo tomando jugo - Hoy me harán el siguiente ultrasonido para saber como va mi bebé - se llevó un bocado de comida a la boca.
Una vez terminaron sus desayunos ambos fueron a sus habitaciones, Gaara a alistarse para ir a su trabajo, y Naruto a buscar su celular.
Después de que Gaara se bañara y alistara para irse al hospital se despidió de Naruto con un beso en la mejilla, mientras que el rubio le devolvió el gesto, toda esa escena era vista por alguien más quien sentía envidia por el rubio, el cual tenía todo incluso el amor de la persona que ella quería. Tanto era el odio qie tenia por el que no importo llegar hasta las ultimas por su supuesto amor, hasta hacerse pasar por amiga de el. Cuando vio que el rubio cerro la puerta ella salio del lugar en donde se escondía para asi irse de ese lugar.
Las horas pasaron y con ella los pensamientos del rubio, para cuando se dio cuenta ya era casi la hora de su cita en el hospital, se alistó lo más rápido que pudo y salió de la casa para despues tomar un taxi que lo llevaría directo al hospital.
Una vez llegó, pasó de largo hasta el consultorio del Inozuka quien ya lo esperaba.
- Buenas tardes Señor Namikase - saludo amablemente Kiba.
- Buenas tardes doctor - contesto el Namikase con una sonrisa.
- Kiba - hablo el castaño.
- Eh - dijo Naruto un poco confundido.
- Sólo dime Kiba - se aclaró el castaño.
- Oh por supuesto doc- Kiba - dijo feliz el rubio.
- Muy bien procedamos a hacerle el chequeo correspondiente - dijo Kiba para empezar a preparar las cosas necesarias.
- Bien - termino por decir el rubio.
- Todo marcha bien - hablo el Inozuka despues de ver la pequeña máquina donde mostraban al pequeño bebé que crecía dentro de Naruto.
- ¿En serio? - dijo el rubio sonriendo a más no poder.
- Si - fue lo ultimo que respondió.
Después de su cita con el médico Naruto salió más que feliz, ya que su embarazo estaba más que bien, y su bebé crecía normalmente, tomó un taxi de vuelta a casa ya que se había cansado demasiado.
Al llega pudo ver las luces apagadas y supuso que Gaara aun no llegaba del trabajo, aunque pensándolo bien pudo pasar a verlo, sin embargo no quería molestar a su mejor amigo, de seguro este tendría demasiado trabajo como para recibirlo.
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