Sasuke no podía creer todas las cosas que había hecho Hinata en un pasado, todo lo que hizo por perjudicarle a el y a su familia, ¿Cuantas veces le dijo el deseo que tenía de ser padre? ¿Cuantas veces le arrebató ese deseo, ese sueño? Muchas, enojado era poco decir ya que estaba más que eso, lastimó demasiado a su Dobe y eso lo pagaría caro, pero como dicen con la vara que mides serás medido, Sasuke no quería herir de nuevo a su amado, así que desde ese día se encargaría de hacerle lo más feliz que se pueda, tendría su perdón y nuevamente serían una familia, familia esa palabra no salía del pensamiento del moreno, por fin cumpliría su sueño, al menos uno de ellos.
Mientras que Gaara y Sai caminaban tranquilos y sonrientes por un parque, ambos hablando de su futura boda.
- Ya te dije Sai, sólo quiero hacerte feliz y Si tu quieres rosas rojas en vez de blancas está bien - dijo suspirando y tomandole menor de la mano.
- Pero Gaara - le contesto el pelinegro - es nuestra boda - le miro a los ojos - y quiero que opines de igual manera - terminó por decirle.
- Bien - fue lo único que salió de sus labios.
- ¿Crees que fue buena idea dejarle sólo? - pregunto refiriéndose a Naruto.
- Por supuesto, ya era hora que ese par de idiotas de reconcilien ¿No crees? - soltó una risa que le gustó al pelinegro.
- En eso tienes razón - ambos chicos se sentaron en una banca bajo un árbol de cerezos y con un beso sellaron su amor.
Las semanas pasaron y con ellas llegaron los padre del rubio, las cosas con sasuke y Naruto se podría decir que iban bien aunque debes en cuando se enojaban debido a los cambios de humor del rubio.
- Sasuke - le llamo el rubio.
- ¿Si? - pregunto.
- Hoy vendrán mis papás a visitarme, desde que ellos llegaron no han podido venir, así que espero que tengas una buena excusa para explicarles lo que pasó - y dicho eso se fue de la sala de estar en donde se encontraban.
El moreno sólo pensaba algo que aquel par pudiera creer, ya tenía más de una semana viviendo en la casa de Gaara, esa casa parecía un albergue, para suerte de ellos Gaara les dio permiso y es que intentar convencer a ese pelirrojo no le costó demasiado, bueno si a eso se le podia decir poco y es que pagar un año de servicios tanto de agua como de la luz no fuera poco le hizo comprar demasiada despensa para todo un mes, a ese paso quedaría pobre antes de poder comprarle algo asu hijo.
El timbre de aquella casa sono y fue el moreno quien fue a abrir encontrándose con Sakura quien desde hace poco venía todos y cada uno de los días de la semana a ver a su rubio.
- ¿Esta Naruto? - pregunto como siempre.
- Sabes que si - le contesto Sasuke - no le dejo salir a menos que sea conmigo - completo y con ello dejo pasar a la pelirrosa quien tenía una gran sonrisa en el rostro.
- Al menos deberías agradecerme - dijo después de pasar - ¿Esta en su cuarto? -pregunto y el moreno asintió - bien nos vemos luego Sasuke - terminó por decirle.
El moreno sólo soltó un suspiro, en algo tenía razón Sakura y es que si no fuera por ella las cosas con Naruto seguirían mal.
De alguna manera le agradecía inmensamente lo que hizo por ellos dos, Sakura se arriesgó demasiado para con ellos ya que si no fuera por ella jamás Naruto le hubiera dejado acercarse a el y Sasuke no se le acercaría debido al miedo al rechazo nuevamente.
Miedo, ahora eso sentía, miedo a sus suegros o más bien a Minato, como le explicaría el porqué estaba viviendo en casa de Gaara. Ni el mismo sabía.
¿Era mejor decir la verdad? Esa pregunta rondaba su cabeza, no, por supuesto que no eran bueno. No podía ocultar el cierto temor que le tenia al señor Minato y es que de los dos el rubio mayor era el peor.
La tarde llego y con ellas los padres de Naruto, ahora ellos siete se encontraban en la casa de Gaara, todos sentados en el sofá de este y uno que otro en sillas, Naruto y Sasuke estaban cómodamente en el sofá y a lado de estos estaban kushina y Minato y en las sillas estaban Sakura, Sai y Gaara.
El pobre de Minato tenia una vena en su frente y es que llegar a visitarle y encontrarle embarazado y de cinco meses no era la mejor forma de decir que era sorpresa y además por si fuera poco vivían con Gaara ¿Que demonios les pasaba a ellos dos?
- Dime Sasuke - hablo tranquilamente el rubio mayor, aunque de tranquilo no tenía nada - ¿Por que viven con Gaara? - esa era la pregunta que menos quería escuchar ¿Que debía hacer? ¿Que debía decir? No lo sabia, los engranajes de su cabeza se movían rápidamente buscando alguna mentira o solución a esa situación.
- Pues... - comenzó a hablar el moreno - ya sabe que trabajo todo el día y pues no me gusta que el se quede sólo y menos en su estado - empezó a explicar, sólo deseaba que el rubio le creyera - así que Gaara nos ofreció quedarnos en su casa por un tiempo - Minato miro a Gaara quien sólo asintió - además Sai le cuida mientras yo estoy en el trabajo - terminó por decirle.
- ¿Por que no nosavisaron antes de su embarazo? - volvió a preguntar Minato.
- Papá verás... - hablo ahora Naruto - al principio no sabia que lo estaba después de un tiempo me entere dos meses despues para ser exactos primero quería estar seguro que lo estaba, así que me hice las pruebas y salieron positiva y pues de la emoción se me olvido avisarles - le contó poniendo una cara de tristeza.
- Te creo - le dijo Minato abrazando al rubio y mirando de una manera seria al moreno quien en ese momento estaba sudando frío.
- Cariño me acompañas - le hablo Kushina a Naruto quien sólo asintió con la cabeza.
Kushina se fue a la cocina seguida por Naruto, quien tenía una sonrisa en los labios.
- Naru - le hablo la pelirroja.
- Dime - le contesto aún con la sonrisa.
- ¿Que y hace tan gracia? - le pregunto.
- Ver como papá mira a Sasuke - y dicho eso se empezó reír - están gracioso ver a Sasuke con miedo - comió a reír.
- Naruto - le hablo Kushina - no te burles de él, sabes como ea tu padre y sólo lo hace para intimidarle - le recordó Kushina.
- Ya se mamá, siempre lo supe, pero dime si no es gracioso, ya se que papá le quiere sólo que no quiere decirle ya que el Teme tiene mucho ego - terminó por hablar.
La tarde se paso rápido y tanto Kushina como Minato se fueron a donde estaban viviendo, nuevamente la pareja se quedaron sola, ya que Gaara y Sai le volvieron a dejar a solas y Sakura se había ido tiempo antes.
- ¿Ahora puedo dormir contigo? - le pregunto el moreno al rubio.
- No - le contesto - seguirás durmiendo en el suelo - terminó por decirle y cerró los ojos fingiendo quedarse dormido.
Al moreno no le quedo de otra que dormir en el piso, rapidamente ambos se quedaron dormidos. Pasadas las horas el rubio se removia una y otra vez en la cama buscando el calor de cierta persona que dormía en el piso.
- Sasuke - le llamo moviendole suavemente - Sasuke - volvio a llamarle.
- ¿Hum? - fue la respuesta que obtuvo.
- Sasuke - volvio a llamarle.
- Naruto - susurro aún adormilado.
- Sasuke, tengo frío - le dijo igual susurrando.
- ¿Quieres que te abracé? - le pregunto.
- Si - susurro bajito pero lo pudo escuchar el moreno quien se paro de su lugar rápido y se acostó junto a él abrazandole por la espalda.
- ¿Así era mejor? - le pregunto el morneo.
- Así está mejor - le respondió Naruto.
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