Los días siguieron pasando mas rápido de lo que ambos pudieron darse cuenta, las cosas con ellos dos iban avanzando como nunca, ahora estaban más unidos que antes, por parte de Gaara ya tenían casi todo listo para la boda a excepción de una que otra cosa si importancia.
- Si Naruto - volvió a repetirle Gaara a Naruto - en dos meses será nuestra boda - no sabia cuántas veces se lo había dicho y el rubio aún no le creía.
- ¿No crees que la pansita de Sai se notara mucho? - le pregunto curios nuevamente, no era la primera vez que le preguntaba eso.
- El dijo que no hay problema - le contestó - no quiere aplazar más la boda - le dijo sonriendo mientras tomaba un poco de su bebida. Gaara a veces odiaba al rubio y es que cia do algo a o mete en la cabeza se le era imposible poder olvidarlo tan fácilmente.
- ¿Estas seguro? - le volvió a preguntar - ¿No le obligaste ? - Naruto aún no estaba seguro de que Sai quisiera casarse tan rápido. Por lo que el sabía, Sai quería esperar a que su hijo naciera, pero ahora viene Gaara y le dice que será en dos meses eso es algo que le cuesta creer.
- Naruto - le hablo Gaara algo enojado - ya te dije el lo decidió así - su límite estaba por ser rebasado por ese rubio.
- Dime la verdad - hablo con una sonrisa mientras le miraba tiernamente.
- Arg - gruño Gaara - esta bien, Sai quiso que la hiciéramos en dos meses por lo de tu embarazo - le comento - el quiere, bueno nosotros queremos - se retractó - que seas nuestro padrino - le dijo mirando le con una sonrisa sincera.
- Yo... eso seria genial - y dicho eso se soltó a abrazarle calidamente mientras le daba uno que otro beso en la mejilla.
- Naruto - le hablo Gaara - tranquilo - el abrazo que Naruto le estaba dando era muy cálido, Gaara siempre quiso a Naruto, siempre le defendía de uno que otro que me decía cosas o insultaba, Gaara siempre consideró a Naruto como su hermano.
- Lo siento, es que estoy emocionado - le confesó aún sin soltarse del abrazo.
- Ya ya - le dijo acariciando su mejilla colorada. El rubio por su parte dejo de abrazarle para después volver a tomar asiento.
La tarde la hizo presente y Sasuke salía de la oficina cuando se topó con alguien a quien no queria no ver en pintura. Odiaba a esa persona por ovacionado tanto odio y temor al perder a su amado rubio.
- ¿Tu que haces aquí? - dijo escupiendo cada una de las palabras con odio.
- ¿Tu a que crees que vine? - le pregunto con picardía.
- No me interesa - le dijo más que enojado - lárgate o no respondo a lo que te pueda pasar - le dijo con odio, le odiaba eso ni siquiera quería ocultarlo.
- Pero sabes que yo no te odio - le dijo en un tono juguetón y cariño.
- PUES YO SI, ASÍ QUE LÁRGATE DE UNA BUENA VEZ - le gritó eufórico, aquella persona en verdad le sacaba de quicio.
- Volviste con el, no es así - le reprocho y su cara mostraba enojo - ¿Como es posible que ese idiota te haya perdonado? - pregunto enojada - es un completo idiota - dijo y en ese momento Sasuke no pudo contenerse y le azotó contra la pared colocando una mano en el cuello de la chica.
- Vuelves a insultarle y no respondo a lo que te pueda pasar - terminó por decirle mientras hacia más fuerte el agarre.
- T-Tú su-sueltame - trato de hablar la chica.
- Largo - escupió las palabras con veneno.
- Cuidate Uchiha, por que la pagarás caro - le respondió la chica con sumo enojo mientras posaba una mano en la zona afectada de su cuello.
- No me asustan tus amenazas - terminó por decirle mientras salía de aquel edificio para después irse con su amado.
Mientras tanto Hinata estaba más que enojada, juraba y perjuraba que se vengaria de ambos chicos. Les haría daño y sabía sus puntos débiles, les dañaria con algo que ambos amaran.
Hinata camino hasta su auto y se subió a el para después arrancar e irse a su casa. El moreno por su parte de salió a la calle y tomo su auto, subió a este para después irse a la casa de Gaara, una vez llegó toco el timbre, aún no le daban llave y el creía que nunca se la iban a dar.
Espero por un momento y después la puerta fue abierta por la persona que más amaba, Naruto le miraba con cariño, Sasuke de acercó a este y le beso en los labios.
- ¿Puedo pasar? - le pregunto el moreno y Naruto sonrió complacido.
- Por supuesto señor Uchiha - le dijo sonriendole coqueto.
- Aún no puedo creer que tenga se pedir permiso para entrar - le dijo el moreno soltando una pequeña risa.
- Y yo no entiendo por que lo haces - contestó el rubio - Yo que pensé que aún Uchiha no se le mandaba - termino por decirle para despues sentarse en el sofa.
- Tengo que hacerlo si quiero tu perdón ¿Recuerdas? - le dijo poniéndose de rodillas en frente del rubio y beso su vientre.
- Hay Sasuke - hablo el rubio.
- ¿Como estas cariño? - hablo el moreno al vientre del rubio - ¿Mami cuida bien de ti? - le pregunto y por respuesta recibió una pequeña patadita - oh entiendo - hablo nuevamente el moreno - Mami te cuida bien - dijo mientras le daba besos al vientre de Naruto.
- Sasuke no hagas eso - le dijo el rubio soltando una risa.
- ¿Por que no? - pregunto al rubio - ¿Verdad que a ti si te gusta? - dijo dirigiéndose al vientre del rubio - vez le gusta - le dijo al rubio cuando este recibió nuevamente una patadita.
- Ya se que le gusta que le hables, es más a mi igual me gusta - se sincero el rubio - pero a ti no te causa dolores cuando el bebé juega con mis riñones - le dijo sobandose el estómago.
- Naruto - el moreno le acaricio la mejilla - sabes que eso es imposible - le dijo con dulzura.
- Tu que sabes - le reprocho.
- Pues por lo menos tu ... - iba a hablar pero sintió que alguien le pego en la cabeza, al voltearse pudo ver a Gaara con una sonrisa en los labios.
- No le grites a Naruto - le dijo este sentándose a lado de Naruto.
- No le estaba...
- Ah ah - le callo el pelirrojo - no hables - le dijo.
El moreno miro al rubio para pedirle ayuda, pero el rubio le ignoró, sin más de levantó de donde estaba y se fue escaleras arriba.
Por la noche Naruto se encontraba acostado en la cama viendo el televiso, cuando sintió como alguien le abrazaba por la espalda.
- Naruto - le hablo el moreno - tenemos que hablar.
El rubio sabia que esas palabra no traería nada bueno. Después de pensar por algunos segundos decidió hablar - ¿Dime? - le contestó aún sin mirarle a la cara.
- Mirame - le dijo el moreno y el rubio se volteo para verlo a los ojos - hoy vi a Hinata - le dijo lo más calmado que pudo, el moreno notó como su rubio arrugo la nariz, al igual que noto que el se había molestado - tranquilo - le dijo acariciando la mejilla - no pasó nada - le tranquilizó - sabes que ya no pasará nada con ella, ahora tu eres mi presente y futuro y anteriormente igual fuiste mi pasado - le dijo mientras le daba un beso en la frente y al mismo tiempo el rubio cerraba los ojos - te digo esto para que no haya secretos entre nosotros - le comento - no quiero volver a perderte como ya lo hice - hablo el moreno cerrando sus ojos y aspirando el olor que el cabello del rubio emanaba - vainilla - dijo besándose una vez más la frente.
- Gracias por decírmelo Sasuke - le respondió el rubio - te creo, se que no te arriesgarias nuevamente a perdernos - le dijo abrazandole.
- Gracias Dobe - le dijo el moreno de igual manera abrazandole.
Ambos se durmieron abrazados el uno con el otro, aferrandose a no soltarse ninguno de los dos.
Gaara por su parte se alegraba que por fin su mejor amigo estuviera feliz, si antes lo era hoy en día irradiaba felicidad por donde sea que fuera.
- ¿Le dijiste? - le pregunto Sai a Gaara.
- No me quedo de otra - le contestó - el pensaba que te había obligado a casarte conmigo antes de tiempo - le dijo recordando la plática con el rubio.
- Bueno, no nos queda de otra que aceptar el que lo sepa, yo no quería que se alterará por lo de la boda - le comento Sai.
- Después de todo si te agrada verdad - le dijo Gaara mirándole de una manera coqueta - el es un gran chico y como te dije es mi mejor amigo siempre me voy a preocupar por el - le dijo a Sai.
- Lo se y lo respeto - le dijo el pelinegro a su novio.
El sueño se hizo presente en aquella habitación y ambos se dejaron envolver por aquella sensación. Sin darse cuenta se quedaron ambos dormidos, ambos mirando a la derecha, Gaara acercándose más al cuerpo de Sai, así respirando el aroma que desprendía su piel.
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