~Un mes despues~
- Naruto - le hablo el pelirrojo - ¿Seguro que no tienes problema con ello? - pregunto más que curioso.
- No, por supuesto que no Gaara - le hablo el rubio - te dije que yo estaría encantado de ser tu padrino de anillos, es más Sasuke y yo estamos encantados en que nos eligieran a nosotros - agregó.
- ¿Seguro? - el pelirrojo aún no estaba del todo convencido para pedirle tal cosa a su rubio amigo, la razón, muy sencillo con el embarazo más avanzado de lo normal, el rubio no podía moverse con más facilidad que la de antes, ahora se cansaba más rápido de lo normal.
- Gaara - le hablo un poco serio - No lo volvere a repetir, ya te dije que no hay problema con eso - finalizó la conversación caminando escaleras arriba.
- Naruto, Naruto - susurro Gaara una vez vio al rubio terminar de subir las escaleras. Se dio vuelta y camino hasta la cocina donde se encontraba Sai.
- Te volvió a regañar - más que una pregunta sono a una afirmación.
- Ya sabes como es es - le empezó a platicar - pero me preocupa, ya no puede moverse como antes - agrego - lo he visto, se cansa más rápido que antes, no quiero que le pase nada - terminó por decir mientras se sentaba en una silla.
- Te preocupas mucho por el ¿No es así? - pregunto Sai, para después servirle un gran tazon de sopa.
- Por supuesto que lo hago - le dijo - le quiero demasiado, es como mi hermano, ya te lo había dicho antes - Gaara tenia la mirada perdida, Sai le miraba algo preocupado y en cierta forma él tambien lo estaba, tenía razón en algo su preocupación por el rubio.
En cierta forma sabían ambos que Naruto no les dejaría en un día tan especial, Naruto les tenía un gran aprecio a ambos, sólo que les preocupaba que algo malo le fuera a pasar.
Pasaron las horas y Gaara tuvo que irse al trabajo dejando a Sai y a Naruto sólo en casa, para la suerte de Gaara, Sasuke no tardaría en llegar ya que nuevamente tenia cita en el médico el rubio.
- Oh Dios ¿Cuántas veces voy a hacer esto? - se decía una y otra vez para luego tocar la puerta principal de la casa del pelirrojo.
Espero unos cuantos minutos cuando por fin la puerta fue abierta dejando ver a su rubio interactivo de siempre, Naruto le recibió con aquella sonrisa brillante con la que siempre está además de recibirlo con un fuerte abrazo, claro está que el moreno aceptó gustoso tales afectos.
- ¿Vas a comer? - pregunto el rubio al moreno.
- No - dijo aún tomados de la mano - comí algo en la oficina y ¿Tu? - le pregunto curioso.
- Tampoco - contesto algo avergonzado - te estaba esperando - le dijo con un notable sonrojo.
- Bueno - hablo el moreno nuevamente - Vamos a comer entonces - le dijo con una sonrisa la cual sólo Naruto es capaz de sacarle.
- Gracias - dijo Naruto caminado hacia la olla que estaba en la estufa.
- No agradezcas - le dijo suavemente - ¿Que has hecho de comer? - pregunto el moreno. Al momento de hacer esa pregunta al rubio le brillaron los ojos a las no poder y con una gran sonrisa le dijo.
- HICE RAMEN - gritó con una gran sonrisa en el rostro.
- Naruto no puedes comer eso - le dijo sasuke fingiendo enojó - eso le hará mal al bebé - terminó por decirle.
- Sasuke - hablo lentamente - a Menma le gusta el ramen al igual que a mi - dijo sacándole una sonrisa al moreno.
- Ya hablamos de eso - el moreno se paró de su asiento y camino hasta Naruto - es una niña y se llamara Akari - dijo finalmente.
- No comencemos con esto por favor Sasuke - le pidió el rubio al moreno.
- Tengo una idea - hablo el moreno capturando la atención de Naruto - si es niño - hablo lentamente - te dejaré comer ramen todo el tiempo que quieras - el rubio sólo pudo sonreír de una manera única haciendo que el rubio se emocionara a más no poder - pero si es niña - eso eran problemas para el rubio, no sabia que era lo que su amado moreno le pediría - me perdonaras por lo que hice - el rubio lo pensó, tal vez eso seria sencillo pero no quería admitirlo, el sabía en el fondo que su bebé seria niño, su bebé seria Menma.
- Trato hecho - dijo Naruto para así ambos sellar aquella apuesta que ambos se pusieron.
- Sólo dos meses Sasuke - se decía el moreno a si mismo, en dos meses el seria perdonado por que estaba seguro que el bebé que espera Naruto seria niña, seria su pequeña Akari.
Nuevamente Sasuke se sentó en aquella silla para esperar el apreciado ramen que su amado Naruto había hecho, no es que le gustará tal comida pero debía admitir que le gustaba ver al rubio comer eso, aunque a el no le gustará, hacia todo para hacer feliz a su amado y si eso significa comer ramen por el resto de su vida, el lo aceptaría con gusto.
Una vez terminaron de comer, el rubio se fue a alistar lo más rápido que pudo, estaba emocionado y no lo ocultaba puesto que era la primera vez que él iba a ir a su cita médica con Sasuke, por fin Sasuke vería el crecimiento de su hijo, por fin estaría a su lado cuando el doctor Kiba le dijera que su bebé está en buenas condiciones y que su embarazo está perfecto, de tan sólo imaginarlo se emocionaba demasiado.
Una vez listo bajo lo más rápido que pudo aunque en su condición se podría decir que bajo como un caracol, escalón por escalón hasta que finalmente llegó a la planta baja de la casa.
- Nos vamos - le dijo el rubio al moreno quien sólo asintió con la cabeza.
El camino en el automóvil se hizo corto ya que Naruto miraba por la ventana del auto emocionado parecía un niño pequeño el cual veía las cosas con asombro, el cual señalaba las cosas como si nunca las hubiera visto, pero lo que en realidad pensaba es en que por fin le callaria la boca a todas aquellas mujeres chismosas que hablaban mal a sus espaldas, las cuales decían que él de padre soltero, que le abandonaron con un niño en camino y muchas más cosas.
Ahora por supuesto que seria el centro de atención, pero no por que iba a ir sólo como anteriormente, sino por que a su lado estaba el hombre más sexi que aquellas sin vida social no podrían tener. Por supuesto que muchas babearian por su hombre, pero él sólo era suyo.
- Llegamos - escuchó hablar a Sasuke y rápidamente Naruto salió de sus pensamiento.
- Vamos - le dijo empezando a abrir la puerta pero antes de que la abriera por completo le detuvo Sasuke.
- Yo te ayudo - le dijo sonriendole y besandole suavemente en los labios.
- bien - Ya una vez que ambos bajaron del auto ambos caminaron hasta llegar a la sala donde tendría que estar Naruto para que lo atendieran.
Espero por unos momentos hasta que llegó una enfermera y le dijo que pasará a donde el doctor. Tal y como lo había predicho Naruto, varias de aquellas mujeres se derretian con sólo mirar a Sasuke, Naruto claro está que no se dejaria ganar o intimidar así que sin pena alguna poso una mano sobe el trasero del moreno para después darle un suave apretón, el moreno por su parte se sonrojo por tal acción sin embargo no dijo nada.
Al pasar al consultorio de kiba este les recibió con una gran al risa y más al rubio, al cual le había agarrado cierto cariño. La cita médica paso como de costumbre y a la hora de ver la salud del bebé, Sasuke no pudo evitar soltar una que otra lágrima al verle moverse poco.
Naruto por su parte agradeció que el moreno no soltara ni por un momento su mano.
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