Capítulo 15: El cambio.
El tiempo en el instituto era lo típico, gente nueva, nuevos profesores y más estudio, era mi último año en el instituto, me sacaría los estudios e iría a la universidad, pero no creo que eso suceda.
A diferencia de mis otros años en el instituto, este fue distinto, la gente veía a Alex andar por el pasillo y lo esquivaban, le tenían miedo, pero eso cambió cuando acosaban a una chica más pequeña, de primer año y Alex casi sin necesidad de alzar la mano les dejó con severas secuelas, como os podéis imaginar se corrió la voz, la voz de que el demonio había echo algo bueno, pero no solo de eso, si no de que éramos novios y vivíamos juntos.
Esto ocurrió días antes de las vacaciones de Navidad, por lo que para la vuelta él y yo fuimos tema de conversación e incluso algún que otro profesor nos preguntó si era verdad, a ninguno de los dos nos importó decirlo las veces que nos lo preguntaron.
Pero aún así el instituto no iba nada mal, lo mejor era vivir con Alex, a él no le hacía falta estudiar, solo con guardar el conocimiento dentro de una nube le bastaba, esas nubes sirven para todo, aún así el me ayudaba mucho, en general las nubes hacían las cosas de casa, y que casa, era como una mansión, con jardín delantero, piscina y un porrón de habitaciones.
Aún así faltaba algo por tratar, un día estábamos en el sofá, teníamos un tipo cheslong, él estaba tumbado y yo sentado en el cheslong, él se acomodó y me tocó la tripa con las manos.
Alex: Los siento ahí, noto sus corazoncitos.
Adri: Bien, eso significa que no se me han escapado jeje.
Alex: Jaja, oye ¿Cómo los llamaremos?
Adri: Si es niño, Cristian o Andrés.
Alex: ¿Y si es niña?
Adri: Noelia o…
Alex: Espera, son mellizos, hay tres posibilidades, pero no quiero riesgos, ponte de pie.
Adri: Vale, ¿qué vas a hacer?
Alex: Confía en mi.
Me levanté y me puse frente a él, y alzó sus manos entonces sonrió y me llevó de nuevo al sofá.
Alex: Un niño y una niña.
Adri: ¿Tengo?
Alex: Así es, lo acabo de averiguar.
Adri: Pues el niño quiero que se llame Cristian.
Alex: Hecho, es un nombre muy bonito y nuestra hija se llamará como su abuela.
Adri: Nunca me dijiste como se llamaba tu madre.
Alex: Ikari de las altas nubes, se llamaba.
Adri: Ikari, ¿Tiene algún significado en especial?
Alex: Significa Reina, en a saber que idioma celestial.
Adri: Aún así es bonito.
Alex: Lo sé, ¿En tu cumpleaños tu familia vendrá?
Adri: No creo, en Navidad sí, ¿Pero por qué?
Alex: Habrá que presentar a los niños, y a mí también.
Adri: Alex… ¿Cómo nacerán?
Alex(suspiró): Tendré que sacarlos, pero no sentirás dolor te lo juro.
Adri: ¿Una cesaria? ¿Me quedará cicatriz?
Alex: No.
Alex: Ya falta poco.
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Si que faltaba poco, tras graduarnos, en mayo, tuve más tiempo libre hasta el momento del nacimiento, el 26 de junio, Alex me llevó al sótano de casa, tras sentir un fuerte dolor en el vientre y él darse cuenta de que había roto aguas, pero sin que saliera agua, obviamente.
Recuerdo que desperté en nuestro cuarto, Alex estaba mirando por la ventana y se fijó en que había despertado y se abalanzó sobre mí abrazándome- me alegro de que estés bien- dijo ayudándome a levantarme.
Adri: ¿Los bebés?¿Y los bebés?
Alex: Creo que deberíamos ir a conocerlos.
Adri: Sí, ahora mismo, ya.
Alex: Relájate, están con César aquí al lado.
Fuimos por el pasillo hasta la habitación que habíamos preparado para cuando llegaran y al abrir la puerta César les contaba cosas a los niños que jugaban por el suelo con juguetitos.
César: Sabes Cris ese Javi es un loquillo, se creía que quería aprovecharme de él y solo quería besarle ¿Sabes?
Alex: ¿Estás atormentando a mis hijos antes de tiempo?
César: Oh no, solo era… bueno a lo mejor después les iba a decir otra cosa.
Adri: Hijos míos.
César: Aquí sobro, voy a por un café.
El niño, con pocos cabellos rubios y de ojos verdes esmeralda, jugaba por el suelo con bloques de letras, y la niña, con el pelo blanco como la nieve y ojos castaño-verdosos estaba sobre una nube aferrada a un gatito de peluche, a mi casi se me saltan las lágrimas de la emoción.
Adri: Hola cariño, soy tu padre.
Cris me miró como no sabiendo nada, obvio no me conocía, pero echó un pequeño estornudo y comenzó a reírse a carcajadas, Ikari nos miró con enfado y yo me acerqué a ella para atraerla conmigo, pero me dió un calambrazo con su pequeña manita.
Alex: Jajaja, tenemos una niña poderosa en la familia ahora.
Ikari miró a Alex y comenzó a reírse como su hermano, todos reíamos y nos lo pasábamos bien, César entró con café e Ikari le lanzó un chispazo que le dejó la cara chamuscada, él también se rió de eso, su carácter cambió mucho desde está saliendo con Javi.
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Navidad, si no la mejor, una de las mejores fiestas del año, hoy era el gran día, todos mis familiares conocerían a Alex y a los niños, vendrían tanto por parte de madre cómo por parte de padre, a cenar a nuestra casa.
Adri( Pensamiento): Las 21:37 y Alex no ha vuelto aún, ¿Qué estará haciendo?
Silvia: Primo, seguro que no nos has engañado diciendo que este casoplon es tuyo y que tienes pareja.
Adri: No, ¿Por qué iba a hacer eso?
Vicente: Porque quieres creerte mejor que todos los demás.
Ángel: Mira que sois gilipollas, el muchacho no miente, cuando su parejita se presente los dos pareceréis unos moja bragas.
Silvia: Si ya lo qu…
Tres coches aparcaron frente a nuestra casa y varios soldados armados abrieron las puertas, Alex vestido con un traje negro sin corbata, sus ojos no estaban escondidos si no que el esmeralda resaltaba desde lejos y todo, sus blancos cabellos eran acariciados por las suaves ráfagas de viento. Él sin decir palabra, se acercó a mí y me dio un beso en los labios.
Y sin decir nada entró a dentro, Alexia y Eric, César y más personas importantes en la empresa entraron a la casa.
Ya reunidos en la mesa solo faltaba Alex, todos mis familiares reían, mientras que los demás por parte de Alex no decían nada, hasta que Alex entró y reinó el silencio, el comenzó a caminar lentamente hacia su sitio al extremo de la larga mesa, mientras observaba a cada persona detenidamente, un llanto salió de la cuna que estaba cerca de la pared, Alex entonces se acercó a la cuna y cogió a Ikari en sus brazos y la abrazó.
Alex: Shhh, tranquila, tranquila, ya pasó papá está aquí, no me he ido a ningún sitio mi reina.
Alex: Adri, el biberón.
Adri: Ah, sí aquí está.
Alex: Gracias.
Alex se sentó en su silla mientras daba el biberón a nuestra hija, los demás miraban la bonita escena sorprendidos al ver a alguien tan joven manejarse de esa manera con un bebé.
Las sirvientas, que Alex contrató solo para esta noche, comenzaron a traer la comida, Ikari se durmió en los brazos de Alex, así que él la dejó en la cuna.
Alex: Rayo, ven aquí chico.
Rayo llegó hasta Alex y este le acarició la cabeza y le indicó que se tumbará al lado de las cunas de los niños.
Durante la comida todos hablaban y mi abuelo paterno le preguntó a Alex- ¿Y en qué trabajas?, Adri nos a dicho que una empresa de seguridad y yo necesito unos cuantos seguratas en mis tiendas, así que tal vez podrías …
César: ¿Qué coño está diciendo?
Abuelo paterno: ¿Cómo dices?
Erick: Adri, ¿Nos has rebajado a la altura de unos guardias de seguridad?
Tío Fran: Lo siento pero estamos algo confusos, ¿Qué es lo que ha pasado?
Adri: Lo siento yo solo…
Alex: No Adri, no te disculpes por nada, lo que pasa, es que él les ha dicho que somos seguratas, vamos no jodas.
Alex:¿Creen que eso de ahí es un segurata? Señaló a uno de los guardias que guardaban la puerta.
Alex: En Tempest Inc. No vendemos guardias, se dan en alquiler mercenarios, y no creo que nadie de esta mesa excepto nosotros, tenga el dinero como para permitirse uno solo.
Abuelo paterno: Vaya, siento haberte ofendido, no era mi intención.
Alex: No me ha ofendido, solo estaba mal informado.
Un gato negro de ojos azules se subió a la mesa y se sentó observando a todos, se lamió una pata y Alex le bajó de la mesa- Yurei, ve con Rayo anda- dijo depositando al gato en el suelo, el gato era Yurei, el dragón de Alex, solo que camuflado.
Yurei se acercó al perro y Rayo, ya estaba algo crecido, era un perro mediano, pues no crecería más, aprovechando su tamaño acercó a Yurei bajo su pata y allí se quedaron los dos, la gente se quedó impresionada al ver tal cosa.
Tía Mercedes: ¿Y? ¿Cómo os conocisteis?
Adri: Éramos vecinos.
Alex: Amor a primera vista podría decirse.
Adri: Sí, recuerdo que estaba muy nervioso cuando pasaba tiempo contigo.
Alex: Si hubieras estado en mi lugar, temblaba más que un hombre desnudo en Siberia.
Tía Mercedes: Jiji, bueno pues os deseo mucha suerte a los dos y mucho amor, que la vida es solo una.
Abuela materna: Pues yo no, no me parece bien, deberías estar con una chica que te hiciera la comida, te quisiese de verdad, él te ha envenenado el cerebro.
Abuelo materno: Es antinatural, solo estás confundido.
Mamá: ¡Papá!¡Mamá! ¡Como decís eso!
Tío Fran: La Edad Media ya pasó, el muchacho puede estar con quién quiera chico o chica.
Tía Mercedes: Como tenéis esos pensamientos de anticuados.
Abuelo paterno: Será que soy el moderno, pero yo acepté a mi nieto por la persona que es, no por su condición sexual.
Todos comenzaron a ddiscutir, mi familia, la de Alex, todos a la vez. Sin embargo Alex no dijo nada, no alzó la vista de su plato, hasta que un llanto procedente de la cuna de Ikari llamó su atención.
Él sin decir palabra se levantó y cogió a su niña en brazos, acto seguido sacó su Desert Eagle de su chaqueta y pegó un tiro al techo.
Alex: Ya basta, no quiero volver a oír gilipolleces en mi mesa, el que no esté de acuerdo con mi relación con Adri o con mi homosexualidad o la suya se puede ir largando antes de que le eche a patadas.
Alex: Por que está es mi hija, y aquel es mi hijo y crecerán con dos padres gays y os aseguro que serán igual de felices que con un padre y una madre.
Mis abuelos maternos se levantaron y se fueron, Alex y mi familia se cayeron bien, al final todos mis tíos y primos conocieron a Cris e Ikari.
Alex y yo íbamos a estar juntos para siempre de eso no hay duda.
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