Una semana después...
Capítulo 3: Alicia la consejera.
Una tarde estaba en casa tumbado en la cama con el móvil, iba a levantarme cuando empezó a sonar una videollamada de mi amigo Pablo, hacía tiempo que no hablábamos, desde que comencé a hacer la mudanza.
Pablo: Hola, ¿se me oye?
Adri: Sí, ¿Cómo andas?
Pablo: Bien, tirando… echándote de menos.
Adri: Yo también te echo de menos, he estado mucho sin hablar contigo.
Pablo: Todos te hemos extrañado.
Adri: Bueno supongo que en algún momento iré a veros.
Pablo: Sí, pero por ahora adáptate a tu nueva vida, cuéntame ¿qué tal lo llevas?
Adri: Pufff, pues es todo muy extraño, se ve todo como si nunca hubiera vivido aquí.
Pablo: Vaya, y esa tal Alicia de la que me hablaste…¿Está buena?
Adri: Alicia es guapa, sí, pero es mi mejor amiga no la veo con esos ojos.
Pablo: Bueno eso me aclara algunas cosas, ¿Y qué tal tu vida social?
Adri: Bueno, pues de momento solo tengo a Alicia y a mi vecino.
Pablo: ¿Enserio?¿El vecino?
Adri: Sí, es un chico de mi edad muy serio pero simpático y…
Pablo: Relaja lo he pillado, es el puto amo.
Adri: Sí… Es líder de un partido, dibujante de manga y juega muy bien al juego ese que juegas tu.
Pablo: ¿Big War?
Adri: Sí ese.
Pablo: Vaya ¿Cómo se llama?
Adri: Alex.
Pablo: ¿Será posible?, ¿Qué sea el campeón nacional de War?
Adri: No lo sé.
En ese instante sonó el timbre, yo no le presté atención, solo oí a mi madre abrir la puerta, comencé a oír pasos en la escalera y comprendí que era Alicia, así que decidí colgar a Pablo.
Adri: Bueno tengo que dejarte.
Pablo: Tío ya me estás abandonando otra vez.
Adri: Nos mantendremos en contacto, además supongo que nos veremos en mi cumpleaños.
Alicia subió y me dió un golpe en el hombro, la miré molesto y ella se echó a reír aunque tardó poco en darse cuenta de que yo tenía la mente en otro lugar.
Alicia: Adri… ¡Adri!
Adri: ¿Eh? ¿Qué pasa?
Alicia: Que nos invaden los ovnis. ¡Que va a pasar! ¡Que no me estás haciendo caso!
Adri: Sí… lo siento, no se en que estoy pensando hoy.
Alicia: Adri, te conozco lo suficiente como para saber que estás preocupado.
Adri: Supongo.
Alicia: Aún somos mejores amigos, puedes contarme lo que sea.
Adri: No se, si esto debería hablarlo contigo.
Alicia: Tranquilo te prometo que no me reiré ni me enfadaré, solo veré en que puedo ayudarte.
Alicia: ¿Me vas a decir que si podríamos ser pareja?¿No?
Adri: ¡No! Se te va la olla.
Alicia: Puede ser jaja, pero venga al grano.
Adri: Pues verás la semana pasada me desperté en la terraza, me encontré con mi vecino , y fuimos a dar un paseo mañanero, desayunamos en una cafetería estupenda pero quizá la cagué al decirle que porque me invitaba, creo que se fué algo molesto.
Alicia: Eres un crack liandola. Pero seguro que no es nada ¿Por qué le das tantas vueltas?
Adri: Pues ese es el problema que no lo sé.
Alicia: ¿Cómo que no lo sabes?
Adri: Pues es una extraña sensación, he pasado con mi vecino un tiempo y cada vez que estoy cerca de él me siento… Bien, nervioso y protegido, no se como explicarlo.
Alicia: Pellizcame.
Así lo hice y ella soltó un chillido y puede ver que la dolió bastante, eso por darme en el hombro.
Alicia: Adri… Te gusta tu vecino.
Adri:¡¿Pero qué dices!?
Alicia: Tu mismo dijiste que nunca sentiste interés hacia ninguna chica.
Adri: Sí, pero eso que tiene que ver con que me guste.
Alicia: Tiene todo lo que ver, significa que desde siempre has sido gay.
Adri: ¿Yo? ¿Gay? Por favor… aunque ahora que lo dices…
Alicia: …
Adri: Alicia por Dios soy homosexual.
Alicia: ¿Y qué?
Adri: Pues que me acabo de dar cuenta.
Alicia: Yo me refería a que no es nada malo que lo seas.
Adri: ¿Y qué voy a hacer ahora?
Alicia: Ver si está interesado en ti, si de verdad te considera un amigo no le importará que te sientas atraído por él o por el contrario eso mismo si quiere rollo.
Adri: Supongo que eso será lo mejor… Pero una cosa más esto que quede entre tú y yo.
Alicia: Está bien… y oye ¿es guapo tu vecino?
Adri: Sí… y es amable, me pregunta como me siento…
Alicia: Se preocupa.
Adri: Sí, pero con él me siento protegido, que su sonrisa es algo que me anima, sus ojos casi verdes, como me mire fijamente me va a embarazar, aún siendo un hombre, y esa forma sería de inexpresión hacia todo, es…
Alicia: El demonio en persona.
Adri: ¿Qué?¿Alex?
Alicia: Adri, yo no voy a ser quién te diga lo que tienes que sentir o lo que no debes sentir por él. Pero te has enamorado del ser más cruel y despreciable que conozco.
Adri: ¿Qué? Pero si conmigo es muy simpático y siempre me sonríe y …
Alicia: Como te he dicho haz lo que quieras, pero luego no digas que no te lo advertí.
Adri: Yo… Me siento muy confuso…
Alicia: Adri… No es nada malo que te guste un chico, el problema es que no es un chico es el demonio.
Adri: Salgamos a dar una vuelta, necesito tomar el aire.
Salimos del barrio y comenzamos a pasear por una carretera pegada al campo, se notaban pequeñas ráfagas de aire frío que hacían erizarse la piel, oíamos jaleo y cuando giramos la esquina había un montón de miembros del P.C.R armados y registrando a la gente, dejándoles pasar, dando palizas brutales, apuntando con las armas.
S.C: Vosotros, la documentación ¡ya!
Alicia: Sí, un segundo… Joder- susurró
Adri: ¿Q-Qué documentación?
S.C: Tu carnet de identidad.
Alicia lo sacó y se lo entregó, el tipo solo la miró, se lo devolvió y asintió con la cabeza. Luego me miró a mi, me lo había dejado junto con la cartera en casa.
S.C: Venga vamos o tendrá consecuencias.
En ese momento escuché una voz, sonó como una hermosa melodía sincronizada.
Alex: No será necesario que te entreguen los documentos, son legales.
S.C: Sí señor.
Nos dimos la vuelta y allí estaba él, totalmente cambiado, no podía creerme lo que estaba viendo, era como si mirase a un dios.
Su cabello totalmente blanco, llevaba un chaleco fino de color negro, una camiseta blanca y unos pantalones grises oscuros, sus zapatillas eran las de siempre.
Alex: Seguid vuestro camino, y si os vuelven a parar decid que vais de mi parte.
Alicia: No hará falta yo me voy a casa.
Y sin más ella se fué muy cabreada, Alex me miró y sonrió.
Alex: ¿Vas para casa?
Adri: P-Pues supongo que sí.
Alex: Te acompaño.
Adri: Gracias.
Caminamos de vuelta, yo le miraba desde atrás, él solo caminaba pero noté como me miró de reojo, ¿Se habrá dado cuenta de que me gusta?, pasamos y ví un banco en el parqué, yo pensé- Es el mejor momento- iba a ir al banco, pero Alex no sé dió cuenta, me armé de valor y le agarré del brazo llevándole hacia el banco, le solté y me senté sonrojado, Alex se sentó cerca con pinta de preocupado.
Alex: Adri…
Adri: S-SÍ.
Alex: ¿He hecho algo malo?
Adri: ¿Por qué lo dices?
Alex: Pues no lo sé, es mi única puta especialidad últimamente, ser la peor persona del mundo.
Adri: No, de ninguna manera eres una mala persona, quizá ellos… no te ven como te veo yo.
Alex: ¿Y tú como me ves entonces?
Adri: Pues… a cualquiera que le pregunte me dirá que eres cruel, insensible y un completo idiota… pero yo no lo veo así, eres… simpático, preocupado, un buen chico… y… yo…
Alex: Está claro que no podemos seguir siendo amigos.
Adri: ¡Qué! ¡¿Por qué?!
Alex se acercó a mí y me cogió la mano, le notaba tembloroso, inseguro.
Alex: Los dos sabemos que queremos ser algo más que amigos.
Alex- susurré, iba ha hablar pero me dejó sin palabras.
Adri: Yo…
Alex: Que mis actos hablen por mi.
Me puso las manos en la cabeza y me besó, fue una sensación increíble el sentir sus labios unirse a los míos y nuestras lenguas peleando de forma húmeda, nos separamos exhaustos, recuperando la respiración, Alex me sonrió y me abrazó besando mi cuello y yo su mejilla.
Comenzaba a llover, pero nosotros seguimos besándonos hasta que comenzó más fuerte y un trueno nos sacó de nuestra fantasía, Alex sin decir palabra me cogió de la mano y echamos a correr, llegamos a nuestro barrio y él abrió la puerta de su casa.
No había nadie más que nosotros dos allí, Alex con rapidez subió las escaleras y gritó- Sube- así lo hice y llegué a su habitación.
Alex: Quítate esa ropa mojada o vas a pillar un resfriado del 20.
Rápidamente me quité la ropa quedando en ropa interior.
Adri: Dónde…
Al girarme me quedé sin habla, Alex estaba completamente desnudo dejando su ropa mojada en una silla. Yo me puse rojo, pero no aparté la mirada de ese hermoso albino que doblaba la ropa mojada.
Él se percató de que lo miraba y sonrió, se acercó a mí y cogió mi ropa, la dobló y yo aún en shock ni me di cuenta de mi erección que quería asomarse por el boxer, Alex con una sonrisa en el rostro y un pene erecto con cero bellos, se acercó a mí y comenzó a besarme con pasión, yo lo abracé y juntos caímos en su cama.
Alex besaba mi cuello e iba bajando dando pequeños besos por mi torso desnudo, se paró para morder ligeramente mi pezón izquierdo.
Adri: Umm
Alex siguió bajando hasta encontrar mis boxer rojos aún puestos, los cuales me quitó con delicadeza y dejó a la vista mi erección, empezó besando despacio el glande, a lo que yo respondía con pequeños gemidos, se introdujo toda mi longitud en su boca, subiendo y bajando, haciendo círculos con su lengua.
Del placer y la excitación que sentía en ese instante soltaba gemido tras gemido, cuantos más soltaba con más ganas lamía Alex, hasta que no pude más y me corrí en su boca y parte de la cara, él se introdujo un dedo en la boca y sacó mi semen unido a su saliva y lo lubricó en mi pene, entonces con una mirada seductora bajó hasta mis testículos y los chupó lentamente hasta llegar a mi entrada.
Él se metió en la boca dos dedos e introdujo uno en el interior de mi entrada, comenzó a moverlo con delicadeza.
Alex: ¿Te duele?
Adri: N-NO… AHHH… SIGUE… AHHH
Introdujo un segundo dedo y mi pene volvió a crecer, entonces entre mi jadeos y gemidos placenteros él introdujo su pene erecto en mi entrada y me agarró de las piernas, comenzó a moverlo suavemente, pero a medida que aumentaba la velocidad yo no podía más del placer que me estaba produciendo, y él tampoco.
Alex: ME VOY A… CORRER DENTROOO… AHH…
Adri: SI… AHH…
Alex me abrazó y acabé sentado sobre él, abrazados sobre la cama su pene volvía a crecer en mi interior anal, comenzó fuerte y rápido, pero fue bajando la velocidad y llegué a un estado de clímax entre el placer y nuestras caricias, me corrí manchando nuestros pechos y parte de mi cara.
Eso provocó el cierre de mi entrada y un placer indescriptible para Alex que sacó su pene de mi interior y se corrió en mi abdomen, los dos caímos exhaustos sobre la cama, nuestras manos se unieron entrelazando nuestros dedos llenos de sudor, como todo nuestro cuerpo, el cual estaba lleno de semen también.
Alex: ¿Tu primera… vez?
Adri: S… Sí… - dije tratando de recuperarme.
Alex: La… Mía también…
Esas palabras me llenaron de alegría al saber que era el primero en tener sexo con Alex, él me dio un beso y me abrazó.
No recuerdo que sucedió después pero se que nos dormimos abrazados el uno al otro, estaba realmente feliz de que Alex me viera de la misma manera que yo a él, y mucho más aún de que tuviésemos toda una vida aún por delante para amarnos y estar juntos.
Realmente me enamoré .
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