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Tormenta por Haregami

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Notas del capitulo:

Primero mis más sinceras disculpas por la tardanza, he estado muy ocupado( no me he viciado a Battlefield 1 ni nada No), perdón otra vez, también intentaron hackearme la cuenta, aunque no tuvieron éxito, bueno, aquí dejo el capítulo 8 el cuál no es muy largo, pero aclara algunas cosas y otras no estoy del todo seguro de que me hayan quedado bien. Bueno juzguen ustedes.

Capítulo 8: Los dioses son reales.
Alex me llevó hasta el coche, Alexia y Eric ya estaban dentro, vestidos como antes. Él me abrió la puerta y después se volvió a tumbar en mis piernas, el coche arrancó como si no hubiera pasado nada, hubo un total silencio, solo se oía el traqueteo del coche por la carretera vacia, pero la curiosidad me estaba matando, tenía que saber que eran.
Adri: Oye chicos, ¿Qué sois?
Alex: Que sutil eres.
Alexia: Somos, dioses.
Adri: ¿Qué? ¿Cómo qué dioses?
Eric: Bueno, yo no soy un dios.
Adri: ¿Y que eres?
Eric: Soy un espíritu blanco, lo que vosotros llamaríais un ángel.
Alexia: Yo soy una diosa de las nubes, mi nombre es Kumo, en japonés, en griego soy lo que se llamaría una ninfa, pero soy una diosa de Japón al igual que mi hermano Arashi.
Adri: ¿Arashi?
Alex: Soy yo.
Adri: Tu eres su hermano.
Alex: Creo que se nota, ella es mi melliza, tenemos el pelo de mismo color, lo ojos también e incluso nuestro nombre humano.
Adri: ¿El pelo es natural?
Alex: Sí, si no ya no estaría de este color.
Alexia: Él esconde su color de ojos para no llamar la atención.
Adri: ¿Pero y tu otra hermana, tus padres?
Alex: Son solo espectros hechos con nubes y relámpagos, una buena tapadera.
Eric: Adri esta flipando.
Adri: Pues sí, no te voy a mentir.
Alex: Yo soy un dios de las tormentas, también de Japón, soy el olvidado Arashi.
Alexia: Nunca fuimos venerados, ¿recuerdas?
Alex: Tu no lo fuiste de ninguna manera.
Eric: No a todos os da por bajar a la tierra a exterminar humanos por diversión.
Alexia: Y no a todos nos hacen talismanes para alejarnos de los hogares.
Alex: Esos chismes no sirven,los rayos entran igual.
Alexia: Tu siempre has sido igual, sanguinario y psicópata.
Alex: Oh, lo dice la que llena de nubes los cielos y hunde barcos por que su gente le falta el respeto a las nubes.
Alex: Yo recorría el cielo en aquel buque de guerra, rodeado de espíritus leales y que tenían su fe puesta en mi.
Eric: Te tenían miedo, como todo el mundo.
Alexia: Has sido el ser más destructivo  de la historia desde que tuviste edad para controlar los cielos y hasta que Amaterasu-sama no te paró los pies, no te detuviste.
Adri: Vaya, suena terrorífico.
Eric: Lo es.
Adri: Los seres de antes, ¿qué eran?
Alex: Demonios, en concreto eran acólitos y un rastreador.
Adri: ¿Hay un escalafón?¿O algo por el estilo?
Alex: Claro, todo está escalonado.
Eric: Yo soy un espíritu mayor.
Alexia: Yo soy una diosa menor- dijo algo molesta.
Adri: ¿Y tú Alex?
Alex: Soy un dios de dioses.
Adri: ¿Entonces eres alguien importante?
Alex: Se podría decir que sí.
Eric: Vamos no le mientas al muchacho, todo el mundo te tiene miedo.
Adri: Yo… No le tengo miedo.
Alex sacó una sonrisa y con su mano me tocó la mejilla, estaba frío, me besó y sus labios también estaban fríos como una estaca de hielo, sin embargo su lengua estaba cálida y húmeda, una extraña combinación de sensaciones.
Alex: Ni lo tengas nunca, jamás te haré daño.
Adri: Alex…
Alexia y Eric se miraron con una leve sonrisa y  volvieron a mirar al frente, ya habíamos llegado al centro comercial, no nos costó encontrar aparcamiento, estaba algo vacío, pero bueno era normal siendo domingo.
Alexia y Eric se fueron por otro camino, Alex me agarró de la mano y entrelazando nuestros dedos comenzamos a andar por los amplios pasillos del centro, la gente nos miraba y sonreía, o ponía mala cara, otros mostraban indiferencia, eso ni a mi, ni a Alex nos importaba.
Adri: No he traído casi dinero.
Alex: ¿Estás seguro?
Adri: Sí, ¿creo que llevo unos 43€?
Alex: Abre la cartera.
Así lo hice y había casi 500€ en billetes de 50, con una cara de asombro Alex me respondió con una sonrisa y un beso.
Alex: Te recuerdo que soy un dios.
Caminamos hasta una tienda de ropa y yo me paré a mirar el  escaparate y Alex fue a mirar el de otra, dos tiendas más allá, un grupo de chicas entre los 13 o 14 años, se quedaron embobadas mirándole, normal todos nos quedamos embobados mirando a alguien tan guapo como Alex, si supieran que es un dios ya verían lo que es bueno.
Alex no  les prestó atención, pero estas cuchicheaban mientras le miraban, entonces ellas se levantaron de donde estaban sentadas y se acercaron a él.
Chica 1: Hola guapo, ¿estás solo?
Chica 3: Sí, ¿Qué hace alguien como tú sin compañía?
Chica 5: ¿Porqué no vienes con nosotras?
Chica 4: Te lo pasarás bien.
Chica 2: Oye dejad que haga lo que quiera, ni siquiera nos ha dicho nada aún.
Alex se giró con una mirada fría como el hielo, pero una de las chicas lo agarró de la mano y empezó a suplicar, después otras dos hicieron lo mismo.
Yo me acerqué al ver que Alex tenía cara de: Saquenme de aquí, carraspeé dos veces hasta que se callaron y me prestaron atención.
Adri: Cariño, ¿Qué se supone qué haces?
Alex: Intentar quitarme de encima estos seres.
Adri: Niñas, para vuestra información él es mi novio.
Ellas se separaron al oír estas palabras salir de mi boca, yo me acerqué a Alex con cara de molestia, me agarró de la cintura y me acercó hacia él.
Alex: Chicas si no os importa me gustaría que nos dejaseis en paz.
Alex les echó esa mirada de hierro que tiene, ellas se fueron y nosotros nos sentamos en el banco en que ellas estaban y me atrajo hacia él con una mano.
Alex: Me gusta tener un novio celoso.
Adri: Y a mi que tú solo me quieras a mí.
Alex: Exacto.
Alex me agarró de la mano y me llevó hasta los baños, me metió en una de las puertas y le echó el pestillo.
Adri: ¿No iremos a hacerlo aquí?
Alex: No por Kamisama.
Adri: Kami ¿qué?
Alex: Ka-mi-sa-ma, significa dios.
Alex: Cógeme las manos.
Desaparecimos y de repente estábamos en el cielo, en una nube.
Alex se acercó a mí y me susurró- quítate la ropa- se alejó y empezó a mover los brazos en el aire, emergieron paredes de nube y un techo, la habitación se transformó en una réplica de mi habitación sin nada, solo la cama.
Alex me miró con deseo, él ya no tenía ropa, yo me la quité lo más rápido posible y Alex se acercó a mi, comenzamos a besarnos lenta y apasionadamente, nuestras lenguas jugueteaban, al igual que nuestros labios.
Alex y yo nos elevamos en el aire y caímos en la cama, él me levantó las piernas y comenzó a lamer mi entrada, haciendo que está se abriera y él empezara a introducir poco a poco su miembro en mi y a moverlo con suavidad, mientras bajaba mis piernas él entrelazó mis dedos con los suyos y me besó poco a poco.
Adri- susurró a medida que se iba abriendo camino con su lengua en mi boca, aumentaba la velocidad y él bajó una de sus manos y empezó a masajear mi miembro lentamente y este crecía en su mano, se hinchaba, parecía que iba a explotar en una lluvia blanca, pues así pasó, me corrí manchando su mano y nuestros pechos, él restregó el líquido blanquecino por mi miembro.
Alex soltó un gemido ronco y acto seguido me llenó semen, lo hizo dentro, era cálido, sentía bien y él sacó su pene de mi entrada y me abrazó, me siguió besando hasta que no podíamos más, estábamos exhaustos y sudorosos, tumbados en la cama unas nubes nos envolvieron y estábamos limpios y arropados con una manta negra.
Alex se recostó con los brazos en la nuca, yo apoyé mi cabeza en su pecho, mirándole, él me acarició la mejilla con la palma de la mano, estaba fría, como si no hubiéramos hecho nada, los ojos de Alex cambiaron sin yo darme cuenta, de nuevo verde esmeralda, eran preciosos, su mirada se perdía en la mía, dos tontos enamorados sin decirse nada.
Alex: ¿Por qué… no me rechazaste?
Adri: Ah, porque te quiero y se tenía que tenerte miedo.
Alex: Eres un cielo, eres el primer humano sin miedo, y él primero de todos los seres del que me enamoro.
Adri:¿No saliste con dos chicas?
Alex: Era una mentirijilla de nada.
Adri: Eso me alivia mucho.
Adri: Alex, te noto más grande, ¿Has crecido?
Alex: 1’84, jaja diez centímetros, es mi altura real siendo un dios, bueno una aproximación.
Adri: Me gustaba tu altura normal.
Alex: Lo sé, por eso volveré a ella.
Yo lo seguía mirando y él me acariciaba el pelo suavemente, Alex se levantó y se vistió, o más bien una nube le vistió, yo me levanté y otra nube de acercó y me vistió, Alex se acercó y me agarró de las manos, aparecimos en el baño de centro comercial.
Alex asomó la cabeza y acto seguido salimos por la puerta.
 
Notas finales:

No se aquí lo dejo de momento, espero ser algo más activo últimamente, haber si no se me va el tiempo.

Un saludo y gracias por leer.


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