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Claro/Oscuro: Bufonadas [Killing Stalking] por soreto

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La noche silenciosa, se tragaba con gula todo sonido, avariciosa de la luz, era pura penumbra. Así eran los días en esas calles, que eran habitadas por familias comunes, con niños jugando en las tardes, pero con casas amplias como murallas; donde los vecinos no se acercaban, y tampoco les importaba.

 

Bum miraba el piso de madera lustroso, las paredes blancas; la casa demostraba ser agrande, ningún sonido entraba, aun si afuera estuviese el bullicio de la vida diaria. Limpiarla parecía complicado, pero tenían pocos muebles, además que Sangwoo solía encargarse de ciertas zonas en la planta baja.

 

Llevaban poco de decidir formalizar su relación, y no es que Bum tuviese un lugar decente al que regresar, según lo que le dijo Sangwoo; él no se acordaba de nada, especialmente a partir de cierto incidente; de eso ya unos meses.

 

El silencio no le gustaba al Omega, sus pensamientos parecían crepitar en direcciones extrañas, y una sensación ilógica de conocer esa casa de antes le acompañaba;

 

Solo es su similitud con otras casas, un lugar muy común, solo es eso...

 

r13;Bastante grande, ¿Verdad? r13; una voz grave resonó a sus espaldas, Sangwoo termino de meter algunas cajas.

 

r13;Creo que es demasiado...r13; Las dudas del pelinegro eran evidentes provocando que el otro moviera unas cajas piso arriba con expresión de fastidio, sabía que Sangwoo tenía recursos, pero ese no era el problema; la situación, era que su estómago se convirtió en una serie de nudos, el solo entrar en ese lugar le daba una sensación de algo malo.

 

Como era estar con Sangwoo, asumiendo ese nerviosismo a la imponente esencia que desprendía el Alfa.

 

Y esa primera noche en esa casa Bum se ahogó en la piel del otro, un lugar que Sangwoo jamás pronuncio como nuestro, sino que con sus gestos; su tendencia al control, dejo claro que las cosas eran suyas, como lo era Bum.

 

Mordidas recorrieron una piel prístina, tersa y pálida. Bum dejo que su instinto le devorara, temblando ante el tibio aliento del otro que rozaba su piel. Los dedos largos de Sangwoo se clavaban en la delicada piel, como si dejasen un intento de quedar impregnado de manera imborrable.

 

Con la boca abierta en un gemido ahogado, el cuerpo de Bum recibió el cuerpo de Sangwoo. El Alfa le beso sin delicadeza, casi devorando cuanta piel encontrase, y Bum pego sus manos a su pecho, temeroso de tocar al Alfa, que desprendía una esencia dominante.

 

Con las muñecas delgadas del Omega en sus manos, Sangwoo reafirmo su postura, arremetiendo en estocadas brutales, de un ritmo codicioso; no dejando tiempo a pensar al Omega, reduciendo su mente a una niebla blanca que se profundizo con el nudo de Sangwoo.

 

La noche parecía estar carente de estrellas, desgarrada de cualquier luz; el pelinegro voltea su rostro a las cortinas de la habitación, sintiendo una desesperación por un poco de claridad, una horrida inquietud al estar con Sangwoo.

 

Cerro sus ojos, intentando alejar esas ideas en un sopor sin sueños.

 

 

 

________________

 

 

 

Sangwoo era un Alfa que cumplía todo atributo por excelencia, no solo en su clase, sino como persona; amable, carismático y excediendo las expectativas que se le pudieran poner. La envidia era rara, el joven estaba acostumbrado a la admiración.

 

Amigo de un oficial Beta llamado Park, quien veía en Sangwoo la imagen de un hijo; el joven termino por convertirse en policía, entre méritos y un poco de convencimiento, termino por ser un detective extremadamente joven.

 

Sangwoo pensaba que era ridículamente fácil el ganarse a la gente.

 

Park le miraba orgulloso cuando lo encontraba, contándole como esa era una de las aspiraciones de su hijo; el Beta no notaba, que en realidad Sangwoo escuchaba con poco interés sus sentimientos.

 

Mientras consiguiera lo que quería.

 

Las conversaciones se cruzaban en el calor de la primavera; el rose de fajos de papel, y personas impacientes en sillas a la entrada de la comisaria conformaban la escena del lugar. Como cada mañana, Sangwoo camino, con un poco de desagrado de lo abarrotado del lugar; agradecía no tener que lidiar más recogiendo información o patrullando.

 

Entre las conversaciones, en la voz distorsionada de un viejo radio, se escuchaba una noticia de hace meses; un evento que lograba bajar el volumen de la concurrencia del piso. Entre murmullos bajos, se comentaba aquello, como si de un tema tabú se tratase, y así pasaba otro día hablándose de la desaparición de uno de los detectives del distrito.

 

Sangwoo siguió caminando, pensando en las cosas que tenía que hacer, sonriendo con una de sus canciones favoritas que siguió al espacio de noticias de la radio; la suave balada cantada por la voz gruesa de una mujer.

 

—Sangwoor— Saludo el viejo Beta, que regresaba de acompañar a una patrullar—. ¿Cómo está el trabajo? Debes tener bastante carga, con la desaparición de uno de nuestros detectives...difícil de creer—negó con la cabeza, mostrándose cansado y algo triste con aquella situación.

 

—Si, se ha duplicado un poco el trabajo...pero está bien, si puedo mejorar la situación dentro de lo posible, y no podría dejar tirado lo que hizo el—agrego solemne, con expresión de respeto.

 

—Definitivamente eres el mejor hombre para la división.

 

Y así se separaron, cada uno dirigiéndose a sus obligaciones del día. Con expresión sobria, observaba el ambiente tenso, algo lúgubre de algunas oficinas al fondo del edificio, lugar donde se reunían varios escritorios de los detectives enfocados a la división de homicidios.

 

El ambiente si bien tenía relación con el tipo de casos que recibían; era causado en parte, por uno de los miembros de la división desaparecidos.

 

Sangwoo suspiro pesadamente, ya algo fastidiado con la situación; sin prestar mucha atención, se enfocó en el papeleo pendiente; decidiendo dar por terminado el día, se dirigió a su auto, despidiendo con expresión afable a quien le saludara.

 

Parado en el umbral de su casa, y con saco en un hombro, por fin pudo sonreír a sus anchas. Mirando vigilante, con extrema mesura cada movimiento de Bum que le recibía como el Alfa esperaba. Ingenuo como el pelinegro era, no era consciente de toda la atención con que Sangwoo notaba cada expresión, cada variación en su voz.

 

El Omega tomaba como gesto normal el que el hombre pasara su nariz por su cabello y cuello cuando llegara; aunque, más bien era una forma de vigilancia; donde Sangwoo pasaba su mano por la marca;

 

Asegurándose de que siguiera allí.

 

El trato de Sangwoo amable, dedicado con el otro, ocultaba una muy característica condescendencia, y cierto cinismo; muy normal en la personalidad real de Sangwoo; esa personalidad que solo mostraba a Bum.

 

—¿Dónde has estado?—un tono oscuro casi imperceptible se cuela en la voz del otro, complementado con una sonrisa despreocupada de Sangwoo. El Alfa ve la delgada figura del otro, mientras este sostiene unos platos cerca de la estufa.

 

El cuerpo de Bum se paraliza, sintiendo sudor frio recorrerle el temple—. Ningún lugar en especial ¿Po-por qué Sangwoo? —se maldijo al notar el temblor en su voz.

 

La sonrisa del más alto bajo ligeramente, sus ojos se volvieron más oscuros al entrecerrarse; Bum aun le daba la espalda, así que siguió con ese deje extraño en su voz.

 

—Es lo normal Bum—Respiro, como si explicar eso fuera una pérdida de tiempo—. Si estas en una relación, hablar de tu día es lo que debes hacer, ¿No crees? —marco cada silaba pronunciada, queriendo asegurarse de que el otro entendierar—No se si no pones atención, pero tu aroma dice que has estado fuerar—reía divertido, como si se burlase de manera muy sutil.

 

—So-solo fui a comprar cosas de limpieza, hacía falta comida y...y eso es todor—Soltó el aire que contenía, esperando no verse tan tenso cuando volteara a encarar al otro.

 

—¿Solo eso?— Se cruzó de brazos recargado en el marco de la puerta, viendo calculadoramente como Bum acomodaba la mesa.

 

—Sí, es todo —aseguro, esperando a que Sangwoo se sentara.

 

—Bueno Bum, No era tan difícil decirme; ¿Verdad? —cuestiono amable, aun sonriente; esperando la respuesta del Omega tomo su plato.

 

—No Sangwoo...

 

—Me alegra que entiendas —agrego contento —Solo recuerda, no hay mucha necesidad de que estés afuera.

 

No hay necesidad...

 

Bum entendía a que se refería Sangwoo; más que necesidad, no tenía que estar afuera.

 

Lejos del control de Sangwoo.

 

Como si esa poca libertad, esas salidas insignificantes;

 

Fueran un desafío.

 

Una amenaza a una realidad.

Notas finales:

¿Qué es aquello que esta fuera de lugar?

El bufón pone su escena, aunque no se dejen engañar por sus colores.

El misterio continua :)


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