La madera fría bajos pies le mantenía atento a cualquier ruido en la casa, la cual estaba tranquila; se sentía enorme y vacía en la compañía de la absoluta presencia del silencio; Bum tenía poco tiempo de haber caído dormido. Sangwoo se encontraba en vela por aquella voz que le llamaba en la noche, que gracias al Omega no era más que un murmullo ahora, pero dormía poco de cualquier manera. Las ideas en la oscuridad, enervadas por el silencio eran inquietantes, estimulantes.
La ropa simple para dormir, que caía cómoda sobre su figura acompañaba sus sutiles movimientos mientras caminaba al sótano como lo hacía casi cada noche, repitiendo la misma rutina, los mismos pensamientos, la expresión expectante de quien sabe lo que hay detrás de una sorpresa, algo callado e íntimo.
¿Qué pasaría si Bum bajara...?
Aquellas minucias que cuestionaban algo improbable, surgían de la curiosidad, de imaginar escenarios, y a veces de recordar lo que paso hace no mucho tiempo; pero cuando se sigue sin arrepentimiento, las cosas dejan de tener la misma importancia, pareciendo perderse en horas que se convierten en días.
Como si eso fuera posible. Bum le aterraba la oscuridad, cosa que no siempre fue así, después de todo, aquel pavor irracional, nació de otro miedo; Bum conocía bien ese lugar, su mente olvido sin quererlo, pero su cuerpo se mecía en algo cercano a una fobia, aterrándole la idea de si quiera acercarse a ese pasillo;
Algo bastante conveniente.
Para Sangwoo estaba bien que viviera con esos fantasmas, alejándolo de reafirmar aquellos recuerdos, y no le disgustaba limpiarlo de cualquier manera. Pero tenía otras cosas de que ocuparse en el momento, lo que paso ahí abajo era una de sus memorias favoritas, una victoria.
Después de todo, las cosas cambiarían para ellos, en especial con la certeza de que Bum había logrado concebir en su último celo, su aroma aun no cambiaba, pero lo sabía. En realidad, no es que quisiera un hijo, o le angustiara tener uno como otros Alfas, que buscaban reafirmar su posición como tal.
No, para él era diferente; que tenía que admitir que su Alfa estaba extasiado con la idea de descendencia propia; para Sangwoo, era consolidar el lugar donde, quería, y tenía que estar Bum; como Omega, y como algo que pertenecía a Sangwoo.
Si algo le tenía que agradecer a su padre, y quizá lo único, era que en su familia los primogénitos tenían casi asegurado ser Alfas; un Beta era también muy probable, aunque esperaba que no pasase, y un Omega era una posibilidad casi inexistente. Si resultara algo diferente a lo que tenía que ser, terminaría arruinando su humor, podría decirse.
Él no quería ser como su padre, pero, ¿Cómo podría cambiar las cosas? ¿Probar que era diferente si no tenía un hijo Alfa? Necesitaba que fuera igual que su niñez para ser diferente, para poder tener expectativas y estándares con el niño.
Con un suspiro cansado, miro las escaleras como otras noches; esas escaleras que no tenían camino para el omega, que se moría de miedo de bajar.
Era un poco gracioso ver como Bum se quedaba parado, cada vez lapsos más largos, observando la entrada al sótano.
Pero, en los últimos días, estaba ocurriendo algo que le fastidiaba.
Bum veía absorto en cuanto aparecía aquella noticia por la programación del noticiero, o su expresión era vacía cuando la voz de la radio repetía el hecho: la desaparición de aquel detective.
Que insistente es. Pensaba aquella noche que llego temprano al ver como Bum buscaba el noticiero con dedos temblorosos.
—¿No te aburres de ver el noticiero? —bufo irritado, con su pierna cruzada y su barbilla en la mano—. Veo eso todos los días... ¿No crees que me gustaría ver algo diferente? ¿No pensaste un poco en que me molestaría, Bum? —Sus rasgos se tornaron fríos, casi duros al ver como el Omega lo miraba nervioso—, Es un poco de lógica, ¿No crees?
— Ah—busco ansioso el control remoto en el sofá—. L-lo siento Sangwoo...tienes razón—contesto Bum, avergonzado de olvidar el tipo de trabajo que tiene el Alfa.
El Alfa no veía que representara un problema aquel nombre, o provocara algún cambio; supuso que podía dejarlo pasar.
—Está bien— le quito importancia con expresión desinteresada—; Solo recuérdalo, ¿A ti te gustaría que te recordaran algo desagradable?
—Lo siento Sangwoo— repitió Bum, inclinándose sobre sus piernas.
—No es importante, así que puedes dejarlo— Le sonrió—.Más importante, debes cuidar tu estado emocional, ¿Lo olvidas? —La nariz de Sangwoo le rozo el cuello, provocando un suave temblor en el pequeño cuerpo—. Eso es algo en lo que debes ocuparte ahora, no olvides que no estaría bien que sucediera algo inesperado.
Bum asintió, con el nudo de los últimos días arraigado con más fuerza en su garganta; el también esperaba que no sucediera ninguna sorpresa, pensaba con sus manos en su vientre aun plano.