Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Crónicas de un villano por Silence Tsepesh de Lenfet

[Reviews - 95]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Viernes al fin, y aqui esta el capitulo prometido :p Hoy tenemos a Kiran narrando,así que espero lo disfrunten. 


Hoy tambien hay tres noticias, primero mañana termina Bloodless, mi otra historia que trata sobre vampiros, lo que nos lleva a la segunda, ¡pronto habra historia estreno!  esten pendientes. Y la tercera, si ponen mas atencion a la ficha de esta historia, se daran cuenta de esa noticia.  


Muchas gracias por sus bonitos reviews, me emociona mucho leer sus impresiones de los capitulos, los personajes y todo. Gracias.


Nos leemos pronto.

Hay un tranquilo silencio en el lugar. Todos parecen estar durmiendo aunque sé que no es así ¿Quién puede dormir en la guarida del señor del mal?  Y sin embargo, eso no es lo que me impide dormir a mí.  No dudo que Hadrien haya hecho cosas malas, eso es muy claro y más de una vez le he visto hacer tales cosas, dudo que Hadrien sea malo, eso es todo. 


— Jency ¿Qué deberíamos hacer?


— ¿me preguntas  a mi? Eres tu quien tiene un plan ¿no? ¿Qué vamos hacer con esto? no podemos dejar que las cosas queden así— tiene razón. He visto y dejado pasar el hecho de que vayan a darle el veneno a alguien.


— es inútil, no creo que se quede más aquí ahora que conocemos este lugar.


—  Eso es algo  predecible— Ivette sigue acostada, pero su voz suena despierta— yo más bien me preguntaría ¿Por qué quiere quedarse con los diamantes? No me quieras hacer creer que no los quería antes.


— Nadie quiere hacerte creer nada— sonrió, notando el resoplido de Lou-May. Debe sentirse culpable por lo que paso. Pero lo que dice Ivette es cierto ¿para qué Hadrien ocuparía joyas con maldiciones? Es extraño.


— todos coincidimos en eso ¿no? entonces no deberíamos dárselas—  Violet se sienta, quitando las sabanas— sea lo que sea, no será bueno—  aunque no dicen nada, creo sentir el consentimiento de todos.


— ¿Entonces vamos a traicionar a Hadrien?—  pregunto. Nadie responde. No es para nada una buena idea.


— como si él no lo hubiera pensado antes. Kiran, esto es bastante irracional.  


— Hadrien nos ayudara y no creo que vaya a traicionarnos— le he prometido algo bastante valioso como para que lo intente— lo que creo es que nos pueda dejar en cualquier momento si las cosas no van como él quiere. Así que no hagamos que las cosas no vayan como él quiere.


— ¿Qué? Creo que me perdí. 


— Ione, pon más atención— Violet le da una patada o lo intenta.


— como si tú hubieras entendido algo.


— Basta, están haciendo escándalo— Ivette voltea a mirarme después de callarles— entonces, vamos a hacerle creer que seguimos sus reglas para que todo esté en orden.


— ¿Por qué no lo explicaron así desde el inicio?


— No creo que tengamos más opciones— Jency suspira— además, también está ese ifrit ¿Qué se supone que haremos si algo sale mal? ¿Tienes idea de las pocas probabilidades tenemos de ganarle a uno? 


— con nosotros, muy pocas. Por eso no lo vamos a enfrentar. Nuestra prioridad es encontrar la forma de quitar esa maldición— señalo a Lou-May.


— ¿En serio confías en la palabra de alguien como él?— Ivette me mira con seriedad— yo no confiara mucho— se levanta, saliendo de la habitación. Suspiro, porque tengo el deseo de detenerla, de decirle que no es buena idea que salga sola, pero eso no haría más que contradecir lo que acabo de decir.


— ¿y ya hay algún plan?


—  tenemos hasta mañana para averiguar quién es el dueño de la bodega y ver si lo podemos obtener del modo fácil.


—  bueno, solo espero que no nos lleve mucho tiempo. Entre más pronto terminemos esto será mejor.


— yo puedo ayudar a averiguar eso, Kiran. Quisiera sentirme un poco útil en todo esto, después de todo, es mi vida lo que tenemos que salvar.


— Lou, no te sobre esfuerces. Si no te sientes…


— me siento bien. Puedo hacerlo.


— está bien.


— Ivette y yo podemos ir con ella, será mejor que te quedes cerca del señor del mal por si algo sale mal.


— por favor, llámalo Hadrien ¿quieres? No es tan difícil. Realmente me pone de mal humor que le llamen así. 


— Vale— no decimos nada más. Pronto Jency comienza a roncar, poco a poco noto como también los demás se van durmiendo. Yo también me quedo dormido en algún momento. No noto si Ivette regresa.


Me despierta el ruido de la televisión, y eso que no hay una televisión en este lugar.   Ione no está en la habitación ya.  Afuera, en la sala, la televisión está encendida y en un volumen demasiado alto. Hadrien está sentado en una mesa que juro no estaba aquí ayer, no veo que hace.


— la segunda temporada es mejor.


— Tampoco está mal— Ione y Hanley parecen estar discutiendo sobre el programa. Parece que están bastante motivados.


— Buenos días— saludo a Hadrien.


— no tienes que ser amable aquí.


— Quizá no, pero me gusta ser amable— Hadrien voltea a verme.  Sobre la mesa esta el diamante que le dimos. Hay algunos libros y otras cosas que no conozco alrededor— ¿trabajando tan temprano?


— no hay nada más que hacer más que ver a esos dos discutir sobre que personaje es mejor, que parte es más sangrienta, que personaje es mas odioso… realmente podría darte un resumen detallado de lo que sea que ven con solo escucharles.


— Es bueno que se diviertan de vez en cuando—  hace un gesto despectivo— ¿tienes algo?


— no mucho.  Quería hacer algo más, pero considerando como de paranoicos son ustedes no considere prudente hacerlo.


— ¿no has visto a Ivette?


— ¿Quién?


— la chica de cabello largo, con pecas…


— ah, no lo sé. Creo que estaba afuera por la mañana— ¿paso fuera toda la noche? Qué extraño.


— Y sigue allá— el ifrit  aparece, como si siempre hubiera estado sentado en la silla donde está ahora— creo que no hemos tenido el gusto, Hassim.


—Kiran.


— he oído hablar mucho de ti por años.


— me temo que no he tenido el mismo gusto. Es difícil saber qué ente es el que termino venciendo— ah, quizá soné algo pretencioso. Él solo ríe.


— nadie tiene porque luchar realmente. Ahora mismo, no me queda de otra más que obedecer a ese de ahí— Hadrien murmura algo que no entendemos— ¿y bien? ¿Ya tienen algo?


— ¿de qué?


—   creía que iban a investigar de quien era la bodega.


— ah, si… ahora que lo mencionas, debo buscar a Ivette. Disculpen.


— voy a usar magia, para que no intenten atacarme como locos cuando lo sientan.


— Les diré— debo despertarles primero, y luego ir con Ivette— Ione, ¿puedes despertar a los demás?


— ¿Qué?


— que despiertes a los otros. Les espero abajo— le digo, caminando a la puerta. Salir al pasillo es todo un desconcierto, pues después de estar en las habitaciones de estilo árabe, encontrarse en un edificio de concreto del siglo XXI es… vaya, desconcertante.  Encuentro a Ivette cuando llego a las escaleras para bajar.


— Kiran, me asustaste— dice, soltando un suspiro.


— lo siento, estaba buscándote.


— ¿si?...


— ¿Qué estuviste haciendo?— pregunto, cuando voltea hacia atrás. ¿Eso es nerviosismo acaso?


— nada. ¿Qué es lo que necesitas?


— oh, sí. Lou, Jency y tú irán a investigar. Jency piensa que es mejor que me quede, ya sabes, por Hadrien.


— entiendo. Entonces pongámonos en marcha. Lou será de ayuda.  


— Eso le hará feliz—  prácticamente no estamos nada lejos de la puerta, así que cuando entro, solo Violet esta fuera, con cara de mal humor.  Fuera de su presencia no hay nada diferente— ¿tienes la dirección?


—  no… esto… ¿Hadrien?


— ¿Qué?


— ¿Dónde está la bodega?— levanta la mano, haciendo un movimiento fluido y elegante, casi al mismo tiempo, un  espíritu aparece en la habitación surgido del suelo.


— Guíalos— es todo lo que dice. Ivette tiene un gesto de repulsión.


— ¿es en serio? prefiero perderme buscando la dirección que hacer esto.


— si quieres perder el tiempo, adelante. Les estoy dando un preciado tiempo solo porque es más fácil para mí actuar de noche. No tengo tiempo para hacer de guía turístico, así que tómalo o déjalo.


— Ivette— advierto.


— ¿eso es un…?— Lou retrocede en la puerta. Escucho la queja de Jency. Suspiro, tomándola por los hombros para que salga.


— sí, lo es.  Les va a llevar a la bodega, así que no te vayas a desmayar o algo— le guiño el ojo. Cierta vez se desmayó mientras íbamos a cenar porque algo le dio un susto. Nunca tuve claro si fue por el apagón de luz en la calle, o porque creyó ver algo. Ella sonríe. Ah, funciona.


— Solo es un espíritu, no es para tanto— la voz de Hadrien nos interrumpe— no puedo invocar un zombi estando en este piso.


— así está bien, gracias— le digo— ¿están listos?


— No debe ser tan difícil— Jency me toma del brazo, y se acerca, hablando muy bajo— si es una trampa, te mandare una señal—  ¿una trampa? No había pensado la posibilidad. Vamos, creí que ya habíamos aclarado ese tema. Suspiro, asintiendo. No puedo pedirles a ellos que confíen como yo lo hago.  


Los tres salen, y pronto dejo de sentirles. Lo que si siento, es la magia de Hadrien.  Desde que puede usarla, la magia negra en él es fría, produce escalofríos. Ahora no puedo verla, pero Hadrien está murmurando algunas cosas, aun con el diamante.  Me acerco, ignorando las sensaciones que produce su magia.


— ¿Qué haces?


— intento descifrar esto. Normalmente las maldiciones duran poco tiempo, o se concentran en un pequeño grupo de personas. Piensa en las maldiciones de las tumbas de los faraones, o lo que normalmente hago. Esto es diferente, requiere mucho poder.


— ¿puedes entenderlo?


— si… aunque llevara tiempo. No creas que los demás quieren que descubra sus secretos— el diamante se vuelve negro entre sus manos— tampoco quiero que descubras los míos— me dice.


— ¿estás dándome una indirecta para que me vaya?


— sí, ¿o prefieres que te diga que no estoy cómodo contigo aquí? Porque no lo estoy— suspiro, levantándome. Hadrien sigue con los ojos fijos en el diamante.


— Es espeluznante— dice Violet, cuando me siento a su lado.


— un poco— quiero decirle que no siempre fue así, decirle que antes era un chico tan normal y enérgico que  nadie recuerda.  Nadie puede decir que Hadrien es ese mismo chico, o fue ese mismo chico.  Un chico que logro enamorarme.  Ahora no soporta ni estar conmigo, y así debería ser también de mi parte ¿No? somos enemigos.  ¿Es normal sentir estas cosas?  Para los demás no, para mí sí.


— Han, ven aquí un momento. 


— Voy—  no puedo sentir lo mismo por nadie. Ha pasado tanto tiempo, he salido con más personas, y sin embargo, la presencia de Hadrien sigue en mi cabeza, siempre. ¿Cómo olvidarle si cada que creo que estoy superándolo aparece de nuevo? 


— ah, que aburrido— murmura Hassim, despareciendo.


— Ione, ¿puedes dejar de ver la televisión?— Violet está molesta.


—  no hay nada mejor que hacer, Violet. Si quieres ve a dar un paseo pero déjame tranquilo.


— ¿Tu nombre es Ione?— Han sonríe desde la mesa donde está ayudando a Hadrien— ¿y tu hermana se llama Violet?— Ione hace una mueca.


— nuestros padres son crueles—  dice, y Han se suelta a reír a carcajadas.  Me sorprende que él sepa sobre el significado de los nombre de los gemelos, pues Ione es un nombre femenino que en griego significa violeta. Y bueno, ella se llama Violet… violeta y violeta. Incluso Violet sonríe un poco con eso.


— solo contigo, estoy convencida que nunca te quisieron.


— Hermana, estoy de acuerdo contigo— no hay mas discusión, solo un silencio roto por las voces del aparato.  A veces, estar fuera de lo que todos consideran normal no es fácil. Es difícil ocultar ciertas cosas, como las marcas o a veces cuando se hace magia, no se está seguro de que nadie este viendo.  Buscar la compañía de otras personas como nosotros es algo natural al final. Incluso hubo quienes al final decidieron enseñarle a algún humano normal. No es imposible, aunque si mas difícil. Es difícil soportar la soledad al ver pasar el tiempo.


Cuando  no estoy intentando salvar algo, me la paso buscando aquellos quienes son como nosotros, personas con marcas visibles, personas que deberían estar entre personas similares a ellos, donde no teman que les rechacen y puedan aprender a usar la magia de forma correcta. Justo en uno de esos viajes encontré a Hadrien. Nunca se me paso la idea de que él pudiera ser un nigromante, y que terminaríamos siendo enemigos.


— apestas a melancolía.


— ¿Ah?— parpadeo, confundido cuando Hadrien pasa por mi lado. ¿En qué momento se movió?


—  ah, olvídalo, parece que no estás en este plano dimensional.


— ¿terminaste?


— de momento si. Espero que tus… compañeros no estén haciendo un buen trabajo porque comenzare a preparar todo y sería una lástima que consiguieran tenerlo sin tener que hacer nada.


— ¿Una lástima?— sonrió, siguiéndolo con la mirada— creí que querías ahorrar tiempo.


— estoy acostumbrado al trabajo duro, ustedes harán que me vuelva perezoso. ¿Dónde quedo la urgencia de actuar? El parlamento se ha vuelto despreocupado.  


 — Eso es bueno— significa que ya no hay tantas amenazas, que después de tanto tiempo hay cierta paz. No solo vamos tras los nigromantes, aunque en su mayoría todos causan problemas. Hay magos que no usan magia oscura y aun así pueden hacer daño.  


— claro, espero que disfruten el gusto.


— estas tramando algo ¿cierto? con los diamantes. Los buscabas desde antes de que llamara— Hadrien sonríe.


— ¿para qué me llamaste, Kiran? Hay muchos magos que bien  podrían intentar hacer lo que hago.


— tú lo has dicho, intentar. Aunque tu camino sea muy cuestionable, reconozco que eres uno de los mejores magos que he conocido.


— si tú lo dices debe ser verdad.


— ¿para qué usaras las joyas?


— eso no estaba en el trato. Debiste preguntarme primero. Como sea, tomara más tiempo estudiar la maldición de ese diamante, quizá cuando tengamos el otro sea más fácil o quizá no sea más que un callejón sin salida. Sería más fácil si hubieran sido creados por las mismas personas.


— ¿Acaso no te quejabas hace un momento de que no tenías suficiente trabajo?—  Hadrien sonríe de nuevo, yo también sonrió.  Es muy fácil olvidar que esto no siempre es así, siempre me gusto estar con Hadrien, era relajado, divertido. Todavía lo es, aunque ahora hay un humor mucho más oscuro en todo esto. 


— ¿el gran Kiran esta burlándose de mí? Eso sí que merece un castigo ¿no?


— preferiría que no— Hadrien se va riendo a la otra habitación. Como lo voy siguiendo con la mirada, me encuentro también con la del chico, Han. Ah, creía que él y los gemelos estaban viendo televisión. Me sostiene la mirada y luego lentamente devuelve su atención a la televisión.   Que chico tan extraño.


No vuelvo a ver a Hadrien en un buen rato, casi todo el día. Ya esta atardeciendo, cuando le veo entrar, no por la puerta que lleva a la habitación, sino por la entrada. Viene con ese ifrit.  Solo los gemelos están en la sala ahora.


— Ya casi es hora— me dice Hadrien—  no necesitare que vengan todos, pero ellos sin duda deben venir—  señala a los gemelos.


— Ivette también ayudara y yo también iré si es el caso— es cuando veo a Hadrien tan decidido como ahora, que recuerdo que no puede haber nada entre nosotros. ¿Cómo podría? Siempre que le veo, nunca pienso en derrotarle, siempre estoy pensando en la forma de hacer que no lo vuelva hacer, que ya no tengamos que volver a enfrentarnos una vez más.  Hay demasiados sentimientos entre nosotros como para poder hacer algo. ¿Hay alguna forma de sacar a Hadrien de todo esto?


— ¡Kiran!— la puerta se vuelve abrir. Jency es el primero en entrar.


— ¿Están bien?


—  atacaron a dos más en el parlamento, recibí un mensaje hace un momento y vinimos a decirte.


— esto es más grave de lo que pensé— en cierto modo, me alegra que pasara, me hace sentir que todo  esto no es solo porque quiero estar cerca de Hadrien de alguna otra forma que no sea una pelea.  Esto es real, y no algo que comencé a exagerar— ¿Dónde?


— en la calle lateral del edificio. Estaban haciendo solo un recorrido, ni siquiera había reunión ni nada.


— ¿Cuándo?


— anoche.


— tenemos que darnos prisa. Hadrien, tenemos que ir.


— ¿ah? ¿A dónde?


— ¿Cómo que a donde?


— Espera. ¿Y el diamante? Lo quiero tener hoy, y tú pretendes que me largue a quien sabe dónde. 


— eres el único que puede hacer algo. Regresaremos cuando acabemos— Hadrien tuerce la boca con disgusto— Ivette, Ione, Violet, estén pendientes a nuestro regreso. Nos encontraremos fuera de la bodega.


— Sí que te gusta dar órdenes ¿No?— Hadrien refunfuña— ¿Por qué tengo que salvarlos? Por mi sería mejor si todos en el parlamento se murieran… espero que el libro sea tan bueno que lo valga.


— ¿Cómo sabes que no fue él? Kiran, podría estar usándonos— quiero decirle que no, que Hadrien no haría algo como eso. Pero realmente no estoy seguro. ¿Podría ser esto una trampa? ¿Qué me dice que no fue Hadrien quien hizo esas maldiciones? Anoche no supimos nada de él.


— No podemos saberlo— le digo. Podre ser amable, si, pero cuando se trata de hacer el bien, de defender lo que es correcto, no puedo ser así— cambia tus hojas, pero no pierdas tus raíces— recito.  Hadrien sigue teniendo un gesto fastidiado cuando nos vamos.

Notas finales:

Aun queda mucho por resolver aquí, cada capitulo deja mas preguntas, pero todo se resolvera a su tiempo. 


De nuevo, muchas gracias por leer. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).