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Crónicas de un villano por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

 

¿Como les va, Villanos, villanas, heroes y heroinas que siguen esta historia?

Hace frio en donde vivo, pero como me gusta el frio, meh, estoy muy comoda. En fin, les comparto otro capitulo mas que espero y les guste. Y emmm, no se, pense en hacer alguna pagina de Face para mis historias, ya saben, subir cosas curiosas... ¿Les gustaria o no? Pero no se me ocurre nombre :P ni que haria exactamente ademas de postear que actualice ¿Alguna sugerencia?

¿Ya han sacado sus teorias de quien es el traidor? ¿que pasara entre Hadrien y Kiran? ¿Habra un final feliz?  

Las cosas no mejoran.

 

No es seguro salir, no podemos comentar tranquilamente nuestros descubrimientos, tampoco dejar de vigilar al grupo de Kiran. No hay forma de comunicarse con el exterior y no tenemos noticias nuevas sobre el  zafiro y ha estado lloviendo toda la semana… al menos el espacio es agradable.

 

—Hadrien.

 

— ¿Qué?— alzo la vista de una novela aburrida que encontré en este lugar.  Han me mira, igual con aburrimiento.

 

— ¿Cuándo nos podemos ir? Este lugar es genial, pero ya me aburrí, no hay televisión y no hemos hecho nada desde que llegamos—  no podemos hacer magia. Hace días que siento que mi magia regreso, o al menos ya no me molestara usarla, desgraciadamente no he podido comprobarlo.

 

— no lo sé… preguntaste lo mismo ayer. Mientras no encontremos el zafiro…— dejo la frase incompleta.  No ha hay rastros de que más magos vinieran pero detesto pensar que estamos encerrados.

 

— Que aburrido— lo es, demasiado. No estoy acostumbrado a tanta tranquilidad. No tengo ni siquiera las cosas para entretenerme.  Han se sienta en el suelo, enfurruñado.

 

— Esto pasa cuando quieres ser bueno— me quejo. Estamos solos, he visto muy  poco a los demás y Hassim está ocupado vigilando— cuando terminemos con esto, haremos algo grande, Han.

 

— ¿Si?

 

— sí, nos divertiremos mucho, lo prometo.

 

— Aun…— Han mira a la puerta, baja la voz— ¿aun vamos a crear más nigromantes?

 

— sí. Necesito que me ayudes en esto,  no sé cómo resultara pero creo que deberemos enseñar lo básico. Una educación completa toma mucho tiempo.

 

— entonces apresurar el aprendizaje. ¿Y si hago una posición para eso? creo que podría intentarlo.

 

— Si quieres, el objetivo es solo darles esa magia, teniéndola ya nada podrá cambiarlo y no les quedara de otra más que aceptarlo—  la mirada de Hanley brilla de emoción. Esta idea le gusta también, tanto como a mí. Ah, hasta que no complete eso… ¿Cuándo lo logre que hare?  Me encantaría ver las caras de todos en el parlamento cuando comiencen a aparecer nigromantes por todos lados. ¿Qué harán?

 

— Eso será genial— los espíritus de este lugar se concentran solo donde estamos, andan perdidos, a veces nos ven y quieren hablarnos, simplemente hago que se callen.

 

— ah, quizá. No hables de eso con nadie. Si nadie sabe lo que planeamos, no tendrán que detenernos— me sonríe. Yo le sonrió también. No dejare que nada le pase, así tenga que hacer mil cosas.  

 

Dejo que pasen tres días más antes de ir directamente con Kiran.  No se supone que yo tenga que estar ayudando al bueno, ni siquiera porque es Kiran.  Pero vamos ¿Qué soy yo sin un héroe? El mundo se vuelve aburrido si no te llevan la contraria y además, aun necesito a Kiran.  Incluso sus compañeros lucen decaídos. La chica Ivette, apenas y me ve al pasar por su lado.  Los gemelos no les veo por ningún lado. De los otros tampoco se nada. Kiran está en una habitación bastante lejos de la mía.

 

— Estoy ocupado— escucho cuando toco.

 

— Claro, yo también y aun así aquí estoy— hablo mientras entro. Kiran me ve, perdido. Cierro la puerta. Esta sentado, mirando por la ventana que tiene la habitación.

 

— ¿paso algo?

 

— Ese es el problema, no pasa nada— frunzo la frente, mirándolo serio— y no me refiero al zafiro.

 

— ah… si, bien…

 

— ¿Qué te paso, Kiran?— dejo que mi tono se llene de burla. Incluso sonrió son petulancia— ¿es demasiado para el héroe?

 

— No es gracioso.

 

— no dije que lo fuera. ¿Te sobrepasa? Siempre creí que eras más que esto—  se levanta y camina molesto hacia mí. Me quedo donde estoy, mirándole con arrogancia.

 

— no lo entiendes.

 

— ¿estás deprimido?

 

— No. Aunque hay muchas razones para estarlo. No tenemos el zafiro, y alguien… alguien…

 

— Pobre, pobre Kiran— suelto, ahora con desprecio— ¿estás triste porque no tienes lo que quieres? Tienes suerte de que nunca te han arrebatado nada.

 

— Hadrien…

 

— eres patético. No es el fin del mundo, si, las cosas no van bien ¿y qué? Encerrándote aquí no vas a solucionar nada—  he tenido suficiente. Si no hay cambio en esto, entonces  encontrare de manera de seguir yo mismo. Me doy la vuelta, saliendo con un paso elegante.

 

— Espera— Kiran me detiene. Sus brazos de rodean, no me muevo— tienes razón, maldición, sé que tienes razón. No sé qué hacer, no puedo mirarles sin pensar que uno de ellos me está traicionando, los conozco a todos, es tan... Doloroso.

 

— ¿Y? no puedes cambiarlo— sus palabras me duelen a mí. Desde que esto comenzó, Kiran ha estado preocupándose por todos: la chica a la que cure, su amigo, los otros magos, los gemelos… estoy seguro de que lo que le preocupa no es que le traicionen, si no que pasara con esa persona cuando se descubra. ¿Y yo?  ¿Nunca merecí que hiciera eso por mí?

 

— no…

 

—… descubre sus razones. Quizá pueda ayudarte a aclarar tu mente— doy dos pasos hacia delante, soltándome de Kiran. Su mano me sujeta, deteniéndome de nuevo.

 

—  gracias por ayudarme.

 

— ¿Ayudarte?— me giro, mirándole con todo el desprecio que siento— no estoy ayudándote. Te necesito para seguir con esto ¿lo olvidas? Si siguen así todos ustedes no serán más que lastre, si así será, dímelo ahora y hare esto por mi cuenta— la expresión de Kiran cambia, me mira con duda ahora.

 

— lo siento. No me di cuenta de a cuanto estaba llegando esto. Y tú… eres tan duro, fuerte…

 

— ya no espero nada de nadie, espero todo de mí. ¿De qué otra manera puedo lograr mis metas?— su mano me acaricia la mejilla. No me gusta su toque ahora. Retrocedo, como si me hubiera quemado.

 

— quiero besarte.

 

— No.

 

— Dijiste que no ibas a oponerte— Kiran idiota. Hago un esfuerzo por no reír ante lo irónico de lo que me dice.

 

— Soy malo, nunca cumplo mis palabras.

 

— yo si. — me besa. No quiero, me resisto, pero no puedo hacerlo por mucho, abro la boca, buscando la suya. Sus manos tiran de mi saco hasta que cae al suelo, me hace retroceder hasta que se sienta en la cama y me tengo que inclinar  para seguir besándole, tirando también de los botones de su camisa.

 

— haremos esto… pero tendrás que hacer algo… después. Algo por mí, lo que yo diga— le digo, empujándole, sentándome sobre él. Me muerde la oreja.

 

— ¿es malo?

 

— umm no…— suspiro, sintiendo sus besos bajando por mi cuello.

 

— Entonces está bien—  ¿quiero esto o no? maldición, claro que quiero.  No me asusta lo que siento. No puedo detenerme ahora, aunque tengo demasiadas cosas para pensar. ¿Qué será de Kiran si se enteran de esto? no puedo dejar que se sepa, porque tendrá consecuencias ¿y qué hare yo? Si Kiran deja de ser el héroe…— no estás poniendo atención.

 

— ¿Umm?— me besa, girándome sobre la cama. Ya no trae su camisa, la mía está abierta. Sus manos acarician mi torso. Enredo una de las mías en su cabello— ¿te preocupa que no esté pensando en ti?— Kiran suspira. ¿Cómo desaprovechar esta oportunidad? Cuando esto termine, no volveré a ver a Kiran en las mismas condiciones, seremos enemigos otra vez, seguiremos luchando por nuestros ideales.

 

— Pon más atención— su mano se detiene en mis pantalones, contengo la respiración cuando su mano entra en mi pantalón. No es raro querer hacer estas cosas, mucho menos que estamos en el mismo equipo, al menos de momento.

 

No importa que este mal, no importa que este mal, no importa que este mal.

 

Ahogo un gemido cuando siento a Kiran de nuevo. Él no es la misma persona preocupada por todo, no es tan cuidadoso, todo se vuelve salvaje. El dolor mezclado con el placer cuando siento a Kiran entrar y salir una y otra vez de mí.

 

No importa que este mal, no importa que este mal, no importa que este mal.

 

 Le muerdo el hombro, la marca que le hice la vez pasada aun es visible.  Su mano baja, se cierra alrededor de mi miembro, no puedo pensar.

 

No importa que este mal, no importa que este mal, no importa que este mal.

 

 El calor me llena, todo se siente caliente, no puedo respirar bien, mis jadeos es lo único que escucho. Mi cuerpo no responde, se retuerce y arquea con el placer. Demasiado placer, no soporto tanto, termino, no me importa haber ensuciado a Kiran.

 

No importa que este mal, no importa que este mal, no importa que este mal.

 

 Un gemido ronco, Kiran me mira, su mirada perdida, llena de lujuria.  Le siento moverse más, no me despega la mirada, yo le miro también, grabando esta imagen.   El hormigueo del placer que queda en mi cuerpo me hace sentir bien, mirar a Kiran de esta manera podría hacer que vuelva a mí la pasión.   

 

No importa que este mal, no importa que este mal, no importa que este mal.

 

Kiran me besa, una y otra vez. El último beso antes de que termine  es más profundo, intenso. El gesto de placer de Kiran… sonrió, acariciando su cabello cuando se deja caer a mi lado, su brazo sobre mí, impidiendo que me mueva. No podría moverme aunque quisiera. 

 

 No importa que este mal, no importa que este mal, no importa que este mal.

 

Me dormí por no sé cuánto tiempo, cuando desperté seguía en la misma posición, mi cuerpo entumecido. Kiran duerme también, a mi lado. Me muevo un poco para poder verle mejor.  Hace mucho que no le veo dormir, cuando podía quedarme en su cama, siempre dormía. Ahora, su respiración me calienta el hombro. Su cabello no está peinado, esta todo revuelto y le da un toque más provocativo.  Hasta que no veo mi mano en su mejilla, me doy cuenta que le estoy tocando. Observo mi mano, y luego la muevo. Quito el brazo de Kiran de mi, y me levanto. Levantarme después de una buena sesión de sexo siempre es difícil.

 

—Idiota Kiran— murmuro, no por lo que hicimos. Un leve dolor me recorre la espalda. Es incomodo levantarse, moverse, todo. Recojo mi ropa y me la pongo de cualquier modo, solo la necesito para ir al baño.

 

El baño tiene también una tina, de un estilo más viejo.  No puedo quedarme más con Kiran, si dejo que las cosas sigan. No. esto debe ser solo sexo, un buen sexo pero sexo al fin y al cabo.

 

Suspiro entrando en el agua tibia de la tina. Es ridículo… ¿Cómo fue que paso esto? no se suponía que terminara con Kiran de esta forma. Estaba  bien antes, era menos complicado antes, arg, como odio que lo imposible enamore. Es imposible estar con Kiran, lo sé muy bien. Por eso, por eso es que no me hago ilusiones, no veo nada sobre nosotros, porque no habrá nunca un nosotros.

 

— Aquí estabas—  ¿Por qué tiene que venir ahora?

 

— ¿Dónde más podría estar?

 

— ¿Por qué te fuiste?— cierro los ojos, reclinando la cabeza. Estoy seguro de que Kiran sabe en el fondo que lo tenemos ahora será solo temporal.

 

— ¿Por qué tendría que quedarme?— Kiran se escucha diferente, ya no es el mismo de esta tarde, sin un rumbo. Me alegra que no lo sea, no quería irme aun— ¿Cómo están tus amigos?

 

— nerviosos. No hay noticias sobre nada, el tiempo se acaba.

 

— Aún hay tiempo— su mano se posa sobre mi brazo.

 

— ¿Qué pasara después?— no quiero pensar en eso. Me distraerá, será como la primera vez que tuve que irme. ¿Por qué tiene que arruinar todo con sus preguntas?

 

— Kiran, ¿crees que…?— no, no puedo decirle. Yo sigo siendo el  malo aquí. Si al final soy yo quien se va, no será raro— ¿crees que ya pueda intentar con el segundo diamante?

 

— eh…

 

— tomare eso como un sí.

 

— deberías esperar un día más, estas mejor pero solo para prevenir— no está mal  considerando que no sé qué es lo que me hará el segundo diamante. No siento cuando se levanta, pero si sus labios besándome— espera un día.

 

— lo hare. Lo que te pediré… de hecho es que no te opongas a que lo haga, pase lo que pase.

 

— no me gusta cómo suena eso. Pero lo hare, nunca rompo mi palabra— lo sé, sé que no lo hace nunca— duerme conmigo esta noche.

 

— Será raro que nos vean juntos— aunque no pienses en el futuro, Kiran, yo si lo hago, yo pensare por los dos.

 

— Tienes razón— me sonríe. A pesar de lo que dijo, hubo un cambio bastante notorio… al menos para mí.

 

La cercanía de Kiran cambio, todo momento estuvo cerca de mí.  A veces nuestras manos se rozaban.     

 

— ¿Todo bien, Hadrien?— me pregunta, mientas sigo escribiendo. Con la magia de regreso, pude terminar de curarme por mi mismo las heridas que  quedaron. Levanto la mirada, su mano apoyada casualmente cerca de la mía.

 

— Si… ¿Por qué no estaría bien?— reprimo un suspiro. Kiran voltea hacia atrás, mientras su mano acaricia mi mejilla y luego se inclina a besarme.

 

— ¿duermes solo?

 

— Claro que duermo solo— le sonrió.

 

Quizá, solo por unos días, podría creer que esto va durar.  

 

Lo hago. Toda otra semana. Discretos coqueteos, besos a escondidas. En realidad es divertido, algo que se aleja tanto de lo somos, no somos ni héroes ni villanos, solo humanos teniendo un amorío. Justo ahora suspiro, acomodándome mejor casi encima de Kiran para estar más cómodo.

 

— ¿estás despierto?

 

— Si— acaricio con mis dedos las marcas del brazo de Kiran. Me fascinan, nunca había tenido la oportunidad de tocarlas como ahora. Kiran no me detiene, mientras yo sigo trazándolas con mis dedos.

 

— estoy feliz con esto— murmura.

 

— ¿no eres feliz acaso?

 

—no es eso… es como no saber que quería algo, o que lo estaba buscando— umm ¿es así? Me pregunto que otras cosas oculta Kiran. A mi también me gusta estar de esta manera, entiendo lo que me quiere decir y sin embargo… no necesito a Kiran.  ¿Me pregunto si será consciente de lo poco que durara esto?

 

— ah, es una pena que tenga que terminar— Kiran se levanta de pronto, tan  pronto que termino sobre la almohada de forma poco elegante— hey…

 

— ¿terminar? ¿Por qué?

 

— pues… ¿Por qué somos enemigos y tenemos ideales y metas diferentes? Además, dudo que quieras perder todos tus privilegios de favorito del parlamento— lo digo con sarcasmo, pero cuando Kiran no me responde siento un pinchazo de dolor en el pecho.

 

— eso no tiene porque ser así— me dice, pero ya es tarde. Yo se que Kiran no  lo hará. ¿Y? está bien, no lo necesito.

 

— no puede ser de otra manera.

 

— ¿Por qué no? Hadrien, ¿si te lo pidiera dejarías la forma en que vives?— ¿Por qué tengo que ser yo el que tiene que cambiar?

 

— no lo sé.

 

— ¿y si dejamos de ser enemigos? No digo que vengas y seas “bueno”, solo que dejes de hacer el mal— la forma en que lo dice es graciosa. ¿Dejar de hacer lo que hago? Quiero recordar algo, pero no logro, algo relacionado con no hacer lo que esperan.

 

— no te entiendo.

 

— si no haces daño a nadie, no tengo que estar tras de ti, no tenemos que luchar.

 

— ¿Y cómo nos veremos entonces?— el único motivo por el que Kiran y yo nos seguimos viendo es porque nuestros ideales chocan.

 

— ¿Tan poco confías en mí?— no, si confió en Kiran, es la única persona en la que confió. ¿Dejar lo que hago? Nunca lo haría por nadie, o eso pensaba. ¿Es esta la  respuesta?

 

— ¿Por qué?— siempre he tenido que salir adelante por mí mismo, por eso ya no espero nada de nadie, espero todo de mí.

 

— Te quiero Hadrien— no… eso no puede…  no.  Simplemente no— aunque seas un poco espeluznante a veces, y cruel.

 

— lo soy— balbuceo. Sería tan fácil solo decirle que sé que soy cruel, decirle que no me importa lo que me diga, que las cosas no van a cambiar. Pero pueden cambiar ¿no? puedo tener a Kiran, y si tengo  a Kiran no necesito seguir llamando su atención.

 

— ¿entonces?

 

— ¿umm?

 

— ¿lo harías?

 

— ¿dejar de ser malo? No sé, me gusta mucho lo que hago— y me esforcé mucho para llegar a donde estoy— lo pensare.

 

— oh, vamos Hadrien.

 

— oye, no puedes pedirme que acepte eso solo en un momento— gruño. Kiran se queda serio, en un gesto que conozco bien, lo hace cada que está pensando algo profundamente.

 

— tienes razón. Bueno, entonces al menos piénsalo.

 

Lo hago, pensar. Sé que Kiran no es capaz de hacer lo mismo por mí, y eso me molesta. ¿Qué nos hace diferentes? Aun así, pensar en la posibilidad de que esto se prolongue indefinidamente… vivir de esta forma…

 

Por la mañana me levanto primero, dejo a Kiran durmiendo en la cama. Es temprano aun. Ya he perdido el tiempo suficiente.  

 

— Nos iremos hoy— digo, entrando en la sala. No todos están aquí, de hecho solo la chica que salve y la hermana gemela.

 

— ¿Qué?

 

— Que hoy dejamos este lugar— les digo, y sigo de largo.  Entro a mi habitación, necesito cambiar mi ropa— Hassim ¿tienes idea de a dónde podemos ir después?

 

— ya me preguntaba cuando dejarías esto. Menos mal que no tienes ninguna obsesión con Kiran ni nada de eso.

 

— solo calla.

 

— Bien, desde que llegamos tengo nuestro próximo lugar, en caso de que las cosas se vieran un poco complicadas— es bueno que Hassim sea tan eficiente, si no en serio no sabría qué hacer. Busco en el saco el diamante. Hoy mismo encontrare los secretos de este diamante.  

 

Como esperaba, Kiran no está de acuerdo, pero le encuentro listo en la sala, con esa mirada  decidida que tiene siempre.

 

— ¿estás seguro?

 

— sí. Haz que tus amigos bloqueen lo más que puedan la magia. Posiblemente no se pueda retener mucho, para entonces ya tendremos que estar en el siguiente lugar— se siente bien poder usar magia.

 

— ah, está bien. Ya lo escucharon— las pocas cosas he hemos logrado conseguir ya están listas también.  Saco el diamante, suspiro y dejo que la magia lo cubra otra vez. La vez pasada, en el cementerio fue bastante llamativo, esta vez no lo es tanto. ¿Es menos poderosa la maldición?  La magia que lleva dentro reacciona, bloqueando mí intento.

 

— Kiran— creo oírle suspirar. Su mano se cierra en torno a mi muñeca. La corriente de magia me  toma por sorpresa. Un eco del dolor que me causo anteriormente mi otro intento me deja sin aire. La magia de Kiran termina por guiar a la mía hasta dar con el centro del diamante. Sangre.

 

— por dios, Hadrien ¡Estas sangrando!—  ah, maldición, no creí que fuera literal— ¡Detente ahora mismo!

 

— unos segundos…— murmuro, necesito bien los detalles de cómo fue creado. Imagino como sería algo creado con infelicidad, sangre y… ¿y qué? ¡Quiero ese zafiro!

 

— Basta—  el diamante cae de mi mano. No me había dado cuenta de que el mundo se había perdido hasta que regresa a mi visión.

 

— Aun no…— mi cuerpo se va de lado. Todo parece un caos aquí dentro, hay demasiada magia. Solo pienso en lo idiota que se sentirá ese Keegan cuando venga y se dé cuenta de que estuvo a unos metros de nosotros.

 

— rayos, ¿Hadrien?  ¿Me escuchas?

 

— Claro que te escucho— los ojos me escocen. Siento algo húmedo en mi rostro, cuando lo limpio una mancha roja queda en mi brazo. Ah, sí, la sangre— tenemos que irnos.

 

— pero…

 

— Vayámonos— es Kiran quien me sujeta, me apoya en él— rápido— una oleada de agradable magia me recorre. Quiero decirle que no me duele nada, que no me siento mal, solo un poco cansado, pero el mundo comienza a girar, el piso desaparece. Hassim nos está llevando.

Notas finales:

Hadrien esta incorforme con los terminos que le pone Kiran

¿Y quien no querria una vida de villanias? XD

Muchas gracias por leer, nos leemos la siguiente semana.


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