El beso de ambos vengadores fue profundo y deseoso, querían más, la noche era perfecta, y Steve estaba dispuesto a tomar el cuerpo de su canelita en ese mismo lugar, acomodarlo encima de la mesa y hacerlo suyo.
El rubio tomó la mano del castaño, lo vio a los ojos y habló:
-Tony… no quiero obligarte a llegar a más…
-No hay nada que yo no quiera de ti Steve. –le susurró en el oído.
-De acuerdo. –el Capitán agarró a Iron Man, cargándolo como “princeso”, haciendo que éste se sonrojara ante el acto del fortachón.
-¿Q-Qué ha-haces? –tartamudeó, el castaño no estaba acostumbrado a ese tipo de acciones.
-Te llevo a la cama… -sonrió. –además, si lo hacemos aquí alguien puede vernos, y que quede claro, solamente yo puedo verte desnudo. –frunció el ceño, realmente no estaba dispuesto a compartir esas maravillosas escenas con alguien más.
-¿¡Desnudo!? –se exaltó por lo que dijo su compañero.
-Si… como dije solo yo puedo ver quien realmente eres… -le dijo seductoramente.
-Eres un… -no terminó de hablar cuando el rubio ya había chocado sus labios con los de él, devorándolo lentamente.
El Capitán se dirigió hacia adentro de la torre mientras cargaba a su castaño, lo volvía a besar una y otra vez, el millonario gustoso aceptaba los besos de su rubio. Llegaron a la primera habitación vacía del último piso, un cuarto que rara vez era ocupado, pero que tenía por completo el estilo Stark.
Entraron al cuarto, Steve recostó al ingeniero en la cama y se posó sobre él, dándole otro beso más profundo y exagerado. Se separaron para tomar aire, el rubio con una de sus manos comenzó a desabrocharle el pantalón al genio y bajárselo desesperadamente. Mientras el castaño desabrochaba de la misma manera la camisa del rubio.
Cuando el rubio por fin le había quitado el pantalón, todavía le faltaba el bóxer del castaño, pero sonrió para sí mismo cuando notó que su miembro estaba pidiendo atención por debajo de la ropa interior, llevó ambas manos hacia el chaleco del millonario, quería desnudarlo de una vez por todas y lo logró.
Estar abajo del Icono de América era difícil, ¿Cuánto creen que pesa? No es para nada ligero, y el genio solo había logrado quitarle la camisa al rubio, pero nuestro querido Hombre de Hierro ya no tenía ni con que cubrirse, un escalofrío recorrió su cuerpo cuando sintió la mano del Capitán jugar con su amiguito, que por cierto ya se encontraba muy despierto.
El rubio procedió a besarle el cuello al castaño, dejándole marcas de propiedad, lentamente bajaba hasta que llegó a los pezones de su canelita, su mano derecha seguía masturbando al genio, su mano izquierda estaba al costado del genio, tocando todo lo que pudiera a su paso, y su boca estaba jugando con uno de los pezones de su canelita, sonrió cuando el castaño colocó las manos en su cabeza mientras soltaba uno que otro gemido de placer.
-S-Steve… -el agarré que tenía sobre el rubio cada vez se hacía más fuerte, sentía que en poco tiempo terminaría, oh no, nuestro Tony no consideraba eso justo, pero con un mastodonte encima le era difícil moverse.
El Capitán dejó su labor de jugar con el miembro de Tony, y también de jugar con su pezón, escuchó como Stark soltaba un suspiro, su respiración era agitada, Rogers iba a colocarse entre las piernas del menor cuando escuchó que éste le llamaba.
-Espera… -se notaba su agitación.
-¿Qué pasa? –por todos los cielos esperaba que su canelita no se haya arrepentido.
-Es mi turno… -le sonrió. –así que… quítate de encima…
-Está bien… -se relajó, ya sería el colmo que el millonario se arrepintiera habiendo llegado tan lejos.
El rubio se quitó de encima del castaño, sentándose al borde de la cama, notó como rápidamente el ingeniero se movía hasta quedar exactamente en frente suyo, Rogers tragó saliva por lo que estaba por suceder, Stark se arrodilló entre las piernas del rubio y le desabrochó la bragueta de su pantalón, con sus manos, el castaño sacó el amiguito del Capitán, se sorprendió por lo grande que era, no por eso para ser exactos sino porque se hizo a la idea de que al día siguiente no iba a poder caminar, le pasó por la cabeza hacer al Capitán el pasivo pero se arrepintió, ¿Hay que probar cosas nuevas no? Además sabía de antemano que se negaría.
Volviendo a lo que Tony estaba por hacer, sacó el “Mini Capitán” de su escondite y se lo metió en la boca, al menos hasta donde pudiera, lamiendo cada parte del mini capitán sin pudor, Steve colocó las manos en la cabeza de Tony mientras soltaba varios jadeos, Stark parecía un niño chiquito comiéndose su paleta de hielo con ansias, como si se estuviera muriendo de calor.
Justo antes de que el Capitán terminara en la boca de Iron Man, éste dejó al mini capitán, y volteo a ver a Steve que le miraba confuso por haberse detenido.
-¿Qué? Tú hiciste lo mismo. –sonrió juguetonamente el genio.
Steve suspiro, lo miró directo a los ojos y no pudo evitar excitarse más, ver a Tony con sus ojos algo llorosos, sonrojado y con saliva escurriendo de su boca, solo hizo que el rubio se calentara más.
-Suficiente… -habló con determinación. Se levantó mientras era observado por el castaño con esos ojos color chocolate que tanto amaba, lo cargo y lo puso boca abajo en la cama, Tony una vez en la cama se colocó en 4, y volteó a ver a Steve quien se encontraba en su parte trasera.
De un momento a otro un pequeño dolor agudo recorrió el cuerpo del millonario pues Steve le había metido un dedo. El rubio simulaba embestidas con su dedo, lo movía por todo el interior del castaño, cuando sintió prudente metió un segundo dedo ganándose un gemido de dolor por parte de su canelita, de igual manera hacía lo mismo, solo que con dos dedos, el millonario solo podía retorcerse de placer cuando el dolor ya se había ido, para finalizar la preparación, que por cierto Natasha le recomendó que lo hiciera para que no sintiera dolor, metió un tercer dedo, el castaño se retorció soltando un pequeño grito de dolor que rápidamente se disipó cuando el rubio decidió masturbar el miembro del castaño para reducir el dolor, embestía al millonario con los tres dedos, hasta que se detuvo.
-Creo que con eso es suficiente… -habló el rubio, agarró al castaño y lo colocó boca arriba.
-¿Por qué… me volteas? –habló mientras trataba de calmar su respiración.
-Quiero ver tu rostro cuando hacemos el amor… -dijo el rubio, se colocó entre las piernas del castaño, puso su mini capitán en la entrada del menor y de una sola embestida logró meterlo por completo, ganándose un grito por parte de su canelita que solo se retorcía y arqueaba su espalda, Steve estaba maravillado con la escena frente a sus ojos, sobre todo con el rostro de su amor. (Se los dejo a su imaginación).
Lentamente el rubio comenzó con las embestidas, sus manos estaban puestas en las caderas del castaño, después de unas cuantas embestidas lentas el rubio decidió hacerlas más rápidas y más fuertes. Y era obvio que Tony no se iba a quedar callado.
-St-Steve –jadeaba Tony el nombre del mayor, sumergido en tanto placer.
-Tony… -de la misma manera Steve le contestó al menor.
-Ya… -n-no pu-puedo…. –jadeó el millonario. Después de unas cuantas embestidas más el castaño terminó manchando el vientre del Capitán y el suyo, y después de unas cuantas embestidas más el rubio terminó dentro del castaño.
Ambos vengadores suspiraron tratando de controlar sus respiraciones, pero fue el genio quien habló primero:
-¿Otra ronda?
-Sabes que si mi canelita…. –habló con ternura.
-¿Canelita? –se confundió.
-Así es mi canelita y de nadie más. –terminó para volver a empezar con el acto sexual.
Una vez terminada sus rondas calenturientas, la pareja se encontraba acostada en la cama, estaban abrazados, esperando a quedarse dormidos.
-Te amo Tony…
-Y yo a ti Steve, te amo…