-¿A qué se refieren? –preguntó confundido el Capitán y los demás vengadores también tenían esa mirada curiosa por lo que iba a decir el Dios de las mentiras.
-Pues… -comenzó Loki.
-Vamos hermano… seguro que ellos lo entienden. –le animó el Dios del trueno.
-Bien, oye mortal de hojalata. –empezó el pelinegro y de inmediato el Capitán se puso en modo defensivo, lo que viniera de ese Dios no era para nada bueno.
-¿Qué Cuernitos? –preguntó el castaño despreocupado.
-De casualidad ¿Últimamente no te han pasado cosas extrañas?
-Eh… sí ¿Por qué la pregunta? –el castaño se confundió.
-¿Eso qué tiene que ver? –esa vez fue la pelirroja en preguntar.
-Déjenme terminar estúpidos mortales sin educación. –suspiró. -¿Te acuerda que hace varios días nos encontraste a Thor y a mí en la cama?
-¿¡Qué!? –gritó el Capitán.
-Vamos no es para tanto Steve, ¿Pero qué tiene eso? –el castaño habló.
-A lo que me refiero es que todo lo que te ha estado pasando fue por mi culpa, como venganza por haberme hecho pasar tan vergonzosa situación… -dijo sin más el hechicero.
-¿Qué? –se confundió el castaño.
-Eso quiere decir que… -comenzó Steve.
-Oh… esto huele a sangre. –Clint como siempre echándole leña al fuego.
-Eso explica muchas cosas. –comentó Bruce.
-Ya decía yo… -le continuó Natasha.
-Pero mi hermano lo siente mucho. –intentó mejorar la situación el Dios del trueno.
-Realmente no lo siento, fue divertido hacerte creer que el Capitán te odiaba, asustarte con varios muertos y comerme tus donas…
-Mejor no ayudes Loki. –Thor palmeó a su hermano.
-¡Estúpido Cuernitos de segunda! –el castaño se enojó, era más que obvio que el ingeniero explotaría de rabia.
-Cálmate Tony… -intentó Bruce.
-¿¡Qué me calme!? Por culpa de este Dios de cuarta, yo… -se detuvo en seco y su rostro se tornó de un color rojo. Claramente estaba avergonzado. -¡Maldición! –dijo y finalmente se retiró del lugar.
-Tony espera… -le llamó su rubio. –pero el castaño no se detuvo y ni siquiera dijo nada.
-No salió tan mal como pensé. –habló Clint mientras tomaba de su jugo por medio de un popote.
-Y así el desayuno se arruinó… -dijo el Doctor. –Creo que me llevaré mi comida a mi laboratorio antes de que Hulk quiera salir y golpear Loki de nuevo. –dicho esto se retiró a del lugar.
-Thor… -le llamó el Capitán, los demás miembros que seguían ahí jurarían que el líder de los vengadores estaba irradiando un aura completamente oscura, tanto que hizo que el Dios del trueno empezara a sudar. -¿Te acuerdas lo que te dije, si me enteraba que el causante de todo esto había sido Loki?
-Pues… -habló el rubio de cabello largo volteando a ver su hermano.
-Dije que lo iba a castrar. –se levantó de la silla.
-No estarás hablando en serio… -expresó algo asustado el pelinegro.
-Claro que lo dije en serio. –se giró para observar a su compañera que también estaba dispuesta a ayudar a su amigo.
-No digas nada Steve, claro que te ayudo. –la pelirroja se levantó de su asiento, fue hacia la cocina y regresó con el cuchillo para cortar carne.
-Yo me voy antes de que me metan en esto. –el arquero se levantó de su silla, tomó su comida y se fue de ahí pensando en que realmente quería ser testigo de semejante atrocidad.
-Vamos amigos, resolvamos esto como personas civilizadas. –trató de convencerlos el rubio de cabellos largos, pero sus intentos eran nulos.
-Te lo dije Thor. –el pelinegro suspiró. –Te dije que si se los decía me iban a castrar.
Mientras tanto en la habitación del genio, éste se encontraba tirado en su cama con una almohada encima. –Carajo… -suspiró y se giró de lado observando por la ventana.
-¿Señor? –habló J.A.R.V.I.S.
-¿Qué sucede? –dijo sin ganas el castaño.
-¿Puedo saber por qué se retiró del comedor?
-¿Qué no escuchaste?
-Si lo hice.
-¿Y entonces?
-My lord, ese es el problema, usted hubiera golpeado a Loki, pero no lo hizo, simplemente se retiró dejando a todos con la duda de su comportamiento. –finalizó la I.A.
-Joder J.A.R.V.I.S. –volteó hacia el techo como s una persona estuviera ahí. –No pude ver a Steve, eso es lo que pasa.
-¿Por qué no señor?
-Porque por culpa de Loki, Steve vio una fase de mí que jamás había mostrado, además… –suspiró frustrado. -¿Y si lo que siente por mi Steve fue causado por Loki? ¿Cómo sé que no es un sueño? Yo realmente… lo amo…
-No detecté magia en el Capitán anoche señor. –a veces el castaño juraría que J.A.R.V.I.S trataba de animarlo. –Así que anímese mi Lord porque el Capitán si quiere algo serio con usted, además el me confesó sus sentimientos hacia usted hace tiempo atrás.
-¿En serio? –cuestionó el genio.
-Así es, además señor, vea el lado positivo.
-Ilumíname J.A.R.V.I.S.
-Si Loki no hubiera hecho lo que hizo, posiblemente usted no se hubiera dado cuenta que está enamorado del Capitán Rogers.
-Wow… creo que tienes razón… -sin vacilación el millonario se sorprendió por lo que dijo su I.A. sin duda había creado una inteligencia artificial grandiosa, parecida a la una persona en realidad.
-La tengo señor. –finalizó la I.A.
-Creo que te crie bien –se burló el genio.
Pasaron algunos minutos cuando escuchó que tocaban la puerta, el castaño observó la puerta pero no contestó, sin embargo esto se estaba volviendo insistente hasta que escuchó la voz del Icono de América.
-¿Tony? ¿Estás bien? –volvió a tocar la puerta. –J.A.R.V.I.S. me dijo que estabas aquí.
-Ábrele la puerta J.A.R.V.I.S. –dijo el castaño y de inmediato la puerta se abrió dejando entrar a un rubio preocupado con una bandeja de comida. “Joder Rogers tienes que ser tan…” pensó, pero un claro sonrojo se puso en su rostro y como al Capitán no se le pasa nada, simplemente sonrió.
-Te traje algo comer, no es bueno que no desayunes, recuerda que es la comida más importante del día. –Dejó la bandeja en la mesita de noche que se encuentra a lado de la cama.
-Lo sé… -el castaño suspiró.
-Canelita, ¿Qué pasó?
-… -El castaño no contestó.
-Cariño, puedes confiar en mí. –sin duda el fortachón sacaba su lado cursi cuando quería.
-Me dio vergüenza… -soltó sin más el millonario.
-¿Vergüenza? Pero ¿Por qué? –el Capitán se confundió.
-¡Me dio vergüenza contigo! ¿¡De acuerdo!? –gritó desesperado pero hizo un movimiento brusco. -¡Auch! –se sobó la cadera.
-¿Conmigo? –el Capitán seguía extrañado por lo que dijo su canelita.
-Porque gracias a eso, tú viste una fase mía que solo los más cercanos hacia mí conocen… -se tapó el rostro con la almohada. –Me viste llorar, me viste asustado y…
-Tony… -el rubio le interrumpió. –No importa, diría que fue lo más hermoso que he visto, así que no te preocupes, te amo y eso es lo que importa… -se acercó y le quitó la almohada para darle un beso en los labios.
-Supongo que tienes razón. –el ingeniero lo miró a los ojos. –y como dijo J.A.R.VI.S. Si no fuera por lo que hizo Loki tal vez no me hubiera dado cuenta de mis sentimientos, eso es un punto a su favor.
-Si lo es…
-Por cierto… ¿Qué pasó con cuernitos después de que me fui? –preguntó el castaño confundido.
-Nat y yo lo íbamos a castrar, pero…
-¿Qué tú y Nat qué? –cuestionó sorprendido.
-Íbamos a castrar a Loki, pero Thor dijo que si capábamos a su hermano también lo teníamos que hacer con él…
-Vaya… -el filántropo trataba de asimilar toda la información.
-Así que amarramos a Loki al sofá y Nat le colocó un maratón de la Rosa de Guadalupe. –dijo divertido Rogers.
-Cielo santo… por más Dios que sea se va a morir con eso. –finalizó el castaño.
-Pero así aprenderá a no meterse contigo. –acarició la cabeza de su canelita. –Si te hace algo también se mete conmigo. –se enojó.
-Steve…
-¿Sí?
-Te amo… -comentó el millonario.
-Yo también te amo. –finalizó y volvió a besar a su novio.
-Todavía me duele y tengo hambre… mencionó Stark tiernamente.