“UN CUENTO DE NAVIDAD”
CAPITULO 3: “LA VISITA DE LOS FANTASMAS”
Había sido un día muy pesado para Kaiba, ya pasaban de las 11 de la noche en todo el día no había probado bocado y en realidad no sentía la necesidad de hacerlo, su mente se concentraba, en lo satisfecho que estaba por todo lo que había logrado ese día, para incrementar el dinero de la familia y en cerrarse en su propia soledad…
- Bien es hora de irse…
Tomo el portafolio de donde Yami lo había dejado y luego cerro las puertas de su oficina, afuera de sus despacho ya no se miraba a nadie seguramente, hacia mucho que en toda la empresa no habían mas personas que el y los guardias de seguridad…
- Hasta luego señor Kaiba, feliz navidad…
Despidió al joven uno de los guardias de turno, sabiendo muy bien de lo tarde que siempre salía el joven empresario…
- Nos vemos mañana…
El guardia se impresiono por lo que Kaiba decía, en verdad iba a llegar en día de navidad, vaya Kaiba si que era trabajador…jamás se imaginaba lo que Kaiba buscaba, alejarse según el, de su tristeza, manteniendo la mente ocupada lo lograba.
Pero cuando era de marcharse luego de un día de trabajo, sus pensamientos regresaban a tener un solo nombre…Joey…siempre se concentraban en el y lo cruel que fue al abandonarlo aquel día de navidad, para luego verlo morir en un hospital, jamás lo olvidara y solo el trabajo le ayudaba hacerlo…
Mientras Kaiba caminaba, por las solitarias calles rumbo a su mansión y todos aquellos pensamientos llegaban a su mente, en una tienda muy cerca de donde estaba, llamo su atención…
- Wow, vaya…
Dijo el CEO, mientras miraba con gran impresión, al enorme pavo que se veía en una de las vitrinas muy cerca de la tienda distribuidora de los discos de duelo de su corporación…
- Esa cosa es muy grande, jamás lo venderán…-bajo su mirada para ver el precio…-y eso no ayuda en nada, cuesta una fortuna…en fin…
Kaiba continúo su viaje, rumbo a su mansión… tiempo después ya estaba cambiado en su pijama de dormir, listo para descansar luego de un día lleno de trabajo y cansancio…sin imaginarse, que dentro de poco estaría por recibir una visita…
Luego de apagar la luz en su mesita de noche, cerró sus ojos durmiéndose al instante, tiempo después se escucho resonar el sonido en el reloj que prendía de la pared, lo despertó, sus campanadas eran muy fuertes marcando media noche, era navidad…
- Tonterías…
Luego miro a un lado de la cama y observo el lugar vació que su querido Doggy había dejado luego de su muerte, se voltio y cerro sus ojos alejando esos pensamientos de su mente, que lo único que hacían eran traerle sufrimiento y dolor a su corazón…
Cuando de pronto, a un teniendo los ojos cerrados, escucho en su habitación unos pasos y tambien se escuchaba el arrastrar de algo, que Kaiba no supo que era…pero alguien en su habitación no era común así que abrió sus ojos rápidamente y encaro a su visitante…
- ¿Quien esta…ahí…?
Dijo Kaiba en tono amenazante, encarando a la misteriosa figura que estaba en su habitación, sabiendo que nadie se atrevía a entrar a su recamara sin su autorización. Ni la servidumbre, ni siquiera sus hermanos, cuando vivían con el lo hacían…entonces quien era, aquel extraño que estaba parado frente a el…
- ¿Tan rápido te olvidaste de mi Seto…?
Kaiba abrió sus ojos en impresión, no podía ser es voz, la reconocía muy bien, pero el dueño que traía a sus pensamientos, estaba muerto entonces ¿quien era el que estaba al frente de el con esa voz tan parecida…?
- ¿Gosaburo?
Dijo imprecisando, mirando al extraño que por la oscuridad presente en la habitación no se le miraba el rostro, de pronto los rayos de la luna aparecieron colándose por las cortinas blancas, de telas de seda dejando ver el rostro de aquel hombre, afirmando su identidad…
- ¿No te alegra verme…?
Kaiba se impresión, en verdad esa su padrastro, no lo podía creer. Además el semblante del que alguna vez fue su padrastro no era nada bueno. Su piel se le notaba muy pálida, sus ropas estaban rotas y viejas, en sus cabellos traía una especie de telas de araña y en sus piernas… ¿Qué traía en sus piernas? Se pregunto Kaiba, al ver los cribetes sujetando ambas piernas de aquel sujeto…
- Veo que si te alegra verme luego de tanto tiempo…vaya has arreglado muy bonito la alcoba…
El sujeto se sentó en el sillón favorito de Kaiba, cerca de la chimenea de su habitación. Su visita lo había imprecisado y lo había dejado sin habla ¿como era posible que su padrastro estuviera vivo otras vez?…no lo entendía…
- Joey te manda sus saludos…
Kaiba abrió sus ojos en impresión, no podía creer lo que decía y mas ese hombre, su malvado padrastro, se atrevía a mencionar a Joey, a alguien tan sagrado como su cachorro no se lo perdonaba…
- Te extraña, aunque esta triste, por que tu, lloras a un por su ausencia…
¿Como podía saberlo?, nadie lo sabia, nade… el lloraba en la soledad de su mansión, siempre que traía a Joey a sus pensamientos, y siempre derraba lagrimas por que el ya no estaba a su lado, pero como podía saber Gosaguro, nadie lo sabia ni siquiera Mokuba o Noa…
- Gracias a el y con un poco de mi intervención con el maestro, yo estoy aquí…
El sujeto se levanto del sofá y lo encaro en todo aquel rato, Kaiba no había dicho ni una sola palabra solo se mantenía donde mismo, escuchando aquel hombre que pensaba muerto…
- Veo que te haz quedo sin habla…bueno creo que yo estaría, igual de impresionado al encontrar a un muerto a los pies de mi cama…
- ¿Nani?
Kaiba abrió sus ojos en impresión, no creía lo que su padrastro decía, entonces era cierto el estaba muerto, pero como estaba de regreso y ahora estaba hablando con el… era algo que no comprendía
- ¿No me crees?, pues tendrás que hacerlo…
El sujeto dio unos pasos, con dificultad ya que aquellas cadenas no le permitían moverse libremente, pero logro llegar cerca de Kaiba…
- Estas cadenas representan todo el egoísmo, la tiranía, la avaricia, la frialdad que demostré, cuando estaba con vida. Ahora se me ha condenado a llevarlas por toda la eternidad… Seto si no cambias la actitud que haz tomado, estas condenado a sufrir lo mismo que yo…
- ¿Qué dices?...- pregunto admirado, mientras miraba lo grueso de aquellos grilletes y lo pesadas que se notaban las cadenas…
- Si no cambias, el maestro te condenara a estar toda la eternidad con estas cadenas, hijo…
Kaiba se sorprendió por lo que el hombre decía, no era el mismo que conoció antes, aquel jamás lo hubiera llamado hijo, si no era para burlarse pero ahora cuando lo dijo, se le noto tan sincero que no creía que era el mismo Gosaguro de antes…
- Debes cambiar Seto, Joey en verdad esta muy triste por la actitud que has tomado y se siente culpable ya que todo empeoró luego de su muerte…
- ¡¡CALLATE!!
Le exigió Kaiba lo que menos le gustaba era escuchar mencionar a Joey y mas en los labios de aquel malvado que lo maltrato tanto a el como a su hermano Mokuba…
- Se que aun me tienes mucho resentimiento y me siento culpable, yo te convertí en lo que eres ahora, si tan solo hubiera abierto los ojos, quizás tu fueras diferente pero ya es muy tarde para eso…
Dijo con tristeza, el joven CEO lo noto el Gosaguro que tenia en frente, no era el mismo de antes, había cambiado pero que eran todas aquellas palabras que decía ¿en verdad estaba muerto?, ¿y en verdad estaba ahí frente a el para ayudarlo?
- Si hijo estoy aquí para ayudarte, Joey y el maestro.- señala el cielo…-me enviaron para avisarte, que tienes una oportunidad para cambiar pero si no lo haces correrás con la misma o peor suerte que yo…escucha…
Kaiba retrocedió un poco al ver como Gosaguro, se sentaba en los pies de su cama en verdad no le agrado mucho ese gesto…
- Vendrán a visitarte 3 fantasmas…
- ¿Qué idioteces estas diciendo?
Para Kaiba ya había sido suficiente habladurías y ahora mas fantasmas, eso era algo que no iba a creer…
- Callate…- le exigió Gosaguro al verse interrumpido, y sin quererlo Kaiba asintió…-no tengo mucho tiempo para tus berrinches…escucha y no interrumpas…-ese si era el mismo Gosaguro que conocía…-vendrán a visitarte 3 fantasmas, cuando el reloj marca la 1 de la mañana vendrá el primero, 15 minutos después el segundo y media hora después el ultimo estos espíritus te ayudaran a cambiar tu corazón y si no lo logran, Seto siento decirte, que correrás un destino igual al mío…-dijo en tono triste, mientras miraba sus piernas…
- No lo creo…-dijo Seto con toda la frialdad del mundo…
- Pues deberás hacerlo…
- Esta es una estupidez…largate no quiero saber nada de ti, ni del maestro, ni de ningún fantasma…
- Hay hijo, mas te vale cambiar o estarás en peor situación que yo…
- Me vale…
Kaiba cerro sus ojos, y al abrirlos nuevamente ya no estaba, Gosaguro había desaparecido, quizás todo había sido un sueño… miro el reloj en la pared, marcaba las 12.10 minutos seguramente todo había sido un sueño, quizás la falta de alimento le estaban afectando, pero aun así solo prefirió recostarse otra vez y seguir con su sueño, pero cuando el reloj marcara la hora indicada por Gosaguro aquello cambiaria…
Kaiba recobro su sueño rápidamente, creyendo que todo lo que había experimentado antes, había sido un mal sueño. Pero eso estaba por cambiar….el reloj en su pared marco muy violentamente la una de la mañana, de un solo golpe se despertó y se quedo sentado en la cama, pensando en voz alta…
- ¿A que hora dijo que vendría el fantasma?...-se sacude la cabeza- dios que estoy diciendo, ese patético sueño, me perturbo la mente…
Kaiba cerró sus ojos pensando que todo lo que había experimentado, había sido un mal sueño, pero jamás imagino a quien encontraría cuando abriera sus ojos nuevamente…
- Te equivocas Seto Kaiba, soy real…
En la ventana a un lado de su cama, estaba parado un hombre que irradiaba una cegadora luz dorada, de lo cual Kaiba pudo verlo claramente, tapando un poco sus ojos con su brazo para que aquella luz no lo lastimara…
- Mi nombre es Shadi y soy el guardián de los 7 artículos del milenio y he venido por que siento un desequilibrio mastico que…- se sacude la cabeza…- ¿Ra que estoy diciendo?
- ¿Ha?- Kaiba lo miraba con una gotita…
- Nah, soy el fantasma de la navidad pasada…-el chico caminaba a paso lento hacia Kaiba…-he venido por ti Seto Kaiba…
Kaiba a un no salía de su asombro al ver aquel chico vestido con un túnica color blanco y un extraño turbante es su cabeza, pero miro la mano que le extendía no le gusto en lo mas mínimo ese gesto…
- ¿Nani?...
- Acompáñame…-le dijo con una sonrisa, pero Kaiba solo se levanto de su cama, amenazando con golpearlo…
- ¿Cómo entraste aquí? Largate antes que llame a seguridad y te saque a patadas…
El chico sonrió y negó con su dedo, sin que Kaiba pudiera evitarlo, lo tomo del brazo y ambos fueron cubiertos por una luz color blanco, para luego desaparecer de la habitación y llegar a otro lugar, un lugar que conocía muy bien Kaiba…
- ¿Dónde estamos…?-miraba a su alrededor, a lo lejos se escuchaban las risas de unos niños…
- Espera y veras…
El fantasma le señalo atrás de Kaiba para que pusiera atención a las personas que se acercaban, y el CEO quedo impresionado por quienes venían…
- ¡¡Espera Moky!! No corras te lastimaras…- advirtió un niño de cabello café y ojos color azul, siguiendo a otro de largo cabello color negro…
- No puede ser…-Kaiba quedo impresionado se trata de el y su hermano Mokuba, cuando estaban pequeños pero entonces el lugar donde estaban era el orfanato ¿Cómo pudieron llegar a ese lugar?
- Seto Kaiba, estamos en la primera navidad que pasaste en el orfanato junto a tu hermano…
Kaiba miraba incrédulo por lo que el chico decía, pero luego siguió mirando la escena de los niños que corrían con una sonrisa en sus rostros. Era cierto, esa fue la primera navidad que paso junto a su hermano en el orfanato, y aunque no tenia mas familia que Mokuba, era feliz…
- Mira Seto, es el árbol de navidad…
Los niños dejaron de correr, por lo que el mas pequeño de ambos advirtió y Seto admiro el árbol que estaba en frente de ellos, con muchas luces de colores y esferas color rojo, verde y amarillo en verdad era hermoso a pesar de lo humilde de aquello adornos…
- Si tienes razón… ¿quieres ir por galletas Moky?
El niño se agacho ligeramente para ver a su pequeño hermano a los ojos, el cual sonrió y comenzó a correr…
- ¡¡Haber si me alcanzas…!!
- Moky te dije…¡¡¡Mokuba cuidado…!!!
Mokuba estaba distraído mirando atrás de si, para evitar ser alcanzado por su hermano, cuando de pronto choco con uno, de los niños más grandes de aquel lugar…
- ¿Estas bien Moky?
Mokuba estaba tirado en el piso, donde aquel chico mucho mas grandes y corpulento que el, lo había dejado, lloraba por el dolor que le había causado toparse con el chico…
- Snif…lo siento Seto…- se disculpo el pequeño sabiendo lo que su hermano le había dicho…
Para suerte de ambos, el chico mas grade no tomo represalias por el golpe que le produjo el cuerpo de Mokuba, simplemente se alejo dejando al chico llorando en el piso…
- No te preocupes, pero ya no llores…-dijo con una sonrisa…-no me gusta verte triste hermano…
- Seto…-el pequeño abraso a su hermano, y el chico solo sonrió al ver las muestras de afecto de Mokuba…
Mientras tanto de lejos Kaiba observa con sus ojos ligeramente brillosos, por lo impresionado, que estaba al recordar aquella escena que le produjo tanta ternura…
- Te quiero Seto…
- Yo tambien, vamos Moky comeremos una galleta, pero no llores mas…
El joven empresario recordaba la forma tan cruel, en la que había tratado a sus dos hermanos ese día y recordó como le dolía ver sufrir a su hermano menor, aunque siempre su orgullo, podía más que su corazón…
- ¿Para que me traes a ver esto?...
- ¿Lo olvidaste no es cierto…? Jamás te gusto ver sufrir a tu hermano, pero ahora tú eres la causa de esa tristeza…
- Ya no quiero ver mas…ya no quiero...
- Pues tendrás que hacerlo…
Otra vez el chico tomo a Kaiba de su brazo y lo llevo a otra navidad, donde ya no habían risas de niños, solo se miraba una lujosa mansión adornada muy elegante mente y en el centro de la sala a un chico de cabello café con una cara que demostraba cansancio y a su lado, estaba un hombre mayor, el cual al parecer era su maestro de estudio…
- Bien Seto, realiza esta suma…-el hombre le dio un lápiz para que el pequeño comenzaba a realizar la suma de 15 dígitos y de un total de 53 cantidades diferentes…-quiero que le saques raíz cuadrada, averigua si tienes raíz cúbica…-el hombre saco un viejo reloj…-tienes 5 minutos para realizarla…comienza ya…
Kaiba al ver aquello, bajo su mirada, ese fue el peor día de toda su vida, fue la primer navidad que pasó con su nueva familia y su nuevo padrastro…Gosaguro Kaiba…
- Estoy cansado…
Ya habían pasado varias horas de estudio y el chico estaba exhausto, sin quererlo, callo dormido sobre la mesa, eso no le agrado para nada a su nuevo padrastro…
- ¡¡Levante…perezoso…!!- con un manotazo en la mesa, el chico se despertó de golpe, mirando asustado a su nuevo padre…- de esa forma no se comporta un Kaiba…
El chico hizo una mueca de fastidio, en verdad aquel hombre era muy cruel con el, pero a un así, tenia que demostrarle que no era débil, por ello debía seguir con sus estudios… tomo un libro que estaba sobre la mesa y continuo con su lectura…
De lejos Kaiba observa, recordaba muy bien ese día, el cual fue el mas cansado de toda su existencia…
- Estoy muerto…
3 horas después de aquello el chico, estaba complemente agotado y se acostó sobre el sofá de su habitación no tenia las fuerzas para llegar hasta su cama…
- ¿Estas bien Seto?- a la habitación entro el hermano menor de Seto, sabiendo muy bien que su hermano mayor, estaba muy cansado y que no había comido nada en todo el día, llevaba con el, una bandeja con un emparedado y vaso con leche tibia…
- Si, solo déjame dormir…-el chico no tenia ánimos para ser interrumpido, solo abrió ligeramente sus ojos y luego los volvió a cerrar ya que en verdad estaba muy cansado…
- Se que estas cansado pero debes comer, necesitas alimentarte para continuar con los entrenamientos de Gosaguro…
El pequeño se sentó en el piso, quedando al frente de su hermano sosteniendo la bandeja con sus manos…
- Vamos Seto, necesitas comer, hoy es navidad, no puede ser que te vayas a la cama con el estomago vació…- le dijo el pequeño, en tono suplicante…
- ¿Qué no entiendes que quiero estar solo?...largate, quiero descansar no hablar contigo…
Mokuba abrió sus ojos en impresión y luego dejo la bandeja sobre la mesa al frente de Seto. Luego salio corriendo de la habitación del chico, sollozando por las palabras tan crueles de su hermano…
Kaiba lo miro y se puso al frente de la puerta para detenerlo, pero Mokuba lo sobrepaso…
- Kaiba estos son recuerdos nosotros no existimos…
- Pero…
Kaiba quedo impresionado, pero luego miro como el fantasma lo tomaba otra vez de su brazo y lo trasportaba hasta la habitación de Mokuba, en la cual el pequeño estaba acostado en la cama y mientras las lagrimas fluían y caían rodando por sus mejillas…
- Snif…yo solo quise hacerte feliz en navidad Seto…
Luego Mokuba miro un pequeño paquete que tenia sobre su cama seguramente era el regalo de navidad para su hermano…
- Perdóname Mokuba…
Kaiba se agacho a los pies de la cama del pequeño, queriendo sostener una de las manos de Mokuba pero de nada servia, sus manos lo traspasaban y no lo podía sostener…
- Ven aquí Kaiba…
Luego el fantasma, señalo la puerta y ella se abrió de par en par dejando ver a una persona, la cual entro a la habitación, era el pequeño Seto el cual tambien traía un obsequio de navidad para su hermano…
- Moky, lo siento mucho…
Dijo el chico, bajando la mirada apenado por haber hecho llorar a su pequeño hermano, el cual solo lo miro, se limpio las lágrimas en su rostro y corrió abrazarlo…
- Estaba muy cansado, Gosaguro en muy duro conmigo, pero eso no justifica que yo debo serlo contigo…
Seto se había agachado hasta abrazar a Mokuba el cual sonrió al ver a su hermano mayor…
- Lo se, no te preocupes Seto…-luego se separo del abrazo y le entrego a Seto le pequeño presente que tenia para el…-esto es para ti…
- Arigato…-dijo con una sonrisa mientras tomaba la pequeña cajita, entre sus manos…-y esto es para ti…-le dijo Seto entregándole el regalo, que traía entre sus manos con un brillante listón color dorado…- ábrelo…
Mokuba obedeció y le quito el listón logrando abrir la caja, dejando ver al pequeño Mokuba lo que ella contenía… era un pequeño porta retrato en forma de carta del duelo de monstruos con la foto de Seto adentro de el, fue la primera que le tomaron cuando llego al orfanato…
- Yo tambien tengo el mío…-dijo Seto con una sonrisa mostrándole el mismo porta retrato que traía en su cuello, y adentro la foto de Mokuba, tomada en el mismo lugar…
La mirada de Kaiba ensombreció en tristeza, y miro el pequeño portarretrato de carta de duelo, que traía en su cuello lo abrió y miro la foto de Mokuba y a un lado la foto de Joey…abrazo con ternura…su querido cachorro…
- Abre el tuyo Seto…
Dijo impaciente el niño, indicando a Seto abrir su regalo el cual obedeció, le quito el listón color verde que traía y luego aparto el papel que lo cubría encontrándose con un pequeño dibujo…
- Tú sueñas con tener un dragón blanco, pues yo decidí hacerte uno…hasta que conseguirás, esa carta…
El pequeño Mokuba sonrió, y Seto solo miraba impresionado el dibujo del dragón blanco hecho por su hermano, luego lo abrazo…
- Esto significa mucho para mí…gracias Moky…
- Recuerda que este dibujo es temporal, hasta que logres conseguir uno real…
Kaiba bajo su mirada y sus ojos parecían brillar, era cierto gracias al apoyo Mokuba, al dibujo que hizo, le dio la fuerza para conseguir a un dragón blanco ojiazul real y ahora tenia 3 en su baraja, jamás se puso a pesar que los pudo obtener gracias al apoyo que Mokuba le brindo en aquel instante…
- Te quiero hermano…
Seto sonrió mientras seguía abrazaba a su pequeño hermano…y desde lejos Kaiba miraba la escena, se arrepentía por haberle dado ese desaire a sus hermanos… pero su visita al pasado a un no terminaba…
- Vamos Kaiba tenemos que hacer otra visita…-el chico tomo a Kaiba otra vez de su brazo y lo trasporto a una navidad que le trajo mucho dolor…
Era su mansión, lo sabia…al centro de la sala había un enorme árbol, adornado con las mejores esferas y luces… en los pies de este los regalos para los habitantes de la casa, en la casa tendrían que haber habido risas, felicidad por ser día de navidad… pero en el despacho del joven empresario, estaba sucediendo una acalorada discusión…ambos Kaiba y fantasma se acercaron al lugar, traspasaron la puerta y entraron al despacho, encontrándose a al mismo en el lugar hablando con un chico muy conocido para el, era Joey el otro chico Kaiba estaba impresionado por ver a su cachorro con vida. Corrió abrazarlo pero de nada servia, ese tambien era otro recuerdo de su pasado…
- No existimos ¿Lo olvidaste?- le advirtió el espíritu mientras Kaiba entristecía. Al saber que no podría tener entre sus brazos a Joey, otra vez…
Mientras tanto ambos chicos, Joey y Kaiba el cual estaba sentado atrás de su escritorio teniendo en frente a Joey, el cual tenia sus manos puestas en la mesa del escritorio del CEO…
- ¿Y solo eso me dirás?- le dijo Joey dolido al ver la actitud que había tomado su pareja…
- Lo siento Wheeler, mis negocios me quitan mucho tiempo, tiempo que no puedo seguir desperdiciando contigo…
Joey abrió sus ojos en impresión, por lo que acaba de escuchar y luego unas lágrimas bajaron rodando por sus mejillas… le había dolido mucho lo que dijo Kaiba…
- ¿Y así es como terminara todo?- los mechones rubios de Joey, tapaban sus ojos, pero por el tono de su voz, se podía afirmar que estaba muy dolido por las palabras dichas por la persona que mas amaba…
- Si Wheeler ya no quiero seguir a tu lado te agradecería que ahora mismo saques tus cosas y te vayas de mi casa…
Joey apretaba sus puños con fuerza para contener todo aquel dolor, y luego encaro a Kaiba…
- Quédate con tus mugrientos regalos…Kaiba…-al empresario, tambien le dolieron esas palabras…-no quiero saber nada de ti, y no me busques jamás…
Con eso el chico salio corriendo del despacho de Kaiba, topándose con el chico de cabellera café y el fantasma, a los cuales solo tras paso, Kaiba corrió hasta llegar con el chico tras el escritorio…
- Vamos Kaiba no lo dejes ir…corre tras el…
Kaiba del pasado se había parado de su haciendo, queriendo detener a Joey, pero no lo hizo. Luego se sentó otra vez abrió su laptop y comenzó con sus asuntos…
- No puede ser, que por tu egoísmo pierdas lo más valioso de tu vida…
Los ojos de Kaiba brillaban, en verdad ver de nuevo a Joey le había dolido muchísimo…
- Vamos debemos seguirlo…
El fantasma sujeto otra vez del abrazo a Kaiba, trasportándolo al taxi que había tomado Joey al macharse de la mansión de Seto…
- ¿A dónde joven?
Pregunto el chofer, sin imaginarse que llevaba más pasajeros en su taxi ya que a un lado del chico de cabellera rubia, estaba Kaiba mirando al chico acompañado del fantasma que lo había trasportado hasta ese lugar…
- Donde sea…solo lejos de aquí…
Al chofer le pareció extraña la actitud de su pasajero, pero ya no pregunto más ya que la voz del chico se notaba triste y parecía que una pregunta más lo haría estallar en llanto. Prefirió seguir la orden ducha por el chico y se dirigió al centro de la ciudad…
- Seto…-dijo el rubio con tristeza, acampanando aquellas palabras con unas lágrimas que bajaron por sus mejillas…
- Lo siento Joey…-le dijo Kaiba, mientras el fantasma lo mirada de lejos sabiendo que esas palabras jamás serian escuchadas por el viejo amor del CEO…
El tiempo pasó, Joey aun seguía muy dolido y triste, las lágrimas en sus mejillas no dejaban de resbalarse por ellas y el dolor en su corazón no disminuía. No entendía por que Kaiba le había hecho ese desaire, cambiándolo por sus negocios…cuando de pronto todo aquello iba a tomar un giro inesperado…
- ¡¡¡¡¡Agarrese joven…!!!!!
Le grito el conductor mientras intentaba frenar, Joey levanto su mirada y luego miro un camión que se dirigía a toda velocidad, justo al lugar donde el se encontraba…Kaiba miro el mismo vehículo y se lanzo sobre Joey para protegerlo, pero de nada sirvió el camión los impacto y Joey salio disparado fuera del vehículo quedando mal herido en la carretera…
- ¡¡Joey!!… ¡¡Joey!!…¡¡Doggy!!…
Kaiba intentaba despertar al chico que estaba acostado en la carretera, cubierto de sangre, su cara había quedado desfigurada por el impacto y todo su cuerpo emanaba sangre, su ropa estaba rasgada y su mirada estaba perdía, vacía…sin vida…
- ¡¡JOEY!!…snif…no….no…me dejes…mi Koibito, por favor…Ai Shiteru…
El fantasma miro la desesperación que estaba experimentando Kaiba, al ver aquella escena y jamás imagino el dolor que le causaría al joven empresario, a tal grado que las lagrimas no dejaban de fluir por sus mejillas…
- ¡¡¡¡¡¡¡¡¡JOEY!!!!!!!!!!!
Grito Kaiba en medio de la carretera, cuando el fantasma puso su mano en su hombro, para traspórtalo a otro lugar…era el hospital donde Kaiba fue alertado del accidente, y ninguno de sus amigos, supieron que a el se les aviso primero de aquello…de inmediato Kaiba corrió alado de Joey, pero para el chico ya era muy tarde, ese día, seria el ultimo que Joey vería con vida, pero no podía marcharse sin antes despedirse de su mas grande amor…
- ¿Doggy dios que te paso?
El ejecutivo corriendo a la habitación donde estaba Joey, encontrando al chico, cubierto por ventas, y rodeado por aparatos que marcaban sus pulsaciones. Se notaba pálido, débil, le era muy difícil tener sus ojos abiertos y aun estar con vida, pero tenia que ver a Kaiba antes de marchase…
- Veniste…-dijo en voz tan débil, que Kaiba sintió su corazón romperse al escucharla, pero al ver la sonrisa en el rostro de su amor le dio la esperanza que seguiría a su lado…
- Te he extrañado…-comenzó al platica Kaiba…
- No mientas si solo llevo unos cuantas horas de haberme ido…- le dijo con una sonrisa, mientras cerraba sus ojos, ya que le era muy difícil mantenerlos abiertos…-jamás pensé que mi vida terminaría así…
Kaiba abrió sus ojos en impresión, y ellos comenzaron a brillar sentía un nudo en la garganta, pero no podía llorar, tenia que ser fuerte y mostrarse fuerte ante Joey…
- Diles a mis amigos y a mi hermana que los tendré siempre en mi corazón…
No podía ser… eso sonaba a una despedía, no podía creer que su Doggy lo dejaría aquel día de navidad…no podía ser la vida tan cruel con el, para quitarle lo mas preciado que tenia en toda su vida…
- Y a ti, mi querido Seto…-Joey hizo una gran esfuerzo para mirar a Kaiba, por ultima vez…- Siempre te amare, jamás ame a nadie tanto como te amo a ti…mi Seto, mi empresario adorado… ¿Me regalarías un beso?
Joey levanto su mano, para tocar las mejillas de Kaiba, el cual aun no creía lo que escuchaba. Pero asintió se agacho ligeramente hasta besar los labios de Joey, el chico sonrió, y toco una ultima vez aquel cabello color café, que le encantaba tanto…luego el ejecutivo ya no sintió las caricias de Joey, y la maquina a un lado indicaban que el paciente había tenido un paro cardiaco…de inmediato Kaiba corrió pidiendo auxilio para su Doggy pero era tarde, el había muerto…
- Dios…dios…-Kaiba aun seguía en la habitación, junto al fantasma mientras miraba el cuerpo inerte de Joey…-¿Por que me haces sufrir otra vez…? ¿Por que?...-Kaiba miraba al cielo y luego sujeto fuertemente la túnica del fantasma…- ¡¡Responde!!
Pero el fantasma no contesto solo, sujeto la mano de Kaiba para que los soltara, el ejecutivo estaba desesperado, apretó sus ojos con fuerza mientras las lagrimas seguían fluyendo, correino por sus mejillas…pero luego los abrió…ya no estaba en el hospital, había regresado a su habitación, se tallo sus ojos, pudo sentir a un la humedad de sus lagrimas, luego miro el reloj en la pared era la 1.05 de la mañana…
- Fue una pesadilla….solo eso…-dijo decidido a creer que todo lo que había visto no era mas que una mal sueño…
Se recostó nuevamente en su cama, sin imaginarse que dentro de muy poco estaría por recibir otra visita, trayéndole a un mas sorpresas a su vida… la cual debía cambiar su actitud antes que su alma corriera con la misma suerte que el alma de su padrastro…¿podría lograrlo? Solo habría que esperar, para averiguar si los fantasmas cumplirían con su misión…
CONTINUARA……