Sally song-The nightmare before Christmas Amy Lee version
Cerro de golpe su ventana, y regreso de nuevo al pequeño escritorio donde había dejado el ensayo; debía seguir con la tarea que había pospuesto durante todo el verano que aunque realmente no fuera demasiada, era del último curso de literatura por lo que no era para el joven una tarea simple. Tembló un poco en su silla, el otoño llevaba con sigo los primeros vientos gélidos de la temporada, conjunto al cambio en el color de las hojas, y el inminente regreso a la escuela preparatoria. Se apegó más a la manta que lo envolvía de manera descuidada, la temperatura era baja pero, con un núcleo de hielo los otoños se podían convertir rápidamente en inviernos.
Su núcleo, simplemente no cooperaba con el mismo. Necesitaba tranquilizarlo y aumentar un poco más la temperatura de su cuerpo; había sido lo mismo desde que consiguió sus poderes hace cuatro años, aunque esperaba que en ese año no fuera tan intenso el frio de su núcleo. Después de todo había pasado casi todo el verano con Congelación, entrenándose para controlar más su naturaleza fantasmal y sus poderes de hielo.
De ese verano podría decir demasiadas cosas interesantes; su entrenamiento casi intensivo con los Yetis, que Sam y Tucker comenzaran a salir después de pasar bastante tiempo juntos defendiendo a la ciudad mientras él no estaba disponible, luego la despedida de Jazz cuando llego el momento de que ella fuera a la universidad. Sonrió un poco al recordar todos esos momentos emotivos, y más al sentir como su temperatura se regulaba con esos pensamientos.
Pero al recordar un nombre en específico, la temperatura descendió y pudo percibir un pequeño tirón que la acompañaba. Eso se estaba volviendo costumbre desde hace un par de semanas, y solo ocurría cuando su mente divagaba en su multimillonario enemigo jurado; quien al parecer había desaparecido todo el verano, nunca era bueno cuando no tenía noticias de él. Por lo que recordaba la última vez trato de conquistar la línea temporal con el infi mapa y la vez anterior a esa casi provoco que la ciudad fuera destruida por Pariah.
Vlad era un demente, un genio del mal solo comparado con los de algunas series animadas y películas de espías que solía ver (y seguía viendo) y justo en ese momento parecía como si fuera el inicio de otro arco argumental previo a una pelea épica. Y aun asi no podía dejar de preocuparse por el y menos ahora con esa sensación congelante que lo invadía desde su núcleo, era casi como si de una corazonada se tratara, advirtiendo de algo estuviera a punto de pasar. Pero pese a que su sentido fantasma no se había activado en un par de días, era la sensación más similar con la que podría comparar.
Cuando menos se dio cuenta en las hojas destinadas a su ensayo, ya se encontraban las iniciales del multimillonario. Furiosamente dibujo varios círculos en sima de las letras como si quisiera que nadie se diera cuenta que alguna vez habían sido escritas por él. Su pecho se sintió aún más frio de lo que había sentido antes, por alguna razón el pensar en Vlad lo desestabilizaba, sin importar cuanto entrenara o cuanto meditara para controlarlo.
“No puedes evitar estar conectado con Vlad”
Las palabras de Congelación resonaron en su mente, la simple respuesta que le había dado el líder de los yetis la última vez que un sentimiento como ese había alterado su núcleo; solo explico brevemente que quizás sus almas estaban sincronizadas debido a que ambos eran una especie totalmente única entre los universos conectados por sus poderes.
El yeti no explico mucho más esa ocasión, pero sabía que tendría que hablar del tema con el otra vez o en su defecto con Reloj.
En ocasiones se preguntaba si el hibrido mayor, sentiría presentimientos de la mismas manera que él; si acaso el sabia mejor de la conexión de la que Congelación hablaba. Si acaso el tenía la misma preocupación por el de manera instintiva.
Su vista abandono el cuaderno para ir de al techo, la misión de avanzar un poco en lo que restaba de ese maldito ensayo había fracaso miserablemente otra vez. Su mano dejo el lápiz en el escritorio para luego subir a altura del pecho, tocando levemente el centro del mismo. Quería pensar que el hombre mayor no iba a hacer alguna otra locura, pero sabía que algo pasaría
El viento volvió a rugir afuera, algunas hojas cecas golpearon el cristal de su ventana; haciendo que volteara instintivamente al ruido. A este ritmo el invierno llegaría antes ese año, cerró los ojos quería tranquilizarse y descansar un momento, pero un ruido mayor hizo que regresara la vista a la ventana, algo más grande se había estrellado contra de esta.
Levito rápidamente al lado de la ventana, ahora una grieta surcaba el cristal de la misma; tubo cuidado en abrirla, y justo en la pequeña cornisa se encontraba una paloma o el cuerpo de una. La observo detalladamente, de un blanco reluciente con el cuello roto tras el impacto, un blanco casi pateado que le recordaba a cierto hombre.
El pánico repentino se apodero de su corazón, al tiempo que tomaba al pobre animal entre sus manos. En definitiva algo iba a pasar, una tragedia estaba a punto de ocurrir.