se añoran los días de paz y esperanza
Naruto seguía aferrado al cuerpo del vampiro, que solo podia resoplar intentando calmar la necesidad de sentir aire en sus pulmones, su cuerpo desnudo aun seguía siendo uno con el del rubio. El sudor de ambos se mesclaba en sus pieles. Pero el olor era agradable y excitante, sasuke luchaba por mantenerse despierto, quería seguir disfrutando de todas las sensaciones de su cuerpo. pero l labor era casi imposible el cansancio lo obligaba a cerrar lo ojos, cayendo dormido de un momento a otro, ante la mirada dulce del lobo que comprendía lo sucedido así que acomodo al menor en su regazo acunandolo entre sus brazos, disfrutando de esa paz y tranquilidad que hacía tiempo no sentía, beso con delicadeza su pequeña nariz, y luego lo hizo con su frente, se puso en pie con cuidado y caminó hasta las ruinas de su antigua aldea, acostó a sasuke en lo que quedaba de una cama mientras se dedicaba a buscar entre los escombros algo de ropa, vistió su cuerpo y continuó buscando una manta en la que envolver a aquel ser que tanto amaba.
Emprendió el viaje a un destino incierto guiado solo por su olfato y su corazón, después de todo lo vivido, la distancia era nada, era el menor de los obstáculos que al ser superado, le traería como recompensa ver a su familia reunida, entre las sombras y claridad del bosque, su mente voló recordando el instante en el que conoció a su vampiro, un suspiro de sasuke lo trajo de vuelta a la realidad, provocando que sonriera y lo atrajera más hacia su pecho, el tiempo era algo sin importancia, el solo caminaba con la vista al frente, sabía que cada paso lo alejaba de todo mal recuerdo y error del pasado, esto era una nueva oportunidad, un nuevo inicio al que se aferraría, y no le importaba cómo pero esta vez obligaría a la felicidad a permanecer a su lado.
Sasuke despertó de su sueño se vio recostado a la sombra de un árbol, frente a él estaba aquel río que tantas veces presenció sus encuentros y despedidas, y cuyas aguas actuaban como cómplices de ese amor, lavando el olor de sus cuerpos después de haber pasado todo el día juntos, se enderezó poco a poco con su vista ahora fija en el lobo que desnudo se bañaba en aquellas aguas, su cuerpo brillaba bajo la luz del sol por efecto del líquido aún que también se le sumaba la sensualidad característica de la piel casi bronceada, el vampiro continuaba deleitándose con el cuerpo frente a el, con cada músculo que marcaba relieves y surcos sobre la piel.
Naruto pareció haber sentido aquella mirada, y con una sonrisa le indicó a sasuke que lo acompañara, el azabache así lo hizo camino con sus pies descalzos avanzando paso tras paso, venciendo el temor de que todo fuese un sueño, al fin al estar al borde del río, soltó aquella manta que le cubría, una especie de nerviosismo le recorrió el cuerpo cuando los ojos de Naruto recorrieron cada parte de su ser, para terminar clavando una mirada sublime en sus ojos, una mirada en la que se podía entender el cariño y amor que le tenía, y el rubio estiró su brazo ayudando a sasuke a entrar al agua, se abrazaron disfrutando del contraste del calor corporal y las aguas del río.
Sasuke estaba nervioso, su cuerpo seguía ansiando sentir el amor del lobo, y al parecer para Naruto era exactamente igual , ya que podía sentir como su lobo interno se retorcía y desesperaba, a si que cumpliendo el silencioso deseo de ambos su labios se unieron en un beso profundo y sensual, un beso que cada vez necesitaba más, más del corazón, más del cuerpo, más del tiempo y más de la vida. Les parecía tan maravilloso como el amor se podía expresar de tantas formas, con una simple mirada, una palabra, una caricia, o en este caso la unión de su ser, pues ellos se fundían con tanta desesperacion, que no se sabía en donde terminaba uno y comenzaba el otro.
La magia de esos momentos no terminó ahí, pues el día los acompañaba con la alegría de los rayos del sol, una suave y fresca brisa, que olía a bosque y libertad, a sueños y añoranzas, pero sobre todo a felicidad, ambos cazaron ese día tal como lo hacían antes, compartieron la comida y la cena a la luz de la fogata, embelesados en como el fuego danzaba ante ellos, brindándoles calor y protección, e inundando todo a su alrededor con un ambiente por demás romántico, con las luciérnagas que curiosas revoloteaban sobre sus cabezas, con las estrellas que en su lejanía brillaban, con aquella luna que sobre el manto casi negro del cielo se asomaba como queriendo saber si todo estaba bien, y lo estaba, por qué mientras los corazones del vampiro y el lobo se amaran de la forma que lo hacían, los errores, el dolor , el miedo , e inclusive tal vez la muerte no prodria separarlos.
Y sus cuerpos una vez más se entregaban el uno al otro, y sus corazones nuevamente se complementaban, Naruto besaba el cuello de sasuke mientras esté debajo de el se removía buscando aún más contacto, aquellos besos fueron descendiendo por todo el pecho y abdomen del azabache, las manos del rubio no paraban brindando caricias a cada rincón de esa fina, suave y blanca piel, un gemido más que erotico salió de la boca del vampiro cuando sintió como Naruto jugueteaba El glande de su miembro besándolo y succionándolo apenas, provocando en el un espasmos que lo obligaba a enterrar los dedos en el pasto y tierra, pronto también sus piernas recibieron la atención de los besos del lobo, que sensualmente lamia y a ratos mordía esa área, sasuke no quería quedarse atrás así que exigía también a los labios de naruto unirse con su boca, chupando y enredando sus lenguas, la vista que naruto tenía era tan excitante, con aquel vampiro de mejillas sonrosadas y cabello desordenado, que cerraba los ojos en un intento por contener el placer.
De un momento a otro naruto giro a sasuke en un movimiento delicado pero ágil, el cuerpo del menor estaba ya tan preparado para recibirle que no hubo necesidad de prepararlo, apenas el pene de naruto presionó sobre la entrada del vampiro está le permitió la entrad. Y se sintió deslizarse en aquella cálida cavidad que con su estreches le hacía gozar aún más , las embestidas fueron aumentando de ritmo naruto se aferraba a sasuke . Los sonidos de sus cuerpos eran tan claros que se aderezaban con los de sus gemidos, el rubio pudo sentir al azabache llegar al orgasmo pues este liberó un sonido que a él le fascinaba, acompañado de varios espasmos que apresaron aún más su miembro, el rubio también estaba cerca del climax, llegando al orgasmo en casi un grito, y el lobo beso cada parte de la espalda de sasuke dando tiempo necesario a que el nudo en la base de su pene les permitiera separarse.
Y aquella noche de nuevo durmieron abrazados el uno al otro, y con la llegada de la nueva mañana, ambos emprendieron el viaje que les llevaría a reunirse con su pequeña, el vampiro camino un par de horas siguiendo el ritmo del lobo, pero en un momento fue obvio que necesitaría ayuda, así que naruto lo cargo en brazos y al medio día en una parte del bosque desconocida el rubio frenó su andar tranquilo al percibir aquel dulce y agradable aroma, incluso sasuke reaccionó a el, pues comenzaba a removiéndose en los brazos del rubio. Ambas miradas se cruzaron en un gesto significativo de cariño que concluyó con el más delicado de los besos, con una discreta sonrisa el vampiro pidió caminar por su cuenta, una vez en el suelo se aferró a la manta que cubría su desnudes, solo segundos después el ruido de “personas” le trajo la vista de Minato y el resto de la manada quienes salían de entre la espesura de la naturaleza, pero su alegría y atención se centraban en la pequeña, y sasuke intentó caminar a paso rápido aún que para su vergüenza debió ser ayudado por los fuertes brazos de naruto , que sujetándolo de la cintura y un costado, lo guió para que pudiese reunir con la niña.
El momento fue íntimo, ambos padres se dejaron caer sentados sobre el suelo, llorando pero no con amargura, si no con un sentimiento insdescriptible que erizaba cada vello en sus cuerpos, estaban viviendo el mejor de los cuentos de hadas, abrazando, protegiendo y demostrando el amor a aquel nuevo ser, todos los demás optaron por darles su espacio, para que pudiesen disfrutar de ese nuevo lazo que los unía.
- Es tan hermosa, - mencionaba el lobo intentando no derramar llanto.
- Lo es – le contestó el vampiro mientras jugueteaba con la pequeña mano de la bebe – esta vez estaremos siempre juntos? – preguntó el azabache
- Si, - fue la respuesta del rubio que dedicó un beso a cada uno de ellos.
Entre la alegría y emoción por el reencuentro el camino les resultó prácticamente inexistente les presentaron a varios miembros de esa nueva manada, pero no podían mentir ellos estaban inmersos solo en su existencia y en la de la niña, pues cuando lo notaron ya habían sido instalados en una especie de carpa con solo algunas mantas que formaban una especie de colchón , y el día se les fue como agua en las manos, simplemente acompañándose y llenando sus almas con esta nueva paz, el lugar era pequeño pero agradable, pues aseguraba su cercanía, esa noche naruto permaneció en vigilia, su mente aún están tensa y de vez en cuando la sensación de ser atacados llegaba a él provocándole espasmos involuntarios que para su suerte no lograban despertar a sasuke ni a la pequeña, el sueño no le pareció una necesidad por lo que entre la oscuridad forzaba la vista para detallar cada rasgo de sus seres amados.
Cuando el sol salió nuevamente el despertó con pesases moviendo sus brazos en un intento por alcanzar el cuerpo del vampiro, pero no había nadie más que el en ese lugar, se levantó presa de la desesperacion y el miedo, a que todo lo vivido no hubiera sido más que un sueño, pasó a su forma de lobo desgarrando y destruyendo sus ropas y la carpa que le servía de refugio, sintió sobre el la mirada curiosa de algunos lobos y vampiros, que ante su reacción se habían detenido un poco para prestarle atención, ya que su alocado actuar contrastaba con lo ordenado del ambiente,, luego simplemente volvieron a sus labores.
En ese instante óbito toco una de sus patas, y con una sonrisa en el rostro le hablo con alegría.
- Vamos no querrás perderte esto , es más que sorprendente – luego ante la incomodidad del rubio sintió a óbito montar en su lomo mientras con el dedo le señalaba el lugar al que debía dirigirse .
- Bien pero baja de mi – contestó el rubio antes de sacudirse bruscamente obligando al vampiro a bajar.
- Amargado y gruñón esa clase de padre serás – se burlo óbito mientras comenzaba a caminar frente a él.
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Atravesaron eso que parecía ser una manada conformada por dos especies diferentes, haciendo que su corazón se tranquilizara, pues el rubio entendía que ahí . Ni sasuke ni su hija corrian peligro el lugar era hermoso, pero qué parte del bosque no lo era? Aún así esto tenía una especie de encanto pues los árboles ahí eran más bajos y más frondosos de ramas cortas y delgadas por lo cual los vampiros estaban casi obligados a caminar todo el tiempo, solo los más jóvenes hallaban diversión al escalarlos, jugando a una especie de cacería inofensiva en la que los pequenos lobos intentaban capturarlos. Su vista se paseó hasta toparse con una pareja mixta, una loba y un vampiro que yacían recostados apoyados en el tronco de un árbol, platicaban y reían despreocupadamente, óbito llamo su atención cuando estuvieron cerca de la rivera de un río, cuyas aguas claras y corriente rápida provocaba un ruido relajante, y era fácil ver a los peces nadar bajo estas. Algunos otros pequeños jugaban bajo la atenta mirada de una anciana, un vampiro de rojos cabellos, minato y sasuke quien al verlo corrió hasta a el para abrazarlo y besarlo.
- Ella puede caminar ahora – mencionó con alegría desbordante el azabache y a naruto esa afirmación le fue incomprensible .
- Quién puede que? – preguntó de vuelta.
- Nuestra hija naruto, ella puede caminar – le decía sasuke con una emoción casi infantil, que le hacía dar brincos mientras se aferraba al brazo del lobo.
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Y el corazón de naruto latió agitado víctima de una especie de “miedo” , su niña no podría caminar, no aún, no cuando apenas la noche anterior le había visto dormir tan pacíficamente, no cuando en su memoria estaba aún gravado su pequeño y delicado rostro, pero sasuke siguió insistiendo casi jalándolo para que avanzara, naruto escudriñó con la mirada a cada uno de los menores que jugaban, fue primero el encantador olor de la pequeña lo que la delató, haciendo que naruto clavara su vista en ella. Y tal como sasuke decía, la pequeña había crecido sorprendentemente, y para hacer aquello aún más irreal, caminaba tambaleante buscando aferrarse a una de las piernas de su abuelo Minato, que con mil gestos le premiaba y celebraba el logro.
Y naruto sintió caerse de espaldas, no entendía absolutamente nada…
- Yo también me sentí así – la afirmó sasuke con ternura – pero la anciana dice que es normal, que crecerá muy rápido los primeros años y que a cierta edad dejara de hacerlo,
- Yo… es que es increíble, - apenas y termino de formular aquellas palabras, el rubio vio como la niña lo veía dedicándole una sonrisa al tiempo que comenzaba a caminar a ellos.
Naruto recibió en brazos a su hija que comenzaba a balbusear mientras tocaba el rostro de su padre. Inmediatamente cayó rendido ante la ternura infantil.
Nunca se hubiera imaginado lo que el destino le tenía deparado, y se sentía afuntunado por ello, por fijarse en ese vampiro, por sentir atracción desde el primer instante, por darle la dicha de sentir el amor, por brindarle la oportunidad de ser padre, un profundo calor invadió su pecho, cuanto esperaba sentirse así por siempre, rodeados solo de la felicidad y la tranquilidad,…
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