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Lobos y vampiros por Elbuhoconlentes

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Notas del capitulo:

Espero el cap se suba bien 

Tiempo de alegres despedidas y nuevas familias.
 
Naruto y sasuke llevaban una semana ya viviendo en la nueva manada, todo se desarrollaba entre tranquilidad y bienestar, la anciana de esa manada les enseñaba todo respecto a la pequeña, de forma que los cambios que ella sufría prácticamente de la noche a la mañana, ya no les asustaban.
 
Para Naruto era un orgullo ver a su hija, que transformada en un pequeño lobo, corría frente a él a una velocidad que el mismo rubio se esforzaba por igualar, y sasuke montado sobre su espalda reía con alegría de escuchar al rubio respirar entre resoplidos a causa del esfuerzo, la hierba debajo de ellos, sucumbía ante el peso y la velocidad, mientras se mecían por la estela de aire que dejaban tras de ellos, el viento rodaba sus rostros en una caricia agradable, la pequeña loba al sentir más cerca a su padre, se transformó en una sombra de humo negro, subiendo a un arbol que si bien no era muy alto, le ofrecía refugio entre lo tupido de su follaje, y esta vez fue el turno de sasuke que impulsado por su salto y el brusco frenar de Naruto, prácticamente voló y en el aire también liberó su transformación, y Naruto desde abajo veía como sobre las ramas de aquel árbol un par de sombras jugueteaban a atraparse, y a pesar de que de ellas solo sobresalían sus rojos ojos, no infundían miedo si no ternura, la ternura de saber que era su familia aquella que disfrutaba de La Paz del bosque.
 
Y la pequeña se dejó caer desde esa altura aterrizando ahora en el lomo de su padre y aferrándose a su pelaje, y sasuke aterrizó ahora frente a ellos.
 
- Les gane de nuevo – mencionó entre  risas la niña, que con apenas poco más de una semana de vida lucia la apariencia de 5 años de existencia. El simple hecho de mirarla era atrayente con aquella particularidad que le heterocromia le brindaba – son lentos. – y Naruto ante sus palabras soltó una risa tan gutural que debido a su estado de transformación en lobo, parecía más ser un gruñido.
- Es por qué haces trampa, - le refirió juguetón el vampiro – eso de pasar de una forma a la otra no está permitido. – y sasuke saltó también hasta estar sobre Naruto, se colocó detrás de su hija y la abrazo con cariño. 
- Ahora volvamos con la manada – les interrumpió el lobo.
 
Y con suave andar Naruto se encaminó de regreso, atravesando aquel bosque de follajes densos, pero que dejaban pasar entre sus hojas y ramas delgados aces de luz, el sonido de algunas aves cantando acompañaban al sonido del viento que semejaba una corriente invisible deslizándose sobre aquellas copas, y entre la hierva del suelo crecían pequeñas flores silvestres que coloreaban el camino que ellos seguían en un alegre acompañamiento. 
 
- He decidido cuál será mi nombre, - interrumpió la infantil voz, y sus padres prestaron más atención a sus palabras. 
- Eso es bueno, - le dijo Naruto con alegría.
- Y como te gustaría ser nombrada? – le preguntó sasuke con curiosidad a su hija.
- Kozu ,  kozu será mi nombre, - les dijo mientras con ánimos se ponía en pie sobre su padre. – seré kozu, la más fuerte de los vampiros, y la más valiente de los lobos, - aseguró la pequeña ganándose algunas risas de sus padre.
 
Al llegar a la nueva aldea, la pequeña bajo de un brinco y sin voltear a ver a sus padres corrió a jugar con un par de niños que al igual que ella, crecían con el tiempo corriéndoles de manera diferente, y sasuke y Naruto solo la veían.
 
- Literalmente, cada día más grande – les dijo a manera de saludo óbito , que sosteniendo el brazo de Rin con el suyo les sonreía. Y Naruto y sasuke asintieron a la referencia. – nos alegra que todo esté bien, y bueno ahora que no hay peligro de que madara intente matarnos, creo que ha llegado la hora de despedirnos. 
- Se irán? – pregunto con sorpresa sasuke. 
- Si, la verdad es que tantos años de vivir de un lado al otro, nos han vuelto exploradores – contestó con gentileza la mujer – no nos mal interpreten, vivir en un lugar como este es un sueño, pero estamos más acostumbrados a recorrer el mundo – y Naruto y sasuke sonrieron entendiendo aquello.
- Bueno, aún así se mantendrán en contacto? – preguntó el rubio – aún no encuentro la manera de agradecer su ayuda. 
- No tienes que agradecerlo. Ahora en verdad podemos ser libres – le contestó óbito. 
 
Y entre risas y algunas otras palabras la despedida fue sencilla pero con muchas emociones en ellas, el lobo y el vampiro vieron a la otra pareja caminar hacia los niños que jugaban, observaron como kozu se separaba de ellos y con un abrazo y un beso se despedía de aquellos vampiros, no tenían idea en ese momento de que solo horas más tarde, serían testigos de otra despedida más, esta vez protagonizada por gai  y kakashi, que con las esperanzas renovadas gracias a los conocimientos de aquella anciana, partían en busca de un sitio en donde nadie los conociera, pues con la ilusión de que aún podían formar una familia más grande, esperaban criar a su descendencia, lejos de toda mala referencia a sus especies, necesitaban también reponer el tiempo que desperdiciaron al estar alejados, y disfrutar de la intimidad no solo para los actos de unión de sus cuerpos, si no la intimidad de sus sentimientos y corazones, la intimidad de compartirse  sus vivencias y curar mutuamente sus heridas. Así que una noche entre la claridad de la luz de la luna y un suave viento, vieron a gai que con un kakashi cargado en brazos sujetando un enorme ramo de flores blancas se despedían alegremente. 
 
Naruto no podía negar que estar en esa manada les ofrecía seguridad, pero también comprendía el sentir de aquellos que habían partido, de alguna forma la esperanza de una familia cambiaba las prioridades y los hacía ir en contra del instinto, ahora lo que menos le importaba era luchar por ser el alfa de la manada, o por a crecentar el número de sus integrantes, ahora lo que más deseaba, era solo un lugar en el que kozu y sasuke fueran felices a su lado, un lugar que fuera único y especial solo para ellos, y sentado en la piedra en la que estaba veía como el vampiro y su hija se bañaban a las orillas del río, les veía dedicarles sonrisas, y juguetear entre el líquido, notó la presencia de alguien salir del bosque y se tranquilizó al ver que se trataba de aquella anciana.
 
- Así que también se irán? – le preguntó sin reproche. 
- No lo sé, - contestó el rubio.
- No tienes por qué sentirte avergonzado si piensas en ello – Naruto levantó su mirada – no hay nada malo en buscar el bienestar de los que amas, soy consciente de que aún con los mejores tratos, se sienten ajenos a esta forma de vida, en la que premanecemos un
 tiempo en algún sitio, y luego nos movilizamos, para muchos es doloroso seguirlo, pues apenas están hechando raíces en la nueva tierra,  es tiempo de seguir adelante, o por el contrario, están tan anciosos de abrir sus alas al viento, que el tiempo que deben esperar antes de viajar a nuevas lugares merma sus espíritus, y hay algunos otros que buscan la seguridad de un lugar en el que su retoño pueda crecer, sin las sorpresas que puedan traer lo cambios a un nuevo lugar. 
- Es así como me siento, es eso lo que deseo, quiero buscar tierras que les pertenezcan a mi familia, en las que podamos vivir con seguridad, - expresó Naruto con anhelo. 
- Entonces hazlo muchacho, busca y encuentra aquello que quieres. – le dijo la mujer mientras palmeaba su hombro y con una sincera sonrisa se alejaba del lugar.
 
Y sasuke salió del río con la pequeña en sus brazos, en todo momento sus miradas permanecían fijas en los ojos contrarios, cuanto se amaban, por cuanto habían pasado, y ahora esa pequeña era su legado, era el fruto que demostraba que no había diferencias entre una especie y otra, pues no existía nada que el amor no pudiera unificar, espero a que sasuke lo alcanzará y extendió una pequeña bata para que la niña se cubriera, y lo mismo le ofreció a sasuke. Un beso apacionado fue el agradecimiento del vampiro y el lobo lo recibió gustoso.
 
Una semana más les pasó en aquella manada, pero su momento de partir les llego, solo minato los acompañaba en esa nueva aventura , pues shikamaru, temari, ino y Sakura decidían viajar con la manada,  en esta ocasión la despedida fue más triste pero no menos emocionante, pues en los ojos de cada uno de sus amigos se notaba la anciedad de saber que les trairia el futuro, felicitaron a ino por su más avanzado embarazo, y dieron sus mejores deseos a shikamaru quien al lado de temari veían más real la pocibilidad de tener hijos, ayudados del conocimiento de la manada. 
 
Emprendieron su viaje de regreso, el lugar ya había sido decidido, vivirían en aquel castillo que durante tanto tiempo representó sus diferencias, pero que ahora albergaría a su familia, protegiéndolos de todo aquello que quisiera dañarlos, y Naruto estaba inmerso en la belleza de su pareja que caminando a su lado mientras enlazaban sus manos, dibujaba una leve sonrisa en sus labios, se deleitó con esa hermosura tan natural del ser místico, que al voltear a verle, le enamoro aún más, lo hechizo a un más, sumiendo su alma en la necesidad eterna de permanecer el resto de sus días a su lado, y no podía negar que temía un poco, a aquello que la anciana les dejo como advertencia, pero el rubio imploraba secretamente a sus dioses y la luna , que el momento de separación , que sabía era seguro, demorará años en alcanzarlos, y también imploraba por qué llegado ese momento las fuerzas no le abandonaran, separo la vista de la del vampiro unos segundos para observar que frente a ellos minato transformado en lobo llevaba dormida a kozu entre su pelaje, claro que tenía razones para no darse por vencido, razones por no faltar a la promesa de que, no importaba que tuviese que hacer obligaría a la felicidad a permanecer  con ellos, una brisa de aire fresco soplo en su contra, haciendo que sus corazones se alarmaran por un momento, incluso minato frenó su paso y gruñía con furia a algo frente a él, sasuke tomó a la niña y se refugió detrás del cuerpo de Naruto , que al igual que su padre, paso a la forma de lobo, y aquel ser que les produjo semejante reacción salió de entre la seguridad de los árboles, dejando ver un cuerpo aún herido y una que otra marca amoratada en su cara.
 
Ambos lobos estuvieron a punto de atacar a madara que en un intento de defensa paso a su transformación de lobo, pero todos detuvieron sus acciones, y sasuke no creía lo que veía , su hija en algún momento del que no pudo ser consiente, escapó de sus brazos y ahora estaba parada frente a aquel lobo negro, que al verla bajo la cabeza y parecía haber sucumbido al encanto de la niña, que acariciaba con gentileza su frente.
 
- Puedes venir con nosotros – le dijo la niña a madara. 
- Kozu aléjate de él- fue la orden expresa de Naruto, pero la niña no se movió ni un centímetro, ambos lobos amarillos ya dejaban escapar su olor dominante impregnanado el ambiente de furia y tensión , 
- Por favor kozu ven conmigo – le imploro sasuke quien intentó caminar para alcanzarla pero fue detenido por Naruto, que lo que menos quería, era ver a su hija y pareja correr peligro al lado de madara.
- Kozu es la última vez que te lo pido, regresa al lado de tu padre – ordenó nuevamente Naruto.
- Pero papá, el es igual a mi, cuando yo sea mayor también seré tratada así? – preguntó la niña, haciendo que todos se quedarán sin habla. 
- Regresa con ellos – fueron las palabras de madara qué pasó a su forma humana y comenzó a caminar bosque adentro.
- Pero debes venir con nosotros, mis padres y mi abuelo te aceptaran – el mayor bajo la mirada – al igual que me aceptan a mi, ellos me aman, me cuidan, me hacen reír, ellos son mi familia y pueden ser la tuya. – sasuke sujeto el pelaje de Naruto en un puño y con la mirada le expresó que la pequeña tenía razón.
 
Ellos sabían del desafortunado pasado de aquel hombre, aún así era difícil confiar en el, pero, cómo podían ellos negar una segunda oportunidad cuando su hija en su inocencia, les hacía ver lo equivocados que estaban? , pues tenía razón, una familia es la base de todo, y sin importar que tanto te equivoques en tu camino , ella siempre estará apoyándote, y claro que deberás pagar por lo errores pero después de ello, también es merecido algo de paz y tranquilidad, 
Así que sasuke camino aún con miedo hasta alcanzar a la niña y cargarla en brazos.
 
- Sabes el por qué no confiamos en ti, - le hablo sasuke a madara que seguía dándoles la espalda – pero… tal vez puedas demostrar que eres digno de ella. – le dijo mientras veía como aquel hombre volteaba a verle, su apariencia distaba tanto de la que solo días atrás había presumido, en sus ojos la soledad y arrepentimiento, brillaban y se hacían presentes en la solitaria lágrima que a pesar de no ser más que una pequeñez apenas visible, parecía pesar tanto como la tierra que les permitía pararse sobre ella. 
- Si supieras todo lo que e hecho, ni siquiera dudarías en matarme. – contestó madara.
Al tiempo que sasuke, Naruto y minato le veían con desconfianza pero la pequeña niña le sonreía amistosa…
 
 
Notas finales:

Bueno espero no tener faltas de ortografía o nombres cambiados

 

fracias por darle una oportunidad a este fic 


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