Es mejor ir muy rápido …
El rubio conducía, sin darse cuenta, cada vez pisaba con más fuerza el pedal de la velocidad, sasuke a su lado, lo veía con disimulo, el corazón de ambos latía con brutalidad golpeando sus pechos, el ambiente dentro del auto era tenso, casi asfixiante, sasuke se encogió aún más en su asiento, Naruto pareció notarlo, esta vez la respiración del azabache se hizo desesperada, por su ventanilla, las imágenes de casas postes y árboles, pasaban rápido dejando una especie de estela, decidió que necesitaba aire, bajo la ventanilla y este impacto su rostro por lo que de inmediato sus cabellos revoloteaban al ritmo que este marcaba, en su cabeza, una especie de ilusión se comenzó a proyectar, podía verse a el mismo, saltando entre las copas más altas de los árboles, la sensación de caer al vacío pero luego aterrizar en una nueva rama era casi real, un nuevo salto, su cuerpo se tensó y se lleno de miedo, esta vez no hubo rama en la que aterrizar, escuchó el crujir de algo y un dolor fantasma nació en su costado, por instinto apretó con fuerza el sitio mientras se hacía ovillo, Naruto disminuyó la velocidad del auto, buscando en donde estacionarse, el azabache cerro los ojos, esta vez se vio recorriendo un bosque, las imágenes igualmente pasaban rápido a su alrededor pero no era él quien corría, si no más bien, parecía que flotaba, miro a todos lados y lo vio, era un lobo quien lo cargaba el terror se apoderó de el y comenzó a patalear, para ese momento Naruto ya estaba casi sobre el dentro del auto lo sacudía desde los hombros.
- Sasuke, qué pasa?, sasuke abre los ojos estoy aquí ¡, - le refería con angustia el rubio y sasuke después de unos segundos lo hizo.
- Un lobo! – mencionó con terror el azabache – eres un lobo!. – Naruto se quedó en shock al darse cuenta de que él era la causa del miedo en el menor.
- Si, pero, no te haré daño – constesto,
- Pero me das miedo, tengo miedo de estar junto a ti, le tengo miedo a morir, no quiero morir, no quiero perder todo lo que tengo, por qué mi corazón late asi?, que este sentimiento, que es este aroma, que son estos recuerdos?. – sasuke seguía en una especie de trance, sin embargo, Naruto se separó de el y bajó del auto. Así alrededor la calle lucia vacía camino hasta la orilla de la calle.
- Kozu, salde ahí, puedo olerte,- habló con delicadeza el rubio. Al instante algunos arbustos se movieron dejando ver a uña lobo negro uno se sus ojos era oscuro y el otro azul, Naruto acaricio con ternura el costado de su cabeza y junto sus frentes.- como te diste cuenta?,- preguntó Naruto. La loba chillo un poco antes de contestar.
- Su aroma, aún es igual, y, luego en mi mente te vi venir con el, - respondió insegura.
- Sé que quieres verlo, pero, este no es el momento – le indicó el rubio. Kozu pareció disgustada.
- No evitarás que lo vea, no me alejaras más tiempo de el. – en momentos como esos Naruto lamentaba que su hija también fuera una alfa. Su aroma se volvió más notorio y el ambiente se volvió amenazante, hacía cuánto que los instintos de los lobos no se presentaban de forma tan marcada?, el corazón de Naruto se estremeció y cada vello de su cuerpo se erizo, su instinto le marcaba proteger a sasuke pero la pelea con su hija comenzaba a ser inminente, kozu intentó rodearlo y correr al auto, Naruto se fue contra ella aún en su forma de humano, tomándola desde el cuello logró detenerla mientras su hija forcejeaba.
- Kozu por favor te lo suplico!, pueden vernos!. – Naruto imploraba.
Ninguno noto que sasuke estaba ya fuera del auto, por ello Naruto no fue capaz de reaccionar cuando una sombra negra lo rodeó por completo, retrocedió soltando a su hija, al instante la neblina negra se compacto hasta darle forma al cuerpo del azabache.
- Estás bien mi niña?, - preguntó sasuke, kozu fue incapaz de responderle, Naruto por su parte no daba crédito a lo que veía. El azabache volteo a verlo, camino hasta donde el con devoción, el sonido de la bofetada que vino a continuación resonó en el aire, la mejilla del rubio enrojeció pero Naruto solo pararpadeaba. – no estuviste ahí para despedirme! – reclamó el vampiro, el rubio solo pudo comenzar a llorar.
En la pequeña casa…
Itachi ya había recostado a shisui, veía con atención hasta el mínimo movimiento que este realizaba, de pronto, una sonrisa se dibujó en el rostro del menor.
- Cuanto tiempo me veras de esa forma?- preguntó shisui.
- Toda la vida si es necesario – contesto itachi,
- Toda la vida – repitió shisui, inmediatamente itachi se lanzó a su regazo, su llanto estaba descontrolado, el menor le acariciaba el cabello y espalda el cuerpo de itachi seguía estremeciéndose, comenzó a hablar entre a quel llanto desbordado.
- No pude hacer nada para protegerte, deje que te dañara de esa forma, oh shisui, mi amor, tenía tanto miedo de continuar mi vida sin ti, me sentía tan perdido y vacío, por favor perdóname! Perdóname y no te vuelvas a ir de mi lado. – shisui lo obligó a levantar el rostro.
- No tengo nada que perdonarte, - le dijo antes de entregarle un tierno beso.
La impaciencia floreció en sus corazones, buscando salido en la piel, lo que en un inicio fue un beso pasaron a ser caricias, están eran delicadas, eran añorantes, itachi miro a los ojos a shisui, en su mirada se adivina dan la duda, debía continuar con aquello, el menor asintió con cariño, y así, de apoco las ropas fueron desapareciendo de sus cuerpos, el roce de cada beso y caricia sobre la piel agenda, generaba pequeños gemidos y resoplidos, el olor de ambos se mesclo alertando a sus instintos, los besos que itachi depositaba contra el pequeño cuerpo bajo el, no marcaban la piel pero si el corazón, ellos se pertenecían desde hacía tanto tiempo, que el amor solo encontraba un desfogue completo econ aquel sublime acto, shisui le dejo acomodarse entre sus piernas, sus miembros lograron tocarse, con leves movimientos, itachi logró que ambos se frotaran, el menor gemía descontrolado, con una fina capa de sudor cubriendo su piel, y el sonrojo en sus mejillas, itachi se balanceó con más fuerza, esta vez mantuvo ambos miembros sujetos con su mano, el menor se aferró a su cuello y uno sus labios con los contrarios, un nuevo gemido se escuchó agotado entre los besos y los dos llegaron al climax al mismo tiempo. Itachi lo atrapó en un abrazo posesivo, shisui sonreía entre respiraciones.
- Te amo tanto. – confesó itachi.
- Sabes que siento lo mismo – contesto el menor, luego hizo una especie de gesto, itachi sabía que no están del todo conforme, - pero, no pude ser igual que antes?, - dijo con oculta decepción. Itacho comenzó a reír.
- Mi amor, eres tan pequeño ahora, - le refirió con paciencia, shisui se sorprendió y solo entonces analizó su cuerpo, esta vez un sonrojo de vergüenza apareció en el.
- Pero que… - el menor fijó su vista en itachi que continuaba riendo. – y tu lo disfrutas!- reclamó con diversión – esto no debe ser así!, yo soy mayor que tú! – cruzó sus brazos sobre su pecho e itachi disfrutó de aquella inmadura escena.
- Si lo vez por el lado bueno, ahora yo seré tu maestro – dijo itachi y shisui le estampo una almohada en la cara.
Entre algunas pláticas y sisas, se durmieron, con sus brazos aferrados el uno al otro, con sus corazones latiendo a un mismo ritmo, y la esperanza de un nuevo inicio abriéndose paso,unos minutos después, itachi se despertó de golpe, lo primero que sus ojos vieron fue el cercano rostro del menor, itachi no recordaba un momento tan feliz como este, se levantó con cuidado, adorando con la mirada la silueta del menor arropado entre sabanas, se Nico frente a la cama, claro que no podía saciarse de su calor, claro que anhelaba seguir abrazando su cuerpo, seguir besando sus labios, pero antes de todo aquello, debía lograr que su mente y no sólo su corazón, se convenciera de que todo era real y no solo un fugas sueño. Nuevamente shisui se removió y abrió los ojos.
- Cuanto tiempo seguirás mirándome de esa forma – preguntó de nuevo.
- Toda la vida – contesto el mayor, shisui se sentó sobre la cama y avanzó a gatas hasta quedar frente al otro.
- Entonces yo haré lo mismo, - refirió antes de depositar otro beso en sus labios.
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