CAPITULO 12
VIAJE POR CARRETERA
En otro lado un pelirrojo comía frituras mientras miraba televisión, el ruido de un celular lo hizo voltear la cabeza, noto a Jonathan contestando
-bueno- pregunto el hombre con desgano, luego se puso de nuevo alerta –si entiendo muchas gracias-
-¿Qué te dijeron?- pregunto el pelirrojo volviendo a mirar la tele
-los vieron ceca de un centro comercial por la ruta 15-
-entonces en camino necesito ejercicio- contesto con simpleza
Después todos se pusieron en camino, odiaba cuando el jefe los molestaba con las órdenes, sabía que lo que hacía no estaba bien, pero le importaba mantener al país bajo control, tomaron sus cosas y se dirigieron a su destino
El ruido de los coches pasando en la carretera, fue lo que le despertó, abriendo sus ojos para reconocer el lugar en el que se encontraba, alegrándose de nueva cuenta que no sea el laboratorio, giro su cabeza, observando a cierto Castaño dormir incómodamente, su cabello cubriendo como de costumbre parte de su frente, el suave de su respirar, sonrió, ese chico lo había salvado de los científicos, recordó su actitud cuando le dijo quién era y de donde venía, su sonrisa que le mostro cuando le dijo que lo protegería mientras pellizcaba sus mejillas, simplemente lo agradecía
-hey despierta- lo movió para saber dónde estaban
-5 minutos más- respondió acomodándose de nuevo
-¿Dónde demonios estamos? Ya despierta- lo removió más
-no me molestes- le di un manotazo entre sueños
-despierta de una buena vez- le grito por fin Ashi fastidiado
-ya desperté- dijo con un sobresalto en el asiento –ouch- se golpeó la cabeza –ay- se tomó del costado herido
-lo siento ¿está bien?-pregunto acercándose
-si lo estoy no te preocupes, no vuelvas a despertarme así- le hizo un tierno puchero inflando las mejillas
-de acuerdo ahora dime ¿Cuántas horas dormiste? Sin mentir-
-no miento, dormí hace poco, ya estaba amaneciendo, así que decidí descansar un rato, aunque ya hay que ponernos en camino- se estiro en el asiento provocando que le doliera un poco
- con cuidado ¿ya tomaste el medicamento?- le pregunto -tengo hambre busquemos comida- le dijo Ashi estirándose el también
-sí, ya me lo tome el medicamento y en el camino creo que por aquí estaba un buen lugar- le comento señalando hacia adelante
Ambos tomaron una pequeña desviación para poder desayunar algo, mientras comían Ashi le contaba más cosas de su vida
-mi madre espera mucho de mí, no sé si poder llenar esas expectativas- comento mientras bebía su café el peliblanco
-jajá sé que lo harás, además puedes seguir tu camino, si tu trata de complacer a los demás nunca lo harás, hazlo por ti mismo, para llenarte a ti, no dejes que te afecte eso-
-eso ya lo he pensado, mi padre no quiere apoyarme, solo intenta darme ordenes, las cuales claramente ignoro-
-pues Ashi, a veces no está demás escuchar las opiniones de los demás y considerarlas- le comento serio –sin embargo explica tus razones, trata de hacer que entiendan, si no lo hacen ya será su propia ignorancia-
-pareces que sabes mucho del tema- Ashi lo miro a los ojos causando un sonrojo en el castaño
-eso es porque mi hermano, cuando era pequeño, me decía que debía luchar por mis sueños, por eso aquí ando-
-¿tienes un hermano?- le pregunto bastante sorprendido ya que no lo había visto en los días que había estado con el castaño
-además me gusta cómo eres, con esa cara de serio, debes tener una fortaleza de carácter- le contesto
-hey no evadas mi pregunta- mirándolo con cara de enojado
-¿Cuál pregunta? – contesto confundido
-olvídalo ya me dirás después, date prisa- finalizo la conversación
-ok- le dijo feliz, pidiendo la cuenta y encaminándose al auto
En el camino cada vez más había coches transitando, Ryan le había explicado que eso era normal, a esa hora, ya que muchos emprendía su viaje desde temprano, le causo una risa cuando le comento acerca de su primera experiencia en el volante
-el instructor estaba realmente asustado, creyó que chocaría con un árbol que estaba cerca- cada vez que reía se podía ver en su cara como la alegría le llegaba a los ojos
-¿enserio? Yo que pensé que sabias todo-
-no, la verdad es que todo lo aprendí poco a poco- miraba la carretera mientras que hablaba
-al menos no me toco con alguien, como te lo digo… normal-
-bueno, normal, es una palabra para definir limitación hacia la gente que solo crea una rutina, ya que es cierto que todo el mundo me dice que no soy normal- esa sonrisa decía más que otra cosa para Ashi- el simple hecho de querer aprender otras cosas y hacer mas no solo por mi o mi país, me hace un anormal, ya que deseo conocer, por eso he llegado aquí-
-supongo que eso es lo que pasa cuando la gente decide salir de aquello que los limita y se considera una forma de salir de aquello que ignoran, es lo que creo que paso con mi gente-
-creo que si todos los humanos pensaran de la misma forma tendríamos habilidades como ustedes o al menos una cura para cada enfermedad- contesto el castaño meditando la situación -¿es lo que les paso a ustedes?-
-no lo sé, a lo mejor alguien pensó lo mismo que tú, por esa razón somos más habilidosos- contesto el peliblanco mirando por la ventana el paisaje
-pensemos en la historia, por ejemplo en el país en donde vivo, hace mucho tiempo, la gente que ignoraba que había más allá de todo, seguía las ordenes de otro país más poderoso, pero un hombre o algunos pensaron por que seguir así, por que no salir y expandir fronteras, conocer el mundo, conocerlo por nosotros mismos, así es como mi país es libre-
-valla historia, en mi mundo las cosas son un poco diferentes-
-sería interesante escuchar alguna vez la historia de tu mundo- le dijo con alguna pequeña esperanza de que se quedara
-si lo seria- comento casual mirando por la ventana
Aquella respuesta, hizo qué Ryan, pensara mejor las cosas, él no debía de causar problemas, ya se había propuesta ayudar a ese extraterrestre a llegar a su casa, no debía interferir las emociones en su misio actual, ya antes había hecho ese tipo de misiones ¿por qué sería diferente esta vez?, miro de reojo al peliblanco, haciendo que por primera vez esa confianza se derrumbara, sentía ganas de llorar