CAPITULO 19
FIRST ESPIA, NUEVO AMIGO
Cerca de donde andaban los oficiales, tres hombres y uno inconsciente tocaban la puerta de una casa, cerca de donde antes estaban, los recibió un chico de cabello azul oscuro de la misma altura que Ryan y ojos azules claro
-que sorpresa- comento mirando atrás del chico
-Spencer necesito que me ayudes- le dijo el castaño, el chico sonrió y dejo que entraran
-atiende primero al peliblanco, parece que tiene fiebre- comento el pelirrojo al chico
-ok, después me explican que les paso y quienes son ellos- señalo a los extraterrestre
-si lo hare pero por ahora necesitamos descansar- contesto el castaño
Después de atender al peliblanco y bajarle la temperatura, se fue directo hacia el chico, donde encontró al pelirrojo dormido en algún sillón y a Ryan siendo atendido de su herida
-parece que tuvieron un día movido-
-es más que eso- contesto el castaño mientras terminaban de vendarle la herida
-bueno, la cosa es así- comento Oscar comenzando a contarle lo sucedido
Ambos le contaron todo el viaje el por qué están allí, absolutamente todo, después de la conversación, el chico no dijo nada, después se empezó a reír
-valla aventura la de ustedes- se reía
-no es gracioso- le dijo Óscar serio
-lamentablemente tenemos que ayudarles, por nuestro bien y el de ellos- dijo Ryan algo cansado
-le ayudare, se pueden quedar lo que necesiten, por ahora les sugiero que descansen, yo me iré a mi habitación- el chico se despidió dándoles unas mantas y almohadas
-gracias Spencer te lo agradezco- lo miro el castaño
-no hay por qué agradecer eres como mi maestro, considéralo como respeto jeje, sensei-
-otra vez ese apodo no me gusta, déjalo será mejor descansar- el castaño se dirigió hacia el cuarto donde estaba el peliblanco durmiendo
-dime ¿Qué no se supone que no debemos enamorarnos?- le pregunto el chico cruzado de brazos y serio, Óscar se mantenía fuera de la conversación, mejor se durmió
-sí, esa debería ser una regla para que no sucedan cosas, pero en el corazón no se manda Spencer- contesto bastante decaído
-entonces creo que no debo meterme- el chico se fue hacia su cuarto donde se durmió
Ryan llego donde estaba el peliblanco y le acaricio el cabello, se acomodó en una silla que había traído y se acomodó aun lado, mirando que su respiración y sonrojo ya estaban normales
-perdóname y entiendo lo que quieres decir- se mordió el labio –creo que es egoísta de mi parte tener a alguien especial- se quejó con frustración
Miro al chico, ya había tomado por completo su decisión, la prioridad era llevar al peliblanco a su hogar, debía cumplir la misión y eso haría
-soy el mejor espía del mundo, mi prioridad es mi misión y mis sentimientos van después- tras decir aquello dejo de pensar en lo que le gustaría que fuera y trato de dormir
La noche pasaba tranquilamente al día siguiente seria agitado, como la última semana, cada día que pasaban juntos, el peligro aumentaba
Ala mañana siguiente Ashi despertó primero sitiándose mejor, observo el cuarto, cuando miro hacia un lado vio al castaño dormido sujetando una de sus manos, sabia lo mal que le había hecho sentir después de la conversación pero las cosas no cambiarían, decidió seguir durmiendo
Se la pasaron buscando al pelirrojo y a los otros chicos, el auto estaba abandonado, y no había visto a nadie cerca del lugar
-esto es malo, si se enteran de que perdimos ya a los dos extraterrestres, estaremos perdidos-dijo uno de los hombres fumando en el cofre del auto
-perfecto, primero uno, después otro enfrente de mis narices, ojala tengamos una pista pronto- dijo Jonathan bebiendo de una lata de refresco
-será mejor que nos demos prisa, no sé bien a donde van pero observando el camino, seguramente van con el presidente- comento otro de los hombres
La luz que se colaba por una de las ventanas daba directamente en la cara de cierto castaño, provocando que despertara, observando que seguía durmiendo en la misma posición
--hey Ryan, el desayuno ya está- le dijo el chico de cabello azul
-gracias, me conoces- le respondió soltándose de las manos y estirándose un poco
-ten calientito por las mañanas, jajaja- le dio una taza
-a ver, 1, 2, 3,4 y…. ahí está el bombón numero 5 jeje te los sabes todos- le sonrió sorbiendo de la taza –vamos espero que por fin los panqueques te quedaran cocidos y no quemados-
-ay vamos fue un accidente- le reclamo pasando un brazo por el cuello del castaño
-jajá si claro, por eso casi se quema la agencia, después de incendiar la cocina- le sonrió sorbiendo de la taza
-tengo hambre- fue lo primero que dijo el pelirrojo cuando ya estaban en la cocina
-pues ten jugo- Spencer le puso un vaso en las manos –buenos días-
-gracias, parece que se fue el otro sujeto y dejo esto- dijo Camen mostrándoles una nota –Oscar creo-
-información requerida escuche de eso, pero no sé de qué se trate- arrugo el papel tirándolo en la basura –eso no importa significa más espacio en el auto- aclaro el castaño
-a viniste en auto-
-sep.-
-creí que no te darían el permiso después del susto que se llevó el profesor cuando casi chocas con ese árbol-
-Spencer… creyó que chocaría, no lo hice y tuvo que pasarme- contesto el castaño
-bueno entonces eso ¿significa que los acompañare?-
-gracias por ofrecerte- le giño el ojo
-maldición Ryan, creí que me estabas preguntando-
-pues ves que no-
-y si ¿nos vamos?- pregunto el pelirrojo comiendo
- solo hay que prepararnos- contesto el castaño llevándose una pan tostado en la boca –voy a cambiarme- se despidió -pero creo que necesitaremos más cosas ¿me acompañas a la tienda Spencer?-
-ya que, yo manejo-dijo el de cabello azul
Después de que se cambiara de ropa, Ryan y Spencer fueron en el auto, donde fueron a comprar ropa y algunas cosas más que necesitaban, mientras Camen se quedaba desayunando en la cocina, hasta que cierto peliblanco comenzó a despertar
-mmm, ya no está- dijo mirando la silla vacía –creo que debí cuidarme del clima- se tocó la frente
Se levantó de la cama, aun le dolía un poco el cuerpo, se movió despacio a la cocina, donde se asustó un poco mas no lo demostró
-¿Qué haces aquí?- lo señalo
-cállate ¿así le agradeces al que te ayudo?- le pregunto el pelirrojo
-¿de qué hablas?-
-tarado, presta atención, no llegaste aquí no más porque si, te traje junto al castaño- le señalo con el tenedor –además tiene un poder de convencimiento genial-
-¿qué?- cada vez estaba más confundido
-diablos, entiéndelo, hice un trato con tu amiguito- ya estaba irritado –así que cállate-
-¿entonces dónde están?- le pregunto mientras tomaba asiento en la mesa
-el castaño salió a comprar con un sujeto de cabello azul- contesto mientras seguía bebiendo el jugo – el tal Oscar se fue a no sé dónde-
-¿que? No te entiendo nada- pregunto el peliblanco
-pon atención, que no te lo estaré explicando más veces, eres molesto- le dijo –el chico castaño fue el que nos trajo hasta aquí, otro chico de cabello azul fue quien nos ayudó, se fueron a comprar no sé qué cosas por ahí, nos dejaron solos y tu desayuno- termino de decir
-ya veo- fue todo lo que dijo y se fue a la sala a sentarse en un sillón de ahí a esperarlos