CAPITULO 22
LA LOCA DE NUEVO
Ryan se había pasado toda la noche conduciendo, algo que no debió hacer, ya que el cansancio lo consumía y el dolor de cadera lo lastimaba, había viajado bastante tiempo en la moto, aparco en el estacionamiento de un restaurante, se percató de que parte de su plan había funcionado, no estarían husmeando cerca de donde su amigo vivía
-buenos días- saludo con un bostezo
-buenos día- contesto la camarera -¿Qué le servimos?-
-mmmm huevos con tocino y unos waffles- su cabeza comenzó a punzarle un poco- achu- estornudo
-salud- respondió la chica -¿se encuentra bien?- pregunto
-sí, estoy bien- la miro y se le paso el dolor de cabeza –mm también jugo de naranja-
-enseguida se los traigo- se fue a dejar la orden para atender a los demás clientes
Cuando la orden llego con Ryan, este solo suspiro, al ver como aquellos que los seguían, estaban sentándose delante del, mientras tomaba el desayuno
-les gusta molestarme en el momento menos oportuno- dio un mordisco los huevos estrellados
-no es eso, te vimos desayunado solo- respondió el peli naranja
-ya veo, márchense, no quiero causar alboroto- respondió el castaño
-¿esperas que nos vayamos sin comer? Tenemos hambre-
-entonces búsquense una mesa- le señalo varias mesas vacías del otro lado del lugar
-¿y tu compañero? Ya sabes, un chico de cabello blanco- pregunto Jonathan, poniéndose serio
-no sé, lo deje en otro lado- se alzó de hombros restándole importancia al asunto
-no me agrada tu tono - comento uno de los hombres yéndose a tomar otra mesa
Después de esa extraña discusión, según el castaño, decidió que era mejor buscar un hotel, donde pudiera descansar, después de todo, había manejado toda la noche, para su suerte sus amigos estaban a salvo
-buenos días- saludo en la recepción
-tú de nuevo- la chica rara del otro hotel estaba ahí- ¿Cómo están?-
-rayos, tú de nuevo- le recorrió un escalofrió de recordarla nada más -estamos bien ahora solo vengo yo-
-pero si hacían buena pareja- hizo un puchero demostrando su inconformidad
-por cierto quiero una habitación y ¿Cuántos tienes?- pregunto
-una habitación- tecleo rápido –tengo una cadena de hoteles, incluso en las vegas-
-bueno….- tomo su llave y se fue de ahí de inmediato
En la casa blanca, todo era caos, el presidente estaba a punto de dar el aviso
-señor, ¿este informe para qué es?- pregunto un periodista
-quiero decirle, me entere apenas, gracias a los servicios de policía, que el secretario de defensa ha estado vendiendo información al enemigo, la policía ya está rastreando su paradero, ya que, en el momento en que lo estaban deteniendo, escapo-
-¿es peligroso?- pregunto otro periodista
-sí, lo es- aclaro la garganta –si lo ven informen de inmediato a la policía, muchas gracias- se despido entre varias preguntas de los periodistas
-señor, perdí el paradero de Ryan, Ashi está en casa de Spencer y al parecer hay otro sujeto con ellos, Camen es su nombre- informo Oscar
-encuentren a Ryan, no quiero que esté en peligro- ordeno
-por supuesto- contesto Oscar, su celular sonó de pronto
-hola de nuevo, aquí informando según nuestro trato- hablo una voz bastante alegre
-bien que tienes para mí- respondió su teléfono y el presidente lo miraba interrogante, al igual que el guardaespaldas
-tengo a tu amigo castaño durmiendo, parece que manejo durante todo una noche- le explico –ha viene solo- aclaro de inmediato
-¿dónde?-pregunto el pelinegro
-mmm cerca de la casa de First, en la siguiente ciudad- aclaro –quiero mi yaoi, por esto- colgó de inmediato
-parece que nuestra amiga loca ya me dio el paradero de Ryan- comento Óscar
-ugg, esa mujer da miedo- al presidente le recorrió un escalofrió por la columna vertebral
-esa chica me asusta mucho- el guardaespaldas conocía bien la actitud de esa chica
Ya era más de medio día, los chicos habían salido de la casa de Spencer después de desayunar, durante el camino todo era silencio, Ashi se sentía muy mal por lo que había pasado
-debería disculparme- susurro para sí mismo Ashi
-pues yo creo que no solo eso, si lo que querías era un poco de diversión, le hubieras dicho- comento cierto pelirrojo
-cállate, no te pregunte- contesto Ashi bastante irritado
En ese momento el celular de Spencer sonó
-hey los veo en hotel de colores en la siguiente ciudad- aclaro rápidamente Óscar –ahí esta Ryan-
-¿Cómo lo sabes? A mí no me ha dicho nada- pregunto Spencer con el altavoz puesto ya que conducía
-pues ya te lo dije, me llamo una chica medio rara, para informármelo-
-ya se de quien hablas, espero no verla por ahí- comento Spencer colgando el teléfono
El resto del trayecto, fue en silencio, todos metidos en su mundo, llegaron a una ciudad donde de inmediato buscaron el hotel ese
-buenas noches señores- saludo una chica que Ashi de inmediato reconoció
-tu- la señalo -¿Qué haces aquí?- pregunto
-ash- rodo los ojos sonriéndole – tu novio me pregunto lo mismo- eso hizo que el peliblanco la mirara –así es, tu noviecito está en una habitación en este hotel- les sonrió
-entonces dame la llave de su cuarto- exigió el peli azul
-no puedo, la tiene ese lindo chico- aclaro –no ha salido en todo el día-
-¿qué?- se exalto el peliblanco, los tres fueron a buscar al chico
-espérenme tengo la de repuesto- les grito saliendo del mostrador –ni siquiera saben en qué cuarto esta-
-date prisa- apresuro el peli azul
Llegaron a una habitación con una puerta bien adornada, la chica abrió la puerta, entraron todos mirando alrededor, parecía que no había nadie, buscaron cada uno en diferente lugar, hasta que Ashi, entro en la habitación principal, encontrándose con la escena más hermosa que pudo haber visto
-maldición- su nariz comenzó a sangrar sin que él lo quisiera, sus mejillas podían comparase con las de un tomate
Ryan estaba descansando, con las sabanas semienredada a sus piernas, la playera blanca que tenia se la había subido hasta el pecho, sus manos una a cada lado de su rostro, mientras que en su cara había una hermosa sonrisa
-¿Qué ocurre?- preguntaron los chicos al verle
-valla estas sangrando- le dijo la chica -¿por qué?- se medió asomo a la habitación, ya que el peliblanco cubría la escena quedándose en la puerta –oh dios míos – la sangre comenzó a salir de la chica –un lindo uke, en una posición de lo más tierna-
-sálganse-empujo a todos mientras cerraba la puerta, evitando que alguien más lo viera
-bien- alzo su pulgar, la chica, para luego retirarse de ahí, no sin darle un pañuelo al peliblanco- esto tengo que grabarlo- corrió para evitar que despertara
Los chicos decidieron dormir en alguno de los sillones que estaban por ahí, todos se acomodaron ya era noche
El estómago de cierto chico lo hizo despertar, restregándose los ojos para observar mejor a su alrededor, observo que ya era de noche por lo tanto se dijo, debía de levantarse a ver que había en el restaurante
-mmm- observo a los chicos dormidos en todos lados –parece que llagaron cuando dormía-
Se alejó poniéndose una sudadera, miro por los pasillos y fue hasta la recepción, miro si aún seguía ahí la loca esa que lo emparejaba con Ashi,
-fiuuu parece que no está- resoplo –AHHH- se asustó cuando ya casi pasaba del lugar, encontrándose con ella
-oye, no me grites en la cara, maleducado- le reprocho con una especie de puchero en su cara -¿Qué haces despierto a esta hora?- le cuestiono
-tengo hambre-
-pues como no, te la pasaste todo el día durmiendo- le reclamo la chica de cabello pintado –tus amigos se preocuparon, más el chico de cabello blanco-
Ante la mención de Ashi, Ryan se puso rojo de las mejillas, al mismo tiempo que baja la mirada, la chica lo noto, no dijo nada más queriendo evitar problema
-creo que aún hay comida- le aclaro la chica yéndose de nuevo al mostrador
Le extraño la actitud reservada, más camino hacia el restaurante donde pidió algo ligero pero que le quitara el hambre, paso n buen rato ahí escuchando la música
Sin darse cuenta, pasó la mitad de la noche en el restaurante, cuando se dio cuenta de que ya era de mañana, decidió salir a dar una vuelta por el lugar, camino mirando a la gente y demás personas que corrían a prisa para llegar a sus trabajos, giro en una esquina donde vio en un escaparate, unas hermosas pulsera que hacían juego
-disculpe ¿podría mostrarme estas pulseras?- señalo los artículos luego entrara a la tienda
-por supuesto ¿estos?- pregunto la chica del mostrador
-sí, están hermosos- miro más de cerca tenia algunos dibujos grabados y demás
-si gusta, podemos ponerle su nombre y el de su novia- agrego la chica
-aa… no… son para un amigo- se rasco la nuca un poco nervioso
-entiendo, si quiere le ponemos los nombres- dijo la chica sonrojada- podría poner iniciales-
-¿de verdad? mmmm mejor ponga los nombres- sonrió el chico
-de acuerdo, solo dígame los nombres- le entrego pluma y papel para anotarlos
-aquí tiene, gracias-
-enseguida se los doy- recibió el papel y se fue
La chica se metió dentro, donde no tardo y salió mostrándole, como estaban escritos, Ryan satisfecho, salió de ahí feliz, sosteniendo la pequeña bolsa contra sí mismo, regreso al hotel, donde de inmediato se dio cuenta de que debió haber dejado una nota