CAPITULO 23
DISCULPAS
Cada uno de los chicos dormitaba, hasta que se escuchó un portazo, haciendo que todos brincaran del susto, Oscar los miro, dándose cuenta, de que tenían la guardia baja, riéndose en sus caras
-ya deja de reírte- le grito el peli azul lanzándole una almohada
-como no reír, se supone que eres un agente y el chico de cabello blanco con habilidades- señalo a los mencionados
-cállate, no vengas a despertarnos así- se levantó de mal humos Ashi, yendo a la habitación principal donde noto que cierto chico castaño ya no está –mierda, Ryan se fue de nuevo-
-mm, aa… lo vi salir en la noche, yo creo que tenía hambre- el pelirrojo solo se dio vuelta
-levántate- Spencer le quito con lo que se estaba cubriendo –debiste haberlo menciona antes- le regaño
-ustedes que no se fijan- contesto el pelirrojo levantándose y bostezando –mejor preguntémosle a la loca de recepción-
Todos bajaron, observaron que la chica miraba varios papeles en el mostrador, antes de siquiera hablar señalo a Oscar
-estuvo en el restaurante y hace algunos minutos salió, no debe de tardar- contesto sin mirarlos
-gracias, por cierto, ten esto- le entrego un disco que le pidió a Spencer- son lo que tú quieres-
-mmm- observo el disco- gracias- se alzó de hombros quitándole importancia
-creí que estarías más interesada en mirarlo de inmediato- le sonrió malicioso Oscar haciendo que la chica reaccionara
De inmediato lo metió a su laptop donde se puso unos audífonos, estaba más que feliz cuando noto que eran Ashi y Ryan en la habitación, empezó a salir sangre de su nariz, cuando vio todas y cada una de las escenas
Los chicos miraron desesperados hacia la entrada, Oscar estaba más preocupado, mas no lo mostraba, suspiraron cuando lo vieron entrar
-deberías habernos dejado una nota- le reclamo Oscar quien fue el primero en ir
-perdón, fue repentino- dijo mirándolo
-enserió ni debería preocuparme por estas cosa- reclamo el peli azul- detesto es forma de ser tuya-
-pero aun así me quieres- le revolvió el cabello –hey chicos vámonos, ya casi llegamos- sonrió ampliamente a los dos extraterrestre que se mantuvieron al margen
-ok- respondió el pelirrojo
-mm- Ashi sentía un nudo en su garganta
Cuando llegaron a la habitación para recoger sus cosas, Ashi no pudo evitar abrazar al castaño por detrás, todos viendo esa acción, se hicieron los desentendidos y se alejaron de ellos
-los siento- se disculpó el peliblanco
-no debes disculparte, ambos tenemos la culpa- dijo el castaño sin mostrar ninguna expresión
-claro que sí, debí considerar tus sentimientos antes que otra cosa-
-también me deje llevar no te sientas culpable-
Después el castaño se zafo de su agarre y le mostro las pulseras, eran de oro y tenían escrito el nombre de los dos
-toma la que quieras- le dijo, Ashi tomo la que decía Ryan por fuera y Ashi por dentro, eso hizo sonrojar al chico – entonces esta es mía- señalo la que decía Ashi por fuera y Ryan por dentro
Las pulseras eran discretas, pero también se hacían notar por su encanto, ambos chicos se las pusieron, luego fueron a recoger sus cosas, en la salida, Ryan inmediatamente tomo la motocicleta
-achu- estornudo el castaño, mientras un intenso dolor de cabeza le hacía hacer una mueca
-¿estás bien?- pregunto Oscar mirándolo
-sí, sí estoy bien- contesto mientras se le pasaba el dolor de cabeza
-¿te iras en moto?- pregunto Spencer
-claro, ustedes vallan en coche- le señalo
-ten cuidado, síguenos de cerca nada mas- Oscar revisaba su teléfono mientras aconsejaba al chico
-yo quiero ir contigo- se escuchó de parte del peliblanco
-¿enserió? Sería un poco chocante para ti- le externo el castaño tomando sus lentes
-no importa, quiero subirme-
Ryan solo le aventó el casco a modo de respuesta, subiéndose en la moto y encendiéndola, miro al chico que se había puesto el casco mas no subía a la motocicleta
-sujétate de mí cintura con firmeza y mantén tus piernas bien sujetas- le explico
-bien, ¿así? Porque siento que pesa mucho esta moto- Ashi sujetaba muy fuerte al castaño haciéndolo sentir bien
-así, solo aprieta menos-
El primero en Salir fue el auto, donde Camen, Spencer y Oscar iban, les siguió la moto, que los seguía no de lejos, así fue durante el resto de la tarde, prefirieron no comer, hasta llegar a la casa blanca, pues les quedaba poco camino