"Cuida de mis hermanos"
Eso fue lo último que pensé antes de desmayarme. Al despertar lo primero que vi fue al pelirrojo, Shanks, al ver su rostro con cuidado pude notar que no había dormido trate de levantarme pero el hombre no me lo permitido, acaricio mi rostro y me sonrió, al sentirlo solo pensé en Marco y comencé a llorar.-
Tranquilo.- dijo el pelirrojo.- Él está bien, solo tú saliste herido.
¿Estoy muerto?- pregunte asustado.
Y yo igual.- dijo Shanks riendo.- Tonto, nadie murió.
¿Dónde está Marco?- pregunte aun llorando.
Debe estar sufriendo al igual que tus hermanos.- respondió Shanks.
¡Tengo que ir con ellos!- dije molesto, con mucho esfuerzo me levante pero al salir de la cama me sentí mareado.- Tengo que...
Tranquilo.- dijo Shanks sujetándome.- Ven, vuelve a la cama.
Trate de liberarme pero Shanks no me dejo, al tratar de pelear el pelirrojo hizo que volteara a verlo, y sin esperarlo me beso, deje de moverme. Al alejarse quede en shock, me cargo y me dejo en la cama.-
Ahora descansa.- dijo Shanks.- Si haces caso te cocinare lo que gustes.
Tengo novio.- dije mientras veía como se alejaba.
Lo se.- dijo Shanks.
Al salir del cuarto quede a solas, solo podía pensar en lo que había pasado, mientras recordaba mis días con Marco el rostro Shanks aparecía rápido.-
Marco.- dije mientras llevaba mi mano a mi pecho.- Tal vez... Sea mejor así... Sabo.
Los días pasaban y mi convivencia con Shanks era normal, jamás volvimos a hablar de ese beso pero si quería saber por qué lo hizo. Al estar mis heridas casi sanadas pude salir de la cama pero no podía salir de casa.-
¿Soy tu prisionero?- pregunte mientras veía a Shanks leer.- ¿Eres un secuestrador?
Si eso te calamara.- dijo Shanks.- Si, soy un peligroso secuestrador y tú eres mi víctima.
Siempre haces eso.- dije molesto.- Me tartas como un niño.
Tú y tus hermanos son unos niños, jamás los veré como adultos.- dijo Shanks.
Y si hago esto.- dije al acercarme a él, baje su libro haciendo que volteara a verme para así poder besarlo, al alejarme de él la expresión de sorpresa se hizo notar.- Pareces un niño asustado.
Espero y sepas lo que haces.- dijo Shanks molesto.- Soy un adulto pero aun...
Puedes sufrir por amor.- dije al verlo molesto.- En el tiempo que he estado aquí me di cuenta que Marco ya no es mío, pero no quiero decir que eres un reemplazo.
¿Qué soy?- pregunto Shanks mientras metía su mano en mi pantalón.- Dime.
Eres mi profesor favorito.- dije apenado.
Te pagaras lo que hiciste.- dijo Shanks.
Me aleja de él y me acosté en la cama, extendí mi mano invitando a Shanks a que cumpliera su amenaza, al estar sobre mi cerré mis ojos y veo a Marco alejarse de mi pero también veía a Sabo junto el, me sentí triste pero sabía que ellos estarían felices. Tres años han pasado y mi encierro continua, al saber el pasado de Sabo y lo sucio que podía jugar Doflamingo, mi relación con Shanks iba mejor, paso de ser mi amigo a ser mi novio pero aun había detalles que teníamos que arreglar.-
¿No me dirás nada?- pregunte mientras revolvía mi comida.
Te lo dije, eso no importa ahora.- dijo Shanks.- Come y luego vamos a la cama.
Iré solo. Ya que alguien no quiere decirme cuando veré a mis hermanos.- dije molesto, comencé a comer lo más rápido que podía y al levantarme de la mesa mire al pelirrojo.- Los extraño.
Lo sé, también quiero verlos, pero Doflamingo sigue afuera.- dijo Shanks.- Antes tenía miedo ahora ese miedo creció, no quiero perderte.
¿Cuándo te enamoraste de mí?- pregunte apenado.
Cuando llevaste a Luffy a su primer día de clases.- dijo Shanks.- Dime raro pero me enamoro el verte ya... casi como un hombre.
¿Casi?- dije molesto.
Pelear con Luffy delante de mí no es de adultos.- dijo Shanks.- Ven.
Al acercarme me jalo de la mano y me beso, aun cuando mi mayor deseo era ver a mi familia el estar a solas con Shanks me hacía olvidar, por un momento ese deseo. Se acercaba el día cuando por fin vería a mi familia, Shanks preparaba todo pero su expresión era de tristeza.-
Seré siempre tuyo Shanks.- dije apenado mientras lo abrazaba.- Cambia esa cara.
Perdona, pero tus hermanos pueden pensar otra cosa.- dijo el pelirrojo apenado.- Me veo ridículo.
Te vez lindo.- dije entre risas.- Si no lo aceptan les daré una paliza.
Terminando con un beso espere a que mis hermanos llegaran y empezar una nueva vida junto a Shanks.