Abrí los ojos y vi a Marco hablándome pero no entendía lo que me decía, cerré los ojos y al volver a abrirlos Law era quien me hablaba.-
– Estarás bien.- dijo Law mientras abría mi camisa.- No te dejare ir, tienes que ser fuerte Sabo.
Volví a cerrar y solo oía a Law pero luego de un rato no supe ya nada de lo que me rodeaba.
"tienes que ser fuerte Sabo"
No era la primera vez que me decían algo así pero aquella vez me lo habían dicho cuando era un niño, en ese entonces no sabía por que debía ser fuerte, ahora menos entendía por que debía serlo, pero al recordar lo ocurrido solo veía a Marco asustado, al verlo así desee no haberlo conocido, quizás así el sería feliz. Al despertar trate de levantarme pero alguien me lo impidió, al despertar por completo vi a Law.-
– No tan rápido.- dijo Law sonriendo.- Pero que bueno que despertaste, trate de no moverte.
– ¿Q-Que fue lo que paso?- pregunte al ver a mi alrededor, no parecía el cuarto de hospital que ya conocía.- ¿Dónde estoy?
– En mi casa.- respondió Shanks quien iba llegando.- Law ¿Esta bien?
– Solo está asustado.- dijo Law mientras me revisaba.- Sabo ¿Quién soy yo?- pregunto el médico.
– L-Law... Marco... ¿Dónde está Marco?- pregunte al mismo tiempo que me movía para poderme de pie.- ¡Marco!
Ambos trataron de evitar que me moviera pero era casi imposible si querían evitar lastimarme, Shanks salió del cuarto en ese momento Marco entro, se acercó a mí y comenzó a acariciar mi cabeza.-
– Aquí estoy.- dijo Marco.- Aquí estoy...
Al verlo deje de moverme y trate de tomar su mano pero aún me sentía débil, sentí húmeda mi ropa.-
– Se abrió la herida, Marco trata de calmarlo.- dijo mientras sacaba una caja.- Tratare la herida, háblale, quizás deje de molestar así.
Marco volteo a verme y sonrió, beso mi frente y acerco una silla, mientras Law revisaba la herida mi novio me hablaba de Luffy y Ace, lo que habían hecho desde que me habían disparado, luego hablo de como su familia casi mata a Doflamingo, me hablo hasta de como estuvo esperando varios días hasta que Law le dijo que estaría bien, el oír todo eso me hizo sentir peor pero cuando saco su celular y me mostro un video ese sentimiento se fue.-
– Mira, todos quieren verte.- dijo Marco.- Además aún tenemos que casarnos.
– Muy bien.- dijo Law mientras e quitaba los guantes.- No te muevas Sabo, esa herida debe sanar.
– Perdona.- dije apenado.- Me portare bien.
– Buen niño, los dejare solos.- dijo Law alejándose de nosotros.- Si algo cambia me hablas, llamare a Luffy y a Ace.
Al salir del cuarto, Marco y yo solo hablábamos de la boda, las horas pasaban y la plática se hacía más divertida.-
– ¿Te duele?- pregunto Marco
–Un poco, creo que ya paso lo que me tenía dormido.
– Que bueno, puedo hacer esto.
Se acercó a mí y me beso, al alejarse sonrió y siguió jugando con mi cabello pero pude notar que estaba cansado.-
– ¿Cuánto tiempo estuve dormido?- pregunte.
– Varios días... Pensé que ya no despertarías
– ¿Por qué lo dices?
–La bala te había dado cercas del corazón, Law no estaba seguro si vivirías o no, por primera vez ese hombre no sabía qué hacer.
Tome la mano de Marco y al sonreírle el hizo lo mismo, al llegar la noche Luffy y Ace llegaron.-
– ¡Sabo! ¡Hermano!
– Tranquilos.- dijo Law sujetándolos de la camisa.- No pueden saltar sobre él.
– Perdona Torao, es solo que como dudaste pensé... Pensé que había perdido a mi hermano favorito.
– Oye.- dijo Ace molesto.
– No te enojes, sabes que él siempre fue el favorito.- dijo Law mientras abrazaba a Luffy.
– No hagas que me arrepienta de venir.- dijo Ace.
Al verlos, pude notar que tampoco mis hermanos habían dormido, volví a tratar de levantarme pero Law lo impidió.-
– Quiero abrezarlos
– Tranquilo Sabo, no hay prisa.- dijo Marco.- Ellos pueden venir a abrazarte, pero con cuidado salvajes.
– Que le pasa al mundo, es la hora de insulten al apuesto Ace.- dijo Ace más molesto.
Haciendo caso de la indicación de Marco ambos me abrazaron, los tres lloramos.-
– No puedo creer que casi te perdemos Sabo.- dijo Luffy aun llorando.
– Pero al menos ese hombre no volverá.- dijo Ace alejándose de nosotros.
– ¿Por qué lo dices? ¿Qué fue lo que paso?
Al decirlo Law se acercó a calmarme y evitar que me moviera.-
– Doflamingo está muerto.
– ¿Qué? ¿Cómo es posible?
– Sabo no te alteres, te diremos todo pero no te muevas.- dijo Marco molesto.- Escucha, mi familia y Garp llenaron de balas a ese hombre.
– Termino la pesadilla, ya no volverá... Estaremos bien...
Comencé a llorar pero de repente todo se oscureció y lo último que oí fue a alguien gritar mi nombre pero yo no pude responder.
Desperté pero todo estaba oscuro de repente una luz apareció frente a mí al acercarme llegue a lo que parecía ser mi casa pero para ser más exactos era la casa donde vivía con Ace y Luffy, anduve por un momento hasta que recordé lo ocurrido.-
– ¿Qué hago aquí? ¿Estoy muerto?
Estaba asustado y solo deseaba encontrar a Marco, trate de salir de la casa pero era imposible, todas las salidas me llevaban al mismo punto, trate de calmarme pero el miedo a que fuera algo más que un sueño era mayor, aun recorriendo el lugar note que cambiaba cada vez que cambiaba de cuarto y la prueba era en la fotografía donde Marco estaba con Ace, a veces estaba y otras veces no.-
– ¿Qué significa esto? ¿Por qué esa foto aparece y desaparece?
Al tomarla, volví a recorrer la casa al llegar a donde estaba la fotografía apareció otra pero esta diferente, Marco y yo estábamos en ella.-
– ¿Estaré enserio muerto? ¿Por qué pasa esto?
Cuando creí que había enloquecido un hombre aparece en la puerta.-
– Tú eres...
– Así es Sabo... Soy al que una vez conocieron como Shirohige.
– ¿Cómo es posible? ¡Estoy muerto! – dije asustado, me acerque a él y al tocar su mano mi miedo aumento.
– Y si estuvieras muerto ¿Qué harías?
– Supongo que nada, solo aceptarlo.
Shirohige abrió la puerta, al acercarme a la entrada vi como mi familia disfrutaba de una película, Ace estaba junto a Shanks y Luffy con Law, era una escena muy linda pero faltaba algo, Marco, no estaba con ellos.-
– ¿Donde esta Marco?- pregunte asustado.
– El está bien, solo está en casa con su familia.
– Entonces, estoy muerto.- al decirlo comencé a llorar.- Te prometí cuidar de Marco y solo le hice daño.
– ¿Estás seguro? Sabo no estoy aquí para darte la mala noticia de que estas muerto, quiero saber si tu aun amas a mi hijo.
– Claro que sí, es lo más importante para mí, el ha sido al único hombre que he amado y ahora... Lo perdí...
– No has perdido nada, despierta y por favor, cuida de Marco, él no sabe cómo llevar una perdida.
Al decirme eso salió de la casa, al seguirlo una luz me cegó y solo podía escuchar una sola cosa:
"No te dejare morir"