- porque lo atacaste si sabias que te diría la verdad- Jimin solo negó con la cabeza sin parar de llorar- Jimin tienes que controlarte, sabes muy bien la condición en la que nos encontramos-
Jin después de curar las heridas de Jimin sale de la habitación- más vale que tú también salgas y comas algo. Necesitaras fuerzas si quieres salir de aquí- Al salir, Jimin voltea a verse al espejo y ve que la mayoría de sus heridas están en sus brazos.
- Debí haberme controlado- al salir del cuarto se encuentra con Yura la cual al ver a la joven se encuentra algo preocupada pero no sabe que decir. Jimin le da una dulce sonrisa y la toma del brazo- me puedes decir donde comeremos- Yura asiente con una suave sonrisa.
Al llegar a la cocina varios de los hombres que estaban presentes se le quedan viendo con miedo, sin embargo, Jimin entra haciendo una reverencia sentándose aún lado de Yura, Suga, Jungkook, Monster, V y Jin- Te ves más tranquila- Dice Suga sin dejar de mirar las heridas que tenía en los brazos.
- No es nada así que deja de verme así- Jimin toma una cucharada del platillo de Jin disfrutando de la primera comida que tuvo en todo el día.
Después de unos minutos la puerta se abre entrando en el acto Hoseok- ¡Bebe!- Grita Yura echándose en los brazos de su esposo- pensé que esta noche tampoco vendrías a comer- Hoseok solo niega con la cabeza viendo lo bella que se ve su esposa sonrojándose ante tal belleza.
- El día de hoy te vez más hermosa. Acaso fue obra de tus nuevas amigas- Yura asiente acercando al joven a la mesa con los demás.
- Jimin me ayudo a arreglarme y creo esta blusa para mí- Jin ve la ropa un poco desaprobatoria.
- Si me dejas, puedo hacer algo mejor, pero prométeme que serás nuestra aleada. Es bastante difícil estar nosotras dos en este barco con tanto rufián- Monster se ríe de las palabras de Jin acercando su mano a la pierna de la joven mientras que esta levanta el tenedor amenazándolo para que aleje su mano.
- ¿Y a ti que te paso?- Dice Hoseok viendo las heridas en los brazos de Jimin-
-Puedes ayudarla. Jiniie la curo pero es mejor si le das algo para que sanen más rápido y no se infecten- Dice Suga levantándose de la mesa después de terminar su comida.
-Ven a verme después. Yura, cariño llévala hasta mi consultorio por favor- la joven pelinegra asiente mientras le sirve un plato de comida.
Jin toma la mano de Jimin llamando su atención diciéndole con la cabeza que lo acompañe -¿Crees que será bueno que te revise?- Jimin voltea a ver a los presentes en la mesa.
- Es un doctor de un barco pirata, no creo que se dé cuenta-
La joven Yura tomaba de la mano a Jimin mientras que aun lado de ellas iba Jin viendo todo el barco buscando alguna embarcación pequeña que le fuera de ayuda pero no había absolutamente nada- Cuando mi esposo vuelva a su consultorio las llevare con él. Por el momento regresemos a mi camarote para que descansen un poco más-
En frente de la puerta se encontraba Suga esperando a las jóvenes- Vengo por mi mujer- Jimin dio dos pasos a atrás corriendo hacia la espalda de Jin- Deja de escaparte solo quiero conversar- Suga entra a su habitación y desde la puerta puede ver a Jimin asomándose- Te doy mi palabra que solo estaré sentando en esta silla- Da pasos temeroso adentrándose en la habitación- Cierra la puerta no quiero que nos escuchen-
-Pero no hay nadie haya afuera- Suga se le queda viendo seriamente por lo que el menor solo decide cerrarla
- De que quieres hablar- Camina hacia la cama quedando lo más lejos posible.
-No quiero que uses armas cuando este cerca. Viendo como peleas eres peligrosa- Jimin solo arruga su frente –Peleas bien, pero ignoras a tu contrincante dejando que te lastime. Arriesgas tu cuerpo para tener todo y eso no me gusta-
-Te lo dije, no soy tonta, sé cuándo debo retirarme y no pelear pero la situación lo ameritaba y si quería conseguir información tenía que arriesgas todo. Eres un pirata y no porque me has tratado bien significa que me ayudaras en todo- Suga al escuchar aquellas palabras se quedó callado mirando a aquella joven que pensó tenia alma de niña.
-Me aterra un poco tu forma de pensar. Eres muy calculadora pero ni siquiera lo demuestras un poco. Cualquiera que te viera a simple viste pensaría que eres frágil y débil además de infantil, pero en realidad eres escalofriante- Jimin baja la mirada viendo el piso con amargura.
- Entonces, si piensas eso de mi porque no mejor me liberas-
-Por qué el simple hecho de que haya descubierto eso de ti en tampoco tiempo me atrae- La joven se asombra de ver en Suga una cara de gusto y atracción hacia ella. Sin embargo en un instante Jimin se levanta de golpe subiéndose de pie a la cama y tomando una almohada lista para atacar a Suga que lo tenía bastante cerca.
- ¡Me diste tu palabra de que no me harías nada!- Suga solo se ríe jalando su pie tirando a Jimin y el posicionándose arriba de ella.
- Los piratas no tenemos palabra-Cuando Suga estuvo a punto de besarla Jimin puso la almohada en su cara evitando toda muestra de afecto- Sabes, esto me divierte pero a la vez me cansa-
-aun no estoy preparada- Jimin cierra lo más que puede sus pierna para evitar que Suga se dé cuenta de algo que una mujer no tiene.
Aunque traía una ropa interior especial que lo ayudaba a él y a Jin, igual podía empezar a notar pequeños detalles como falta de busto y un miembro algo abultado.
Empieza a moverse con más fuerza haciendo que Suga terminara acostado aún lado de la cama-Esta bien, me rindo- al verlo acostado con los ojos cerrados decide levantarse pero el mayor toma su mano jalándola y acercándola a su cuerpo- Por lo menos deja que nos quedemos así. No he dormido en todo el día y es agitado estar peleando para que me des un poco de atención- Jimin siente el corazón acelerado tras estar acostada en su pecho y por alguna razón decidió no moverse.
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-¿Sigues despierto?- Suga no contesta y solo acaricia su cabeza a respuesta-Si no puedes dormir… cantare algo para ti- O mio babbino caro… Mi piace è bello, bello…
Vo' andare in Porta Rossa…a comperar l'anello!... Sì, sì, ci voglio andare!... e se l'amassi indarno… andrei sul Ponte Vecchio… ma per buttarmi in Arno!... Mi struggo e mi tormento!... O Dio, vorrei morir!...Babbo, pietà, pietà!...Babbo, pietà, pietà!
Suga, escuchando la voz melodiosa de la chica empieza a quedarse dormido poco a poco. Jimin en cuanto siente la respiración ligera de Suga deja de cantar levantándose lentamente de la cama y saliendo del cuarto sin hacer ruido.