Esa misma noche, Gladio se encontraba solo en uno de los bares de la ciudad, cuando Cor apareció a su lado;
-hola- saludo al hombre quien le puso una mano en el hombro mientras que el barman le servía whisky en un vaso con hielo
-Prompto por fin me comentó lo que sucedió entre ustedes. - comenzó a decir el hombre cuando el otro se puso tenso -Pero en este momento, necesita de todos sus amigos. Además de que te has estado saltando los entrenamientos
-siento eso. - respondió el chico tomando un sorbo de su cerveza y pidiendo otra con un movimiento de botella - ¿Qué pasa con Prompto?
-no estoy seguro, pero tiene que ver con sus compañeros de entrenamiento
-y ¿porque no lo arregla su "superior"? - e hizo unas comillas en el aire
-porque parece que ni Furia entiende lo que pasa. - el chico no respondió y pidió una tercera cerveza -Mira, independientemente de lo que haya pasado entre ustedes, son sus mejores amigos y mi hijo los necesita, en especial a ti Gladio
- ¿que?
-Se que se está esforzando para presentar el examen en un mes y dejar de entrenar. Parece que tú riña sobre Furia lo motivo a dejar de pelear contigo. - el hombre termino su trago y se puso de pie -Piénsalo ¿sí? Él aún te quiere- concluyó Cor en un susurro y se marchó dejando al otro inquieto.
El gigante sé que quedó ahí un par de horas más, tomando sin control alguno, cuando sintió una nueva presencia junto a él. Gladio se acomodo en su asiento y girando un poco la cabeza vio a su nuevo acompañante;
- ¿Qué demonios haces tú aquí? – preguntó con rabia dándole un fuerte sorbo a su cerveza
-no tienes que hablarle a si a tus mayores, Amicitia- contesto Tredd mientras le servían una cerveza a él y otra nueva a Gladio
-no veo el caso a hablar contigo Furia y solo eres un año mayor, así que no molestes
- ¿Por qué estas tan solo?
-no te incumbe
- ¿Prompto te rechazo?
-ya te dije que eso no te incumbe Furia- y se uso de pie de un salto tomando al otro por las solapas de su traje - ¡déjame-en-paz! - soltó con furia dejándolo caer sobre su asiento mientras que el escudo se acercaba a la puerta.
Gladio se acercó tambaleándose hacia la puerta y comenzó a caminar, siendo seguido por el otro;
- ¿qué demonios quieres Furia-sempai? - se burló mientras intentaba caminar recto, pero seguía ladeándose
-siendo tu superior no puedo dejarte ir así a casa. - comenzó a decir el pelirrojo alcanzándolo y tomándolo del brazo -El gran escudo se enojaría mucho conmigo si eso pasará
- ¿y a ti que más te da? Solo te interesa quitarme a Prompto y ni siquiera lo conoces bien
- ¿disculpa? ¿Porque crees que estoy interesado en el rubio?
-lo estás y punto. - dijo hipando y mirando al otro mientras pedía un taxi -No puedes dejar... ¡Hip! Que yo sea feliz porque solo quieres competir
-claro que no, Amicitia. - empezó a decir el mayor cuando un taxi se detuvo frente a ellos. Tredd metió al chico y luego se metió el dentro del auto -Al este de la ciudad por favor
-yo vivo- Gladio hipo fuertemente -al norte de aquí
-solo cállate niño- soltó Tredd mientras comenzaban el viaje.
En cuestión de 10 min, ya habían llegado hasta el edificio donde vivía el soldado junto a otros, cerca de los suburbios.
El mayor bajo al escudo y lo encaminó hacia dentro del edificio. Subieron un par de pisos, hasta que llegaron a una de las puertas más alejadas, siendo abierta por el pelirrojo y metiendo al otro dejando ver un pequeño aposento con solo una cama, una cocina, un televisor algo viejo sobre un mueble y una pequeña mesa cerca de la ventana;
-oí- soltó el chico enojado - ¿para qué me has traído aquí? - hipo -Papá no notará como llegué
-solo cállate- soltó Tredd y empujando al menor contra la puerta, le plantó un fuerte beso haciendo que Gladio se sorprendiera y lo empujara al instante
- ¡¿qué demonios?!- soltó con enojo cuando el hombre mayor lo jalo con fuerza y lo lanzó sobre la pequeña cama - ¡Furia!
-ya no aguanto más Gladiolus, - soltó el pelirrojo besándolo de nuevo -la persona que me gusta eres tú, mocoso idiota
-pero... Prompto...
-solo me acerque a él para ponerte celoso
-Prompto... - soltó Gladiolus dejando escapar una lágrima -yo... Pensé mal y....
-sshhh- Tredd le acarició el rostro con cariño -solo respira y piensa en tu pequeño rubio...
-mi... Rubio... Prompto- terminó el menor tomando el rostro del otro y comenzando a besarlo con delicadeza ante la sonrisa del soldado.