Hipócrita─ Se aplica a la persona que actúa con hipocresía, fingiendo en público tener ciertas ideas o ciertos sentimientos, pero opinando o sintiendo en realidad otros distintos o contrario.
Hoy es una perfecta noche, para mentir, robar y romper corazones ─ (TimDami)
Tim Drake, alias Red Robin, tiene un secreto. Es sucio, asqueroso, agridulce, y lo comparte con la persona menos esperada. Si alguien lo supiera, no lo creería. ¿Quién podría hacerlo? Que de pronto te digan “Es cierto que durante los eventos en Wayne Enterprise tienes sexo en los baños con Damian Wayne” ¡Vaya payasada! Respondería, claro, primero le daría un par de golpes encima, pero era más cierto que su falso odio por el hijo de Bruce.
Para nadie era una sorpresa que Damian creciera para convertirse en un joven perfecto físicamente. A sus cortos diecisiete años tenía el atractivo capaz de hacerte dudar de tus preferencias, si eras heterosexual, con semejante cuerpo era claro que podías sucumbir y masturbarte ahí mismo al ver al chico. Sin embargo, era una tortura para Drake saber que el mocoso que muchas veces intento asesinarlo era un maldito hijo de perra muy consciente de su ventaja genética. Lo más impactante era la forma coqueta que tenía en los eventos, tal y como Bruce lo hacía, por algo eran padre e hijo.
Lo peor, no era el único en darse cuenta de cómo la pubertad volvió a hacer de las suyas. Jason Todd, alias Red Hood, era un bastardo que sabía mover sus cartas. Tim lo supo cuando un muy enfurecido y desconcertado Grayson lo visito a media noche en su casa de seguridad contándole que Jason técnicamente (aunque Dick había dejado en claro que faltaba poco para ser una película porno) estaba devorando la boca de Damian en la cueva a vista y paciencia sabiendo que él estaba ahí también. Generalmente Drake lo hubiera ignorado fingiendo que lo escuchaba y optando por actuar la emoción que Dick tenia, pero en esa ocasión no era actuación. Se sintió un tanto enfadado, pero solo asintió a cada palabra de Grayson dándole la razón completamente sin opinar al respecto.
Dos noches después había encarado a Damian, solo para terminar en una pelea en mitad de un callejón vacío y con el sabor a sangre dentro de su boca.
─ Siempre exagerando todo, Drake ─Damian había hablado relamiendo la sangre de sus labios. Su mirada estaba sobre la respiración agitada de Tim, el movimiento de su pecho bajar y subir, es divertido para Damian más aun sabiendo que el causante es él. Quien hubiera pensado que besar a Drake era más que suficiente para derrotarlo.
─ Vete a la mierda, Damian ─Tim sabe que su voz a salido ligeramente dos tonos más graves de lo normal y si no fuera por el traje está seguro de que su erección sería muy evidente.
Damian se ríe con arrogancia desapareciendo del lugar y Tim no puede creer que un maldito beso del mocoso fuera suficiente para ponerlo en esa situación; el orgullo puede más y solo se escusa con un simple ‘es la falta de sexo’, una mentira más para sí mismo.
Aquel simple acto desencadeno los que vendría varias noches después.
Si alguien le preguntara si aún odiaba a Damian, Tim respondería que sí, que el tiempo no era suficiente para borrar todas las peleas que ambos tenían y aunque trabajaban ocasionalmente en conjunto, el sentimiento persistía. Sin embargo, no se debía a las muchas veces que termino en cama gracias a un par de huesos rotos cortesía de Damian, sino porque empezaba a ser una constante en su mente. Damian se metía en cada jodida fantasía que tenía reemplazando el cabello rubio de Sthep por su corto cabello pelinegro, la piel pálida por una morena y para cuando se daba cuenta su semen estaba regado por toda su mano. Se había vuelto a correr pensando en la boca de Damian sobre su miembro, en cuan húmedo estaría su interior y en como su miembro encajaría perfectamente en él. Cada vez más reales eran sus fantasías que muchas veces masturbarse no servía y antes de recurrir a buscar un ‘reemplazo’ las duchas frías se volvieron en rutina.
Era un hipócrita, falso y mentiroso. Drake lo sabía y Damian se lo afirmaba cada vez que ambos tenían una pelea a puño limpio que al final de la noche terminaba siendo más por quien dominaba los labios del otro. No era fácil aceptarlo, no cuando Damian parecía divertirse lanzándole indirectas de lo que hacían enfrente de otros miembros de la familia. ¡Maldito bastardo! Sabia como provocarlo, una parte de él odio a Jason por ser quien le mostrara como jugar a ese asqueroso juego de provocación, manipulación y sexo, pero la otra, solo le agradecía.
─ ¿Qué pasa Drake, te duele la boca? ─Damian pregunto con los ojos sobre la pantalla de la computadora. A dos pasos de él, estaba Batman revisando algunos reportes de Red Hood y Nightwing.
Tim no respondió, pero recordó lo que paso dos horas atrás en las duchas, solo Damian y él. Maldito mocoso insufrible ¿Acaso no era suficiente para Damian saber que tenía a Tim donde quería?
Damian no era bueno aceptando el rechazo y se lo hizo saber.─ Tienes los labios muy hinchados ¿Acaso has estado bebiendo cosas calientes? ─ volvió a comentar en tono despreocupado, a sabiendo de que Bruce pudiera comprender sus palabras.
Bruce observo a Tim moviendo su ceja ligeramente hacia arriba en un gesto interrogante y Tim respondió moviendo sus hombros despreocupadamente restándole importancia al asunto.
─ Gracias por tu preocupación, Damian ─responde acercándose hasta el chico. Si Damian quería jugar sucio, él también podría─. Me sorprende verte sentado, Damian. Por un momento pensé que no podrías, después de tu caída en las duchas ─comenta en tono burlón. Las mejillas de Damian están suavemente coloreadas de rojo y Tim lo toma como una victoria.
Bruce solo los observa, suspira y continua revisando los reportes.