Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

You give me something por JayTodd

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Espero y disfruten

Estaciono el automóvil para salir de el e inspeccionar el lugar intrigado. Podía decir que el barrio en el que se encontraba era uno de los más peligrosos de todo Gotham. Ya sabía el porqué de la actitud agresiva de Jason al menos. Miro el papel en donde Selina había anotado la dirección para buscar el numero de la casa. Caminó cauteloso por el lugar mirando de lado a lado hasta dar con ella. Se acercó despacio para subir unos cuantos escalones hacia la puerta y toco el timbre. Esperó unos cuantos minutos, pero nadie respondía. Volvió a tocar y otra vez nada. Esta vez se atrevió a tocar la puerta con algo de fuerza varias veces hasta que esta cedió abriéndose sola. Indeciso dio un paso adelante:
-Permiso. ¿Jason? -hablo con voz fuerte y clara esperando alguna clase de respuesta. Alguna mujer, hombre, quien sea. Pero nada. Eso lo puso nervioso y empeoro al ver el estado de la casa. Todo estaba desordenado, cosas por el piso, manchas en la pared junto con hongos. El papel de ellas se salía. Había un olor a algo podrido. Probablemente pollo o alguna clase de carne. Avanzó por el lugar entrando a la cocina. Vasos y platos rotos, comida en estado de putrefacción, tuvo que cubrirse la nariz con su antebrazo para no vomitar por los olores diferentes que se mezclaban en el ambiente.
Se aventuró más adentro revisando cada habitación. Cada paso que daba hacía que su corazón se acelerase más. Miles de pensamientos llegaban a su mente, uno peor que el otro. Solo deseaba que Jason estuviera bien, era lo que más quería en ese momento.
Ya llegando a la última habitación, apretó los puños con fuerza, se puso recto y firme abriendo la puerta. La habitación de Jason. Era un desastre al igual que todo el resto de la casa, pero no había nadie allí. La ropa estaba tirada por todas partes sin poder diferenciar entre lo limpio y lo sucio, su cama era pequeña. Tenía un pequeño escritorio y una foto de una mujer allí. Una chica hermosa con un niño al lado. ¿Eran Jason y su madre? La chica se encontraba con una sonrisa algo demacrada, cabello largo pelirrojo, a su lado un chico, un pequeño niño de cabello negro con una sonrisa. Tenía muchas preguntas en ese momento, preguntas que probablemente jamás serian respondidas:
-¿Te gusta husmear en las cosas de los demás?-Bruce se sobresaltó al verlo dejando caer la fotografía en el escritorio-, ¿Qué demonios haces aquí, Wayne?
-Yo vengo a-pero el mayor no pudo terminar la oración, puesto a que se oyó un gran estruendo en la entrada y unas voces que en definitiva no venían con buena intención.
-¡¿Dónde estás, Todd?!-se escuchaban las pisadas en el lugar. Eran al menos 3 hombres-, ¡este lugar es una pocilga, maldito mocoso! ¡aparece de una vez!
-Jason que-El menor no le dio tiempo de responder empujándolo al fondo de la habitación para salir de allí y cerrar la puerta tras él. Bruce se levantó rápidamente apegando su oreja a la puerta para poder oír mejor. Estaba empezando a sentir un ligero pánico. Esos sujetos no se oían para nada agradables:
-Muy bien, Todd, ¿Dónde está el maldito dinero? ¡¡Habla o te vuelo la cabeza de un tiro!!
-No tengo tu maldito dinero, idiota. No fui yo quien lo robo, pero si te hace sentir mejor puedes jalar del gatillo, me harías un gran favor.
-No me provoques mocoso. Hazte a un lado. Estas ocultando algo aquí.
El menor sabía que si entraban allí era una muerte segura para Bruce y lo que menos quería en ese momento era que su profesor saliese herido.  
Tomó aire tirando una patada al brazo del sujeto haciendo que tirase su arma, pero los otros dos hombres lograron retenerlo para que el tercero golpeara su estómago con fuerza. Jason se dobló de dolor tosiendo mientras recibía otro golpe y un puñetazo en la cara.
Bruce al oír todo aquello decidió abrir la puerta. Los tres hombres y Jason observaron al profesor totalmente desconcertados. Bruce frunció el ceño, se puso recto, tomo aire y de una sola patada quito de en medio al hombre que anteriormente había golpeado a Jason. Uno de los hombres que sujetaba a Jason se abalanzo contra el mayor sacando una navaja, pero Bruce lo esquivo con facilidad para luego tomar su brazo, jalarlo contra si logrando tomar su cabeza para así azotarla contra la pared con tal fuerza que cayó inconsciente. Finalmente, el último hombre miro a Bruce asustado. El ojiazul le dedico una mirada fulminante antes de dejarlo plantado en el suelo del salón. Jason había observado la escena completamente impresionado, ¿ese en serio era su maestro? Quiso decir algo pero las palabras no podían salir de su garganta. Estaba demasiado impresionado con aquella interesante demostración. Maldijo mentalmente. El idiota lo había rechazado y ahora llegaba a salvarlo, en serio a veces no entendía a los adultos.
Bruce se acercó a Jason tomando su rostro revisando su mejilla:
-Esto se pondrá morado…-susurro para si el mayor. Quiso palpar las costillas del menor, pero este en seguida aparto sus manos.
-Para empezar, ¿Qué demonios haces aquí? ¿Qué demonios fue todo eso? Me rechazas con una excusa estúpida y luego llegas aquí con… con tus movimientos de… yo que se, ¿y luego te pones a toquetearme?
-Quiero ver si los golpes de estos tipos no te dañaron algún hueso… Y vine aquí porque me pareció muy curioso que de un día para otro dejaras de ir a la escuela.
-No creo que eso le sea de SU incumbencia, señor Wayne.
-Lo es, mía y de toda la escuela.
-Agradezco su preocupación, pero en serio…Déjeme en paz-Jason lo quiso hacer a un lado, pero Bruce en un solo movimiento lo dejo inmovilizado contra la pared.
-No. Tu responderás todas mis preguntas en este mismo instante. En primer lugar, ¿Quiénes son ellos?
-¡Agh! D-Duele…
-Dolerá aún más si no respondes.
-¡Bien! ¡Bien! Solo…-Bruce hizo el agarre más débil aun manteniendo al menor contra la pared-, ellos, ellos trabajan para un sujeto que se hace llamar “Pingüino”. Estaba necesitado de dinero y decidí…-Suspiro desviando la mirada algo avergonzado-, decidí hacer unos cuantos trabajos para él, y así gane algo de dinero para poder comer…
-¿Qué clase de trabajo?-gruño el mayor.
-¡Eso no importa! La cosa es que uno de los hombres que trabajaba para el Pingüino se robó un dinero y me inculpo aprovechando el que yo haya querido abandonar ese grupo…
Bruce soltó al menos negando con la cabeza murmurando una maldición para apartarse de Jason:
-Ahora… ¿Dónde están tus padres?
-No. No voy a dejar que te mezcles en mi vida personal. Gracias por salvarme, pero no tienes ningún maldito derecho-frunció Jason el ceño tensándose.
-La escuela y yo tenemos derecho a saber puesto a que eres menor de edad. Tengo la responsabilidad de reportar lo que está pasando si es que estas viviendo solo siendo un menor de edad. ¿Dónde.estan.tus.padres?
La mirada del menor se volvió triste. Paso una mano por su rostro hasta llegar a su cabello despeinándolo. Se recargo en la pared sin dirigir la mirada hacia Bruce:
-Mi mama se suicidó hace unos años…Mi padre, la verdad no tengo idea y tampoco es que me importe mucho…
-Tu estas…Eso no puede ser cierto-susurro el mayor mirando al menor contrariado.
-Es problema de usted si decide creerme o no, ahora… Es mejor que se vaya.
-No puedo irme ahora que se eso…
-¡Ah! No sea dramático.
-¿Desde hace cuanto vives solo, Jason?
-Yo que se… desde hace como 8 años, obviamente algunos vecinos me ayudaron.
-Eso es…
-No, señor Wayne. No necesito que sienta compasión por mí, no he logrado sobrevivir toda mi vida gracias a la compasión, sino a-
-Tu fuerza, fortaleza…
Jason tan solo asintió queriendo desaparecer en ese momento. ¿Por qué debía ser él quien lo encontrase? ¿Por qué el puto Bruce Wayne? Se mordió el labio con fuerza dando una pequeña patada con el talón a la pared. Bruce tan solo lo observaba sin dar crédito a todo lo que había oído. Ahora quería cuidar en serio a ese mocoso con todo su ser. Ahora todo tenía mucho más sentido. La actitud, su falta de empatía o sensibilidad, la rabia que había en el… Lo cuidaría. Como fuese necesario lograría cuidarlo y protegerlo, intentando no involucrarse demasiado con él, no quería crear otra clase de expectativas al chico. Ya había tomado una decisión y ellos en definitiva no tendrían un romance jamás, o al menos eso quería creer el:
-Me hare cargo de esta casa y de tus estudios.
-…¿Disculpa?-gruño Jason dirigiéndole una mirada molesta-, yo no te he pedido nada, ¿Por qué demonios tienes que involucrarte? No te quiero cerca, ¿sí? Solo haces que… mi mente sea un caos, en serio.
-No aceptare un no por respuesta. Alguien debe hacerse cargo de ti.
-¡Tengo 19 años! ¡Me he hecho cargo de mí mismo desde prácticamente siempre! No te necesito.
-…Has sido toda la vida fuerte, y a veces esa fortaleza se debilita… Si eso te llegase a pasar, no tendrás en que afirmarte… Déjame ayudarte.
-No quiero tu ayuda.
Bruce frunció los labios observando al menor. Analizando rápidamente la situación para asentir:
-Muy bien, entonces llamare a servicios sociales.
-¡¿Qué?¡
-Les diré que estás viviendo en este lugar solo, que no vas a la escuela y que te estas volviendo problemático, quizá hasta decidan mandarte a una militarizada.
-¡¡Te reto a que lo hagas!!
Bruce no necesito más que eso para sacar su celular y buscar por internet el numero para marcar en seguida:
-Hola, si… Quiero dar a conocer un caso de un chico-Pero en eso, Jason se abalanzo contra el intentando quitarle el celular. Bruce sonrió alzando su brazo con el aparato en las manos para      hablar más bajo-, colgare si tú me dejas ayudarte…
-¡Bien! Solo deja… De ser idiota.
-¿Señorita? No pasa nada-cumpliendo su palabra, colgó guardando su celular sonriendo ligeramente triunfador.

 Jason se había negado rotundamente a asistir a la escuela, lo encontraba una pérdida de tiempo. Bruce no había puesto problemas en ello, salvo que leyera los libros y guías que él iba a entregarle para que diera pruebas libres a cambio claro, esa casa debía estar completamente impecable. El mayor no vería a nadie viviendo en esas precarias condiciones. El menor tardo 3 días en dejar más o menos habitable su hogar, y Bruce, a pesar de no estar tan satisfecho, acepto. Era un joven de 19 años, cuando se trataba de limpieza en realidad no podía exigir demasiado.

Ya pasado un mes, Jason definitivamente logro recomponer su promedio en su último año de escuela, pero Bruce sabía que algo no andaba bien con el menor. Andaba más ojeroso, malhumorado y cabizbajo que otras veces, creía saber porque, pero en serio no quería preguntar. No quería saber la respuesta a pesar de ya tenerla. Tenía muy en cuenta los sentimientos del menor y en realidad no quería involucrarse. Sería un gran problema y quizás, solo quizás… tenía algo de miedo. Aun no superaba el antiguo amorío con su alumno pasado y no es que hayan terminado, no. La presión que los padres ejercían en el por ser homosexual termino causando su suicidio. Bruce quedo devastado, apenas si había logrado salir de ese profundo dolor con la ayuda de su antigua y ex esposa, Selina. Y ahora Jason, su nuevo alumno problema llegaba y de un día para otro se le confesaba. Es cierto. No negaba que empezaba a sentir cosas por el menor, pero el miedo, su deber de profesor, la edad. Muchas cosas en contra que no podía dejar ir. Jason había dejado de insistir, y eso no significaba que el amor se le hubiese ido de un día a otro, solo se estaba aguantando, conteniendo y sabía que por eso estaba tan mal. Eso lo hacía sentir culpable. Quería ayudar a Jason pero tenía en cuenta que este no aguantaría mucho tiempo más.

 

Notas finales:

Gracias por leer!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).