Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Feeling your desire por Mit Hydeist

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Unos días después del Gran Premio de Fórmula Uno en Suzuka, la banda volvía a ensayar para su próximo concierto. Hyde pensó que le encantaría que el próximo año lo invitaran para cantar el himno nacional al inicio de la carrera de Fórmula Uno ^^ Pero no lo mencionó. Estaba más callado que de costumbre, obviamente por la pelea con Tetsu. Sin embargo, ambos se mostraban profesionales y llevaban adelante la práctica sin problemas, aunque trataban de no dirigirse la palabra.


En realidad Tetsu se sentía terrible. Hubiera deseado que se lo tragara la tierra cuando vio a Hyde esa mañana (la primera vez que se veían luego del episodio del Gran Premio). No dejaba de pensar en lo tonto e innecesariamente impulsivo que había sido... En verdad no le gustaba que Hyde anduviera con rodeos, pero... acaso sus insinuaciones (a pesar de que eran algo incómodas) no eran una “buena señal”? Sin dudas que sí. Sin embargo, Tetsu amaba a Hyde... y lo había arruinado todo olímpicamente.... -_-


Por su parte Hyde no quería ni ver a Tet-chan. Estaba terriblemente enfadado con él por llamarlo como lo había hecho. “¡Idiota! ¡¿Cómo pudo?! Maldito bastardo, lo único que quiere es acostarse conmigo!”. Si le dirigía la palabra a Tetsu no sería nada amable con él, así que prefirió simplemente ignorarlo. Desde luego ni se le acercó para cantar los coros como solía hacer, y por el contrario si se acercó mucho a Ken-chan.


Luego de terminar con la canción “Taste of love” (en la cual la voz de Hyde se escucha particularmente sensual), el vocalista se dobló por la cintura para acomodar algo en sus pies. La especie de vestido/túnica que llevaba puesto (inusualmente, porque no solía vestir así en los ensayos) era demasiado largo para su estatura y estaba constantemente pisándose el ruedo. En ese instante (Tetsu estaba afinando las cuerdas de su bajo), Ken dio unos pasos hacia la batería y sacándose el cigarrillo de los labios les susurró a sus dos compañeros.


-Les apuesto 3.000 yens a que no lleva nada debajo de eso –dijo el guitarrista en voz baja, refiriéndose obviamente a Hyde y a su vestido.


Tetsu hizo una mueca de desagrado por la idea, negando con la cabeza; Yukihiro en cambio susurró: -Qué sean 5.000.


Así, Ken se acercó a Hyde por la espalda y sin ningún tipo de miramiento le levantó el vestido: debajo llevaba puesto un boxer negro. El vocalista se enderezó y se volteó enseguida, sólo para ver a Ken-chan y a Yukkie lanzando sendas carcajadas.


-¡Jajaja, me debes 5.000 yens, Yukkie! –exclamó Ken.


-¡EH! La ropa interior cuenta como algo, jajaja! –respondió Yukihiro.


Hyde permaneció mirándolos unos segundos antes de gritarles, de muy malas maneras, que eran unos idiotas.


-Oh, vamos, Haido! –dijo Ken sin dejar de reírse- Este es el tipo de broma que bien podrías haber hecho tú, jaja!


Hyde les dio la espalda y comenzó a irse a las zancadas muy enojado, pero al dar el tercer paso pisó por enésima vez el ruedo de su vestido y cayó de bruces al piso. Ken y Yukkie ahora se doblaban de la risa por la aparatosa caída de Hyde. Tetsu enseguida dejó su bajo contra una pared y fue corriendo a auxiliarlo, pero cuando se agachó a su lado para ayudarlo a ponerse de pie el vocalista enseguida lo apartó.


-¡No me toques, baka! –Hyde llevó una de sus manos a sus labios y cuando la retiro vio que estaba manchada de sangre.


-Pero... Haido-kun! –insistió Tetsu- Estás lastimado, déjame ayudarte.


Hyde se puso de pie enseguida, muy molesto, y se fue rápidamente al vestuario. Tetsu sólo se quedó ahí viendo cómo se marchaba.


-¿Qué esperas, baka? Ve a buscarlo –le dijo Ken- Por tu culpa Haido-kun está tan sensible, o no?


Tetsu asintió apenado.


-------------------------------------------------


-Haido-kun, ¿puedo pasar? –preguntó Tetsu detrás de la puerta del vestuario.


“¡Claro que no, baka!”


-Haido, por favor –Tetsu intentó abrir la puerta, pero estaba con llave y se puso más impaciente- Haido-kun, ábreme.


“Vete de aquí, baka Tetsu!”


Tetsu se apartó instintivamente de la puerta cuando oyó y sintió algún objeto golpeándose contra ella del otro lado (evidentemente Hyde estaba muuuy enfadado)


-Haido-kun... Por favor... Vengo a... pedirte... disculpas...


Medio minuto después Hyde abrió la puerta. Tetsu no sólo notó que aún parecía bastante enojado, sino que además se veía muy sensual vistiendo sólo unos pantalones de cuero negro, sus ojos delineados de negro y su oscuro cabello, arriba del hombro, algo revuelto.


-Haido... perdón por haberte llamado... como lo hice... –dijo Tetsu mirando al piso, una vez dentro de la habitación- Pero no era eso lo único que quería decirte... En realidad quería decirte algo más... desde hace tiempo... Quise decírtelo cuando estábamos en el baño del paddock de Suzuka, pero... –Tetsu hablaba torpemente, repitiendo las palabras, pero de alguna forma juntó valor para decir lo siguiente- Bueno, yo... Haido-kun... te amo.


Hyde se quedó mirando a Tetsu como si esa confesión no significara mucho para él.


-Tet-chan... –Hyde acercó mucho su rostro al de su compañero y le habló sonriendo seductoramente- Tú no me amas, sólo me deseas. No serás el primero ni el último. Después de todo... –el vocalista lanzó una risita- Estuviste muy lejos de decirme que me amabas en Suzuka... y en lugar de eso me terminaste llamando ramera...


En ese momento Tetsu sólo atinó a dar una perorata de disculpas de todo tipo, una detrás de la otra, que si bien eran sinceras no cambiaron la postura de Hyde.


-Bueno... ya que, según dices, sólo reaccionaste aquella vez... veamos como reaccionas ahora –dijo Hyde. Sabía que lo que le diría a Tetsu sería malicioso, pero no se detuvo a pensarlo dos veces y todo el asunto ya le parecía incluso divertido. –Supongo que ya sabes que me acosté miles de veces con Sakura... Mm, o al menos si no lo sabes con seguridad al menos te lo imaginaste... También me acosté con Ken-chan en algunas oportunidades y... ah, un par de veces con Yukkie. No había ningún otro sentimiento entre nosotros que no fuera el deseo de tener sexo.


Tetsu no podía creer lo que escuchaban sus oídos. Si en el baño de Suzuka no pudo contenerse, ahora mucho menos y comenzó a sacudir a Hyde por los hombros.


-¡Haido-kun! ¡Por Dios, dime que estás inventando todo esto! ¡¿Cómo pudiste?! ¡Yo fundé esta banda y soy su líder, te prohíbo que sigas...! ¡Haido, somos tus mejores amigos...!


-¡Tú no puedes prohibirme nada! –Hyde se estaba poniendo realmente mal, y Tetsu lo notó en su rostro- ¡Por lo único que estás enfadado es porque me acosté con todos menos contigo!


Al oír esa última frase Tetsu dejó de agitar a su compañero y le dijo con furia: -Al fin y al cabo si estaba equivocado... Tú no actúas como una ramera... Tú ERES una ramera! –Soltó a Hyde y caminó muy dolido hacia la puerta. Pero por esas casualidades, se volteó antes de salir de la habitación y lo que vio le afectó de una forma que no pudo explicar: Hyde se había quedado allí, inmóvil, mirando al piso, descalzo y con los brazos caídos a ambos lados del cuerpo. Varias líneas de delineador negro resbalaban por sus mejillas desde sus húmedos ojos.


-Lo soy, verdad? Perdóname, Tet-chan…


Tetsu no pudo hacer más que acercarse a Hyde y abrazarlo. Verlo así le partía el alma (y mucho más si su querido Haido-kun, su amigo de toda la vida después de todo, lloraba por algo que él había dicho). Hyde enseguida se encogió bajo los brazos del bajista, apoyando su cabeza en su pecho (para la cual no necesitaba siquiera bajar la cabeza, porque Tet-chan era casi diez centímetros más alto).


-Haido-kun, no llores. –Tetsu lo obligó a mirarlo, sonriéndole débilmente- No te ves muy bien con tu adorado delineador en tus mejillas, ne?


-Disculpa... –Hyde se pasó una mano desprolijamente por ambas mejillas y luego trató de acercarse a su compañero con obvias intenciones de besarlo, pero Tetsu lo rechazó con mucha angustia. El bajista estaba convencido de que un beso de Hyde no sería sincero. Si era verdad que se había acostado con los otros miembros de la banda sin sentir verdadero amor por ellos, no tenía por qué ser diferente con él. Y mucho menos teniendo en cuenta la indiferencia que Hyde había mostrado cuando Tetsu se le había declarado, minutos antes...


-Volvamos, Haido –dijo Tetsu luego de darle su pañuelo –Tenemos que ensayar y Ken y Yukkie deben estar impacientes.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).