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Un Juego Prohibido por ScarlletParaise

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Notas del capitulo:

Hola! Aquí les traigo otra actualización más, espero que lo disfruten...

No sabía que hacer al respecto, recibir el llamado de Regulus a su cuarto le demostró que algo grave ocurrió porque juraría que ese chico jamás se le presento con lágrimas en sus ojos, sin embargo, la noticia que le dio en donde se refería a que su hermano había sufrido un accidente doméstico; fue guiado hasta la sala en una manada de sirvientes de los pocos que había esa noche y la mayoría de los que quedaban comenzaban a chismosear sobre lo ocurrido.

 

Cuando llega al lugar del sitio, lo primero que vio fue al señor Ilias sufriendo por lo que parecía ser un ataque de ira, después aprecia como Sysipho era consolado por El Cid, sabiendo que nadie se hacía cargo del cuerpo de Aioros – Yo me ofrezco a llevarlo hasta su habitación y manden a llamar a un médico – Ilias asiente ante aquella opinión del chico, quien cumplía con su palabra.

 

(Opening – No me arrepiento de Victor Escalona)

 

Lo deposita con mucho cuidado sobre la cama del joven Aioros, el medico había llegado volando al ser notificado el motivo, el único que se quedó en compañía del afectado fue Shura y Sysipho. En cambio, Aioria le toco acompañar a su padre hasta el cuarto de este, dado que el hombre no parecía estar en condiciones para mantenerse de pie y enfrentar el cómo esta su primogénito.

Los minutos pasaban, como también los segundos la torturaban a niveles sospechados, jamás quiso cometer aquello, pero debía ocultarlo y el primer testigo ante ese incidente es el hermano menor de su prometido, ese mocoso insoportable sería el primero en callar. En eso su mundo se detiene cuando las puertas del cuarto donde descansaba su prometido se abrían par en par, mostrando la apariencia neutra de ese sirviente de mala muerte.

 

- ¿Y bien Shura? – Le cuestiona Regulus al borde de los nervios, no aguantaba ni un segundo más sin estar al lado de su hermano mayor y eso lo estaba matando lentamente.

 

- El joven Aioros esta inconsciente, pero el médico sugiere que se analice quien fue a producirle ese accidente, dado que la condición con la que se golpeó en la cabeza, casi le cuesta la vida – Sysipho se desmaya al escuchar aquel veredicto dado por el médico, Hilda se asombra al ver como ese hombre era agarrado con fuerza por el otro que no dejaba de llamarlo por su nombre – Sin embargo, hasta mañana podrá despertar, si es que evoluciona correctamente, por lo tanto, no se le debe molestar y si despierta no sobre exigirle, tanto emocionalmente como físicamente – Hilda trata de tantear algo en donde agarrarse, su cuerpo no dejaba de temblarle ya sintiéndose al borde de caer en aquel vacío.

 

- ¿Puedo pasar? – Pregunta con apuro e insistencia Regulus, haciendo puntitas de pie para ver el interior del cuarto y eso demostraba que deseaba ingresar enseguida.

 

Shura se asoma un poco al interior de la habitación, apreciando como el médico tomaba su maletín dispuesto a retirarse – Puedes pasar chiquitín – Regulus le sonríe ampliamente ante el apodo cariñoso que le acababa de dar y de paso se hace a un lado para abandonar ese sector e irse a su cuarto a descansar, dado que su cometido ante el pedido posterior de su joven amo fue cumplido, solamente rogaba que encontrase el culpable del incidente y que ese chico despertase.

 

- ¿Le avisamos si despierta, señor García? – El hombre medita las dos opciones para así chequear a Sysipho que parecía no reaccionar, en cambio, Hilda estaba atenta a cualquier comentario.

 

- Al joven Aioros puede que ya entrada la mañana despertará, vendré también para chequear la salud del señor Ilias y puede que Sysipho deberá descansar por hoy, creo que ha tenido más emociones y su estrés puede llegar a empeorar – La mirada de El Cid se apaga mientras cargaba a su amado en brazos, García lo acompaña al cuarto del castaño mayor para así chequearlo como se debe.

------- J~P -------

De sus ojos salían amargas lágrimas, recuerdos dolorosos azotaban en su mente, quería regresar en el tiempo y poder ser útil y ayudar a sus hermanos mayores. Aprieta con fuerza sus ojos y dientes, no aguantaba la impotencia que inundaba su joven corazón, ya no sabía que hacer al respecto y ver en esas condiciones a Aioros, era lo peor.

Apoya su cabeza en el pecho de su hermano mayor, se relajaba para dejar que las lágrimas de sus ojos pardos brotaran mientras aminoraba la jaqueca que estaba presentando.

 

- Lo siento mucho Aioros, lo siento por no haberte ayudado hermano, yo sabía que esa mujer no era sana para ti, se lo dije a nuestro padre y a nuestro tio, pero ellos no me escucharon y ahora, solamente es Aioria quien te protege, pero yo solamente me quedo escuchando y observando todo el daño que te hace esa mujer – Gimotea ante imaginarse esos pocos días que su hermano estaba en casa y como también apreciar el cómo esa mujer analizaba la casa como si deseara hacer algo con ella en un futuro – En cambio, me refugio de mi dolor con ver a Shura, él es una gran persona, es bueno con todos y jamás hace discriminación entre las clases sociales, él es un chico que admiro y amo en secreto – Toma la mano de su hermano mayor y alza su rostro para apreciar lo tranquilo que estaba Aioros, esboza una media sonrisa ante la idea de hablarle a su hermano que estaba inconsciente sobre sus sentimientos – Además, quisiera hacer tres promesas – Sonríe ampliamente mientras se sienta al lado de su hermano quedándose mirando con sus ojos brillando en una gran ilusión – una de ellas es que ayudare a partir de ahora a Aioria y a ti con la casa, la segunda seré valiente y me armare de orgulloso por ser quien soy, tercero – Medita lo que diría a continuación, estaba dudando si su hermano mayor sentía alguna atracción por Shura, pero quería decirle sus sentimientos hacia el aprendiz a jardinero y también tener en cuenta los sentimientos de su hermano mayor – me confesare a Shura, le dire que me gusta mucho y que deseo ser su amante por el resto de mis días – Le da un beso en la mejilla para después limpiarse el camino que hicieron sus lágrimas, para posteriormente irse del cuarto, listo para afrontar su realidad.

 

Sin embargo, Aioros reacciona en ese preciso instante, aturdido por el golpe y mareado ante lo que acababa de escuchar por boca de su hermanito pequeño. Enfoca su mirada en el techo de su habitación, estaba en su cuarto y todo a su alrededor era tristeza al saber los sentimientos de su hermanito pequeño por ese hombre que él también ama – Lo siento muchísimo Regulus, perdóname, perdóname hermanito – Se lamenta al ser tan descuidado y también despistado, porque acababa de herir los sentimientos de su hermanito de una forma tan cruel e indirecta. Se da la vuelta y lleva sus rodillas al pecho para abrazarlas, sentía ese frio inmenso al ser herido por la confesión de tu propia sangre, y de cómo la realidad te acomoda de una forma que tarde o temprano te tiraría a ese gran vacío del que nunca lograra salir.

------- J~P -------

Un gran nudo se le había instaurado en su pecho que le impedía procesar todo lo que acababa de vivir en menos de un día, llega a su cuarto para así encerrarse, deseaba reflexionar todo lo que vio. Visitar a Lugonis le ayudo a comprender que en ese pueblo eran por su mayoría vampiros, seres de la oscuridad y podía pensar que no todos son malos como en las historias decían acerca de ellos, se deja caer en el piso llevándose su mano a su corazón sintiendo que sus latidos poco a poco se aceleraban por el motivo de ver al joven Aioros tendido en el suelo sin respirar, cierra sus ojos para después dejarse llevar por la necesidad de llorar.

 

- ¿Me acabo de enamorar de un hombre? – Esa fue su duda más grande en su existencia, era cierto que nunca tuvo una cita o una novia, porque jamás lo sintió necesario, pero ahora es totalmente distinto – Por favor, despierte, por favor Dios que se recupere “No puedo imaginarme ni un segundo separado de ese hombre, porque hay algo que me atrae de una manera que es totalmente sobre humana” ¿Esto es amor o es otra cosa? – Deja que su respuesta llegue hacia él, sin embargo, no le dio ni tiempo para despegar su atención cuando la puerta sonó, se pone de pie y la abre dispuesto a recibir al joven Aioros, pero para su sorpresa era el joven Regulus quien estaba allí parado con semblante que él también lo tenía - ¿Qué lo trae aquí, joven Regulus? – El más chico se ruboriza hasta las orejas al escuchar de cómo era llamado por ese hombre que lo tenía hipnotizado de alguna forma.

 

- Esto… Y-Y-Yo – No sabía que decir al respecto su mente carburaba a mil por hora con tan solo posar su mirada celeste en aquellos ojos que lo atrapaban con tan solo apreciarlos, sacude su cabeza, debía juntar el valor y ser un hombre – “Bien, ya llegue demasiado lejos para retroceder, debe saber lo que siento por él” Quería hablar contigo Shura – El chico de cabellos verdes oscuros se pone nervioso, pero trata de fingir lo más posible manteniendo un semblante neutro.

 

- Bien – Estaba en un dilema moral, dado que dudaba si dejarlo pasar o simplemente hablar en el pasillo y termino optando hablar en el pasillo - ¿De qué quieres que hablemos? – Regulus se rasca la nuca nervioso ante la cercanía entre los dos, pero debía abstenerse un poquito más.

 

- Yo quería confesarte mis sentimientos Shura – El mayor abre sus ojos sorprendido ante lo que acababa de escuchar – y estoy dispuesto a escuchar cualquier cosa de ti, pero antes escúchame a mí – El chico de procedencia española asiente con duda al respecto, porque ahora su mente estaba completamente parada – Desde que nos presentaron hace once meses, yo me enamore de ti en el primer segundo, todo de ti es perfecto, eres el mejor ejemplo que tengo después de la partida de mi hermano mayor y tu ocupaste ese lugarcito en mi corazón, aunque sea pequeñito, pero en resumida, me gustaría que fuéramos más que amo y sirviente – Todo a su alrededor se congela por completa, voltea su rostro temiendo por rechazar esa confesión, ya se lo estaba disputando por la otra persona que poco a poco comenzaba a sentir algo, pero no estaba seguro y no quería tentar a la suerte.

 

- Regulus, acepto lo que sientes por mi – El pequeño de los hermanos se le ilumina la mirada por unos instantes, cuando Shura lo mira fijamente pudo notar ese cambio el mismo que vio en su hermano mayor, pero con un detalle que podía aceptar – pero yo no te quiero de esa forma, tu para mi eres como… emm, como explicártelo… ¿Mi hermano pequeño?, sí de esa forma, porque no podría salir contigo de la forma que tú piensas y lo que acabas de hacer fue un impulso solamente – El más pequeño de los León esboza una media sonrisa, le dolía en el fondo y a la vez ya intuía que sus sentimientos no eran correspondidos, pero estaría dispuesto ayudar a Shura a que este con su hermano mayor.

 

- “Yo sabía que algo extraño estaba ocurriendo en esta casa” Lo entiendo Shura, no hace falta que te guarde rencor por algo que lo veía venir, simplemente estoy dispuesto ayudarte a ti y a mi hermano mayor en lo que sea, porque creo en el destino y con el amor de su parte, pueden hacerse milagros – Shura deja salir un suspiro aliviado a que todo eso quedo en un acuerdo mutuo, debería a distanciarse un poco del chico para que se recupere de ese leve dolor y sobre todo no meterle presión en nada relacionado con el amor – No obstante, tengo otra pregunta que hacerte – El chico de cabellos verdes oscuros comienza a reír mientras se cruza de brazos esperando a que suelte su duda el pequeño Regulus - ¿Puedo llamarte hermano mayor? – Medita aquel pedido para así poder entender el punto de pedirle algo así, simplemente se da por vencido y acepta la petición.

 

- Así será, pequeño León – Regulus esboza una amplia sonrisa de inocencia y cierra sus ojos, porque el dolor residiría en su pecho, pero el resentimiento nunca existiría por algo que ya sabía que pasaría.

------- J~P -------

La mañana siguiente todos en la casa se sentaron para desayunar, menos Aioros, dado que el mayor de los hermanos estaba todavía descansando. Sysipho analizaba a los que se sentaron en la mesa y estaría dispuesto averiguar quién fue el culpable del accidente doméstico que padeció su amado sobrino.

 

- Veo que nadie desea hablar hoy en día, sin embargo, creo que ya sabrán lo que sucederá hoy, ¿Cierto? – Aioria y Regulus intercambiaron miradas interrogándose con las miradas de que trata referirse su tio, por otro lado, Hilda finaliza su desayuno y se abstiene a escuchar lo que podría decirse – Después de lo que padeció Aioros el día de ayer, quedara en suspenso y dejare que El Cid se encargue de averiguar que sucedió, por otro lado, ya estamos jueves y ustedes tres deberían empezar a empacar porque mañana entrada la madrugada se van de retiro al rancho de nuestra familia por un mes y medio, ya que los pedidos para la restauración del edificio ya están por llegar en uno de los trenes de nuestra firma ferroviaria y quiero que uno de ustedes se encargue de recibir la mercancía – Hilda irgue su espalda y dirige su mirada con solemnidad al tio de su prometido, estaba dispuesta hacer ese tipo de trabajos, sin embargo, Aioria también lo estaba.

 

- No te apresures querida, creo que “las mujeres de tu calaña” no están familiarizadas con este “tipo” de trabajos, porque “prefieren” leer, “vivir” del dinero de la familia de su “amado”, comprar vestidos y mangonear la servidumbre, demostrando así su “gran capacidad” de administrar una casa de familia – La mujer de cabellos platinados niega con la boca semi abierta ante las constantes indirectas que le lanza su cuñado, no podía comprender el comportamiento tan rebelde y obstinado que tenía ese muchacho, ni hablar del más chico. En cambio, Sysipho analiza aquellas palabras podía sospechar que su hermano fue manipulado de alguna forma, porque recordaba muy bien cuando le comento a él que consiguió la esposa perfecta para su hijo.

 

- Creo que me estas subestimando Aioria, porque si buscas en hacerme a un lado sobre este asunto, entonces me tienes muchísimo miedo como para atreverte levantarme una mano – El hermano del medio se pone de pie y golpea la mesa con una gran fuerza logrando que las cosas sobre esta dieran un salto, Sysipho se espanta ante la agresividad de su sobrino, pero dirige su mirada a Hilda ya percatándose la fricción entre ellos dos.

 

- Cierra tu asquerosa boca maldita zorra de feria – Ella también se pone de pie, pero estaba vez manteniendo su postura firme y solemne, porque estaba dispuesta hacer lo que fuese para impedir su felicidad al lado de ese hombre que tanto ama – Yo no te tengo miedo y menos a nadie, porque estoy dispuesto a defender el honor de esta familia y por supuesto, ¡hacerte desaparecer de la faz de la tierra! – Hilda dirige su mirada a un Sysipho que la miraba con una seriedad improbable de verse en ese hombre, sin embargo, al notar que Regulus comenzaba a reírse de lo que sucedía y sobre todo dirigir su mirada a ese hombre de cabellos azules que parecía abstenerse a cualquier cosa.

 

- No hace falta ubicarla Aioria, porque será todo a su tiempo, y dejemos que la señorita Polaris demuestre es capaz de estar en esta familia y en nuestro circulo – Aquellas palabras le helaron por completo, dado que apreciar esa sonrisa retorcida y más notando que El Cid esbozaba una media sonrisa.

 

- Jamás hagas cosas por impulso y menos meterte con la mafia, querida - Le dice con una sonrisa ladina y de victoria Regulus, ya aterrorizando a un Hilda que no dudo pasar a retirarse de aquel comedor, quedando con aquellas palabras tatuadas en su mente.

------- J~P -------

Todos los empleados se reunieron a la hora acordada por el señor Sysipho, porque ya les había avisado a sus patrones acerca del plan que tenía el joven Aioros, sin embargo, había otro detalle y era el cómo se lo tomaría la señorita Hilda. Decide ir hasta el cuarto del joven Aioros, para así llevarle también el desayuno y de paso visitarlo, deseaba ver como estaba y poder encontrar las respuestas a sus dudas sentimentales.

 

Al llegar, nota los constantes insultos en un perfecto francés y ahora un perfecto italiano, deja salir un suspiro mientras niega de la tontería que estaría haciendo el joven Aioros - ¿Puedo pasar, joven Aioros? – En eso se percata que la puerta se abre por sí sola, asombrándose lo que podía hacer ese chico vampiro – Con permiso, joven amo – Ingresa aquel cuarto con una bandeja de plata con el desayuno: en que consiste un plato de huevo frito con tres trocitos de tocino y otro plato con una torre de tortitas, un vaso con leche y otro de juego de naranja.

 

- Gracias por venir Shura – Le dice con desgano, preocupando al chico de cabellos verdes oscuros, quien deja la bandeja en la mesita de noche del lado izquierdo de la cama y se acerca al hijo del patrón.

 

- ¿Se siente bien? – Le pregunta mientras acerca su mano derecha para cerciorarse que tenga fiebre, pero el castaño se aleja de él dándose la vuelta y darle la espalda.

 

- ¿Podrías esperar fuera de mi cuarto? – Shura con desgano asiente, no comprendía esa falta de vitalidad y sobre todo que lo evitase de esa forma.

 

- Por supuesto, lo que usted ordene – Sin dirigirle una mirada más, decide retirarse del cuarto y esperar a que ese muchacho que poco a poco lo estaba atrayendo, sin embargo, podía intuir que algo raro le estaba pasando y estaría dispuesto averiguar que le sucede, costándole su puesto de trabajo.

 

Al ya estar solo en su cuarto, se deja inundar por el dolor en su corazón, había cometido el peor de las acciones. Sin embargo, debía abstenerse a quitarle algo que a su pequeño hermano ama y es a la persona que debería confesarle sus sentimientos, y él simplemente sobraba en estar dentro del corazón de ese hermoso y amable chico.

(Ending - When It's Time de Green Day)

Notas finales:

Espero que lo hayan disfrutado, antes que nada querias avisarles que estare actualizando 4 capitulos como tanda de este fanfic, porque se que la historia l@s atrapa cada vez más y como también Order Vampire también necesita ser actualizada y de mi me ire tomando dos días de descanso para refrescar la imaginacion.


 


Sin más que decirles, dejen un hermoso Reviews si estan de acuerdo con la idea que les plantee y de lo que desean ver en los proximos capitulos de Un Juego Prohibido. Nos leemos en prontamente.


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