MERAK [HimUp] por PaChZhKy

Un pequeño mesero se movió con destreza entre las mesas, atendiendo con su enorme y característica sonrisa.

Mientras dejaba los platos en las mesa número cinco.  Un bajo sonido,  se escuchó, aquel que indicaba que un nuevo cliente había ingresado, terminó de limpiar unas mesas y fue hasta la cosina donde dejó los platos sucios. Tomó dos menús y camino hasta la mesa.


-Buenas noches, mi nombre es Moon JongUp y sere su mesero hoy.-Sonrio con sus tipicos ojos cerrado.


-Eres tú.- él hombre anciano habló con sorpresa y JongUp no entendió en un principio. Hasta que miró bien a aquel hombre. No podían cualpar a JongUp de no reconocer al hombre que una vez fue su pesadilla. Habían pasado casi dos años desde que JongUp abandonó la mansión de Los Kim.


-¿Desean esperar para ordenar? .-JongUp comenzó a sentirse nervioso bajo la sorprendida mirada del hombre-Vendré en diez minutos.


Y salió corriendo de ahí.  No quería ver a Ese hombre, no quería recordar a Kim HimChan.

-¡Hey, KyuJong!, ¿Podrías atender la mesa de allá?. -Su compañero asintió confundido.




JongUp lo intentó de verdad, pero no podía trabajar tranquilamente si tenía la mirada de la pareja de ancianos sobre él.


-Si HimChan te viera, estaría realmente feliz- comentó lo mujer, cuando JongUp paso cerca de su mesa. Con toda la intención de que él la escuchará.

-¿Desean algo más?- preguntó cuando su compañero lo obligo a atender la mesa a la que no quería ir. Estaban demasiado atareado ese día y con una gran baja en el personal.- ¿O la cuenta?.


-Vuelve con mi hijo.-Él hombre habló primero, Como si fuera una orden. Con su voz potente, como si tuviera a JongUp entre sus manos.

-¿Disculpe?.

-Vuelve con mi hijo.-JongUp cambio su mirada de él hombre a la mujer de edad avanzada.

Nunca habia visto a la madre de HimChan la mujer era realmente hermosa. Tenia el cabello negro que se alargaba hasta debajo de sus hombros delicados. Y los mismo ojos del hombre que aún amaba.


-Por favor.-Volvió a hablar la mujer. -Vuelve con mi hijo.


-Creo que les traeré la cuenta. -JongUp avanzó sólo dos pasos antes de que él padre de HimChan lo detuviera.

-¿Cuanto quieres?.-Su voz aún sonaba resentida, Como si lo culpara de algo.

-¿Qué?.

-¿Cuanto quieres por volver con HimChan?.

JongUp sintió como su rostro se sonrojaba por la cólera.

-váyanse.- Los miró con resentimiento antes de volver hacia la cosina.

Cuando salió con los platos para las otras mesas vio a la pareja de ancianos esperándolo.


-Estoy trabajando, así que por favor...

-Vuelve con HimChan.- La mujer lo interrumpió.

-HimChan y yo terminamos hace tiempo.- JongUp suspiro.- Y si mal no recuerdo fue él quien rompió conmigo.


-Él te ama.- dijo su madre con los ojos rojos, por las lágrimas contenidas.

-No es él mismo desde que te fuiste.-Él hombre lo miró suplicante. Como si fuera su última esperanza -Regresa con él.

-Lo que había entre HimChan y yo, ya no existe.  Fue hace demasiado tiempo.-JongUp suspiro y  intentó rodear el cuerpo de la mujer y seguir su camino.


-HimChan no te olvidó aún. ¿Tú si?.-Su madre lo miro asustada. La única esperanza de que HimChan volviera a ser feliz, estaba escapandose.

JongUp se detuvo un segundo antes de volver a seguir su camino sin mirar hacia la pareja de ancianos a sus espaldas.

Los padres de HimChan se miraron sin saber que hacer. Pero si algo sabía la mujer. Es que no dejaría que su hijo siguiera siendo infeliz.

Los días pasaron cada vez más lentos.

Lo que molestaba a JongUp era que los padres de HimChan no dejaron de asistir al pequeño restaurante ni un solo día.

Era lo mismo siempre. Intentando conseguir que JongUp salga con HimChan y obteniendo un "No" por respuesta.

JongUp comenzó a pensar seriamente cambiar de trabajo.



Ese dia era jueves, para tranquilidad de JongUp  los padres de HimChan parecían haberse dado por vencidos.

Sonrió cuando la campa sóno avisado la entrada de un cliente. JongUp miro a la mujer con fastidio.


La madre de HimChan había venido sola. Sin su marido y tomó asiento en una de las mesas individuales. Sin quitarle los


Ni un segundo. JongUp observo el restaurante. Sin ver un solo mesero libre. Lloriqueando internamente por su mala suerte. Comenzó a caminar hacia la mujer.


-Buenas noches, mi nombre es Moon JongUp y seré su mesero está noche. ¿Qué desea ordenar?.-Estaba decidido a acabar con su tortura de forma rápida.


-¿Podemos hablar un segundo?.


-No voy a salir con HimChan.-Declaró firme.


-No es de eso de lo que quiero hablarte.-JongUp la miro interesado.


-Tiene cinco minutos.


-Eso es suficiente... Quiero agradecerte Moon JongUp.


-¿Disculpe?.


-Para una madre no hay nada más gratificante que ver a su hijo feliz... Estuviste al lado de HimChan sólo dos meses...y en toda mi vida había visto a mi hijo sonreír como lo hizo contigo.

JongUp sintió su garganta cerrarse. Porque aún recordaba lo vacíos que eras sus ojos cuando lo conoció. La profunda tristeza que HimChan escondía de todos.


-Lo veía sonreír como si hubiera encontrado una pasión que lo motivara día a día. Y ahora te pregunto Moon JongUp, ¿Qué fue lo que hiciste? ¿Cómo lo lograste?. Han pasado dos años y medio y HimChan no ha sonreído ni una sola vez desde que te fuiste?.


-Yo... sólo lo quise.



-Y por lo que veo, HimChan también te quiere.


-Yo ya no siento nada por él.


-Dilo de nuevo, en un futuro, cuando tus ojos no brillen cuando hablamos de él.


-Al punto por favor.-JongUp apretó los labios furioso.-¿Qué quiere hacer? ¿Qué espera conseguir?.


-Espero conseguir que no huyas cuando lo veas, que no pelees y logres comprender que todos cometemos errores. Quiero que abras tú corazón. Quiero que mi hijo sea feliz al lado de la persona que ama.


-¡HimChan no me ama!.-JongUp sentía la indignación flotando a través de todo su cuerpo. Porque todos esperaban que él diera su brazo a torcer. Esperaban que le diera otra oportunidad a HimChan sin pensar si era algo que realmente quería hacer. Esperaban que volviera a alguien que lo había destrozado.

Y JongUp no iba a doblegarse, no iba a volver con HimChan sólo porque tenía dinero.


-Yo si te amo.- una voz gruesa sóno, una que JongUp aún recordaba, una voz que no podría confundir nunca. El pecho se le apretó dolorosamente y los nervios se apoderaron de él. Con lentitud movió la cabeza hacia atrás.
Y lo vio.

Al hombre que tanto daño le hizo.

Al hombre que a pesar de todo seguía Amando.


HimChan comenzó a acercarse lentamente.

-Se lo que diras HimChan... Que porque fui tan cobarde.-JongUp se levantó y comenzó a caminar hacia atrás intentando poner distancia entre ellos.- Que porque no me quede. ¿Qué esperabas que hiciera? ¿Verte casarte y tener hijos con una mujer?.-JongUp negó mientras HimChan seguía caminando lentamente. Imnotisado por la etérea visión que era JongUp.

La presión a su alrededor parecía subir de intensidad cuando más cerca estaban uno del otro. Sus cuerpos parecían atraerse el uno al otro como dos imanes. Una fuerza indescriptible obligó a JongUp a quedarse quieto.

El labio de JongUp tembló cuando HimChan continúaba caminando hacia él. Sin detenerse, sin hablar, sin pensar. Solamente caminando como si JongUp fuera un deseo. Un anhelo. Y HimChan no pudiera apartar los ojos de él.

-¿Porque eres tan egoísta HimChan?.-Todo el cuerpo de JongUp tembló cuando HimChan al fin estuvo frente a él. Sus cuerpos estaban tan cerca que sintió la respiración del otro. Y se sintió como el niño tonto que creía que los sueños podían volverse realidad. Qué podia tener un final feliz con HimChan, cuando siempre existiría ese prejuicio  que los mantendría separados y HimChan nunca iba a defenderlo, ni a darle un lugar seguro. -Sólo di algo.

Estás tan hermoso como el día en que te perdí.- HimChan levantó su mano derecha y acaricio con suavidad la mejilla de JongUp. Sus ojos repletos de lágrimas contenidas. Con una sonrisa dulce.


Dos lagrimas cayeron de los ojos de JongUp. Él ni siquiera sabía que las estaba conteniendo.

Y simplemente se apoyó contra la mano que lo acariciaba con amor. Porque de nada servía pelear una batalla que HimChan ya tenía ganada. Porque sólo bastaba unas palabras dulce y JongUp caería una y otra vez.

Sólo una mirada de HimChan y JongUp le perdonaría mil años de sufrimiento si era necesario. Para que lo mirara de esa forma otra vez.
 Y el ciclo se repetiría porque JongUp no era lo suficientemente fuerte como para negarse a él. Sabía Cómo terminaría. Con JongUp llorando en su habitación cuando HimChan volviera a sentirse inseguro y decidiera que JongUp no era lo suficientemente bueno para él, una vez más.
Pero lo amaba...y si podía tener al menos otros dos meses a su lado...todo valdría la pena.


-Lo siento.-HimChan dejó caer las lágrimas saladas con fuerza.-Lo siento por todo.


-Tú madre dijo que todos cometemos errores...


-El peor error que cometí...fue no seguirte esa noche.-HimChan lo miro con miedo. Seguramente pensaba que JongUp lo rechazaría...como si fuera capaz de semejante cosa. En su lugar JongUp abrazo con fuerza al hombre delante de él.


-Yo no esperaba que fueras por mi.


-Pero lo hise... llevo dos años buscándole...necesitaba decirte algo importante.


-¿Qué?.


-Que mentí...aquella noche donde dije aquellas cosas horribles....mentí, estoy perdidamente enamorado de ti, Moon JongUp.-Y lo beso y como la primera vez JongUp se derritío entre sus brazos.