-¡Alphys!- sin tiempos ni tapujos, Edge ni siquiera se ha tomado la molestia de intentar tocar la puerta o de abrirla de un modo “educado” simplemente la ha tirado al piso con un ataque y entrado seguido de Undyne quien le reta molesta por el modo de irrumpir, aunque para bien o para mal, el laboratorio se encuentra vacio, ambos monstruos buscan por el lugar y un par de minutos más tarde se escucha un elevador sonar, las puertas se abren y de esta emerge la reptil amarilla de lentes gruesos
-¡¿A qué mierda están jugando ustedes dos pedazos de basura?! ¡Mi puerta!- grita molesta y alterada, poco le importa a Edge quien dando zancadas llega al frente de la chica que aunque algo intimidada, procura no demostrar miedo delante de la mirad afilada del esqueleto más alto
-necesito que revises al imbécil de Sans, tiene un problema en su alma- demanda autoritario como acostumbra, sin embargo, Alphys solo ríe entre dientes de un modo venenoso, intentando observar desafiante y burlesca al segundo al mando de la guardia real
-entonces el imbécil se va a morir- masculle saboreando cada palabra con veneno claro, la mirada de Edge se vuelve peligrosa, Alphys comienza a temer un poco mas pero negándose a moverse de su lugar eleva el pecho y sonríe de un modo aun mas superior
-solo revísalo, no creo que sea algo grave- anuncia Undyne para llamar la atención de ambos monstruos, sintiendo repentinos deseos de golpear a Edge por estar tan cercas de la científica, ambas mujeres se miran y Alphys no demora demasiado en asentir; claro, lo que sea por su amor secreto. Conduce a todos los monstruos a la parte baja de su laboratorio, dejan en una camilla metálica al aun durmiente Red y Alphys comienza los estudios delante de Edge y Undyne; es lógico que el esqueleto más alto no confié en Alphys, aun cuando sospecha de una “extraña” amistad entre su hermano y la lagarta amarilla
Las horas pasan, Undyne se marcha, hoy tiene una junta con el rey tirano y no puede faltar, se despide de Edge y le hace saber a Alphys que si el imbécil del segundo al mando se quiere propasar, que le llame y ella lo hará ponerse en su lugar, ambas “amigas” se despiden y solo quedan ahora los dos junto con un aun inconsciente Red
-¿Qué estaba haciendo a antes de desmayarse?- pregunta después de un rato de estar tecleando en la pantalla principal y continuando viendo en las aledañas los datos que comienzan a brotar, Edge la mira y se acerca con paso tranquilo a la camilla que tiene a Red, tomando una de sus manos, lo acomoda a modo de que sus manos queden en su pecho; ahora parece que Red interpreta a la bella durmiente, tal vez y solo le falta una rosa o una flor eco entre sus manos para hacerlo parecer completamente la princesa que duerme por la eternidad…
-supongo que estaba pelando, el muy imbécil no llego a la hora del descanso, así que supongo que andaría en peleas estúpidas- masculle aun observando el rostro durmiente de su hermano, Alphys lo ve por lo lejos pero no dice, nada, solo continua tecleando
-¿Desde hace cuanto sabes sobre la grieta de su alma?- pregunta osca y fría, es normal sabiendo que se trata de su trabajo, Edge aprieta sus puños con enfado, niega y mira ahora con odio a su hermano
-me acabo de enterar cuando te lo traje, ese imbécil no me dijo nada al respecto- gruñe, Alphys apenas lo mira por arriba de su hombro, sabiendo que el menor de los hermanos solo mira a su hermano en la cama, desvía de vuelta su mirada a las pantallas, tecleando con velocidad, busca lo mas que puede entre la enfermedad del más bajo de los esqueletos
-¿Y nunca te dio indicaciones de sufrir por la enfermedad? Este tipo de cosas no son fáciles de ocultar, debiste de haber visto algo raro- menciona, volviendo ahora con ambos hermanos y trayendo una charola de plata con varios medicamentaos e inyecciones preparadas para el esqueleto más bajo. Edge observa en silencio las acciones de Alphys, como crea su alma, tomándola con cierto cuidado para no dañarlo mas; si se tratara de otro tipo de monstruo no tendría ni un ápice de piedad, no sería cuidadosa y mucho menos lo estaría ayudando, es más, ya lo hubiera asesinado ella misma para hacerse un poco mas fuerte… pero Red era… digamos que tenían ciertos “tratos” diferentes a lo demás… así que, Alphys le debía unos cuantos favores a Red así como viceversa…
-ese imbécil siempre ha sido bueno mintiendo- más que un insulto o una reprimenda, Edge lo siente más como un lamento estúpido… es cierto, su hermano nunca le dio señales de estar enfermo, nunca le pareció a Edge que lo estuviera… aunque…
-aunque de un tiempo para acá dejo de meterse en tantas peleas y asesinatos públicos, comenzó a pelear menos y cuando me di cuenta, ya no hacia el intento de asesinar a nadie… supuse que lo había tranquilizado y me había hecho a respetar- comento al observar con cierto ápice de preocupación como Alphys inyectaba un suero de colores turquesas oscuros en el alma de Red y esta lo absorbía… tenía que vigilar las manos de Alphys para evitar que la lagarta amarilla fuera a asesinar a su hermano, por otro lado, Alphys veía con un ojo enarcado a través de las gruesas gafas que portaba ¿Qué Red había dejado de asesinar en público?
Bueno, eso era muy cierto, de un tiempo para acá Red había dejado de lado los asesinatos públicos, las veces que se mofaba de un pobre monstruo que tenia la estúpida y soñadora idea de que podía acabar con el mas peligros de Snowdin… Red se había limitado a estar casi siempre al lado de su hermano o sino en sus puestos de vigilancia que tenia para el tirano rey… así que, de cierto modo, todo el mundo pensó que Red o se había calmado, aburrido de seguir asesinando o que en todo caso, como habían visto años atrás, Edge por fin había logrado si bien, no “adiestrar” a Red, por lo menos tranquilizarlo y así mismo y de un modo bastante burlón, volver Snowdin un lugar todavía más tranquilo y “protector” porque, de entre todos, nadie causaba más miedo que Red, ni siquiera su hermano causaba tanto pavor al decir su nombre como lo era el pequeño monstruo de diente dorado
-¿Algo más?- pregunta Alphys sacando a ambos del recuerdo de un pasado glorioso para el mayor de los hermanos esqueleto, aun así, viéndose entre ambos, incluso Alphys quien trata más seguido con él junto con Grillby y su propio hermano o el mismo rey tirano… tratan de pensar ¿Habían cosas que fueran extrañas?
-… vitaminas, de un tiempo para acá ese idiota de Red dijo que necesitaba vitaminarse- la mirada de la chica por fin se fue directo a la de Edge pero este paso desapercibido eso, era cierto que no parecía ser importante, pero el esqueleto aun no terminaba de explicarse
-primero lo vi tomándolas una vez por semana, con el paso del tiempo aumento las dosis y las veces en que las bebía, hoy en día lo veo tomarse 3 píldoras cada dos horas y media si mal no me equivoco- explica, al parecer no presto atención a ese detalle, Alphys enarca un ojo y asiente, dejando de lado el alma de Red, comienza a buscar entre sus bolsillos
-aquí- susurra sacando de ambos bolsillos de su chaqueta varias botellas diminutas y frascos con píldoras, al leer más detalladamente comienza a comprender cierta cosas, no es solo uno, son varis y algunos mas ya se encuentran vacios
-estas no son vitaminas Papyrus…- se explica pasando de nuevo a su computadora y comenzar a teclear lo más rápido que puede
-esta mierda es un tipo de sedante muy fuerte para los dolores… ¿De dónde mierda saco tantos? Yo no los hago- se pregunta, viendo de nuevo los sedantes y al esqueleto que aun continua inconsciente en la mesa metálica
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Las horas pasan de un modo lento y pesado para todos, Alphys logro sacar a Edge de su laboratorio y dejar a Red descansar asegurando que por lo menos podría reposar así, ya le ha sedado lo suficiente para que pueda pasar la noche sin dolores hasta que despierte aunque lo que no le dijo al segundo al mando es que Red posee una extraña hendidura de huesos en uno de sus antebrazos, así que, una vez que se ha ido, la chica puede examinar mejor la herida…
-sea con quien sea que te hayas peleado, esta vez no saliste bien librado… idiota- masculle, saliendo por un momento de la zona donde se encuentra Red y pasando a poder comer algo… pues desde que llegaron Edge y Undyne con el inconsciente Red no había podido comer nada ni mucho menos descansar; ahora que sabía que por lo menos el esqueleto más bajo estaba tranquilo y controlado puede salir un momento y despejar la mente un rato tal vez viendo uno de sus tan amados animes gore… si, es la mejor idea que le ha llegado en todo el día… aun cuando inconscientemente su mente no deje de pensar en Red y en la razón de no atenderse semejantes heridas por la enfermedad… además de la facilidad con la que ha ocultado por tanto tiempo una enfermedad así a todo el mundo que le ve… Red realmente tiene talento para eso… ¿Qué otras cosas más habría estado ocultando hasta ahora?
Mientras Alphys se sienta en su sofá observando interesada su anime favorito y comiendo un poco de comida chatarra, en la habitación donde se encuentra exclusivamente Red, el esqueleto más bajo se encuentra removiéndose con incomodidad en su lugar
Gime y se retuerce, se abraza a si mismo casi haciéndose un ovillo en la misma camilla metálica, gruñe abrazándose a sí mismo ante el sentimiento agobiante de un calor abrazador, una sensación asfixiante y dolorosa. Dentro del alma de Red, una diminuta mancha de un color gris opaco se encuentra lentamente esparciéndose por el torrente de magia de Red, llegando por fin hasta el alma del mencionado, se expande de un modo lento, como la mancha de tinta que ensucia el agua cristalina de una laguna, la magia lo envuelve, el alma de Red está demasiado débil como para negarse, como para tratar de evitarlo
-d-duele… P-Papyrus…- suspira llamando por su hermano, su gesto se transforma a uno adolorido mientras se aferra a sí mismo con dolor, se abraza y entierra sus manos en sus brazos, su frente golpea contra el metal de la camilla y de un modo lento comienza a sentir que todo se desvanece, la poca consciencia que recupero a antes de que todo pasara comienza a perderse como lo es la bruma misma que cree que le envuelve…
-¡haaaaaaaaaaggggggggg!- grita con fuerza, arrodillándose en la tabla metálica y haciendo su cabeza hacia atrás, soltando el desgarrador grito de dolor… algo lo está destruyendo por dentro y no cree poder soportar mucho antes de quedar completamente inconsciente o ciego de tanto dolor…
¿Así va a morir Red?
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-¿hu?- Alphys, quien se encuentra con una escena sangrienta es detenida en su emoción cuando escucha algo caer entre sus cosas, pone pausa a su anime y baja de su sofá para dirigirse en dirección del ruido, confunda trata de encender las luces de lo que es su cocina pero solo puede encontrar su refrigerador abierto de par en par y regado por todo el suelo, los alimentos, algunos parecen incluso mordisqueados y eso le extraña
-¿Quién mierda ha hecho esto?- demanda molesta; no es la primera vez que las amalgamas salen del laboratorio subterráneo y roban su comida
Con gesto molesto se encamina en dirección a la parte inferior y secreta del laboratorio, entrando y prendiendo las luces, busca por todos lados y por fin en cuenta a las amalgamas, está dispuesta a reñirles y de ser necesario castigarles o tal vez golpearles por lo que han hecho, pero se da cuenta de algo importante… todas las amalgamas se encuentran en un rincón, una sobre otra, viendo en una dirección y temblando con mucho miedo
-¿Y ahora?- se pregunta a sí misma en un susurro al ver como las criaturas tiemblan como si se tratase de gelatina y procuran ni moverse ni hacer ruido, parpadea confusa y se encuentra con que las criaturas siguen con la mirada al unísono a algo que esta mas lejos que la misma Alphys. Tragando con algo de miedo y recapitulando a una velocidad vertiginosa todas esas películas de terror y todos sus animes gore, teme que termine del mismo modo
-¡haa!- para antes de que se pueda voltear las luces a su espalda son destruidas, pega un brinco y llega a donde se encuentran las amalgamas las cuales, con pavor se pegan a ella desde atrás, Alphys nunca ha tenido una buena vista así que, casi cegada por la oscuridad y apenas siendo una lámpara la que los ilumine a las amalgamas y a ella, su voz titubea
-¿Q-Quien anda a-ahí?- ni siquiera tiene la fuerza para insultar, traga asustada al notar que una sombra, una masa negra se mueve a una increíble velocidad por entre la oscuridad, tirando cosas y sonando un gruñido peligroso
Alphys trata de ver de quien mierda se trata, trata de buscar con toda la preocupación del mundo… no puede ver nada y entre el miedo, una amalgama que se aferra a sus pies la hace tropezar hacia delante, cayendo sus lentes en la zona de penumbras y escuchando a los pocos segundos como son desquebrajados… genial, ahora menos puede distinguir nada que no sean siluetas sumamente borrosas. Gatea hacia atrás y cuando topa con las amalgamas trata de ponerse en pie, viendo a todos lados, poco a poco la oscuridad que los rodea comienza a extenderse con el consecutivo destruir de las lámparas; las amalgamas tiemblan detrás de ella y cuando solo queda una última lámpara, Alphys cree alcanzar a ver un par de ojos carmesí junto a un gruñido gutural
Por fin y extrañamente la ultima lámpara es destruida, Alphys solo puede dar otro pequeño saltito y antes de ver nada más que la oscuridad, observa una última vez como una masa más negra que la oscuridad se abalanza por el frente hacia ella
Un último grito es lo último que se escucha en las entrañas del laboratorio
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La capitana de la guardia real se encuentra dando su último recorrido para llegar a su hogar, se mantiene serena observando a sus alrededores, cuidando de que no llegue una emboscada como muy seguidamente le ocurría, pobres seres idiotas que no valoraban lo suficiente su vida y que solo servían para crear en ella mas love del que ella pudiera pedir
Su camino acaba por fin, ahora se encuentra en sus territorios, Waterfall se encuentra más tranquilo que antes, es natural, al ser altas horas de la noche ya no hay casi monstruos en los caminos, por lo regular están “los que aun quedaron vivos para ver otro día mas” durmiendo en sus hogares cuidándose de no ser asesinados mientras duermen… ella por su parte se pregunta internamente si debería de ir a casa de Alphys con la buena excusa de saber cómo está el imbécil de Red, pero por otro punto, supone que no le será abierto, Alphys podía ser tímida y considerablemente débil de no ser por su inteligencia pero que de igual modo, sabia defenderse bien en sus territorios…
Y ahí se encontraba la chica, justo en la intersección que le llevaba a su casa y el camino delante de ella que la llevaría a ver a su amada lagarta amarilla de retorcida mentalidad… se mordió el labio inferior y una sonrisa divertida se mostro en sus facciones denotando oscuridad… ¿Por qué no iba y por fin hacia realidad su fantasía de tomarla para sí misma? Le haría algo “peor” que torturarla y aumentar su love…
Sonrió oscuramente y dio un par de zancadas en dirección de Hotland, siendo inconsciente que mostraba una sonrisa psicópata retorcida camino hasta las orillas de Waterfall, ya saboreando lo que muy futuramente haría a la chica lagarto y que no pensaba salir hasta tal vez pasado mañana de su “casa” se detuvo al escuchar el crujir de algunas ramas. Su rostro seguía viendo al frente pero su afilada mirada desconfiada giro a sus espaldas lo mas que podía girar sin mover su rostro y preparada para crear una lanza y atacar se mantiene en silencio, esperando por alguna señal; un nuevo crujir de las ramas por donde se encuentra es la señal suficiente que necesita la capitana del a guardia real para lanzar una de sus lanzas en la misma dirección
-¡aparece mierda!- reta molesta, lanzando otra lanza más en la misma dirección, esta vez escucha movimiento de las ramas, gruñe molesta y ya no crea lanzas en sus manos, sino un grupo de 10 sobre su cabeza, chasquea su lengua y sonríe divertida… otro muy seguro pobre idiota que está dispuesto a morir en un estúpido atentado contra su vida
Las lanzas vuelan creando apenas una diminuta estela allá por donde van, Undyne escucha un gruñido tal vez de dolor y sonríe superior, está segura que su presa ya está mal herida, ahora solo es cuestión de darle el golpe final, aunque mientras se va acercando a su muy futura presa se pone a pensar… aun cuando son emboscadas ella siempre acierta al primer ataque, siempre los mata de un solo ataque ¿Por qué esta vez su enemigo había logrado salir vivo aun cuando le ataco en serio? Algo no iba bien, lo mejor sería acabar con la escoria antes de que de verdad le fuera a tender una trampa
Camina de un modo lento, creando lanzas a sus costados y alrededores, preparada para lo que sea que está a punto de pasar, sin embargo, al llegar a donde supone que se encuentra su presa, ya no hay nada, no hay nadie presente… enarca un ojo con molestia… ni siquiera hay una pila de polvo… Dónde haya sido solo una maldita broma Undyne se asegurará de que de verdad que de solo una pila de polvo de aquellos que hozaron jugar con ella
-¡¡¡Grraaaarrrrrrrrrr!!!!- escucha un gruñido a sus espaldas, gira rápidamente, no le da tiempo de crear sus lanzas cuando ya tiene algo encima de si, siente mordidas demasiado afiladas enterrarse aun sobre su armadura, gime con dolor y con ayuda de sus lanzas logra alejar al insecto que le ataca, para cuando se pone de pie solo logra ver siluetas borrosas y oscuras que no ayudan en nada; Undyne gruñe por lo bajo, sabe que esta vez su enemigo es fuerte. Se pone en guardia con lanzas en mano y flotando, preparada para atacar a lo que sea
-¡Sal hijo de puta!- demanda molesta, escucha ahora los gruñidos de una extraña criatura que no cree reconocer, alcanza a percibir por el rabillo de su ojo movimiento, pero aun cuando apenas lo percibe, al lanzar su ataque no logra acertar, se maldice, su enemigo es rápido, pero, tarde o temprano ella logrará llegar a él y acabarlo…
-¡¡¡¡¡Grrrrrrrrraaaaaaaaaaaarrr!!!!!- escucha un nuevo rugido y con él, un ataque directo a sus espaldas, puede sentir como su piel es rebanada por afiladas cuchillas, el dolor se transforma en ardor y siente que comienza a deslizarse su sangre, gime por lo bajo y mira a todos lados, está en desventaja al estar en una zona oscura, lejos de la luz de las flores eco o de los cristales… se maldice mentalmente y trata de buscar con la mirada y el odio a su enemigo; escucha el golpetear de los paso de su oponente pero se mueve demasiado rápido y muy apenas puede percibir con atención de donde proviene cuando ha recibido otro ataque
-¡¡¡¡grrraaaaaaaaaa!!!- escucha un nuevo grito, gracias a él, Undyne ha atacado, pero para su sorpresa, no hay nadie donde su lanza a apuntado, no ve a nadie, parpadea confusa… ¿Le tendió una trampa?
-¡¡¡haaaaaaaaaaaa!!!- su grito resuena en esta ocasión… cae al suelo de rodillas y siente como algo se sube a su cuerpo de un modo violento, mordiendo directamente su hombro casi podría jurar que arranca el pedazo de carne, Undyne busca como alejar a esa cosa de encima suyo y cuando por fin lo logra, lanzando otra de sus lanzas puede ver que ha inmovilizado a su enemigo, se levanta con trabajo, casi podría sentir que la herida llega a su hueso, está molesta, de verdad mataría a su enemigo en esta ocasión en particular
-a ver maldita mierda- gruñe con lanza en mano, puede ver apenas como una silueta se remueve en la oscuridad y por fin, con ayuda de su voz, un par de ojos carmesí la miran desafiante y entre la oscuridad cree ver algo que brilla
Parpadea confusa y antes de que pueda hacer, decir o preguntar lo que ha llegado a su mente, su enemigo se ha liberado, un nuevo rugido se crea, Undyne estaba desprevenida así que no tiene tiempo de ponerse en defensa cuando alcanza a percibir el brillo que hace poco había visto, un brillo dorado de su lado derecho a antes de sentir un fuerte golpe en su nuca y un dolor acunarse en su otro hombro
-¡¡¡haaaaauuuuuuuuuuu!!!!!!!- lo último que alcanza a escuchar es algo parecido entre un grito y un aullido de lobo antes de que sus ojos se cierren por completo en la inconsciencia