Su seriedad... Sus regaños... Su forma de besar y de abrazar... todo eso me había atraído del hombre llamado Kurogane... que lastima que no se lo podré decir otra vez.
La última vez que sentí su calido aliento, la única vez que me abrazó, que me hizo sentir querido...
Fue...
Hace...
2 años...
Dos malditos años de los cual no se nada de él.
Mi graduación será en unas horas, así que me estoy arreglando pero inevitablemente sus ojos rojizos llegan a mi cabeza como dagas que intentan herirme y volver abrir esa herida que no ha sanado...
¿Por qué no liberó mi mente antes de irse?
¿Por qué simplemente se fue sin que nadie lo supiera?
¿Por qué me dejo de esta manera?
Destrozado, triste, hecho nada, sin corazón... sin nada de vida
¿Por qué?
¿Por qué Kurogane?
Preparó mi esmoquin y limpió una que otra lagrima que se escapo de mis ojos, tendré que ir solo al que se supone que es mi día más feliz...
No tengo padres ya que murieron hace mucho, Ashura termino conmigo porque dijo que yo ya no era yo, los demás intentaron ayudarme pero les fue imposible... sólo él puede curarme pero ya no esta, él causante de mis heridas ya no esta
¡No esta!
¡No esta!
¡No esta!
¿Por qué Kurogane? Se que solo estoy hablando con mi cabeza pero... ¿Por qué? Tanto asco te daba estar conmigo por ser menor? ¿Tenias miedo de ir a prisión? Solo necesito una respuesta y tal vez sane...
Tal vez...
Limpió de nuevo mis lagrimas y rejunto los vidrios que están en el suelo... quebré el espejo y nisiquiera me percate de que estoy sangrando.
Voy por algo de alcohol puro y algo para vendar la herida, por suerte el esmoquin es largo y no se vera nada.
Salgo de mi casa y comienzo a caminar hacia el lugar, es algo tarde ya pero no me preocupa ya no soy el chiquillo de 16 años tonto e ingenuo que creía que por coquetearle a su sexy profesor se lo iba a ganar... ahora tengo 18 y se que la vida duele y es un asco... ahora lo se más que antes.
Llego al lugar de mi graduación de mi ultimo año... Flores, adornos y bastante iluminación era lo que había en el gran salón... Me siento en mi lugar correspondiente y así comienza la ceremonia de Graduados.
Nos llaman uno por uno y nos entregan un titulo, las parejas dan detalles bastante hermosos... como desearía que Kurogane me diese uno así... pero no.
Fue algo rápido me despido de mis compañeros ya que es lo mínimo que puedo hacer después de dos años casi sin hablarles, ellos me abrazan y dicen que extrañan Fye de antes más Sakura y Shaoran que están llorando solo porque les abrace...
¿Qué hubiese sido si yo aceptaba la realidad?
¿Qué hubiese sido si no me hubiese deprimido?
¿Qué hubiese sido si yo fuera fuerte?
Creo que sería un poco más feliz, creo que hubiese aprovechado mi tiempo escolar, creo que fuera un gran amigo de todos...
Pero solo es un creo... tal vez no, nunca lo sabré.
Todos se van y yo quedo solo en ese lugar con la mínima esperanza de que él venga y diga que me ama... solo eso pido, solo eso.
Una hora después de estar como imbécil sentado, me levanto y me dispongo a irme a mi casa a descansar y reflexionar sobre mi futuro y demás...
La puerta se abré y deja ver una impotente figura.
¡NO, NO, NO, NO, NO!
Esto debe ser una broma de mal gusto... mi mente me engaña ¿Verdad? Él no puede venir y hacer como si no paso nada ¡No es justo para mi!
-Fye... -Me habla.
-Kurogane -Respondo sin siquiera temblar, la molestia empieza a salir de mi pecho y no la puedo controlar.
-Yo traje esto... -Unas rosas rojas estaban al frente de mi junto con él, yo las tomo y espero a que hable -Yo de verdad...
-¿Por qué te fuiste? -Mis ojos se cristalizaron -¿Por qué te fuiste sabiendo que tenias un empleo aquí? ¿Por qué te fuiste dejando a todos molestos por tu repentina desaparición? ¿Por qué te fuiste y me dejaste?
-Era lo correcto -Veo que baja su mirada.
-¿Es lo único que diras? -Él solo asiente -Bien... me voy y gracias por las rosas -Sin más camine hacia la salida y me detuve en seco solo para mirarlo -Y te perdono pero no me vuelvas a buscar ¿Bien?
Me marche, le deje ahí como él lo hizo conmigo ¿No? Todo lo que sentía era gracias a que él se largo y dejo mi amor como cualquier cosa...
Ahora por fin estaré en paz... ya siento paz aunque no era la respuesta que quería algo es algo y lo perdono...
Haré mi vida de nuevo y sin él.
Adiós Kurogane... no dudes de que en verdad te ame.
Es hora de amarme a mi.
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