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Sangre Inocente por Silvia_Riffie

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Notas del capitulo:

Hola, perdón la tardanza, el cap está recién salido del horno, lamento si tiene  muchas faltas.


Disfruten el cap.

Capitulo Siete … Hombre de Palabra

Las palabras de Sai tomaron por completo desprevenido a Shin, e increíblemente sus mejillas se sonrojaron, hasta sus orejas.

Sai sonrió al ver la reacción de su médico – Entonces señor doctor… - Espero una respuesta.

- Supe lo que había pasado contigo, por lo cual estuve investigando hasta que te encontré –

- Debiste decirme de nuestra relación –

- No debía, no estabas en condiciones –

- Claro porque nos acostamos – Sai se giró para caminar a su habitación, Shin lo siguió – Qué haces aquí – El Uchiha no quiso mirarlo al decir aquello, pero todo el día, su mente obsesivamente pensó en eso, incluso más que en Gaara, a quién dicho de paso quería hacerle la vida a cuadritos.

Como bien le dijo a sus hermanos, él no era ni cercanamente tan puro como Naruto, tanto la vida del rubio como la suya fueron destruidas por un cobarde de mierda, que peor aún le arrebató con sus decisiones la vida de sus bebés, más que la traición del pelirrojo lo que destruyó su vida, su corazón fue perder a su bebé, y el recordarlo francamente no lo agradecía, porque lo trastornó, además con un diagnostico erróneo, simplemente se fue cuesta abajo, y el remordimiento de llevarse a toda su familia consigo.

- Vine por ti – Shin respondió sincero, era mejor serlo con Sai.

- A limpiar el desastre – Dijo sarcástico, haciendo sonreír al galeno sin él saberlo, para Shin era un hecho que Sai estaba en todos sus sentidos, aún así caminaría toda la vida entre una delgada línea de la cordura y la locura, si no se trataba.

- Si me recuerdas sabes que no es así – Musitó suavemente detrás de Sai que había llegado a su habitación.

- También debo pedirte perdón – Sai se giró para mirar al galeno con sus ojos negros profundos, que chocaron con los ébanos de Shin.

- Nunca – Shin fue sincero.

- Aún así, lo siento –

El médico encargo una ceja escéptico - ¿En verdad lo sientes?  O es solo estás diciendo lo que es correcto –

- Perdón – Una tercera voz llegó a ellos, era Itachi, que miraba ambos desde hace minutos escuchando su conversación – Estaban tan sumergidos en su conversación que no se fijaron en mí – Estaba cruzado de brazos sosteniendo una bolsa con una de sus manos – Me pueden explicar qué está pasando –

Sai miró a su hermano sorprendido, en efecto estaba tan enfocado en Shin que no le prestó atención a lo demás – Qué haces aquí –

-  Te compré té y me olvidé que lo tenía en el automóvil, vine a dejártelo, pero eso no es lo importante aquí, qué relación tienen ustedes – Miró molesto a Shin.

- Fui el amante de su novia, Ino, y cuando Shin vino por respuesta también me acosté con él – Respondió Sai ingresando a la habitación – Al final comenzamos una relación extraña entre los tres, me pidieron al igual que ustedes que ya no me hiciera daño, incluso me compraron un ticket de avión a Estados Unidos, que me tratarían y me ayudarían a superar todo, pero los engañé, fue cuando me encontraron drogado y con todos esos varones, y luego vino de lo de Gaara y aquí estamos – Explicó como si fuese cualquier cosa.

- Sai toma – Itachi le pasó el té – Voy a conversar con tu médico –

- Hermano – Susurró preocupado el menor.

- Tranquilo, solo quiero hablar –

- Eso es lo me preocupa – Dijo antes de cerrar la puerta, aceptando que no había nada en su poder.

- Vamos a mi oficina – Shin se estremeció al sentir la fiera mirada del abogado.

- Prepárate para darme una buena razón para que no te demandemos -  Shin miró a Itachi preocupado porque habló en plural, y en efecto al mirar al frente Sasuke estaba afirmado en la puerta de su consulta, con una expresión igual de furiosa que Itachi.

Sudó frío el galeno, tendría que explicar todo a los tiburones hermanos de Sai, mirase como mirase la situación estaba en profundos problemas, ellos podrían acabar con su carrera si lo quisieran.

- Entonces – Sasuke habló – Vas hablarnos con la verdad y será mejor que tengas algo muy bueno qué decir, o  llamaremos a la policía y te fundiremos en la cárcel – Amenazó.

Shin abrió la puerta de su oficina sin decir palabra, era un momento delicado y lo mejor sería explicar todo desde el comienzo.

- Ino, es mi esposa – Respondió Shin – Tú la conoces – Le habló a Sasuke – eran compañeros –

- La recuerdo – Aceptó Sasuke, de hecho Ino estuvo mucho tiempo enamorada de él.

- Si, lo sé – Explicó – Nosotros nos conocemos de niños –

- Qué tiene que ver eso con mi hermano – Itachi odiaba que le vieran la cara, peor si era para conseguir algo de sus preciados hermanos menores.

- Ino, me mostró el arte que hacía el hermano menor de su amor – Respondió al mayor de los Uchiha, esbozando una sonrisa, claro que sabía que Ino estuvo loquita por el Uchiha Mayor – Me obsesioné con su arte, tengo todo, absolutamente todo lo que Sai hizo en el pasado, era su fan – Reveló – Lo conocí en una firma de uno de sus libros, era hermoso, pero ya estaba con Ino, así que me concentré en  mi relación, pero siempre que tenía la oportunidad de verlo en reuniones de fans, convenciones, lo que fuese estaba ahí –

Itachi miró a Sasuke, por alguna razón sabía que terminaría con dolor de cabeza, al parecer nada era fácil con ellos, cuál de los tres tenía más problemas amorosos, la maldición Uchiha, si no era fácil no era para ellos.

- Te enamoraste de él –

- Por supuesto – Shin contestó a la pregunta de Sasuke – Sai sin filtro, tímido del contacto con los demás, incomodo a la hora de hablar con otros, con su TOC, creo que me enamoré cuando lo vi sonreír, lamentablemente no a mí, sino a su novio, Sabaku No Gaara, sabía que eso no terminaría bien –

- Por qué lo sabías –

- Porque estaba comprometido con mi hermana –

- Qué – Sasuke tuvo que comenzar a caminar porque estaba que estallaba.

- Sé que han estado ocupado, pero mi apellido es Shimura – Shin vio como Itachi y Sasuke comenzaban a reaccionar – Gaara estaba comprometido con Kim Shimura, mi hermana, ambos somos hijo de Danzo Shimura, el juez del caso de tu Naruto – Itachi se levantó tomando su teléfono para llamar a la policía – Antes que hagas eso, no tengo nada que ver con mi padre, pero sí la familia de Gaara, al final mi hermana dejó plantado a Gaara, ella se fugó con su hermano mayor, somos familia. Danzo piensa que le debe algo a Gaara por eso hizo todo tan fácil en el caso de tu Naruto – Volvió a decirle “tu Naruto” a Sasuke – Le dije que no lo hicieran que se metería en problemas pero no me escuchó –

- Me duele la cabeza – Se quejó Itachi – Saliendo de tu familia, dijiste que Suigetsu y Sai fueron amantes –

- Sai encanta a las personas, ustedes deben saberlo, tienen el mismo don – Comentó – No sabíamos que él estaba enfermo, lo vimos en una discotequera, de alguna manera yo terminé discutiendo con Ino, y ella se escapó, cuando la encontré estaba en el baño haciéndolo con Sai, con Uchiha Sai, mi amado Sai – Dijo casi con pena – Cuando  terminaron, Sai se fue, y fui tras él, y terminamos haciéndolo, sé que es horroroso para ustedes, pero era a quién más he deseado en la vida, y cuando lo tuve, lo hice, no sabía de su enfermedad, ni de su hipersexualidad, en serio no, hasta que comencé a pasar tiempo con él y a ver los signos, por eso me especialicé en psiquiatría – Explicó – Comencé a ayudarlo, pero dijo que no quería ser ayudado – Soltó un suspiró porque tendría que decir un secreto que tenía guardado por años – Tanto Ino como yo terminamos perdidamente enamorados de Sai, y él dijo que prefería estar con ambos, porque lo completábamos, que era feliz con nosotros –

- ¡¡Diablos!! Estaba enfermo, lo sabías, debiste buscar a su familia –

- Traté de hacerlo – Shin habló más fuerte que Sasuke – Pero Sai me pidió llorando que lo hiciera, que no quería darle más problemas a ustedes, así que creamos un nuevo plan, se iría con nosotros a América, dijo que se trataría, estaba todo bien, hasta que comenzó con su tratamiento erróneo, y cayó con esos malditos varones y para rematar tuvo ese maldito episodio con Gaara, el maldito se quejó de eso con Kankuro, perdí la cabeza y lo golpeé, pensó que era porque había descubierto su infidelidad pero fue por Sai –

- Qué tipo de telenovela es está – Itachi estaba cansado de todo eso – Por qué volviste de Estados Unidos –

- Supe lo de Naruto, por Kim, Shikamaru Nara, lo llamé y le pregunté lo que sabía, en eso salió tu nombre – Apunto a Sasuke – Me dijo que estabas en el caso, pensé… pensamos con Ino que Sai estaba muerto, si hubiéramos sabido antes, la familia de Ino es complicada y no queríamos problemas –

- Que ocultas –

- Ino quedó embarazada de Sai, tienen un sobrino – Reveló sabiendo que había lanzado una granada directo a los pies de lo Uchiha.

- … - Itachi y Sasuke se miraron sorprendidos, un bucle de pensamiento y preguntas los inundó, ninguno fue capaz de emitir palabras, fue demasiado para ambos.

Shin giró un porta retrato hacía los hermanos, mostrando a un niño de cabello rubios y ojos verdes, de unos cinco años, de piel pálida como la de Sai, aunque no era moreno de ojos negros, el parecido estaba ahí, en las facciones, en la expresión.

- Ino está ansiosa de verlo, al igual que Inojin, nunca le ocultamos la verdad, él sabe que es hijo de un gran y maravilloso hombre, le gusta pintar igual que su papá, le hemos mostrados pinturas, las más suaves por supuesto –

- Estás preparando a Sai para que sepa la verdad – Inquirió Sasuke.

- No – Suspiró – Sai lo sabía, por eso estuvo un poco mejor, pero esas malditas medicinas, y Gaara, le arrebataron dos veces la felicidad a Sai, aunque ustedes no lo entiendan, tanto Ino como yo lo amamos, y queremos estar con él –

- Hablaremos con nuestros padres, y con Minato, creo que lo mejor sería que él viera a Sai, así como él te pidió que vieras a Naruto –

- Ambos deberíamos tener una tercera opinión, alguien neutro – Comentó Shin.

- Sería lo más sano – Concordó Itachi.

- Me gustaría conocer a Inojin – Sasuke dijo lo obvio – Podrían venir a casa mañana con Ino, sé que mamá estará ansiosa y hablaremos a mayor profundidad –

- Claro –

Los hermanos se marcharon exhaustos  y cuando pensaron que estaba todo bien, Mikoto llamó a Sasuke desesperada, Sabaku no Gaara había llegado a la casa y se llevo a Naruto. Y la policía no llegaba, Así que el Uchiha tuvo que literalmente correr en su automóvil, seguido por Itachi.

*

Naruto estaba buscando las herramientas de jardinería en la cochera de los padres de Naruto, estaban solamente Mikoto y él, los maestros se habían ido, cosa que agradecía el rubio, porque se sentía nervioso con ellos.

La madre de Sasuke le dijo que iba a preparar la cena, y Naruto quería seguir trabajando en el jardín, con Mikoto estaban haciendo un compost mezclándola con tierra de hoja, le gustaba tener sus manos sobre la tierra, plantar, podar, desparasitar, agradecía que la tierra de los Uchiha fuera tan grande, así que tenían varios sectores, un jardín interior, un invernadero de vidrio, y una pequeña quinta con árboles frutales, además de un huerto. Mikoto le había dicho que desde el episodio de Sai, era su manera de relajarse, y ella le enseñó a Naruto su pasión por la jardinería, Naruto estaba preparando almácigos para plantar semillas de Tomate, para Sasuke.

Tan ensimismado en su trabajo, además de tener en uno de sus oídos un audífono, estaba escuchando un podcast sobre cine, uno de sus antiguos pasatiempo antes de la cárcel, fue girando con fuerza, haciéndolo gritar, sorprendido el rubio vio a Gaara frente a él.

Su corazón palpitó por el susto y la sorpresa de tener cerca a ese varón que tanto daño le hizo, trató de soltarse, el solo sentirlo le dio asco, ni siquiera podía hablar por aquello. Gaara parecía casi fuera de sí.

- Necesitamos hablar – Le dijo, llegando el alitó alcoholizado al rubio – Tienes que escucharme –

- … - Naruto frunció el ceño, y esa sorpresa fue transformándose en miedo al verlo tan fuera de sí.

- Sé que te hice daños pero no puedes testificar en mi contra, vi la denuncia de ese hijo de perra, acabará con mi vida – Gritó zamarreando a Naruto.

Naruto movió sus ojos frenético, tratando de hablar pero la fuerza y la furia de Gaara lo estaban anulando, sentía su garganta una pelota.

- Suéltalo – Gritó Mikoto quien corrió al escuchar el grito de Naruto, fue a separarlos, pero Gaara con una manos empujó a la mujer botándola al suelo, haciéndola gritar de dolor, en la caída la mujer se torció el tobillo.

- Señora Mikoto – Naruto al fin pudo hablar, pero se vio arrastrado por Gaara – Sueltame – Exigió, pero el agarre se hizo más fuerte, trató de luchar contra él.

 - Naruto, solo quiero hablar contigo –

- Pero yo no – Comenzó a forcejear, pero las palabras de Gaara lo detuvieron.

- No quiero hacer ninguna locura, así que coopera – La voz fría del Sabaku fue suficiente para que Naruto se congelada, sus ojos ardieron, por qué siempre ejercían las amenazas y las fuerza sobre él, era el pago por haber sido producto de una violación.

Caminaron lejos de Mikoto quien seguía gritando llamando al rubio, la mujer al perderlos de vista llamó a la policía y luego a Sasuke.

Madara y Minato fueron los primeros en llegar, Itachi los había llamado, ya iban de camino a casa cuando recibieron la llamada, Mikoto les dijo que fueran por su hijo, que ella estaba bien, a pesar de la agitación.

Minato corrió hacia la dirección que Mikoto apuntó – ¡¡Naruto!! – Llamó su padre, temiendo lo peor.

- Aquí Papá – Escuchó un grito, corrió hacia la voz, al llegar vio a Gaara en suelo con las manos en su entrepierna.

- Estás bien –

- NO – Dijo muy seguro Naruto abrazándose a su padre – No me escuchaba así que hizo, lo único que pude hacer, golpearlo en el entrepierna, quería besarme –

- Naruto – Madara llegó a ellos, Colocándose delante de Naruto y Minato – Vayan con Mikoto, esperaré a la policía – Tenía en su mano una cuerda, de esas que usaban Mikoto y Naruto para amarrar las plantas a un soporte para evitar que se cayeran o se torcieran.

- Vamos hijo – Minato abrazo por los hombros a Naruto y lo sacó de ahí.

- Bien hijo de putas – Madara amarró las manos de Gaara por la espalda – Vamos a esperar la policía mientras tanto tendremos una charla –

- Quién demonios eres tú –

- Soy su padre – Contestó molesto – Agradece que haya sido Minato quien te encontró de lo contrario, quizás estarías muerto, y no es Sasuke, hablo de Fugaku –

- … - Gaara guardó silencio recordando al padre de Sai “No te quiero cerca de mi familia en la vida o te mataré”  

La sirena de la policía llego a los oídos de Madara. – No soy un hombre de amenazas, para nada, lo que sí soy es un hombre de palabra, hay pocas cosas que pueden sacar lo peor de mí – Gaara escuchaba al hombre - Eso es que se metan con mi familia, Naruto es mi hijo y ha sufrido lo suficiente por el resto de su vida, principalmente por tu causa, si mi hijo sufre, mi esposo, el amor de mi vida sufre, y si ellos están mal, la causa que lo provocó estará peor cuando acabe con ella – Enfrentó los ojos de Gaara – Atrévete a probarme, si piensas que Sasuke o Itachi son peligroso, no tienes idea con quién te estás metiendo, no solo te aplastaré a ti como cucaracha, sino que a toda tu familia, los haré pasar los siete infiernos, y cuando sepan la razón te odiaran tanto o más que a mi mismo, nadie, absolutamente nadie toca a mi familia, es una promesa Sabaku No Gaara, vuelves acercarte a mi hijo o a Sai, y te prometo que te haré desear la muerte – Juró el Uchiha.

Gaara no se atrevió a emitir palabra, la cara del Uchiha era una furia, la mirada de Madara era una mortífera, por supuesto que creía en la palabra de ese hombre, la expresión la había visto en el pasado, en Sasuke.

- Muchacho te metiste con la familia equivocada, jugar con Sai fue un disparo a uno de tus pies, arruinar la vida de Naruto fue dispararte en la cabeza –

- Señor – La policía iba junto a Itachi.

- Atacó a Naruto, así que lo até, no lo he golpeado – Dijo a la policía.

- Minato llamó a los paramédicos, quiere constatar lesiones en Naruto y mi madre –

- Me parece perfecto –

Sasuke estaba con el corazón desenfrenado, sentía que necesitaba moler a Gaara en golpes, pero tenía una promesa, sin violencia, pero ver a Naruto una vez más llorando, lo hacía enloquecer, quería ir abrazarlo, pero había que esperar la constatación de lesiones, lo peor era ver a su madre llorar con una luxación en su tobillo, su padre llego en esos momentos, corrió hacia su mujer para abrazarla.

La policía venia con Gaara esposado, cuántas malas decisiones podría tomar la misma persona, Gaara era la personificación de la estupidez.

Izuna llegó en su moto, asustado, mirando a todos, no sabía dónde ir si con Naruto o Mikoto, escuchó a Minato decirle que fuera con Mikoto. Izuna había salido hacer algunas compras y trámites.

La ambulancia llegó, Izuna le dio un informe sobre Mikoto al paramédico, Tsunade venían en la ambulancia con cara de pocos amigos, fue junto a su nieto, al parecer no podía quedarse en el hospital.

- Mi cabeza me está matando – Itachi llegó a su lado, vio a Sasuke que parecía sin poder moverse – Fuiste con Naruto –

- Sí, Minato me dijo que me quedara atrás hasta que llegara los paramédicos, para evitar que Naruto se descontrole, aunque al verme se largó a llorar –

- Mierda, cuánto más el día de hoy –

- No lo sé – Sasuke aceptó – Esta mierda me tiene podrido, quiero terminar luego con esto e ir de vacaciones con mi zorrito –

- También necesito vacaciones, y un asistente –

- También yo –

- Pensé que Naruto… -

- No, sabes lo escabroso que puede ser mi trabajo, además veo como brillan sus ojos al estar en el jardín o viendo videos de muebles y construcción –

- Dios estoy tan cansando –

- Te entiendo, también yo, Gracias –

- Por –

- Hablar conmigo para evitar que vaya contra Gaara –

- Señores – Un policía se acercó – Pondrán constancia –

- Por supuesto, atacó a nuestra madre y a Naruto, claro que pondremos denuncia –

- Quién me acompañara al recinto –

- Yo – Itachi habló – Ve con Naruto –

Sasuke caminó hacia el auto de Madara, irían juntos, mientras que Izuna acompañaría Fugaku, al llegar a la clínica, esperaron que hicieran la constatación de lesiones, de los tres, Sasuke insistió que Gaara también fuera constatado, por el golpe de Naruto, y porque Madara lo había atado, no quería que dijera que había sido golpeado por parte de Madara.

Salieron altas horas de la noche, todos cansando, al fin Sasuke pudo abrazar a Naruto, en cuanto salió de la consulta, fue hacia él abrazarlo, Naruto se aferró a él, sintió como se sorbía la nariz, besó la frente del su zorrito con amor.

- Cómo estás – Consultó.

- Frustrado – Naruto contestó aún abrazado de Sasuke, sin querer soltarlo – No pude decirle nada al principio, tuve miedo, estoy harto del miedo – Reconoció.

- Qué demonios estaba pensando –

- Dijo que la demanda iba acabar con su vida, qué debía ayudarlo, que lo sentía … - Guardó silenció.

- Mi amor, qué más pasó – Sasuke preguntó con cautela.

- Dijo que aún me amaba, que estaba arrepentido, que lo perdonara, que volviera con él, que me haría feliz, trató de besarme – Dijo con un poco de miedo, no quería hacer enojar a Sasuke – Lo golpeé en la entre pierna –

- Debiste reventarle los testículos – Comentó el Uchiha.

- Estás enojado – Preguntó preocupado.

- Por supuesto que estoy enojado – Respondió el Uchiha suspirando – Obviamente no contigo, con él, no comprendo cómo funciona su cabeza, es tan estúpido lo que te dijo, cómo va a creer que volverías con él –

- Dejando aparte todo lo que me hizo, no podría volver con él, te amo, no quiero estar lejos de ti – Naruto dijo sonrojado, vio como Sasuke lo miraba sonriendo, al parecer algo le iba a decir, pero Naruto tomó valentía que no tenía para colocarse de puntitas y besar al Uchiha.

Sasuke no vio venir aquello, pero dejó que Naruto guiara el beso, era un beso tierno, suave, hasta quizás torpe, era el mejor beso de su vida. Naruto por su parte también sintió que al fin una parte de su vida estaba sanando, que podía avanzar, fue un beso dulce, tranquilo, amo que Sasuke se contuviera y dejará que él guiara el beso.

Minato tomó la mano de Madara conmovido, quiso llorar al ver a Naruto besando a Sasuke. – Cuando el amor correcto llega, los traumas pueden superarse – Susurró a Madara.

- Te amo – Respondió el Uchiha.

- Yo más a ti –

Al llegar a Casa, todos cansados, Itachi y Sasuke se miraron tratando de saber cómo lanzar la siguiente bomba.

- Mañana tendremos un almuerzo – Comenzó Itachi.

- Todos los días tenemos almuerzos – Molestó Izuna.

Tobirama, quien había llegado al hospital, luego de que Tsunade lo llamara, había vuelto  con ellos a su casa, quería saber bien qué había pasado, para ver cómo iba a proceder. No pudo evitar sonreír a la estúpida respuesta del hermano menor de Madara.

- Lo que Itachi quiere decir que tendremos invitados mañana – Sasuke tenía la mano de Naruto sostenida – No sé cómo explicar esto, porque hasta a mí me cuesta entenderlo –

- Qué pasa ahora – Madara captó que se venían más cosas.

- Shin Shimura –

- El médico de Sai – Mikoto que tenía una férula en su tobillo, consulto.

- Sí, él mismo – Itachi se rascó la cabeza tratando de encontrar una forma de informar sobre su sobrino.

- Padre, Madre, han escuchado de Ino Yamanaka –

- Tu compañera de clases – Mikoto recordó a la chica rubia – Claro, vino algunas veces a casa contigo –

- Es amiga de Shikamaru – Naruto contestó haciendo que Itachi y Sasuke miraran – La conocí en el cumpleaños del Shika, junto con Chouji, son muy buenos amigos los tres, tiene un hijo tan dulce, pero ellos vive Estados Unidos con su esposo –

- Conoces a Inojin – Sasuke quería reírse.

- Claro, jugué con él, es un niño exquisito, ama dibujar, dijo que su papá amaba dibujar –

- Cómo es –

Naruto miró curioso a los hermanos – Bueno lo que recuerdo, tenía entre tres o cuatro años, era exquisito, aunque bastante retraído, no le gustaba jugar con los demás niños, prefería dibujar, o hacer rompecabezas, por eso me quedaba con él jugando –

- Bueno, él medico de Sai es esposo de Ino –

- Ah, invitaste al médico de Sai almorzar junto a su familia – Mikoto pensó que era para que hablara con Naruto.

-  Sí, pero no por las razones que piensas – Sasuke adivinó lo que pensaba su madre – Simplemente lo diré, porque no sé cómo decirlo, Inojin es hijo de Sai –

- Qué – Naruto fue quién exclamó, mientras que Mikoto y Fugaku esperaban una explicación.

- Ino y Shin se involucraron los dos con Sai, eran un trío amoroso, según Shin, tanto él como Ino aman a Sai e Inojin sabe que es hijo de Sai, si me lo preguntan no tengo ni la menor idea cómo piensan ellos dos, lo que si nos dijeron es que la familia Yamanaka es complicada –

- La madre de Ino – Tanto Naruto como Mikoto hablaron a la vez.

- La madre de Ino es congresista, es una mujer complicada, a diferencia del padre de ella – Explicó Naruto – Según Shikamaru la mujer es de temer –

- Claro que lo es – Mikoto secundó – Era un dolor en las canillas esa mujer cuando teníamos reuniones de padres, ella exigía por todo y todo le molestaba, incluso se quejó de Sakura, que era una mala influencia para Ino. Incluso se atrevió a exigirme que te insistieras en que salieras con su hija –

- Será una maldita bomba si se sabe que el hijo de Ino, no es de su marido – Comentó Tobirama.

- No importa eso, ya no somos una familia cualquiera – Dijo con seriedad Mikoto orgullosa de sus hijos – Quiero conocer a mi nieto –

- Cómo se lo tomará Sai –

- Shin dice que mi hermano siempre lo supo … - Itachi terminó de explicar toda la información que Shin le dio.

Fugaku salió al patio y Madara lo siguió, lo vio caminar hacia los arboles, de por sí los Uchiha tenían un problema con la ira y la violencia, a pesar que mucho de ellos se reprimían por eso hacían mucho deporte, caza, corrían en el auto, cualquier cosa que para drenarlo.

No le sorprendió ver a su “hermano” era más eso que su primo, era como su hermano mayor, darle patadas a un árbol, ambos sabían que él iba a sufrir más que el árbol, pero lo dejó, mientras sacaba un cigarrillo, si Minato lo veía lo iba a matar, pero a riesgo de pelea, quería humo en sus pulmones.

- Minato te regañará – Fugaku se giró estirando la mano para que su primo le diera un cigarrillo.

- Mikoto se enojará –

- Vamos junto a la horca –

- Como siempre – Madara le entregó el cigarrillo y luego sacó su encendedor de gas butano.

- Dios cómo extrañaba fumar – Fugaku cerró los ojos y luego dejo que el tóxico humo inundara sus pulmones.

- Lo sé – Madara lo miró esperando que comenzara hablar.

- No sé qué mierda pensar – Soltó un taco – Estoy feliz de saber que tengo un nieto, pero no en las condiciones,  Dios, un trío, y sabes que no soy un puritano, claro que no – La risa de Madara lo hizo sonrojarse a pesar de edad, él tenía un pasado antes de conocer a Mikoto. – Pero no puedo dejar de pensar que se aprovecharon de mi pequeño –

- Creo que debemos escucharlos, aunque pienso de la misma manera –

- O sea sé que Sai hizo estragos de su vida, nos fue tan difícil controlarlo, pasábamos semanas sin saber de él, la policía se cansó de buscarlo cada vez que se perdía –

- Debí ayudarte – Madara siempre lamentaría su actuar.

- Debí escucharte, debí llamarte antes –

- Bueno, tienes un nieto, eso es motivo de felicidad, sea como sea, escuchemos qué tienen que decir, quizás el pequeño ayuda a Sai –

- Tienes razón – Fugaku suspiró cansado – Quiero dormir, pero tengo hambre –

- Me imagino que mis glotones también deben tener el apetito abierto – Madara fue junto a Fugaku de regreso a la casa, para su sorpresa, Izuna y Tobirama estaban cocinando para todos, Naruto ni Sasuke estaban.

- El humo lo puedo oler a millas de distancia – Dijo Minato – Te lo dejará pasar por hoy esposo, pero no tientes tu suerte – Advirtió.

- Lo sé amor – Besó su mejilla – Mi hijo –

- Con Sasuke, creo que necesitaban un minuto de intimidad –

-  No creo que estén besándose – Dijo enarcando una ceja.

- Te vas a poner el traje de papá sobre protector – Inquirió Minato.

- Por supuesto, mi pequeño está recién saliendo de todo, no quiero que se sienta presionado – Dijo en voz baja a su esposo.

- tendremos una charla con Sasuke…

*

Ino se mordió una uña nerviosa y molesta a la vez, con su marido, llevaba varias semanas, atendiendo a Sai, él no le dijo anda, hasta ahora solo porque los hermanos de Sai lo descubrieron, estaba furiosa.

- No puedo creer que me ocultaras que Sai estaba vivo –

- Está recién saliendo de un estado catatónico, llevaba años así, recién hace unas dos semanas está completamente en sí, necesitaba tiempo, acabo de saber que lo recuerda  -

- Dios Shin – Ino se llevo la mano sobre su cuello en donde había un dije de una piedra de cuarzo, era una baratija, pero Sai se la había regalado.

- Hablé con él, luego que los hermanos se fueron, fui a verlo –

- Shin, quieres ir a la cárcel, es poco ético, Sasuke es peligroso e Itachi aún más – La chica recordó a los Uchiha.

- Bueno como sea ni tú ni yo dimos una buena impresión a ellos, así que ya estamos en una mala posición –

- Mami – Inojin fue en busca de sus papás a la segunda planta, lo había dejado ver televisión a un horario que tenía que estar durmiendo, eso significaba que sus padres discutirían – Por qué pelean – Inquirió afirmado tímidamente en el marco de la puerta – Se parecía tanto a Sai.

- Hijo no estamos peleando, estamos teniendo una conversación – Explicó Shin sonriéndole – Sabes hay algo que debemos contarte ven – Lo llamo con la mano, el niño iba vestido con un pijama enterito de osito panda, entro a pasitos cortos pero rápidos, junto a su papá.

- Qué pasa papi –  Sus grandes ojos verdes estaban expectante.

- Se trata de papito Sai – Dijo Shin, Ino fue junto a su hijo.

- ¿De papito? –

- Sí, sabes, encontré a papito – Shin sonrió a su hijo – Le estaba contando a mamá, tus abuelos y tíos quieren conocerte –

- Y Papito –

- También lo desea – Le dijo con amor – Pero tú sabes que papito tuvo una muy mala experiencia en el pasado que lo hizo sufrir mucho – Vio como el pequeño asentía con su cabecita – Ahora está mucho mejor, pero donde está no permiten niños, en unos días saldrá de ahí y podrás conocerlo, mira – Se levantó y fue a su maletín sacando con cuidado un rollo de papel, le quitó la liga y lo extendió mostrando el dibujo.

Shin escuchó a Ino llorar, y Inojin tomó con sus pequeñas manitas el dibujo como si fuese lo más preciado en su pequeño mundo, y quizás lo era.

Era un niño pequeño de espalda con un atril dibujando un arcoíris y a unas personas en ellas, y Sai a su lado también de espalda pintando en un atril, habían dos personas en el cuadro él y su hijo de la mano sonriendo.

- Le entregué tu foto le dio besos y la abrazo, dijo que eres un milagro –

- Entonces papito si me quiere – Preguntó esperanzado.

- Te ama mucho – Dijo a su hijo – Dijo que nos ama mucho a todos – Miró a Ino a los ojos quien seguía llorando.

- Mañana conoceré a mis abuelos, ¿les gustaré? –

- Todos te amarán…

*

Sai sonrió sin poder dormir mirando la fotografía de su hijo, se parecía a Ino, era hermoso, y había perdido años de su vida, se levantó molesto, toco la puerta, para llamar a uno de los enfermeros.

- Sai – El hombre sonrió al chico, era un enfermero que gran parte de su vida, se alegraba de ver al chico tan bien, de hecho le producía ansiedad que Sai aún estuviera en el psiquiátrico, estaba demasiado bien para la locura que se destilaba ahí, aún si estaba en el ala de baja seguridad.

- Lo siento no puedo dormir, la pastilla no me hace efecto y no, no quiero más, solo es que mi cabeza no de pensar, y necesito sacarlo de mi sistema y así poder dormir –

- Qué necesitas –

- Llamar a mi hermano –

- Ten – El hombre le pasó el teléfono a Sai – Puedes llamarlo pero aquí a mi lado – Vio como el chico asentía mientras marcaba el numero de Itachi.

Itachi vio el numero, era Sai, siempre llamaba del mismo número – Hola, estás bien – No quería escuchar una cosa mala más.

- Sí, lo estoy tranquilo, es solo que sabes que soy obsesivo –

- Como todos – Sonrió, todos compartían la misma cualidad – Qué piensas –

- Estoy molesto Itachi, hay alguna manera de destruir aún más la vida de Gaara –

- Sai – Itachi se llevo una mano al rostro masajeando su frente, sus hermanos – Sí, podemos hacerlo, ¿quieres? –

- Sí, mató a mi bebé –

- Pero sabes que eso hará que tú te enfrentes a un abogado, la familia de Gaara sigue siendo poderosa – Le dijo – Sabes Sai con Naruto lo haremos pagar lo suficiente, te lo juro –

- Pagará lo de Naruto, no lo mío, quiero que pague todo lo que me hizo, ni siquiera es venganza, es justicia, ese hombre no debe estar cerca de nadie,  creo que podré lidiar con los abogados de Gaara –

- Está bien, hablaré con Sasuke –

- Otra cosa Itachi, estuve muchos años catatónico, quiero que demandes por negligencia, me arrebataron mi vida por seis años –

- … - Itachi quedó en silencio – Bien lo hablaré con Sasuke, y primero veremos tus notas médicas y todo eso, porque fuimos nosotros que no quisimos sacarte de ahí –

- Lo hicieron porque pensaron que estaba completamente fuera de sí, por un mal diagnostico – Insistió – Necesito saber al menos que lo llevo a diagnosticarme erróneamente –

- Sai, trata de dormir, ¿sí? Veremos todo esto con Sasuke, y el lunes iremos a verte y lo conversaremos en profundidad –

- Bueno – Aceptó agradecido de ser escuchado – Buenas noche hermano, y mañana trata bien a Inojin –

- Así que hablaste luego con  Shin –

- Sí, tengo una foto de mi hijo, es eso lo que me tiene  furioso – Aceptó – Lo que no me deja dormir es saber es que perdí dos hijos –

- Tranquilo, ve a dormir, no pienses tanto en eso, mañana lo conoceremos, y la casa de Madara estará en unos días listo, y podrás ser libre  y junto a nosotros verás a tu hijo –

- Buenas noches –

- Descansa – Itachi cortó la llamada.

Lanzó el teléfono sobre su cama, mientras terminaba de sacarse la ropa  y poder bañarse, tenía los músculos entumecidos. Su vida los últimos años era monótona entre litigios y juicios, peleas vanas.

Su vida era demasiado solitaria, al menos Sasuke y Sai tenían más vida amorosa que él y eso era bastante divertido, uno avocado a la venganza y el otro catatónico, le sacaban una yarda de distancia en cosas de parejas.

Quería sexo, el que fuese, ya no quería masturbarse ni nada, quería sexo y con eso en la cabeza, decidió bañarse y salir por sexo, Itachi ni sabía en cuántos problemas se iba a meter por su deseo. 

Notas finales:

Mil cariños, nos vemos en Shisa


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