Capitulo 4 Acercamiento
Había sido violento, demandante, lo había hecho sollozar durante todo el momento y al final lo llevó hasta el balcón de su cuarto aún desnudo para mostrarle desde ahí su regalo. Al bajar Alfred lo recibió con un pay de manzana y helado de chocolate, advirtiéndole que no se acostumbrara a tal desayuno, pues sólo se lo permitía en esa ocasión especial. Era casi medio día de aquel sábado y no tenia ningún pendiente escolar, Bruce llegaría en la tarde, sus amigos seguramente estarían fulminados por la noche anterior, así que, hizo lo que mejor se le daba en esos momentos de soledad yendo al gimnasio de la mansión.
La barra fija, comenzó con los giros, impulso, fuerza, una suelta, continuar con el ritmo, un giro encima de la barra otra suelta. No pensar en nada mas que la siguiente conexión, desmontaría un doble giro al frente. Aterrizaje perfecto levanto los brazos hacia un publico imaginario.
-Bravo. Oh veo que lo del leotardo era cierto.- afirmó el joven del mechón blanco.
-Cállate.-habló tomando una toalla para secarse la cara. ¿Cómo llegaste aquí?
-El buen Al me dijo qué estarías aquí, así que vine a traerte esto. Feliz cumpleaños niño rico.
-Jasón no era necesario.- afirmó desenvolviendo el paquete. Encontrándose con brazalete de cuero con sus iniciales y el símbolo de Nigthwing grabados“ ¿lo hiciste tú?
-Creo que el dibujo quedo bien, tuve que pedir una asesoría porque no lo había visto. Pero en general es muy similar ¿no crees?
-Esta genial. Gracias.- afirmó colocándose el brazalete de inmediato.
-Oye ¿quieres salir por una cerveza? Digo para aliviar la resaca.
-Tienes 15 años Jay.
-¿Tu punto es?
-Nadie te venderá una cerveza, sin identificación.
-Tranquilo conozco un lugar.
-No me sorprende. De acuerdo me doy una ducha rápida y regreso.
Las calles eran una combinación de distintos matices de gris, los viejos edificios parecían contar historias de sueños y esperanzas ahora olvidadas. Un teatro abandonado con la marquesina hecha pedazos, puertas y ventanas tapeadas, apenas de pie soportando el paso del tiempo en espera de rememorar mejores tiempos. Subieron por la escalera oxidada hasta el ultimo piso de aquel edificio.
-No te preocupes goldie te aseguro que la escalera resistirá. Además creí que te gustaban las alturas.
-No tengo problema en saltar antes de ver la red, y te aseguro que la ventana rota tampoco es un problema. Sólo me gustaría saber si estamos cometiendo alguna infracción como invasión de propiedad.
-Ja ja. No te preocupes goldie, bienvenido a “my house”.
-Oh vaya. ¿vives solo aquí?
-No es la mansión Wayne pero me gusta.
-No, no lo es.- afirmó sonriendo mientras se quitaba la chamarra.- La habitación contaba con un viejo sofá, una cama en una esquina y un pequeño mini bar.
-Cerveza fría a la orden.- dijo entregándole la bebida, ambos se sentaron en el sillón.
-No imagine que conocieras a Roy.
-Pasamos algún tiempo juntos cuando recién llegó a Gotham, es buen amigo.
-Lo sé.
-¿Y que sucede entre tú y las bellezas de anoche? ¿sales con las dos, tienen alguna especie de trato?
-No, claro que no. No creo que ninguna lo aceptaría.
-Perro, o sea que sí lo haz pensado.
-¿Tú no lo harías?
-Touche goldie.
-¿Por qué goldie?
-Te queda mejor que niño rico ¿no crees?
-¿Te das cuenta que no es mi dinero?
-Como sí lo fuera.
-¡NO! Jasón no lo es.
-Ok punto sensible.
-No, no lo es. Es sólo que prefiero valerme por mis propios medios. De hecho estoy buscando una beca deportiva para Hudson. No quiero depender del dinero de Bruce.
-Eres extraño goldie. Me gusta.
-Ja ja cuidado eso casi sonó como un cumplido.
-No te acostumbres demasiado.
Regresaron a la mansión ya entrada la noche.
-Gracias por todo Jay. Nos vemos pronto.
-Sin duda alguna. Después de todo tengo que ver de cerca esa hermosa Harley nueva. Cuando llegue todavía tenia el moño, vaya que te consienten. Me extraño que no quisieras usarla de inmediato, pero considerando el lugar a donde fuimos tal vez fue lo mejor. Es decir, mis vecinos suelen respetar mis motos pero una Harley Davidson nueva tal vez seria demasiada tentación.
-Sí tal vez.
-Hey goldie me debes una rebana de pastel.- se despidió alejándose en su moto.
El fin de semana paso rápido y sin darse cuenta ya era lunes nuevamente. Se encontraba en el estacionamiento principal a punto de subir a su moto cuando le llego un mensaje.
Al parecer te he influenciado de manera positiva.
JT
Eso no tiene ningún sentido. ¿Influencia positiva tú?
DG
Me sorprendí tanto como tú goldie. Pero Al me dijo que esta semana mis servicios no son requeridos. Parece que alguien esta cuidando mejor sus cosas.
JT
Eso o no tenemos dinero para pagarte. Eres un excelente mecánico.
DG
Ja ja Idiota.
JT
Es una lastima, ya que estoy mejorando con eso de recargar la bateria.
DG
Lo sé ya casi logras evitar que el liquido no queme tu pantalón.
JT
Imbécil
DG
Ja ja No te preocupes continuaremos la próxima semana.
JT
Claro. Aunque tal vez falle la Honda antes, le escuche un ruido extraño esta mañana.
DG
No te atrevas Grayson.
JT
😈
DG
-No creo que sea Kori.
-¿Qué? Hey hola Babs no te vi llegar.- Dijo guardando su teléfono.
-No lo dudo estabas muy pendiente del celular. ¿Con quién hablas?
-Nadie en particular. Un amigo.
-¿Amigooo?
-Sí Babs.
-OK. Oye sólo quería agradecerte por la fiesta, me la pase increíble.
-Gracias a ti por ir.- le sonrió coquetamente recordando el atuendo de su amiga. A lo que su amiga aprovecho para acercarse y darle un suave beso en los labios, el cual correspondió. Mientras al otro lado de la acera una limusina disminuía la velocidad.
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