Un constante e irritante pitido se abre paso por la bruma del sueño hasta que consigue despertarla, siente como le pesan los párpados cuando consigue abrir los ojos secos y espesos, haciendo que tarde más de lo normal en enfocar la pared del cuarto a través de la neblina del cansancio.
Entre sus brazos Diana gruñe y entierra la cara en la almohada, mascullando algo ininteligible, posiblemente una queja o la petición de que pare ese sonido tan desagradable. Lucia se incorpora sobre un codo para no aplastar a Diana y se inclina sobre su cuerpo desnudo para coger el móvil que siempre deja en su lado y apagar la alarma, ganándose un suspiro de alivio ahogado entre las sabanas por parte de la Diana.
Aprieta los ojos fuerte para acostumbrarse al brillo y suspira antes de volver a su posición inicial, pegada a la espalda descubierta de Diana, con el brazo en su cintura y las piernas entrelazadas con las suyas.
Sabe que tienen que ir a trabajar, pero nota la suave respiración de Diana en su mano, que aún tiene apoyada en su desnuda piel, y sus labios se curvan solos en una dulce sonrisa, acaricia el cuello su con la nariz, bajando hasta su hombro donde deposita un ligero beso. Nota el estremecimiento que recorre la columna de su hermana y hace más firme el agarre sobre su cintura.
Casi le da pena tener que romper la burbuja, pero tienen que levantarse, así que llena el homoplato derecho de Diana de suaves besos, tratando de despertarla, y es suficiente para que Diana lo note y dejé escapar un "mmhh" de molestia.
Lucia presiona su sonrisa contra la piel ajena y continúa su línea de besos hasta el cuello.
- Despierta, Bella Durmiente – musita de forma apenas audible, rompiendo el cómodo silencio de su habitación.
- Noooooo – protesta Diana en un ronco gemido.
Se hace una bola sobre sí misma, atrapando el brazo de Lucia entre su estómago y sus muslos, y entierra la cabeza en la almohada todo lo que le permite su posición, lo cual es casi al completo. Lucia ríe silenciosamente, todas las mañanas tiene el mismo problema para despertar a Diana.
- Tenemos un trabajo al que ir– intenta persuadirla.
- Hoy no voy, estoy mala – masculla Diana y sus palabras apenas son inteligibles, pero Lucia se las apaña para encontrarles sentido.
- No creo que eso sea verdad, Di– ríe.
Su hermana vuelve a gemir su descontento con la situación y Lucia presiona otro par de besos en su espalda desnuda antes de rescatar su brazo del agarre de Diana para volver a rodearle la cintura y girarla suavemente hacía ella.
Lucia deja caer algunos besos despistados sobre el hombro de Diana antes de levantarse completamente de la cama con pereza. Se acerca a las ventana y corre las cortinas lo justo como para dejarse pasar un poco de luz, aún asi Diana gruñe y se encoge todavía más enterrándose entre las mantas como si de un oso en una cueva de tratara.
Con una risa socarrona lucía se gira hacía el armario y lo abre buscando que ponerse hoy, es sábado y solo tiene que trabajar hasta medio dia, ademas nunca suele ir nadie los fines de semana, así que escoge algo de ropa cómoda e informal, unas simples zapatillas planas, vaqueros azules y la camiseta de la última gira de ac/dc en la que estuvo, esta tan vieja que apenas se lee el año pero que aún así le encanta como el primer día.
Con todo el brazos se encamina hacía el baño, sin mirar atrás consciente de la atenta mirada que la escudriña escondida entre las mantas, casi puede oír a Diana tragar.
-sabes, si no fueras a pegarme tus virus por estar enferma te diria que te dieras una ducha conmigo- dice con una sonrisa traviesa antes de entrar en el baño dejando la puerta abierta.
aun desde el baño escucha un profundo gruñido salir de la garganta de Diana y el roce de un cuerpo moviéndose sobre las sábanas, y sonríe, sabedora de que ha ganado esta batalla.
En cuanto se mete en la ducha abre el agua caliente al maximo, adora sentir la quemazón en la piel, el calor hace maravillas en su cuerpo y músculos, limpia la pátina de humanidad de su piel y relaja sus músculos, extra tensos después de una de esas noches con silvia que siempre se vuelven guerras.
Deja caer la cabeza entre sus hombros de forma que el chorro de agua golpee entre sus clavículas y resbale hacia abajo, y un suspiro de alivio escapa de entre sus labios.
Esta tan relajada que cuando, de repente, nota unas brazos que se enroscan en su cintura. ahoga un grito de miedo y da un brinco que la trae más cerca del cuerpo que se pega a su espalda bajo el chorro de agua. lucia se relaja una vez pasado el susto y unos labios se posan en el mismo punto de su hombro derecho que ella beso esta mañana y dejan un beso que es apenas un roce de piel contra piel. no necesita mirar para saber quien es.
- mira quien se ha recuperado...– murmura con una sonrisa.
Diana no responde, igual aún es presa del sueño que la secuestra todas las manos o igual esque simplemente esta muy ocupada en pasar la punta de la nariz por toda su espalda buscando el punto donde mejor encajarse.
- hum...– responde Diana en el mismo tono cuando a encontrado donde enterrar la cabeza – tengo buenas defensas, y si no nos duchamos rapido voy a llegar tarde al hospital– se queja Diana mientras deja que sus manos reposen en las caderas de Lucia.
Un jadeo escapa de la garganta de Lucia como única respuesta sin que ella haya dado la orden consciente, y su hermana lo toma como permiso para quedarse, así que empuja suavemente a Lucia para que dé un paso adelante y ambas quepan bajo el chorro de agua. esta se deja hacer, permitiendo que las manos de Diana recorran su cuerpo como quieran, esparciendo jabón por su piel y masajeando los músculos de hombros y espalda para aliviar los nudos de tensión que el agua no llega a deshacer.
-el agua hasta ardiendo lu- reclama Diana molesta. Pero no hace nada al respecto.
-Me relaja- musita lucia como única respuesta y se gira para poder enterrar la cabeza en el pecho de Diana, recorriendo toda su columna vertebral en dirección descendente con sus manos esta abrazarla por la cadera.
diana no dice nada al respecto, pero devuelve en abrazo y atrae a su hermana hacía si. Y se quedan allí mientras el agua cada vez sale más fría, sabe que cuando Lucía pide ese tipo de abrazos es porque algo la preocupa, y cree saber que es, asique la abraza más fuerte y posa un beso lijero en su sien.
-eres como una medicina- le susurra al oído y nota cómo el cuerpo de lucía empieza a temblar ligeramente. Esta a punto de preocuparse cuando de pronto estalla en carcajadas tan fuertes que es como si la partieran en dos porque se tiene que agarrar las costillas mientras intenta recuperar la respiración.
-que cursi eres Diana- consigue articular a duras penas aun presa de los espasmos.
-Y tu que puta- responde Diana con malicia antes de escurrir un brazo detrás de Lucia y poner el agua fría al máximo, recibiendo en respuesta un profundo grito por parte de lucía.
Ella simplemente da un paso atrás y observa feliz como su hermana intenta escapar del agua fría. Para cuando consigue apagar el agua se gira con la mirada teñida de odio, y aunque Diana sabe que debería sentir miedo tan solo consigue reírse antes de salir corriendo del baño con lucía persiguiendola jurando en voz alta que va a matarla.
Ese dia la librería se abre tarde, y a Diana le acuchillan con la mirada por no llegar a tiempo al relevo de cirugía.
Pero no les puede dar más igual.
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