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Sinestesia por YoloSwag

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Spock podía sentir la vibración de los motores hiperespaciales recorriendo cada centímetro de la Enterprise, <<Ese es su pulso Spock>>. Oh, Jim. Se sentía alterado e inquieto por su causa, y aunque sabía que su intención de ir a la bahía médica era completamente inútil, era una necesidad que le estaba costando todo su entrenamiento mantener subyugada; sus manos están firmementes sujetas a los brazos de la silla de mando que puede escuchar como crujen. Desvía la mirada —obligada a permanecer en la pantalla principal— a la tripulación en el puente; todos parecen absortos en sus propios asuntos, nadie se ha dado cuenta de su lucha.
Cierra los ojos un momento, y repite en su mente que su deber es permanecer en el puente y asegurar que la misión se cumpla. Ese, es su deber, hacia la flota, a la tripulación del Enterprise e incluso hacia el mismo Jim. Pero es una mentira, él sabe que tiene otro deber como vulcano que se alza sobre su deber como oficial de la flota estelar.
Jim, es su t'hy'la.
Lo supo desde el momento en que intentó asfixiarlo en el puente —un hecho del que se arrepiente por haberlo lastimado— y desde entonces lo había negado, en primer estancia por su prejuicios hacia Jim, y luego por la relación que mantenía con Nyota, hasta que fue imposible negarse a si mismo que se había enamorado del humano que en un primer momento rechazó.
Culpa.
Otra vez, y no solo su parte humana lo torturaba; negar a su t'hy'la era un acto reprochable en su pueblo. Sin embargo, cómo decirle a Jim del vínculo especial que los unía, cómo decirle que desde hace tiempo podía sentir sus emociones y que incluso había influido en ellas, de ese sueño tan lúcido en que deslizaba sus dedos por su cuerpo desnudo. Temía a las consecuencias de hacerlo, por qué sabía que Jim lo alejaría de él —con justa razón—, pediría que lo transfirieran y si no fuera porque las probabilidades de efectos mortales  para ambas partes del vínculo pediría de inmediato su disolución.
Egoísta, sí lo está siendo.
Oh Jim, mi Jim. ¿Podrás perdónarme?
Cada minuto que pasaba alejado de su capitán le estaba resultando insoportable, tenía que ir con él y asegurarse que su salud era óptima, necesitaba escuchar su voz y reflejarse en aquellos ojos azules. Su control se esfumó. Pesionó el comunicador del asiento de mando.
   —Comandante Scott.
   —Espere un momento señor Spock, estoy en medio de una cita con los motores de...
   —¡No puedo esperar! —la tripulación se giró a mirarlo con asombro, fue hasta entonces que se dio cuenta que había alzado la voz— es imperioso que venga al puente.
   —Entiendo comandante, voy en camino. —respondió de inmediato y cortó la comunicación.
La tripulación volvió la mirada hacia sus puestos fingiendo que nada había ocurrido. Solo se encontró con la mirada comprensiva de Nyota por unos momentos antes que ésta se desviara ante la abrupta entrada del ingeniero en jefe al puente.
   —He llegado lo más pronto posible comandante —jadeaba por aire entre cada palabra— ¿Nos atacan los romulanos? ¿los Klingon?
   —La Enterprise no se encuentra bajo ningún ataque, solo requiero que me releve de mis funciones como capitán interino. —dijo, levantándose para cederle el asiento de mando—. Si surge cualquier eventualidad estaré en la bahía médica.
   —Entendido comandante.
Scotty lo observó mientras salía del puente, luego volvió a la pantalla principal mientras pensaba en la increíble lealtad del señor Spock hacia su capitán.

***

En la bahía médica reinaba una tranquilidad poco usual, sin los gritos del doctor McCoy ni de la enfermera Chapel, solo el ruido de las máquinas en operación, debería sentirse relajado pero el aroma de Jim resultaba demasiado intenso. Se dirigió —como en medio de un trance que no lograba comprender- hacia la habitación fuente del ese aroma dulce y almizclado.
Entró.
Ahí yacía su capitán sobre una biocama en un sueño profundo; sus facciones completamente tranquilas, su respiración suave y débil... justo como en aquel incidente. Una oleada de pánico lo invadió.
   —T'hy'la. —lo llamó, lógicamente no hubo respuesta. Entonces se acercó a él lentamente consciente de no podría subyugar sus acciones. Permaneció de pie a lado de la biocama con las manos fuertemente atadas a su espalda, pero finalmente cedió deslizando los dedos en aquel cabello rubio con delicadeza, y dedicación. De inmediato esa misma sensación que lo embarga cada vez que lo toca; una mezcla de placer y miedo se hace presente.
   —Te amo Jim. —Se libera de un peso al pronunciar esas palabras prohibidas; nunca había dicho una verdad más grande. Pero debe alejarse, y eso lo que hace.
El deseo que sentía hacía su capitán alcanzaba límites insospechados, que poco sensato de su parte había sido ir a verlo en tales condiciones. Era irónico que sus relaciones que habían comenzado del modo menos idóneo, se volvieran tan cercanas. A veces tenía sueños —debido a su herencia humana— donde Jim tambien tenía sentimientos profundos por él, pero siempre terminaban en pesadillas porque, incluso cuando seguía el camino de su padre al casarse con su madre, terminaban separados por sus culturas y rangos. Que afortunada era Nyota que era correspondida, y que además podía entregarse libremente al amor que sentía por el señor Scott; nada podía separarlos. 
Pasos. Se abre la puerta.
McCoy se fijó de inmediato en la estoica figura del vulcano inclinado sobre el lecho de su capitán. La luz de la enfermería arrojaba una extraña palidez en sus rasgos.
   —¿No deberías estar en el puente Spock?
   —¿Cómo se encuentra el capitán? —contraatacó el vulcano, ignorando su pregunta anterior.
   —Por el momento estable, solo duerme.
   —¿Ya tiene un diagnóstico? 
   —Eso creo...
   —¿No está seguro doctor McCoy?
   —Bueno, Jim parece tener talento para lo inesperado. Por eso mismo necesito que me hables acerca del "vudú" vulcano.
   —Doctor, los vulcanos....
   —Solo sígueme Spock —dijo McCoy, y lo condujo al interior de sus despacho.
   —Iré al grano Spock, ¿Conoces a ese tal Sutteiren?
El vulcano levantó una ceja, de aquel modo característica en él.
   —¿Eso ayudará a su diagnóstico del capitán?
   —Si no hablas nunca lo sabré. —fue la respuesta abstraída que le dio. Spock pareció analizar sus opciones hasta que finalmente habló:
   —Como lo dijo el almirante Delacroix es el director de la academia de ciencias de vulcano.
   —Eso ya lo sé Spock, ¿podrías decirme algo más personal?
   —Es considerado uno de los mejores telépatas de nuestro pueblo y pertenece a mi generación.
   —¿Su habilidad es similar a la tuya?
   —No puedo decirlo con exactitud doctor.
   —Supongamos que si —susurró. —Ahora, ¿podrías hablarme acerca de los vínculos? Te recuerdo que todo lo que me digas será confidencial y es para ayudar a Jim.
   —¿De que aspecto específicamente?
Cada vez Spock parecía más inexpresivo.
   —¿Qué consecuencias tendría para un humano la pérdida de un vínculo?
   —Puede ocasionar un dolor excesivo para la mente humana pero tendría que ser un vínculo fuerte como el de.. —los músculos de las mandíbulas de Spock se tensaron— ¿Por qué me preguntó por Sutteiren?
   —Jim no dejaba de susurrar ese nombre de camino a la enfermería.
   —No quiero malentenderlo doctor, lo que está queriendo decirme es que el capitán está vinculado a Sutteiren.
   —Sí, eso es Spock.
   —Es imposible, porque se necesitaría la mediación de una sanadora.
   —Hace poco escuché acerca de un vínculo que no necesita de una sanadora.
   —Sutteiren no es t'hy'la de Jim —respondió de manera cortante, incisiva.
   —¿Cómo puedes estar tan seguro Spock?
   —¡Por qué yo...!
   —Doctor McCoy, el capitán ha despertado y pide hablar... —fue interrumpida por Spock, que salió corriendo. —con el señor Spock.
   —¡Esos dos siempre provocan que me suba la presión! —exclamó alzando irritadamente los brazos al aire.
   —¿Está enfermo el señor Spock?
   —No, pero los celos pueden provocar extraños cambios de carácter. Presiento que la tragedia se cierne ante nosotros.
La jefa de enfermeras se limitó a dejar escapar un pequeño suspiro divertido mientras pensaba, <<¿Hasta cuándo el capitán y el señor Spock se darán cuenta de que sus sentimientos son correspondidos?>>.


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