-¡Jonghyun, te vas a caer! -gritó Kibum a los pies del gran ciruelo que habían encontrado en el camino.
El moreno había propuesto la noche anterior disfrutar de un domingo a solas saliendo a recorrer, por lo que temprano en la mañana habían preparado un par de cosas para comer, un termo con muchísimo café, y se habían subido al auto del mayor.
Era un día nevado, dónde las calles estaban cubiertas de un manto blanco y las personas preferían quedarse en casa al lado de sus estufas.
A excepción de ellos.
Habían ido a una montaña cercana a petición de Jonghyun y, antes de que el rubio cediese, tuvo que prometer que no sería como las excursiones que tenía con Minho, que sólo irían a caminar.
Habían recorrido un terreno llano, jugado un poco con la nieve y hecho dos pequeños hombres de nieve de no más de treinta centímetros que los simulaban a cada uno. El más bajito era Jonghyun y el otro Kibum. El rubio incluso había insistido en tomarse unas fotos juntos y que Jonghyun los tomara unas fotos a él solo para subirlas a su instagram.
-¡Años de experiencia, Bummie, no caeré!
Y en los leves segundos en los que intercambiaron miradas, Jonghyun perdió el equilibrio y cayó. La nieve amortiguó la caída, sí, lo que permitió que Kibum riese cuando se aseguró que su novio estaba en perfectas condiciones.
-¡Te gusta tentar a tu mala suerte! -rió.
Jonghyun apenas había visto el ciruelo a la distancia comentó que cuando pequeños, él y Sodam solían trepar árboles y competir quién era el primero en llegar a la cima.
-¿Ni siquiera me vas a preguntar cómo estoy?
-Me conformo con que respiras.
El moreno seguía en el suelo, rodeado de nieve, y tendió su mano para que el rubio le ayudase a ponerse de pie. Error de Kibum. Terminó a un costado de su novio apoyado en el pecho fuerte de él.
-Te odio.
-Me amas, lo sé -rió ante su travesura y al percatarse de unos restos de nieve que Kibum tenía en su cabello. Le ayudó a sacárselos y le besó tiernamente en los labios.
Kibum frunció sus labios y su entrecejo.
-¿Te estás aprovechando de mí?
-Siempre eres tú el que se aprovecha de mí. De vez en cuando pueden variar las cosas.
Ambos rieron, sabiendo que por lo general Jonghyun era el que andaba en busca de cariño y un contacto más íntimo.
Finalmente, ambos terminaron acurrucados entre la nieve.
-¿Crees que seguirá nevando? -preguntó Kibum observando las nubes que cubrían el cielo.
-Espero que no. Ya ha nevado bastante en Seúl este año.
+++
-Me estoy muriendo de frío -comentó Kibum mientras le tintineaban los dientes.
Estaban recién volviendo al auto de Jonghyun después de su caminata y el frío le calaba los huesos.
-¿Te sirvo un poco de café?
-Por favor -lloriqueó abrazándose así mismo.
El moreno giró su cuerpo para alcanzar el canasto de mimbre que habían llenado en la mañana con comida y se acomodó nuevamente en el asiento delantero del auto.
-Aquí tienes -le alcanzó un tazón que Kibum se había encargado de guardar y aprovechó de prender la calefacción.
-No sé cómo tú no mueres de frío.
Debía aceptar que amaba esa facilidad de Jonghyun de emanar calor corporal, siempre era agradable tener quién le abrigase en las noches, pero en esos momentos le envidiaba.
-¿Más? -le preguntó al percatarse de que se había bebido casi todo el contenido de la taza.
El rubio negó suave.
Jonghyun se acomodó, apoyando su cabeza en uno de sus brazos que descansaba sobre el manubrio.
La cara de enamorado no se la quitaba nadie.
-Cuando nuestro hijo crezca, quiero que sea igualito a ti.
Kibum colocó una de sus manos sobre su vientre con una sonrisa en sus labios.
-¿Kibum junior?
-Jonghyun junior -le corrigió el mayor.
Hace unos días habían agarrado la costumbre de bromear sobre un hijo que sabían no podían tener.
-Yo preferiría que no muriese de frío cada vez que nieve.
-Pero yo lo quiero igualito a ti. Con tus mejillas, tus ojos y tu cabello. Incluso con tu cicatriz.
-Oh -Key se hizo el sorprendido con uno de los comentarios de su novio-, Jjong, creo que ha llegado el momento de confesarte algo.
-¿Qué?
-Mi rubio no es natural, nuestro hijo saldrá de cabello castaño.
Mierda, Jonghyun se había asustado.
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