Jonghyun abrió la puerta de su departamento y lo primero que sintió fue un almohadazo directamente en su rostro antes incluso de poder dar el primer paso para ingresar.
¿Qué demonios?
Intentó acostumbrar su vista ante la oscuridad de su hogar y solo se percató de que la televisión del salón estaba prendida y que había un gran bulto sobre el sillón.
En cualquier otra instancia hubiese asumido que su novio le había estado esperando viendo algún drama romántico en su sala de estar, cobijado entre algunas mantas; pero al parecer el panorama era algo distinto en esta oportunidad.
Sooman le había pedido de extrema urgencia que le acompañase al otro lado de la ciudad porque no sé qué tenía que ir a retirar para luego ir a no sabe qué reunión, pero de la que tuvo que participar igualmente.
Por lo menos le había dicho ―y prometido― que le pagaría sí o sí las horas extrasa fin de mes.
Ya pasaba la media noche y no esperaba que Kibum aún continuase despierto.
―¿Bummie? ―le llamó, recién ingresando al departamento.
―¿Jonghyun? ―cuestionó, quitándose una de las tantas mantas que tenía sobre la cabeza―. ¿Eres tú? ¡Dios! Me asustaste...
El moreno miró extrañado hacia la televisión donde se apreciaba una película en pausa.
―¿Estás viendo una película de terror?
El azabache se sonrojó levemente.
―Perdí una apuesta con Taemin.
Jonghyun se carcajeó ante la avergonzada actitud de su novio.
―¿Tú? ¿Kim Kibum perdiendo una apuesta y viendo una película de terror? ¿Solo y a oscuras? ―continuó riendo levemente―. ¿Qué apostaron por lo menos?
Que no conseguiría chupársela a Minho en el baño de la oficina, pero nunca esperó que el alto fuese tan fácil de convencer. Key sospechaba que el incentivo visual de que hablaba Taemin correspondía a una foto que le había enviado al celular. No por nada Choi había salido de la oficina justo después de haber visto algo en la pantalla de su teléfono.
Par de calientes sin escrúpulos.
―Nada ―y volvió a esconderse entre sus cobijas.
Jonghyun empezó a quitarse su chaqueta y a deshacer el nudo de su corbata.
―¿Sabías tú que es una pésima idea ver películas de terror con luna llena?
―¿Qué? No, ¿por qué?
―Atraes a los espíritus ―comentó Jonghyun yéndose finalmente a su habitación con una sonrisa, mientras desabrochaba los primeros botones de su camisa azul.
―¡Yah, Kim Jonghyun! ―gritó, buscando rápidamente el mando de la televisión para apagarla y salir corriendo tras su novio con mantas y todo―. ¡No me dejes después de meterme aún más miedo!
Por lo menos la broma del moreno había servido para que Kibum durmiese pegado a su humanidad, pero no consideró que se despertaría cada media hora porque "Jonghyun, ¿sigues despierto?", "Jonghyun, escuché algo desde la cocina", "Jonghyun, ¿puedes ir a ver qué es lo que suena?", "Jonghyuunn, no puedo dormir", con puchero y todo incluido.
Debía encontrar alguna forma de vengarse de Taemin sin que se diese cuenta del porqué de su repentino odio por su falta de horas de sueño.