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Retos del Destino por YuYe

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Notas del capitulo:

Orgasmo - Niño - Electricidad - Whisky

Fue cuando Jonghyun colocó sus manos en el cierre de su pantalón que se dio cuenta que las cosas no estaban bien. Bueno, estaban más que bien si lo analizaba correctamente, pero sabía que no debía hacer el amor con su novio en la oficina del trabajo.

 

Demasiado arriesgado. Aunque fuese ya tarde, de noche.

 

Era peligroso incluso para su novio, que aunque fuera el encargado de la sección de música, tenía jefes y superiores que perfectamente lo podrían dejar de patitas en la calle si eran realmente homofóbicos y no podían separar las relaciones interpersonales y el trabajo. Independiente de lo bien que el moreno se desempeñara en su cargo.

 

—     Mierda, Jjong –más que gimió de lo que habló-. Vámonos.

 

—     ¿Ahora? –preguntó. Kibum ya se había encargado de desabrocharle completamente su camisa y de acariciarle todo su torso, además de que su corbata color vino había terminado olvidada en alguna parte del suelo. El rubio le había acariciado su miembro erecto por sobre la tela de su ropa interior ya que sus pantalones estaban a la altura de sus muslos. Y si se fijaba bien, su novio no estaba en condiciones muy distintas. Su torso desnudo y su cabello desordenado, además de algunos chupones en su pecho, muy próximos a sus pezones, y unos suaves rasguños en su espalda que seguramente no dejarían ni marca.

 

—     Ahora –dictó, seguro-, a mi departamento.

 

La lluvia había empezado a caer desde media mañana y no se había detenido en ningún momento del día. Por el contrario, la intensidad se había acentuado y lo que había empezado como una leve llovizna se había convertido en una tormenta eléctrica. El recorrido en el auto de Jonghyun no les había tomado más de quince minutos, pero había sido suficiente para que las hormonas hicieran lo suyo, sus sentidos se agudizaron y la percepción del tacto ajeno fuese más placentero.

 

El hecho de que la electricidad se hubiese cortado minutos antes de entrar al apartamento de Kibum, sólo incrementó la intimidad y el placer del momento. No había estímulos que los distrajeran, ni luces que debieran prender, ni ruidos de televisores o equipos de música de los vecinos. Hasta las calles se sentían más silenciosas, atrapándolos sólo entre sus respiraciones agitadas, sus gemidos y caricias.

 

Y el sonido de la lluvia fuera del departamento.

 

El rubio, como pocas veces sucedía cuando estaban juntos, fue el primero en llegar al orgasmo. Jonghyun le siguió poco después, saliendo de su interior y recostándose junto a él, ofreciéndole su pecho como almohada y lugar de confort. Kibum se acomodó, sintiendo cómo el masculino aroma de su chico le inundaba los sentidos y le señalaban que el término de esa semana laboral había sido el mejor de lo esperado.

 

+

 

—     ¿Desde siempre diva? –rió Jonghyun.

 

Había pasado más de una hora y la luz aún no había vuelto. El rubio se había entretenido revisando sus redes sociales desde el celular, además de ordenar las fotos de su galería. El mayor, por su parte, se había encargado de acariciar la cintura de su pareja y de repartir suaves besos en su hombro y cuello de vez en cuando.

 

En el celular de Kibum habían aparecido algunas fotografías de cuando era pequeño. Algunas de bebé y otras de cuando era un niño de no más de 10 años. En sus poses, en su ropa y sus brillantes accesorios se notaba que desde siempre le había gustado la moda y las cosas relacionadas con ello.

 

Jonghyun no pudo evitar percatarse de eso y sonreía cada vez que el rubio cambiaba de fotografía. ¿Tendría unas 10 o 12 en total?

 

—     Tengo un álbum, ¿lo quieres ver? –preguntó, pero no esperó respuesta.

 

Se levantó de la cama, se colocó el primer bóxer que encontró en el suelo –sin importarle si era de él o de Jonghyun, de todas formas en la oscuridad no se notaba la diferencia y al otro día sería él mismo el que se encargaría de colocar la ropa de ambos en la lavadora- y fue a buscar en su humilde clóset dos álbumes fotográficos que se había encargado de traer de la casa de sus padres.

 

—     En este –señaló el más antiguo, ese de color azul y letras doradas que el moreno ni se inmutó en leer- hay fotos de mi abuela...

 

Jonghyun sabía que la abuela Kim, que en paz descanse, había sido la encargada de criar a Kibum cuando este era pequeño. Las relaciones con sus padres nunca habían sido muy cercanas y la muerte de su cuidadora –mejor amiga y confidente- le había afectado más de lo que cualquiera hubiese esperado al perder a uno de sus abuelos.

 

Sintió que al presentársela, aunque sea en viejas fotos que Kibum cuidaba como reliquias, era entregarle un pedacito de su ser que no compartía muy amenudo.

 

—     Eran iguales, Key –señaló mientras iluminaba con la linterna de su celular las distintas páginas del álbum.

 

—     ¿Tú no tienes fotos de pequeño...? –sí, quería conocer cómo era Jonghyun de pequeño, si siempre había sido así de bajito, así de guapo, así de risueño, así de lindo... así de él.

 

—     No, pero le puedo pedir a mi mamá que me mande algunas –dijo y buscó la aplicación de whatsapp en su celular para enviarle un mensaje a su madre.

 

—     ¿No crees que es muy tarde...?

 

—     No. Es viernes, suele tener noche de películas o algo así. A veces incluso Sodam se le une. Deja le mando un mensaje...

 

Jonghyun: ¡Hola, mamá! ¿Crees que puedas mandarme algunas fotos de pequeño cuando puedas?

 

La madre del moreno no se demoró en aparecer en línea y en responder.

 

Mami: ¿Ahora? ¿Para qué...?

 

Kibum le había quitado importancia a los mensajes que se intercambiaba su novio con ‘su suegra’ hasta que vio el último que el chico le había enviado.

 

Jonghyun: Para mostrárselas a mi novio.

Y había incluido emoticones de corazones y esos de carita enamorada.

 

—     ¡Jonghyun, idiota! –saltó el rubio, con sus ojos abiertos de la sorpresa, mientras golpeaba a su novio con sus manos y algunas almohadas.

 

—     ¿Qué?

 

—     ¡No debiste decírselo así!

 

Porque sí, la relación de ambos había sido mantenida en secreto tanto para sus compañeros de trabajo como para sus familias. Sodam era la única que intuía que su hermano estaba con alguien porque ya no salían tanto los fines de semanas como antes. Pero de todas formas, no era algo que le hubiesen confirmado.

 

—     A mi mamá no le va a importar...

 

—     Pero le dijiste novio -y destacó la "o" del masculino de la palabra-. ¿Por lo menos sabe que eres gay?

 

—     No.

 

—     Mierda, me va a odiar. Y a ti te va a desheredar...

 

Jonghyun rió. Asumía que la familia de Kibum no había tomado muy bien la homosexualidad de su novio, pero conocía lo bastante bien a su mamá como para saber que, por lo menos, no lo quitaría de su testamento ni lo desheredaría.

 

La madre del moreno se demoró algunos minutos en responder y Kibum encontró que habían sido los 12 minutos más largos de su vida. Envió cinco fotos de cuando Jonghyun era niño, pero eso ya había pasado a segundo plano.

 

—     ¿No dijo nada más?

 

—     Está escribiendo.

 

Mini infarto para Key.

 

Mami: ¡Kim Jonghyun! No me habías dicho que estabas con alguien. ¿Cómo se llama? ¿Cuándo me lo presentas?

 

El rubio no se atrevió a leer el mensaje. Es más, incluso se había tapado los ojos con sus manos hasta que escuchó la suave risa de su novio. Justo cuando Kibum terminó de leer el mensaje, la mamá de Jonghyun le había mandado unos emoticones de una luna negra con ojitos sugerentes.

 

Jonghyun: Pronto, mamá...

 

Mami: ¡Dile que está invitado a cenar!

 

Kibum no cabía de lo irreal de la situación. Al parecer, a su suegra no le molestaba para nada que fuese un chico, ni tampoco la forma tan inusual de su hijo de salir del clóset como quién le cuenta al vecino que se había cambiado de empleo.

 

Mami: ¿Le gustará el whisky? Tu tío me trajo una botella hace poco de regalo...

 

Jonghyun: No bebe mucho, quizás algo más suave...

Mami: Ya, entiendo. ¡Avísame cuando vengan para tenerles algo rico para comer!

 

—     ¿Así de fácil...? –preguntó Kibum, todavía no comprendía cómo la madre de su novio podía ser tan... open mind.

 

—     Así de fácil, mi amor –y le besó nuevamente sus labios.

 

 

 

Jonghyun: Mamá, te amo.

 

Mami: Igual te amo.

 

Notas finales:

Irónicamente, este reto tan sólo tenía cuatro palabras y terminó siendo el más largo y la continuación del oneshot que publiqué ayer. Además de que fue el que se me hizo más fácil de escribir. Me siento conforme de lo que salió en un par de horas,  me gustó cómo me quedó aunque no sea tan humorístico como hubiese preferido ><

 

Al igual que ayer, estoy actualizando solita ;; Así que cuando Caarti llegue, además de editar el capítulo de ayer, editaremos este. Me duele que los capítulos no tengan títulos

Se supone que estos retos eran de una página de facebook y sólo abarcarían el mes de enero. Si también hay en febrero, me gustaría seguir participando. Pero si no continúan, veré si me animo a decirle a algunas amigas que me den retos para ver qué sale. Todo está en un veremos aún, y en cómo resultan las cosas.

 

Cariños y besitos para todo aquel que leyó hasta el final <3

 

Pd. editado después de una semana :c

 

Pd. ¡Insisto! Quizás tendré un sólo comentario, pero el número de lecturas subió bastante desde ayer hasta el día de hoy


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