Apenas y habían sobrevivido al artículo especial de San Valentín, y ahora al presidente de la compañía se le había ocurrido la brillante idea de realizar un concurso en la siguiente edición de la revista.
El problema principal radicaba en el hecho de que no les habían dado ningún tipo de indicación. Nada sobre temática –música al parecer era demasiado amplio-, nada sobre lugares, nada sobre tiempos, nada sobre premios...
Nada de nada.
De lo único que no se podían quejar, por lo menos, era que esta vez sí les habían avisado con anticipación.
— ¿Qué se supone que vamos a hacer...? —preguntó Onew desde su escritorio.
— ¿Algo sobre dedicar canciones? —opinó Taemin nada seguro con su idea, pero tampoco tenía algo más en mente.
— Muy San Valentín —desaprobó Kibum.
Minho, por su parte, estaba acomodando sus cosas en un bolso y, pensando que nadie lo estaba mirando, intento salir –escapar- de la oficina.
— ¿Dónde vas? —le recriminó el rubio de mirada gatuna con cierta molestia en su voz.
Ups, lo descubrieron.
— Tengo trabajo en terreno...
— Qué conveniente, ¿no? —insistió.
— Kibum, no lo ataques —defendió Jonghyun al alto, recibiendo una mirada reprobatoria por parte de su novio—. Es verdad que tiene que salir. Tiene una entrevista con uno de los integrantes de CNBLUE.
Kibum refunfuñó. Sabía que Minho no quería matarse las neuronas pensando sobre el estúpido concurso, así que estaba usando la entrevista como excusa.
— ¿Y qué haremos...? —volvió a persuadir Jinki, mientras Minho salía -corría- de la oficina.
— ¿Y si enlazamos el concurso con el artículo del mes pasado? —continuó Jonghyun, intentando darle crédito al aporte de Taemin—. Podríamos hacer algo así como pedir a los lectores que cuenten su experiencia al haber dedicado una canción de la lista o algo similar...
— ¿Y cómo premias eso? —preguntó Onew. La idea no era mala, pero tenía muchos espacios en blanco aún—. No hay experiencias buenas o malas.
— ¿Y algo sobre escribir canciones...? —aportó Kibum, mirando directamente a su novio—. Jonghyun ha escrito algunas, podría ayudar a calificarlas...
— ¿Hyung, has escrito canciones? —preguntó sorprendido el menor de los presentes—. ¿Cuáles...?
— Bueno, he escrito un par quizás... —y se rascó avergonzado el costado de su sien con el dedo índice.
Kibum amaba la humildad de su novio.
Onew, por otro lado, pidió permiso para contestar una llamada telefónica. Los chicos, al no tener inconvenientes, le permitieron contestar sin esperar que el chico pasase a apretar el altavoz.
— ¿Aló, bebé? —preguntó una voz femenina del otro lado del celular, siendo escuchada por los cuatro presentes.
Jonghyun, Kibum y Taemin le prestaron toda su atención a la llamada que estaba atendiendo el mayor mientras una sonrisa pícara se adueñaba de sus labios. Ese bebé no había pasado desapercibido por ninguno.
Onew, por su parte, intentó desactivar lo más rápido que pudo el altavoz.
— ¿Si? Dime —finalmente le respondió a la muchacha con las mejillas sonrojadas y evitando la mirada de sus compañeros. Parecía escuchar atento lo que le comentaban—. Oh, no, no hay problema. Yo te paso a buscar a tu trabajo —los chicos seguían escuchando lo que Jinki contestaba, mientras se reían entre ellos y empezaban a molestarlo—. Si, a las cinco, no te preocupes. Nos vemos —y colgó.
Kibum y Jonghyun empezaron a preguntarle quién le había llamado, si estaba saliendo con alguien, le preguntaron por el nombre de la supuesta novia, su edad y a qué se dedicaba. Kibum incluso le preguntó que dónde la había conocido. Ambos demandaban saber cosas que al parecer al mayor le daba vergüenza compartir.
Taemin, por su parte, se escabulló entre sus hyungs y se dirigió al mayor quitándole el celular antes de que pudiese reaccionar.
— ¡Aaw! La tiene agendada como “mi ángel” —molestó, llevándose el celular consigo para mostrárselo a su jefe y a Key.
— ¿”Luna”? —le preguntó el rubio, viendo el nombre de la chica.
— Park Sunyoung, le llaman Luna –admitió-. Estamos saliendo hace un par de semanas.