-¿Dónde estabas?
-No muy lejos.- Contestó sin darle mucha importancia al hecho de que apenas aparecía luego de haber provocado un 'caos'.
-¿"No muy lejos"? ¿Es lo único que dirás?- Pregunto irónica.
-Oye cálmate, no me pagan lo suficiente como para aguantar los reclamos de una adolescente infantil.
-No me insultes, tú ni siquiera haces bien tu trabajo.- Reproche.
-Por supuesto que sí, hago lo mejor que puedo, tú te quejas de todo.- Contraatacó.
Tal vez tenga un poco de razón en lo último, sin embargo mi molestia de ahora está justificada.
-Las cosas eran normales hasta que tú llegaste, desde entonces he sido acosada por unas locas, me celan de forma enfermiza, también me persiguen, incluso han intentado aprovecharse de mí en dos ocasiones. Tuve que huir yo sola, ¿por qué no hiciste nada para ayudarme?- Interrogué.
-No todo fue malo, tuviste una cita memorable con Mariana.- Declaró.
-Acepto que ella es una buena personita y posee una ternura innata, es muy grato pasar tiempo con ella; Mariana fue la única que no intentó propasarse conmigo; ir a 'récorcholis' fue divertido, jamás imagine tener una cita ahí. Ella se portó muy linda e incluso se sintió culpable cuando me robó ese beso suave, me pidió disculpas, sin embargo yo no tenía nada de que perdonarle, porque disfrute aquel dulce beso.- Sonreí embobada.
Volteo para ver a mi hada y me percato de que se encuentra haciendo gestos raros.
La maldita me está remedando y así se atreve a decir que yo soy la infantil.
-¿Ya terminaste?- Cuestiono malhumorada, ella sólo sonríe con cara de "arrepentimiento" pero no me trago eso. -A pesar de que la cita con Mariana fue maravillosa, eso no compensa lo que pase con Fátima, ella está loca, literalmente loca; aparte es una descarada, aún no logró entender que rondaba por su mente cuando me invitó a ver películas en su casa. No sé qué clase de concepto tenga por "ver películas" pero el suyo está totalmente erróneo, apenas había puesto una 'cinta' quise que la quitara de inmediato, era un video de desnudos. Al final no supe como ella terminó montada encima de mí, sólo recuerdo que quería besarme a la fuerza pero yo se lo impedí, la empuje lejos y hui.- Relaté un poco molesta. -¿No pudiste haber evitado que todo eso pasara con tus dichosos poderes mágicos?- Reproche enojada.
-Oye no quieras echarme la culpa de todo. Yo lo único que hice fue "sembrar" una pizca de atracción en ellas, el cómo cada una maneje sus emociones y sentimientos ya no me concierne, eso depende de ellas, yo no tengo nada que ver en ello así que no me culpes por sus acciones.- Argumentó.
Sus palabras en defensa sonaban ciertas, creo que por esta vez debería creer en su inocencia.
-¿Hay algo que pueda hacer para evitar que pase de nuevo lo que te conté?- Pregunto con la esperanza de obtener una respuesta positiva.
-Me temo que no.- Murmuró despacio.
-¡Demonios!- Exclamé frustrada.
-Oh pobre cosita fea.- Me miró con lástima.
-No es para tanto.
-Te quejas de eso y aún falta más.- Rodó los ojos.
-¿Qué?- Articulé confundida.
¿Acaso escuche bien?
-Okay suerte.
-¡Espera! No te.. vayas...
Y se largó, maldita... otra vez me dejó sola.
…
"-Sé lo que eres.
- Dilo.
-Un vampiro."
Se escucharon varios suspiros provenientes de algunas chicas.
Vuelvo a pasar mi mano por mi rostro y gruño bajo.
Debí de haberme negado, ni siquiera sé porque accedí a venir.
La verdad no tenía otra cosa que hacer, además, es imposible decirle "no" a su carita toda hermosa... supongo que necesito trabajar ese tipo de debilidades.
Aparte, ella se ve feliz viendo su saga favorita completa en pantalla grande.
Esto es demasiado cursi, la cinta primera no lleva ni la mitad y yo ya me estoy durmiendo.
No quiero imaginar lo que será estar sentada durante 8 horas continuas.
Siento una presión en mi mano, dirijo la mirada hacia mi extremidad y me percató de que Jocelyn la tiene agarrada; la protagonista está en "peligro", a eso se debe el cambio en mi acompañante, quien no despega la vista de la pantalla.
Transcurridas dos horas de esta lenta agonía comienzo a removerme en mi lugar.
No es que me desagraden mucho este tipo de películas, simplemente ya las he visto y no encuentro productivo verlas de nuevo y todas de una sola vez.
Mis músculos empiezan a entumirse por el tiempo que llevan inmóviles.
-Ya te quieres ir ¿cierto?- Jocelyn me aborda con esa cuestión.
Me ha tomado desprevenida, no sé qué excusa inventarle, no deseo ser grosera pero supongo que las dos tenemos intereses diferentes y esto es prueba de ello; ella luce emocionada con lo que pasa en la cinta a pesar de ya haberla visto antes infinidad de veces, ella misma me lo contó; en cambio, yo no estoy disfrutando mucho la situación.
Me mira fijamente esperando una respuesta de mi parte.
-Jaja como crees.- Reí nerviosa.
Le sonrió, parece que ella se tragó mi excusa barata pues me sonríe de vuelta.
Continua observándome fijo y comienza a acercarse, no tengo idea de lo que planea hacer, sin embargo me quedo inmóvil y alcanzo a percibir su respiración rozando mi rostro.
Está cerca, muy cerca...
-¡Ya que lo maten!
Ambas brincamos en nuestro asiento debido al susto; la persona que se encuentra a mi lado gritó ocasionando que varias chicas giraran en su dirección y la miran molestas.
Nosotras también volteamos a verla.
-¿Ally? ¿Qué estás haciendo?- Preguntó en un tono bajo.
No sé de dónde salió, el asiento que ocupa en este momento llevaba horas vacío hasta que apareció ella de la nada.
-Tú me dijiste que interviniera.- Susurra.
-Eso era cuando estuviera en una situación vulnerable o incómoda, no tenías que interrumpir esto.- Habló entre dientes.
-Pero...
-¿La conoces?- Pregunta Jocelyn, ella no luce muy contenta.
-Yo... bueno...
-Responde, ¿de dónde la conoces Paola?
Inmediatamente al escuchar aquella voz volteó hacia atrás para comprobar mis sospechas.
-¿Fátima? ¿Qué demon..?
-¿Podrían callarse? Intento ver la película.- Reclama Vanessa.
Ella está mirándome molesta.
Ahora estoy confundida, no sé de dónde salió cada una pero me siento rodeada; de un lado tengo a Jocelyn, del otro a mi hada, atrás está Fátima y en frente se encuentra Vanessa.
-A ti ni siquiera te gustan las cintas "románticas", ¿qué haces aquí?- Cuestiono.
-Sólo entre a la sala, no tenía nada mejor que hacer.- Se encogió de hombros.
-Oh, esto es tan triste.- Todas giramos hacia un costado y ahí estaba Mariana viendo la pantalla mientras limpiaba sus pequeñas lágrimas.
De un momento a otro, todas me miraron, no se ven muy felices, sus miradas son de reproche y no entiendo porqué.
-Suficiente, me voy.- Me levanto y ellas al instante imitan mi acción.- Sola.- Aclaro para que no me sigan.
Cuando salgo del cine tengo la sensación de que alguien me sigue.
Avanzo un poco más rápido pero alguien toma mi brazo.
-¿Te llevo?- Ofrece con una sonrisa.
Gisella viste un traje de motociclista.
Ahh... su sonrisa, es demasiado encantadora.
No veo problema alguno en irme con ella así que acepto.
Tal vez no debí haberlo hecho...