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MISSING LOVE por Naglfari

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Notas del capitulo:

PORTADA

ChanYeol se sentía mal, con varios heridos y personas aún tristes por las pérdidas de seres queridos, él estuvo al pendiente de la mujer y sus gemelos, así como de Dara y quien lo necesitará, él tenía unas cuantas heridas, pero nada tan grave —gracias a Dios— quizá lo más duro que tenía era que sentía una muñeca con dolor, creía habérsela roto, pero no tenía tiempo para eso.

Ponía su empeño en ayudar, buscando plantas secas para iniciar un fuego —por obra grandiosa— había un fumador entre los pasajeros sobrevivientes que no dudo en darles su encendedor de confianza, buscó fruta con algunos otros hombres y un par más intentaron con unas varillas pescar, y sí que les costó lograr algo como eso.

Lo más problemático fue el tema del agua, entre los restos del avión encontraron un par de botellas de agua, pero no estaba seguro de tener suficientes para durar más de dos meses ahí. Por eso comenzó a racionar las cosas, a pensar en un plan que los mantuviera vivos lo suficiente.

**

BaekHyun había decidido formar su propia búsqueda, contratando a pilotos extranjeros, moviendo personas con la posición de su padre y manipulando incluso unos cuantos oficiales. Él no buscaría cuerpos flotantes, él haría que buscaran el avión, restos o completo, que encontraran sobrevivientes.

—No me importa cuánto les cueste —comenzó mirando a las personas bajo su cargo— pero van a encontrar, aunque sea a una persona viva, van a encontrar a ese maldito avión y nadie se va a ir a casa hasta que mi prometido aparezca. Estoy pagándoles una fortuna, así que nadie se va a casa a menos que mi prometido aparezca. Si alguien está en contra de esa regla se puede marchar ahora, no le pagaré nada a nadie que no esté dispuesto a hacer un sacrificio.

Las personas se vieron mutuamente, algunos con duda en el rostro, pero los del frente no tenían esa expresión, BaekHyun sabía que más de alguno ahí había perdido a alguien, él iba a pagar cuanto fuera, pero alguien iba a buscarlo, alguien le traería ChanYeol a casa.

 

El Sr. Byun no aprobaba las decisiones de su hijo, casi siempre estaba de su lado, pero esta vez no. Había realizado por lo menos cinco expediciones con su dinero, dinero que estaba derrochando, la Sra. Park parecía cada día aceptar con un corazón enfermo que su hijo estaba muerto, sin embargo, BaekHyun se negaba a aceptar la realidad. Lo veía planear, y planear, ordenar y ordenar, sin detenerse a pensar que ese dinero era suyo, que BaekHyun más que nadie como hijo de un senador importante debía estar yendo a las cenas de fondos, dando su cara triste para simpatizar con el público, buscar un avión hundido y cuerpos comidos le parecía inútil y su hijo no estaba aceptando que él tenía razón.

—¡He dicho que no!
—¡Padre!
—¡No me alces el tono! —su mano alzada, el índice señalándolo y BaekHyun reteniendo los gritos en su garganta—. ¡Es suficiente BaekHyun! Estás gastándote una fortuna que no te pertenece, es mi dinero y lo malgastas buscando un muerto. ¡Tu prometido es comida de tiburón! Ya basta, ChanYeol no está y no va a volver.

Su tono había sido rudo, el edificio parecía haber perdido voz, todos ahí veían fijos la imagen, congelados ante las fuertes palabras, porque nadie ahí estaba mirando a sus jefes pelear, sino que miraban a un padre que le estaba ordenando a su hijo aceptar la muerte de la persona que amaba, le exigía superarlo.

—BaekHyun —quería retractarse, lo vieron en su rostro. La cara de su hijo contraído en una mueca de real tristeza, reteniendo sus lágrimas y los gritos. Pero no podía echarse para atrás, no ahora—. Hijo, acéptalo. ChanYeol no va a volver, tu compromiso está disuelto, que sigas buscándolo le rompe el corazón a su madre. Es suficiente. Todos han perdido a alguien, no seas tan egoísta.

El hombre avanzó, BaekHyun retrocedió con una mano entorno a su torso, el dolor de sus palabras parecía haber llegado al estado físico, y el chico comenzó a llorar, sin poder evitarlo, los sollozos escaparon de su garganta y las lágrimas contaron una historia sobre sus pálidas mejillas.

Se giró con un gesto tembloroso, frágil y se encerró en su oficina, caminó hasta su escritorio y se aferró a la orilla del mismo mientras lloraba mirando la madera fría donde había compartido un sinfín de momentos con ChanYeol, charlas, desayunos, risas, dibujos, se sentía tan solo en ese momento y su padre no parecía entenderlo, él no entendía lo que dolía saber que ChanYeol no iba a volver. ¿Él creía que estaba ilusionado con su vida? El Sr. Byun le daba mucho crédito a su fe.

Sabía que no estaba vivo, eso lo aceptó desde su primer ataque de pánico, pero quería despedirse de ChanYeol, no con fotos, ni historias olvidadas, quería un cuerpo al cual brindarle un último beso en la frente, mirar sus facciones, demostrarle que nunca lo olvidaría, se merecía una despedida, como la que le fue privada de tener con su madre.
Había perdido a su mamá para siempre, ChanYeol no podía marcharse igual, sin un adiós y un especial te amo que susurraría contra su oreja.

—Hyung…—la voz de SeHun lo hizo despertar. Al voltear lo encontró con JongIn, parados y con rostros afligidos.
—Hey…—pero no pudo mentirles, por eso lloró con más fuerza y acepto el abrazo que fueron a darle con tanto cariño.

MoonBin no toleraba a ChanYeol, ni cuando pequeños le había caído bien el segundo hijo de los Park, pero BaekHyun le gustó desde que lo conoció, no sabía que había sido, pero en secundaria cuando era nuevo y BaekHyun se le presentó con una sonrisa encantadora y una mano extendida supo que era especial, que tenía algo único.

A pesar de tener ya un grupito marcado, su hyung siempre iba a verlo, lo esperaba a veces en recesos, o lo buscaba a la puerta de su salón, por eso, aunque odiara de corazón a ChanYeol siempre lo trató con decencia, sabiendo que era amigo del chico que le gustaba, y ahora sabiendo que probablemente el hombre estuviera muerto o herido de gravedad sentía que debía darle más apoyo y amor al pequeño de los Byun.

Por esa razón ignorando las palabras del hombre que quería llamar suegro buscó a BaekHyun, lo dejó llorar con sus amigos y trazó su propio plan, como encontrar a ChanYeol, con qué, y que riegos valía tomar. No tendría el mismo dinero que los Byun, pero poseía lo suyo, y quería hacer feliz al mayor, por eso tomó la decisión de hacer un último viaje y financiarlo.

—BaekHyun hablemos —dijo cuando entró a la oficina. Él estaba sentado en su sillón, con las piernas contra el pecho y el rostro rojizo.
—¿Qué es esa manera de hablar con hyung, MoonBin? ¿Acaso estás siendo insolente?
—Por supuesto que no, hyung —se acercó sonriendo. La sonrisa del mayor era encantadora incluso si la acompañaban las lágrimas. Tomó aire, su conciencia le preguntó si esto deseaba y aunque la respuesta le gritaba un claro no sus principios lo patearon recordándole que ChanYeol era un humano—. Vamos a buscar ChanYeol.
—¿Qué?
—Que te pares, vamos por el imbécil de tu prometido —miró fijamente los ojos de BaekHyun y encontró sorpresa junto a más lágrimas.
—¿Hablas en serio? Por qué sino…
—Hablo en serio —cortó—. No soy tu padre, ni me baño en oro, pero puedo financiar un último viaje BaekHyun.

Apenas esas palabras se deslizaron sintió los delgados brazos del mayor rodearlo con fuerza, nunca lo había abrazado así de fuerte, como si la gravedad ya no lo sostuviera, sino él. MoonBin no se ilusionaba, pero ¿podrían culparlo de enamorarse más y más de ese chico? Aspiró su aroma y luego lo hizo separarse de él.

—Anda, movámonos antes de que tu padre sepa de esto.

El hombre ya lo odiaba, pues le estaba dando algo de motivo ahora para que ese sentimiento valiera la pena. Se movieron rápido, escabulléndose del edificio y en pequeñas sonrisas salieron del edificio montando el Audi del menor para tomar camino hacia el aeropuerto donde el chico tenía un avión alquilado esperando.

—No habrá sido muy costoso, ¿o sí?
—Nah, igual y le pedí una ayudita a un amigo piloto mío.
—Niño listo —canturreó BaekHyun contento.

—BaekHyun, hijo hablemos.

SeHun venía caminando con un helado en la mano y JongIn al teléfono, apenas lo había dejado en la parada de buses cuando vio a su jefe marchar con MoonBin, ahora que estaba en su piso toparse al padre de su amigo fuera de su puerta le resultó una sorpresa. No precisamente agradable.

—Sr. Byun —se acercó rápido, con un gesto amable y dejando a JongIn de lado—, ¿le puedo ayudar?
—Buscó a mi hijo, SeHun. ¿Dónde está?
—Mi jefe se retiró ya —inició—, se llevó trabajo a casa, sabe cómo es él, no se siente bien ahora así que prefiere trabajar en solitario.

Era una horrible mentira, BaekHyun no toleraba el trabajo en casa, ¿pero sabría eso su padre? Lo dudaba bastante de él. Por eso cuando el mismo asintió sin decir palabra, SeHun agradeció por primera y última vez que el hombre no fuera atento a su hyung.

Suspirando con alivio se sentó en su escritorio a transferir las llamadas de BaekHyun y ordenar un poco el trabajo de su superior, no se merecía tana presión en realidad.

 

 

 

BaekHyun temblaba bajo su ropa, MoonBin lo notó, podían decir muchas cosas del hijo pequeño de los Byun, pero no que era un muchacho desobediente, ir en contra de las reglas de su padre lo estaba atormentando, sabía que no le estaba robando ni causando un daño real, pero igual no lo sentía bien.

—Cálmate, sólo piensa en ese orejón tonto.

Eso lo hizo relajarse, ChanYeol había sido motivo para quebrantar cosas a lo largo de su vida, no sólo relaciones o amistades, lo había dejado colarse a su alcoba mil veces cuando no había tenido permiso, le compró obsequios que eran muy caros y también ocultado animalitos que el mayor habría querido mantener en su casa.

Tomando aire siguió a MoonBin por el aeropuerto hasta toparse con el avión que había pedido para el viaje, estaba equipado con lo mismo que siempre llevaba BaekHyun a las otras expediciones. Agua. Comida. Servicio médico.

Estaba sentado al frente, con cuatro doctores atrás y MoonBin al lado, la única azafata a bordo le ofreció algo de comer, pero se negó cordial. Estaba nervioso, pero eso no le evito revisar el mapa que tenía, había buscado alrededor de los lugares donde el avión había desaparecido sus coordenadas, estaba nervioso buscando un lugar cuando MoonBin le arrancó el mapa de las manos.

—¿Qué es este punto?
—Creo que es una isla, pequeña y abandonada, no la noté antes.
—¡San Ha! Ya sé dónde debes fijar curso —MoonBin se alejó de él con el mapa en las manos y camino hacia la cabina del piloto donde su amigo estaba conduciendo.

BaekHyun se emocionó en ese momento, las manos le picaron sintiendo un poco de sudor acumularse en las mismas, se agarró con fuerza de los reposabrazos cuando el avión se inclinó más, echó una mirada por la ventanilla reconociendo tierra lejana. Era una isla diminuta en el mapa, desde su perspectiva en ese momento claro se veía más grande. Con enormes plantas, el mar alrededor y la belleza del lugar resplandeciendo bajo el cielo.

El avión siendo del tipo anfibio consiguió aterrizar en el mar, cerca de la orilla de la isla, BaekHyun y su pequeño grupo de ayuda se bajaron tras él con MoonBin, llevaban unos torpes silbatos, además de unos walkie-talkie.

Los grupos se dividieron, pero BaekHyun ni siquiera quiso esperar a eso, se adentró rápidamente en búsqueda de algo, cualquier pista que encontrara bastaría, podía escuchar la voz entre cortada en la maquinita de los demás, pero sinceramente no le interesaba mucho.

—¡ChanYeol-ah! ¡ChanYeol-ah! —con las manos al lado de su boca intensificó su voz, y continúo moviéndose, se metió hasta comenzar a ver un rastro de chatarra, ver piezas duras significaba que el avión estaba cerca—. ¡ChanYeol-ah!

Un poco de ruido llamó su atención y alzó el walkie-talkie para avisar de una señal de vida que había encontrado, dio su ubicación de una manera torpe, pero lo más acertada posible para que lo encontraran.

—¡Hola! —avanzó con rapidez hasta que encontró el paradero del ruido, un niño y una mujer alrededor de una fogata improvisada, el ruido era creado por el intento de un par de hombres por hacer funcionar la radio del avión caído.
—¡Mami! —las cuatro personas presentes se giraron a verlo, él hizo señales con sus manos y luego avisó por radio que encontró a cuatro personas vivas, y la ubicación del avión caído.
—Hola —escuchó personas corriendo atrás suya y supo que los grupos venían, él no dudo en presentarse—, soy Byun BaekHyun, vengo con un grupo de ayuda, traigo un avión y es maravilloso encontrarlos al fin, vivos.
—¡Oh Dios muchas gracias, gracias! —los hombres se abrazaron y la mujer besó al niño.
—Por favor antes de acompañarme, ¿hay más sobrevivientes en la isla?
—¡Sí! —gritó el niño—. Mi hermano TaeMin, está con ChanYeol hyung, él está cambiando su inmovilizador casero.
—¿D-dijiste ChanYeol?
—¡Sí! Es alto, con orejas grandes —BaekHyun sonrió. Unas lágrimas se le escaparon cuando sintió una mano a su espalda.
—Sr. Byun, ¿movemos a las personas?
—Sí, inicien —se acercó al niño sonriendo y él mismo le correspondió—. ¿Dónde están?
—Al otro lado, si sigues ese camino —apuntó a un pequeño sendero marcado entre piedras— entonces verás a mis hyungs, y a otras personas.
—Gracias pequeño, de verdad.
—TaeHyung, me llamó así.

BaekHyun asintió, dejó a las personas ahí y tomó camino por donde le había señalado el niño, con algunos más siguiéndolo por detrás él apresuró su andar cuando escucho el susurro de voces ahogadas. El crujir de palitos bajo su peso era todo lo que lo mantenía cuerdo en ese momento, la ilusión, la emoción de mirarlo era todo lo que podía sentir.

—Hyung, ¿crees que nos encontraran pronto?
—Ahm… —ChanYeol sobó con cuidado el pie de TaeMin, no sabía responder a eso— Yo creo que

—¡ChanYeol! —se giró rápido y ahí estaba parado. Un metro setenta y siete de respiración acelerada, ojos repletos de lágrimas mientras un pecho delgado subía y bajaba a mil por hora. Era una boca que conocía de memoria, una expresión de armonía que había visto en contadas ocasiones. Era BaekHyun—. ¡ChanYeol!
—¿BaekHyun? —tomó aire y cuando lo vio temblar sonrió—. ¡BaekHyun!

El menor corrió hacia él sin dudar, dejó de lado al niño siendo cuidado en el proceso y cuando consiguió pararse lo hizo justo para recibir entre sus brazos la frágil figura del chico. Sintió sus delgados brazos aferrarse a su cuello, quiso comenzar a llorar, pero se dejó reconfortar por el suave aroma que BaekHyun poseía.

—Estás vivo, Dios, estás vivo —las delicadas manos del castaño lo tocaban por toda la espalda, asegurándose de que no era una imagen inventada por su pobre cerebro, él respondió del mismo modo, para darse cuenta de que su mente tampoco jugaba con él.
—Oh BaekHyun…
—¿ChanYeol? —el momento fue cortado y al fijarse los hombres estaban ayudando a unas cuantas personas de ahí, alguien ya se llevaba al niño, y la única persona que seguía al pendiente de ellos en medio del caos era una cabeza rubia, baja y con bilis atorada en la garganta.
—Oh, Dara.
—¿Quién eres tú? —BaekHyun ofreció una sonrisa sincera, tan educado como siempre. Dara no contestó con la misma gracia.
—Soy la novia de ChanYeol.

Eso tomó por sorpresa a ambos, BaekHyun parpadeo de golpe, ¿qué significaba eso? Miró a ChanYeol, le devolvió la mirada y aunque sus labios temblaron no lo cambio, no la corrigió, ella acercó su mano tras su espalda y se le pegó. ¿Debía hacer una escena? ¿Gritarles? No. BaekHyun se enderezó, vaya respuesta a sus problemas pensó, he aquí la causa de tantos días ocupados le gritaron sus recuerdos solitarios y tuvo que recomponerse antes de responder cualquier cosa de la que pudiera arrepentirse más tarde.

—Oh, mucho gusto soy BaekHyun —tomó aire—, amigo de la familia Park. Si me disculpan, debo montar personas, por favor pasen al avión, se les atenderá con mucho gusto, a ambos.

Dio una rápida reverencia antes de alejarse de ellos incómodo, se dio la vuelta y sólo fue capaz de dar indicaciones para actuar con los extraviados antes de tomar camino propio hacia el avión. Hizo reverencia ante agradecimientos, pero no se detuvo. MoonBin lo vio desde la distancia y supo que algo iba mal.

BaekHyun se sentó en la parte de enfrente, donde inevitablemente era primera clase, su grupo ayudante estaba ingresando personas y todos subían dando las gracias dirigiéndose a la siguiente parte del avión. Cuando MoonBin subió se sentó a su lado y trató de llamar su atención.

—BaekHyun
—Es una isla hermosa para variar —comentó mirando por la ventanilla.

ChanYeol subió junto a la rubia, sintió sus pesados ojos, pero no giró, tenía una diminuta sonrisa debido a que su compañero de fila le jaloneaba el brazo cual niño llama a su madre para molestar, y eso era una distracción cómoda, pero igual no iba darle la cara a esa pareja de mentiras.

—¡Hyun-ie, Hyun-ie! —tironeaba de él y terminó volteando riendo.
—¡Ah, en serio! MoonBin compórtate, tonto —le apretó las mejillas riéndose, y se permitió ver la espalda ancha de ChanYeol cruzar el pasillo hacia una enfermera que trataba con el pequeño con quien estaba antes.

Suspiró antes de darle un golpecito en la mejilla al chico, hizo un puchero e intentó actuar ofendido con MoonBin, para molestarlo y auto distraerse del hecho de que quería ir y gritarle mil y un cosas a ChanYeol, lo amaba y así le respondía, con alguien más.

—Yah, ¿qué pasa contigo? —MoonBin acercó su rostro a él y se inclinó de hombros queriendo dejar pasar las cosas como estaban, volteó a mirarlo y le sonrió de lado, ignorando que ChanYeol se acercaba para hablarle, agradecerle y tratar de explicar un poco lo que pasó—. Estas triste.
—Solo quiero irme a casa —le dijo.
—¿Qué dices? Querías estar con ChanYeol y ni siquiera has ido a verlo.
—Supongo que me he decepcionado un poco, no lo sé —apretó los puños y ante la mirada del menor explicó—. ChanYeol parece tener novia, la trajo al viaje.
—Maldito idiota —contestó—. ¿Qué se cree? ¿Cómo trajo a esa al viaje que le regalaste?
—Ya déjalo así —murmuró—. Mejor escríbele a mi padre y cuéntale lo que pasó.
—¿Y si llama a la prensa?
—Diré la verdad. Estoy feliz por encontrarlo y otras personas con vida.
—¿Y el compromiso?
—Nada. Me mintieron al hacerme creer que estaba de acuerdo en esto. Me engañé al pensar que funcionaria porque habíamos sido amigos ante y entiendo ahora que él estaba enamorado de alguien más. Dejemos así las cosas.

ChanYeol apretó sus puños clavándose las uñas, en silencio se regresó a su lugar donde Dara estaba sentada al lado casi ya dormida, los gemelos estaban adormitados junto a su madre, él se sentía solo entre las personas y sabiendo ahora que BaekHyun tenía una idea diferente de él estaba perdido, lo sabía.

Se obligó a relajarse al lado de la rubia, destensó sus músculos y se dejó arropar por el movimiento del avión hidráulico al despegar, con la mente en blanco se durmió al poco rato y supo que al abrir los ojos vendría algo más pesado en casa.

BaekHyun no pudo dormir en el viaje, incluso con la suave respiración de MoonBin a su lado no se sentía cómodo, se puso a hablar por celular con SeHun y este le mencionó que su padre estaba hecho una furia, realmente enojado hasta que JongIn le dio la idea de llamar a la farándula para que todos vieran que había una razón válida para que el hijo de los Byun estuviera faltando a las cenas y entrevistas que estaban dedicadas a las familias de los desaparecidos.

Agradecía tanto que el menor siempre estuviera al pendiente de sus cosas, era no sólo un buen secretario o compañero de trabajo, era un amigo estupendo y sabía que siempre tendría en SeHun a alguien en quien poder confiar.

—Señor Byun —comenzó una señorita—, estaremos llegando en poco tiempo.
—Gracias —respondió con una inclinación de cabeza.

A la media hora de ese comunicado el piloto avisó por las bocinas que estaban llegando ya al aeropuerto internacional de Seúl, se sintió nervioso cuando el avión empezó a descender, MoonBin se despertó y cuando lo vio tomó su mano pensando que la turbulencia lo tenía miedoso, ojalá fuera así.

En cuanto bajaron del avión los recibieron unos paramédicos con camillas para aquellos que necesitaban ir al hospital, ChanYeol salió de ahí con un inmovilizador en el brazo que sostenía fijo su muñeca, por los pasillos del aeropuerto las personas parecían abrir paso ante ellos y cuando iban llegando a la salida vio miles de cámaras, así como micrófonos que esperaban.

BaekHyun tomó aire antes de decidirse a dar la cara, estaba aterrado, pero se había estado preparando para esto mentalmente en el camino de vuelta, así que con sus agallas salió del lugar de primero, todo el mundo se acercó contra él, lo rodearon dejándolo sin escapatoria y él se calmó antes de hablar.

—Buenas tardes a todos —comenzó—, es un placer para mí traerles la buena noticia de que no sólo encontré a Park ChanYeol, sino que también a otros sobrevivientes, lamento mi anterior comportamiento, pero estaba en un estado triste ante la pérdida de un buen amigo por eso les pido compasión ante mis decisiones. Aun así, no me arrepiento de mis viajes porque hoy encontré a familia que se extrañaba.

Hizo una reverencia de agradecimiento por el tiempo que se tomaron en escucharlo, luego de ello pidió amablemente a la prensa no molestar a las personas que recién habían sido encontrados.

Junto a MoonBin tenía intención de ir al edificio a enfrentar al molesto de su padre, pero antes de marcharse ChanYeol intervino en su camino, alto, guapo y con una expresión penosa que no supo responder.

—¿Te marchas? —preguntó el mayor y él asintió.
—Debes irte a casa ChanYeol, tu madre mejorara al tan sólo verte vivo —sonrió—, yo debo arreglar unos asuntos con mi padre antes que nada, te veré pronto.

Ambos dudaron un momento, pero BaekHyun se acercó a él primero, lo abrazó sin dudar y aunque el tacto fue demasiado rápido para gusto de la pareja ChanYeol pudo sentir su tacto delicado incluso cuando retiro sus brazos de él.

—Es bueno saber que estás bien ChanYeol, en serio.

Vio su figura girar y alejarse, se sentía distante de él, como si BaekHyun ya no lo quisiera más, probablemente era de esa manera, se dijo tristemente. Tomó camino propio pidiendo en la entrada un taxi, con una mala pinta pidió ser llevado a su casa y en la entrada esperaban varias de sus criadas. Entre ellas alcanzó a mirar a Lee SonKyu, su nona favorita que traía el dinero para pagar el taxi y en sus ojos encontró lágrimas almacenadas.

—Aquí es señor —el taxista para y cuando baja su nona corre rápido hacia él, abre los brazos recibiendo la pequeña figura y tiembla ante su llanto.
—¡Estás vivo, estás vivo! —la mujer lo aprieta con cariño, pasa sus manitas por su espalda y cuando el hombre baja del carro ella le lanza el dinero para luego alejarse y tirar de él—. ¡Oh ChanYeol! Estás vivo, soy tan feliz.
—Nona lamento haberte preocupado.
—Oh cállate mocoso, estás vivo y eso importa.

Ella lo guio hacia casa, estaba emocionada como nunca, la había extrañado tanto durante ese período en solitario, SonKyu siempre había sido como otra madre u otra hermana grande, una que, si se preocupaba por él y tenía cariño real hacia su persona, estaba nervioso, pero excitado como si la emoción corría por todo su cuerpo.

Su casa lucía igual, había estado lejos de ella casi dos meses y ahora mismo mucho corría por su cabeza, su madre, su vida, BaekHyun y demás. Al abrirse la puerta lo recibieron más criados felices de encontrarlo con vida, él estaba agradecido con todos por su preocupación y amor sincero.

—Su madre está tomando un baño —comentó un criado. Él asintió y pidiendo disculpas se dirigió hacia su habitación, en el camino se topó a su hermana mayor, traía una sonrisa hermosa y grande, se acercó a darle un beso en ambas mejillas diciendo que era bueno que estuviera sano y luego salió corriendo con el celular en mano.

Al entrar a su cuarto lo encontró limpio, olía a limón y todo estaba en orden, lucía como si jamás se hubiera perdido, como si la rutina en casa hubiera sido igual, ¿su madre lo habría extrañado? Él pensaba que sí, era una mujer cariñosa en ocasiones, quizá sus emociones la hubieran golpeado, aunque fuera una vez.

Se sentó a la orilla de su cama, esperando en silencio, no supo cuánto fue lo que pasó, pero sabe que fueron bastantes minutos antes de que escuchara el repique de lo finos tacones chocar contra el piso. Al girar su rostro encontró a la mujer mirándolo desde la puerta parada con brazos a los lados de su figura. El vestido rojo la enmarcaba hermosamente y su rostro pálido ocultaba con maquillaje las marcas de tristeza.

—Es verdad, estás vivo —ella entró con una sonrisa y extendió sus brazos—, estás vivo, de verdad lo estás.

Se levantó para recibir a su madre, ella lo abrazó con fuerza, sintió sus delgados dedos apretarlo, aspiró el dulce aroma de la mujer entre sus brazos, suspiró cuando se dio cuenta de que aquí estaban, en su habitación, estaba vivo y su madre estaba abrazándolo como no lo hacía hace años.

—Es hermoso que estés aquí, cariño —ella lo besó en la mejilla con cariño que no sentía hace años—. Debo salir a arreglar unas cosas, pero le diré a Sonkyu que cocinen tu cena favorita, lo que quieras lo tendrás ChanYeol, lo prometo. Descansa ahora.

Su madre le apretó el brazo antes de salir del cuarto, él se recostó en la cama y decidió echarse a dormir por un rato, no tenía hambre, le habían ofrecido en el avión antes de acercarse a espiar a BaekHyun y eso le había bastado para ese momento. Necesitaba descansar, después tendría que ir por BaekHyun.


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