Cuando Remus dijo eso, la puerta se abrió, dando paso a Hydrus Malfoy, él miró a Remus y luego a Harry, y levantó la ceja como solo un Malfoy sabría hacerlo. Después se acercó a Harry con una indiferente, pero en sus ojos había un pequeño brillo acusador que Harry pudo notar.
-Con que aquí estabas Potter- dijo calmadamente. -Tenemos un proyecto de defensa contra las artes oscuras que hacer.
-¡Cierto!- contestó con nerviosismo Harry y salió a esperar a Hydrus.
-¿Has venido solo buscando al señor Potter?- preguntó Remus
-No, quería preguntarle una duda sobre el proyecto, profesor Lupin- contestó Malfoy. -¿Podemos Potter y yo hacerle algo para subir nota en el proyecto?
-Claro señor Malfoy, podéis aparte de hablar del hechizo protego, podeis hablar de otros hechizos de protección más poderosos- contestó el profesor a su alumno. Malfoy complacido, salió y comenzó a andar siendo seguido por Harry. El camino hacia la biblioteca se realizó en silencio, uno podría pensar que era incómodo, pero la verdad, por increíble que pareciera, era todo lo contrario.
Los alumnos de todas las casas, los fantasmas y los profesores, se giraban a mirarlos pasar, sorprendidos por verles caminando en silencio y sin pelearse. Harry no tardó en oír los cuchicheos de los alumnos y, usando toda su fuerza de voluntad, no se giró para mirar quienes eran. Ya tendría que estar acostumbrado a los cuchicheos, sobre todo porque el año pasado tuvo que sufrir los cuando su nombre salió del cáliz de fuego.
El cáliz de fuego… Con todo el lío que ha tenido últimamente se había olvidado del torneo de los tres magos y de la aparición de voldemort… Harry se alegró al recordar que había conseguido evitar que el avada kedavra diera a Cedric. Y como son dos personas las que vieron al señor oscuro. El ministerio ya está haciendo cosas al respecto.
Ahora que se ponía a pensarlo, debía estar ciego para no ver lo obvio que habían sido los dos pelirrojos y Hermione. ¿Cómo podían ser sus amigos si a la mínima creen lo que dicen otros sobre lo que digo yo? ¡Les contó la verdad sobre que él no había metido su nombre en el cáliz de fuego y aún así prefirieron no creerle y estar enfadados con el! ¡Y encima cuando gana la primera prueba se acercan pidiendo perdón! se dedicó a pensar Harry por el trayecto, intentaba mantener una cara de poker para no mostrar su gran enfado.
En algún momento, sin que Harry se diera cuenta, llegaron a la biblioteca. Los dos chicos entraron y se fueron a una de las mesas del fondo. Hydrus se sentó y sacó un pergamino y un libro que Harry sabía que era de la biblioteca porque se lo leyó el año pasado, buscando hechizos protectores para el torneo.
-Yo comenzaré a escribir Potter, tu busca información sobre los hechizos extra- Le ordenó Malfoy con una cara y tono aburridos. Harry asintió y fue a buscar a las estanterías cercanas.
No pudo encontrar nada de lo que buscaba, así que se acercó a estanterías más alejadas, cuando encontró un libro de duelo avanzado, que es muy probable que tenga los hechizos que buscaba ahí, escuchó parte de una conversación.
-Tenemos que actuar rápido, cada vez se aleja más de nosotros-
La voz provenía de detrás de la estantería y Harry pudo identificar que era de alguien que no le extrañaba encontrarla en la biblioteca, Hermione. Él se quedó apoyado en la estantería, intentando no hacer ruido, para poder escuchar toda la conversación sin que se dieran cuenta.
-Lo sé, pero necesitamos la poción, Hermione- dijo otra voz femenina que Harry identificó como Ginny, frunció el ceño muy interesado en la conversación que esas dos estaban teniendo. -¿Cuando la tendrás lista?
-En un tres semanas Ginny, tienes que ser paciente- explicó Hermione- preparar esta poción es un proceso difícil y complejo. Solo nos falta añadir el acónito y el ajenjo.
-Cuando esté terminada se la daremos cuando menos sospeche, en unos dulces de Halloween- se les unió una tercera voz, esta era masculina, Ron.
Harry cogió el libro y se fue de vuelta con Hydrus, dejó el libro en la mesa y se sentó a su lado, miró que Hydrus se encontraba con el libro abierto mientras escribía. Harry le miró y vio que llevaba unos diez centímetros de pergamino, una idea llegó a la mente de Harry.
-Malfoy, ¿tú sabes que poción tarda tres semanas en hacerse, dos de sus ingredientes son acónito y ajenjo y es muy difícil de hacer?- preguntó, esperando que le contestara.
-Sí- contestó Hydrus- Pero no te lo voy a decir, buscalo tu mismo Potter, no somos amigos- en eso último, aunque lo dijo sin sentimientos expresados en su cara, Harry pudo notar asco y un deje de pena.
Harry suspiró y comenzó a leer el libro que había cogido, se fue al capítulo de hechizos protectores. Lo que Harry iba leyendo fue tomando apuntes en un trozo de pergamino, que después daría a Hydrus para que lo añadiera en el proyecto.
Al cabo de un par de horas, y varios libros después, Harry e Hydrus se despidieron en la entrada de la biblioteca y cada uno fue por su propio camino, Hydrus fue hacia las mazmorras y Harry hacia la torre de gryffingdor.
Cuando Harry estuvo frente al cuadro de la señora gorda dijo la contraseña, Amortentia. El cuadro se movió dejando el paso libre a Harry, este entró y se sentó en una de las mesas para comenzar con los deberes.
Entonces, sintió que alguien tocaba su hombro, Harry se giró y vio a los dos gemelos Weasley enfrente de el.
-Hola Harry- dijo Fred
-¿Cómo estás?- continuo George. Harry los miró desconfiado.
-...Bien…- contesto Harry
-Nos alegramos de que salieras del control de nuestra madre
-Y queriamos ver como te encontrabas, además de darte un consejo.
-¿Cual consejo?- Preguntó Harry dudoso de si fiarse o no.
-No tomes nada que te de nuestra familia. Estamos de tu parte Harry -Dijeron los dos a la vez, después de irse con su amigo Lee.
Harry se quedo dudibativo y sin poder concentrarse en los deberes, él tenía un montón de preguntas en la cabeza ¿Podría Harry confiar en los gemelos Weasly? ¿o ellos seran como sus hermanos pequeños? ¿Sería buena idea contarles todo? ¿Que era lo que los Weasly menores y Granger darle?