Hydrus, bajo la atenta mirada de todo el Gran Comedor, cogió del hombro a Ginny apartandola de Harry, haciendo que ella se quejara de dolor.
-¿Qué coño haces?- exclamó molesta, soltandose y mirando a Harry con un puchero. -Harry, ¡dile algo! me ha hecho daño. -Él nombrado miro a Hydrus y pudo ver que el brillo plateado había desaparecido de sus ojos.
-Gracias Malfoy, pero ¿Por qué lo has hecho?- El rubio pestañeó tres veces para mirar a Harry, que pudo ver como este pensaba en una excusa rápida.
-Necesito hablar contigo de la poción que tenemos que terminar mañana
El sonido distintivo de el ondear de la capa del profesor Snape pudo ser escuchada por Harry, el profesor se estaba acercando a ver qué era lo que había ocurrido.
-¿Por qué tanto jaleo?
-Malfoy me ha hecho daño interrumpiendo mi conversación con Harry, profesor- se excuso Ginny con esa vocecita que tanto ponía de los nervios a Harry. Snape miró a Hydrus con una ceja levantada y una mirada que le decía que tuviera una excusa válida para no tener que quitarle puntos.
-Solamente quería hablar con Potter sobre la poción de mañana, es muy difícil y no quiero que por su culpa no salga bien la poción
-Entiendo… 10 puntos de gryffindor por montar un escándalo en el Gran Comedor, señorita Weasley
Ginny miró incrédula a su profesor de pociones, para luego mirar a Harry esperando que este dijera algo para defenderla, pero Harry no hizo nada, ¿Por qué iba a defender a alguien que le quería drogar con una poción, un que no supiera el efecto de dicha poción?
Hydrus aprovechó y cogió el brazo de Harry, llevándose lo fuera de la sala hacia una clase vacía.
-Gracias por esa Hydrus, pero Por qué lo has hecho?- preguntó curioso por la razón de su ayuda.
-Pues no lo se, un momento estaba sentado mirándolo y al siguiente estaba a tu lado.
-Que raro…- Harry se quedó pensando un rato- Ahora que recuerdo, tenias un brillo plateado en los ojos como el que vi en el espejo…
-¿Crees que sea… el Suho Cheonsa?
-Hay una posibilidad, pero es la primera vez que haría eso, y eso que he estado en situaciones peores.
-Sonará raro… pero ¿y si ante no podía hacerlo?- comentó Hydrus- Como si algo le estuviera reteniendo de ayudarte.
-Necesitamos contactar con él…- dijo Harry, y miró a Hydrus a los ojos.- te veo en el tiempo libre común que tenemos después de clase, tu tienes que irte ahora a encantamientos.
Hydrus asintió y murmuró un “nos vemos entonces” y salió de la clase abandonada. Harry volvió al gran comedor para coger a Neville e ir a investigar a la biblioteca cuando Ginny se acercó.
-Harry, ahora que has vuelto, ¿podrías probar el zumo de calabaza que te he hecho?
-Lo siento Ginny, pero tengo que irme.- comentó Harry sin mirarla, con voz neutral y se dirigió hacia donde se sentaba Neville terminando de desayunar. -¿Nos vamos Nev?
-Claro- Neville se levantó y los dos se fueron del Gran Comedor, dirigiéndose hacia la biblioteca, para pasarse toda la hora libre buscando toda la información posible sobre los Suho Cheonsa.
En el camino, Harry pudo sentir como alguien los seguía, así que agarró a Neville de la muñeca y aligeró el paso, intentando alejarse la persona que los perseguía, cuando sintió las ganas de pararse y girar se, haciéndolo y encontrándose con el director de cara. Harry se preguntaba porque lo había hecho.
-¿A dónde vas con tanta prisa, mi chico?- preguntó con esa cara de abuelito bueno que ponía de los nervios a Harry.
-A la biblioteca, para hacer los deberes de transfiguración.- Mintió Harry, recordando las palabras de su padrino en una carta, respondiendo sobre su opinión del director. “No me fió de él Harry, creo que Dumbledore tiene algo que ver con la desaparición de la pérdida de recuerdos mía y de Moony”.
-¿Tanta prisa tenías como para ignorar a la señorita Weasley?
-Sí, lo siento, no creo que en una hora sea capaz de terminar la redacción, así que necesito todo el tiempo necesario. -Respondió con una sonrisa falsa -Así que si me lo permite, deberíamos ir yendo ya.
Harry se dió la vuelta y se alejó de ahí, junto con Neville, lo más rápido posible, dejando al director con la palabra en la boca y un enfado del tamaño de un basilisco, Albus iba a necesitar más de una gota de limón para tranquilizarse.
Los dos amigos llegaron a la biblioteca, la cual estaba vacía, y fueron a la sección de criaturas mágicas, sacando libros y colocándolos en la mesa, para después ir uno por uno buscando la información necesaria para saber por qué el Suho Cheonsa de Harry no le pudo ayudar antes, claro está después de que Harry le comenta a Neville que era lo que estaban buscando.
Después de lo que parecieron ser horas, aunque en realidad fueron 45 minutos, buscando sin encontrar la información que ellos querían, solo habían aprendido que los Suho Cheonsa tambíen podían mover objetos y hacer otras cosas dependiendo del poder de este, pero nada de porque no podía haberlo hecho antes.
-¿Y si justo ahora ha conseguido el poder necesario para hacerlo?- hipotetizó Neville, pero Harry no estaba seguro, sentía que algo de la idea de Neville fallaba. Entonces pudieron oírlo, algo cayendo y haciendo un ruido seco con el suelo, pero de una sección distinta a la que estaban.
Los dos se levantaron y fueron corriendo a la sección donde el sonido se había oído y se encontraron un libro en el suelo. Harry se acercó a cogerlo y entonces pudo verlo, el título.
-Pociones y hechizos para bloqueos.