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¡Arriba panteras! por Batnube

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No me gusta el chocolate caliente, no sé por qué lo pedí, quizá quería probar algo nuevo. Estoy en una cafetería muy vintage escuchando a mis dos amigos molestarme. 

-Ichigo, tienes que ir.

-No, no tengo qué -me cruzo de brazos

-Ichigo, vamos, tienes que ir, se lo prometiste a Inoue -la voz de Renji suena autoritaria. 

-Anda, Ichigo, anda ve, tienes que ir -Rukia me reprende por enésima vez en el día.

-¿Qué rayos les pasa? No pueden escoger por mí si quiero ir o no. 

-Ichigo, anda ve, además, ya tiene una semana que te retiraron las suturas de tu ceja, ya no hay peligro -toco mi ceja mientras Rukia se luce poniendo su característico gesto de perrito triste cuando quiere convencer.  

Y es que no lo había pensado, ya van dos semanas desde el “accidente” que tuve. Solo las personas cercanas se enteraron que me apalearon, los demás que me preguntaron qué sucedió solo dije que frené mi rápido y me golpeé con el parabrisas, ya sé, nadie se lo creería, pero parecía funcionar. Yumichika me manda mensajes diario preguntándome cómo me siento, en realidad creo que se siente culpable por lo ocurrido, yo no lo culparía y se lo dejé muy claro, pero él asumió la culpa y la primera semana me traía comida diario, no me quejo por esos mimos, pero que se culpe me molesta.   

-¿Eh, Ichigo? -me saca de mis pensamientos la voz de Renji. 

-Está bien, está bien. Iré -respondo suspirando. 

-¡Sííí! ¡Qué emoción! -Rukia alza sus brazos en símbolo de victoria.   

Este par ha sido tan insistente de que acompañe a Orihime el sábado a su viaje de grupo al museo. Su facultad organiza cada año ese evento para toda la universidad pero esta vez ella me invitó personalmente a lo que ellos hicieron un martirio rogándome que aceptara su invitación, ¿Cómo decir que no a estos dos bobos molestándome día y noche? 

Pagamos la cuenta y entre broma y broma, Rukia me hace llamar a Inoue para decirle que sí la acompañaré. Listo, una cita indeseada mañana a las 7am. 

Llego a mi habitación directo a ver qué me pondré para mañana, no quiero impresionar a nadie, solo quiero ir cómodo. Es una hora y media en el autobús de la universidad y entre el museo sumando el recorrido, el tiempo para almorzar, y de regreso, perderé todo mi sábado en esto. Suspiro largo y termino escogiendo un pants deportivo negro, de esos holgados por arriba y algo ajustados por abajo y una playera blanca. Mañana será un día muy largo. Ojalá termine rápido. 

El despertador suena estridoso. Me doy una ducha y me visto rápido, tomo mis llaves y mi cartera para ir a la biblioteca de la universidad, ya que de ahí saldrá el autobús. 

Llego al punto de partida buscando a Orihime hasta que la veo. Ella como siempre radiante y sonriente con un vestido hasta la rodilla, de  tirantes y un sombrero, se ve bien, lo admito así que me permito perderme un momento observándola, pero, detrás de ella hay un punto azul, “¿podría ser?” Digo en voz alta acercándome hacia Orihime y al llegar a una distancia cercana a ella distingo que el punto azul de jeans negros y playera gris que me distrae: es Grimmjow. Perfecto. Lo que me faltaba. Puedo huir en este momento, Orihime no ha notado que estoy ahí, puedo decirle algo así como “me enfermé del estómago y no pude ir”. Listo, ya tengo mi excusa y ahora huiré. 

-¡Ichigo! -interrumpe mi huida Orihime y me volteo fingiendo no haberla visto antes- ¡oh, ahí estás! Te estuve esperando, pensé que ya no llegarías, ¿cómo te sientes? -se acerca a mí tímidamente. Alzo mi mirada para encontrarme con la de ella pero noto la mirada de Grimmjow sobre mí. Intento actuar normal.

-Ya mejor, Inoue, gracias. Solo tengo que tener cuidado porque aún me duele algo el torso -le digo tocando mis costados al tiempo que dedico una mirada más a Grimmjow quien se está acomodando una gorra y respiro aliviado. Ya no me está mirando.

-Ya veo -pone una expresión de preocupación- Bien, sígueme, vamos a acomodarnos en el autobús -me sonríe y toma de la mano, a lo que no me opongo y me dejo guiar por ella entre los demás.  

Siento ese cosquilleo en la nuca. El característico de la mirada de Grimmjow, está vez no voltearé. Sonrío pensando en eso, pero me gana la curiosidad de saber si me mira o no y volteo. Él me estaba mirando fijamente, con una expresión seria. En seguida dejo de mirarlo, una sensación de frío me invade.   

-Sentémonos en medio del autobús, dicen que es el lugar más seguro -Inoue me sonríe guiándome esta vez por el pasillo del autobús.   

Nos sentamos donde ella elige y en seguida noto que ella trae consigo una bolsa de sándwiches, y me da uno. El viaje no es más que pláticas triviales, intento sonreír y estar atento pero me es un poco difícil, no estoy en mi zona de confort y estoy pensando en que Grimmjow está viajando en el mismo autobús que yo y tendré que seguirme topando con él todo el maldito día. Desde ese día sigo pensando en él, en qué no se ha parado ni una sola vez a preguntarme cómo sigo, inclusive cuando me lo topo con Renji, no me ha dirigido la palabra para nada. Me causa intriga y enojo, ¿quién ayuda a alguien y luego actúa como si fuese un extraño? ¡Nadie! Bueno, sí, él.   

-Ichigo, llegamos -Inoue me sonríe grande- Es bonito, ¿no crees? Bueno, solo he venido una vez, por eso me emocionaba regresar -se para haciéndome señas que la siga. Esta vez ya no permito que me tome de la mano desde que vi a muchos señalándonos desde que subimos al autobús.   

Intento buscar a conocidos con la mirada solo para no estar cerca de Inoue todo el tiempo y así nadie piense cosas erróneas. Pero no encuentro a nadie. Orihime me arrastra con ella hasta la entrada del museo a registrarnos.   

-Lo siento, Ichigo, entra sin mí, iré a ayudar a los demás chicos, después de todo soy una organizadora -me sonríe- Te alcanzo en unos minutos -me hace señas de irse.   

Bueno, después de todo no estaré a lado de ella todo el tiempo. Suspiro y entro al museo, el recorrido empieza y están armando grupos. Me integro rápidamente a uno sin fijarme que entre los que están ahí se encuentra Grimmjow, pero no ha notado mi presencia por estar hablando con un chico de cabello negro algo largo, ojos verdes y demasiado pálido para mi gusto, el chico habla con un gesto de desinterés, intento escabullirme de ese grupo pero el guía del museo me toma por el hombro  

-Muy bien, con él ya somos todos, podemos comenzar el recorrido -pongo cara de fastidio mientras el hombre habla y siento las miradas dirigirse a mí. Desearía que no me estuviese pasando esto...

Comienzan con un área de taxidermia. Vamos a un área de restos fósiles, y al ir al tercer área me escabullo al baño. No puedo asimilar que ya llevemos 2 horas ahí. Creo que si espero en el área de almuerzo a Orihime será mejor. Estoy disfrutando el museo pero la mirada de Grimmjow hace todo difícil, debo de dejar de pensar en él, frente al lavabo del baño me mojo el rostro, tomo un papel y me seco, al abrir los ojos veo su silueta detrás de mí, sonriendo burlonamente y mirándome, como si me quisiera atravesar con sus ojos azules.  

-Hola, niño apaleado -su voz me acaricia haciéndome erizar. 

-Sólo me faltaba encontrarme al psicópata en el baño -miro su reflejo en el espejo. Sé que el me mira.

-¿Cómo te sientes? -pasa a mi lado sentándose sobre la pileta de los  lavamanos entre el espacio de uno y otro. 

-Bien, ya pasaron dos semanas y estoy frente a ti, deberías de suponer que sigo vivo -me cruzo de brazos frente a él. En realidad es para que no note lo nervioso que estoy, ¿por qué estoy nervioso?. 

-Déjame verte -jala mi cara hacia él. Estoy tan nervioso que su suave jalón hacia él me hace trastabillar y me apoyo en sus piernas.   

Estoy en shock, él sentado frente a mí, con las piernas abiertas, mis manos en sus piernas mientras el toma mi rostro por la barbilla, estoy a unos centímetros de él inclinado sobre su cuerpo. Me tiembla el cuerpo, estoy sudando y él me mira sonriente.   

-Qué suerte, no te quedará marca -dice en voz baja y se acerca un poco más- Se ve que ha cicatrizado muy bien -me paraliza su voz mientras se acerca a mi oído- ¿Cómo está lo demás? -susurra sin soltarme la quijada y con la mano libre toca suavemente mi costado. Estoy congelado de los nervios.   

Aleja su rostro del mío, soltándolo y me aprieta ligeramente jalándome hacia él. Me tenso, el mundo se me está moviendo, siento como mi estómago se quiere deshacer, las piernas me están fallando, recargo un poco más de peso en sus piernas, quiero hablar pero al parecer olvidé hasta como respirar. Estoy inmóvil y él lo sabe, pone su otra mano en mi costado libre, baja a mi cintura y me atrae hacia él, estoy cerca de su rostro y él decide acortar la distancia poniendo su frente contra la mía. No pongo resistencia alguna, algo dentro de mí lo está disfrutando en sobremanera, algo dentro de mí se muere por saber que es lo siguiente que él hará. Parpadeo y en ese momento en que cierro los ojos siento una presión en mis labios. Una presión suave y dulce. Mis labios instintivamente le responden. No sé qué hago ya, estoy en blanco, pero quiero continuar. Esa parte instintiva en mí se acerca más a él y dejo de apoyarme en sus piernas para rodearlo con mis brazos mientras él baja sus manos a mi cadera, por detrás a mis muslos, me aprieta hacia él. Nos seguimos besando, lento, pequeños besos en los labios pero él va subiendo la intensidad. Siento que su lengua se quiere abrir paso, le dejo hacer lo que quiera. Solo se escuchaba el sonido de nuestras respiraciones acompasadas y el de nuestros labios.

Comenzó a sonar mi teléfono. Lo dejé sonar. Y entró otra llamada. Grimmjow me separo de él.   

-Contesta -me dijo mordiendo mi oreja. Mi nuca se erizó y un latigazo recorrió mi espalda.   

Saqué mi móvil y era Renji, ¿no podía llamar en otro momento? Agradecí reaccionando a lo que estaba pasando.   

-¡Renji! -contesté agitado alejándome de Grimmjow, viendo cómo sus ojos se abrían como platos- ¿Qué pasa? 

-Nada, solo quería saber cómo va todo con Inoue, ¿sabes? Rukia y yo hicimos una apuesta: si te pide otra cita ella gana, yo aposté a que no saldrían de nuevo -me responde Renji, mientras escucho voces a lo lejos de su parlante- ¿Qué te pasa Rukia? -la voz de Renji se ve interrumpida y rio poquito- Eh, Ichigo, ¿Cómo va todo? ¡No lo estes arruinando, por favor! -es Rukia quien ahora habla. 

-Todo está bien, de eso estoy seguro -digo algo nervioso viendo cómo Grimmjow baja la cabeza. 

-¡Qué bien! Iremos por ti cuando regreses, vamos a ir a la fiesta de Ikkaku, ¿te parece? Nos vemos al rato -me dice Rukia emocionada. 

-Sí, está bien, nos vemos al rato -digo en tono calmado a comparación con el de Rukia.

-¡Perfecto! Adiós -me cuelga sin más y volteo a ver a Grimmjow quien se baja de los lavamanos. 

-Disculpa -me dice con tono serio mientras me da la espalda. 

-¿Qué? -lo miro extrañado. Sigo agitado mirándolo voltear hacia mí. Su mirada me mata, hay algo sombrío en ella, me está atravesando con sus ojos. 

-Esto nunca sucedió -su expresión cambia a una juguetona y me guiña el ojo- Nos vemos, Ichigo.   

Y así, sin decir más se fue, me dejó solo en el baño. Me quedé 30 minutos más ahí. Seguía intentando descifrar si lo que viví era real o no. Maldita sea, mis labios hormigueaban y aún podía sentir su agarre en mi trasero. Me lleva el carajo.  Inoue me mandó mensaje que me esperaba en el área de comida y salí a su encuentro. Ella estaba sentada con dos charolas de comida y me miraba emocionada.   

-¡Ichigo! -me saluda mientras camino entre las mesas. 

-Inoue, disculpa, creo que me perdí un poco -me disculpo sonriendo y sentándome con ella.

-Ay, no te preocupes, está tan bonito el lugar que no sabes dónde mirar -me habla emocionada- Ah, Ichigo, mira, te compré hamburguesa barbecue, siempre la pides en el bar cuando vamos todos, así que supuse que te gustaría, pero, si quieres te la puedo cambiar por la mía, es doble queso -señala su hamburguesa. 

-Oh, no, Orihime, está bien lo que escogiste, me conoces -le sonrío notando como se sonroja.   

Comemos platicando y haciendo bromas, terminamos el recorrido juntos. Al final nos subimos al bus e intenté no buscar a Grimmjow con la mirada. Quizá todo fue obra de mi imaginación y nada pasó.   

El regreso a casa fue igual, solo que esta vez Orihime se durmió en mi hombro. Le mandé mensaje a Rukia que ya estaba por llegar. Se descargaba mi teléfono así que lo apagué. 

Cuando llegamos me despedí de Orihime quien tenía que quedarse con sus compañeros por cuestiones de que ellos eran los organizadores, no sin decirle que la pase bien y ella abrazándome respondiendo que fue un gran día para ella, ¿en qué me metí? Camine a la calle viendo cómo el sedán de Renji llegaba y él bajaba. Me acerqué inmediatamente a él. 

-Pensé que tardaría buscándote -me dice caminando hacia donde estaba. 

-¿Y Rukia? -le respondo 

-Fue a buscar a Momo, me tocó venir por ti -se encogió de hombros- Eh, mira -dice volteando a ver a un punto detrás de mí- Ahí está Jaegerjaquez, lo saludaré, espera aquí -Renji corrió hacia donde su capitán.   

Se me erizó el cuerpo, me temblaban las manos y mi mirada se clavó en él, quién saludaba a Renji, ambos platicaban, de repente la mirada de Grimmjow estaba en mí con una sonrisa que me deja helado y veo a Renji caminar hacia mí.   

Nos fuimos. Estuve callado todo el camino, iríamos primero a la casa Rukia a un pequeño “pre” de ahí a dónde Ikkaku, pero aún así no estaba emocionado por salir de fiesta. Sentía como si hubiese soñado esos segundos en el baño con Grimmjow. Ahora solo pensaba en repetir la sensación electrificante y placentera. Me maldigo a mí mismo. Grimmjow es un estúpido de cabello azul, pero sobre todo un hombre, ¡Diablos, Ichigo! Me reprendo a mi mismo. 

 

¿Qué diablos hago ahora con todo el calor qué hay en mi interior cuando pienso en él? 


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